02.
Kim Taehyung, hasta su nombre es común y corriente. ¿Soe por qué tiene amigos así? Creía que conocía a personas más decentes, pero vaya ese chico...ese chico era totalmente diferente a lo que creía encontrar aquí. Bueno, con lo que me dijo antes de irse creo que tendré que buscar mi príncipe azul por mis propios medios, al parecer todos sus conocidos serán igual que ese tipo.
Salgo y tomo un taxi, y el primer lugar a donde fui fue a la torre Namsan, siempre quise visitar ese lugar. Luego caminé un poco por las orillas del río Han, fui a Itaewon y por último al COEX- Mall en el cuál compré algunas cositas. Ya de camino a la casa de Soe me sorprendí un poco al ver al chico que me ayudó cuando me caí frente a la casa, sentado en una de las bancas del parque que hace esquina. Yo por impulso lo miré y casualmente me miraba también y al darme cuenta de la intensidad de nuestras miradas decidí cortar el contacto visual, pero ya era tarde el chico agitaba su mano, suponía que era a mí, miré hacia atrás y no había nadie, entonces le respondí el saludo con un poco de timidez y dudando un poco. Cuando lo vi levantase no supe que hacer, me puse tan nerviosa que solo podía mirar las puntas de mis zapatos.
— ¿Te encuentras bien?— pregunta sonriendo muy amigablemente
— Si...si estoy perfectamente bien , no recibí ni un rasguño— no puedo creer que esté sonrojada, que vergüenza.
— Me alegra saberlo— es tan guapo, ni siquiera puedo encontrar un defecto en él, seguro que ya tiene novia— ¿Eres nueva en el vecindario?
— Si, me estaré quedando unos días por aquí... ¿Conoces a Soe?— alza sus cejas y asiente.
— Si, por supuesto, solíamos ser amigos.
— Pues ella es mi prima y pasaré una temporada en su casa.
— Soy Kim NamJoon, mucho gusto— extiende su mano la cual acepté con rapidez.
— Oh HyunSu, el gusto es mío— su piel es tan suave y delicada, no quisiera soltar su cálida mano.
— Vivo a dos casas de Soe, cuando gustes puedes visitarme, creo que seremos buenos amigos.
— Será genial tener un amigo, me siento totalmente fuera del agua estando aquí.
— Pues puedes contar conmigo para lo que necesites.
— Gracias...— su sonrisa es tan linda y más por sus hoyuelos— Bueno, tengo que retirarme fue un placer conocerte.
— Igualmente.
Me agrada, es amable y muy atento, espero seguir teniendo contacto con él.
Llego a casa y busco algo para cenar en la nevera de Soe y como me lo esperaba no había absolutamente nada. No sé para qué vino a Seúl si iba a vivir de esta manera, allá en Busan tenía todas las comodidades y todo lo que deseaba lo podía tener, no entiendo su cambio.
— Soe, quedaste en enviarme la dire de tu trabajo.
— Oh cierto, lo olvidé.
— Por cierto ¿En que trabajas? Siento mucho ruido ahí.
— Trabajo en un bar.
Dios, en que mundo se ha metido.
— Pero... ¿Club de esos que frecuentan los maliantes y tal?
— Compruébalo tú misma HyunSu, te envío la dirección ahora.
Me colgó ¿se habrá enojado? Pero si no dije nada malo.
Al tener la dirección salí nuevamente y tomé un taxi el cual me dejó frente al bar en menos de 10 minutos.
En serio que me imaginaba este lugar como tipo burdel, llenos de hombres pero para mi sorpresa habían mas mujeres que hombres, y creo que ya se cual es la razón.
—Me preguntan que fue lo que pasó con nuestro amor— el sinvergüenza de hace un rato cantaba mi canción favorita, Last Dance de Bigbang— Decían que era eterno pero mira donde estoy— no se puede negar que canta bien— Las cosas vienen y van, tal vez el tiempo ganó, pero ¿por qué...ahora te vaz?
Bueno al menos tiene un telento, pero lo desagradable no se le quita ni porque cante bonito. Mira como tiene chicas aquí haciendo cola para acostarse con él, eso da asco.
— Ya estoy aquí, tengo que regresar rápido dejé a alguien cubriendo.
— Está bien.
Entramos al restaurante y ocupamos una mesa, luego de que Soe hizo el pedido me dedique a ver la vista desde la enorme ventana de cristal. Era todo diferente a Busan, aquí las carreteras son más amplias, hay mucho más edificios y la vida nocturna es más activa.
— Te vi concentrada en la actuación de Tae.
— La canción que cantaba es una de mis favoritas— bebo del vaso de agua que no se acaban de colocar en la mesa.
— Me dijo que lo trataste muy mal hoy cuando se encontraron.
— Que bueno que tocas el tema.
— Se que fue mi error, debí haberte llamado para comprobar si estabas en casa pero si no lo hice fue porque supuse que estabas recorriendo la ciudad como me dijiste que ibas hacer.
— Igual él también cometió un error debió haberse ido en cuanto me vio pero no, se quedó ahí sin importarle que estaba en toallas, es un descarado se merecía todo lo que le dije y más.
— Sé que reaccionaste así por el susto que te llevaste, pero no debiste haberlo tratado tan mal Su, él es un buen chico estoy segura que sería incapaz de hacerte algún daño, y más sabiendo que eres mi prima somos mejores amigos y lo quiero mucho— su cara de lastima me decía algo.
—¿Qué?¿Quieres que me disculpe? Eso nunca lo haré, no me arrepiento de lo que le dije.
— No exactamente te tienes que disculpar solo quiero que se lleven bien, él a sido mi mejor amigo desde que llegué aquí y tú, eres mi única prima a la cual quiero mucho, y no me gustaría que dos personas que yo quiero se lleven mal — yo dirigí la mirada hacia afuera para pensar un poco en lo que iba a decir.
— Supongo que lo tendré que hacer por como me estás mirando— agradezco con un cabeceo a la mesera que acaba de llegar con la cena.
— Te prometo que tu estancia aquí será mucho más agradable si te llevas con él, te lo aseguro— niego con una mueca.
— No lo creo, pero igual prefiero llevar la fiesta en paz.
— Te lo agradeceré.
Tras difrutar de la rica cena, pedir la cuenta y pagarla, salimos del restaurante y nos dirigimos hacia la entrada del bar.
_Soe ya me voy, gracias por la cena, espero que mañana hagas las compras— antes de girarme ella sostuvo mi hombro.
— Hey ¿Y lo que acordamos? lo de Taehyung— por un momento pensé que no tendría que hacerlo.
— ¿Tiene que ser ahora?
—Si— me tomó del brazo y me hizo entrar al local.
— Espera aquí a que termine su actuación y de paso me esperas para irnos juntas— rodeó la barra colocó un delantal y se puso enseguida a trabajar.
Ella pidió un refresco para mi y luego se dirigió hacia las mesas.
¿Esperar al rededor de cuatro horas solo para hacer las pases con ese imbécil? No creo que lo lograre, me iré en cuanto la vea distraída.
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