•08."Insaciable"
Capítulo censurado
Dipper Pines antes de irse a su "hogar", se había quedado escondido en unos arbustos a unos metros de la cueva del mitad lobo para vigilarlo. Esperando tal vez a que él mismo Alpha saliera, para regañarlo y decirle/recordarle que no puede pasearse tan de noche o se volvería a enfermar.
Justo cuando el Pines estaba apunto de irse, al pasar varios minutos escondido para ir a otro lado, salió de su cueva el Cipher. Del que tanto pensaba.
El castaño de apariencia joven—como un jovencito de diecisiete años— más de muchísimos años de existencia, se acercó para reprenderle al mitad lobo. Sin darse cuenta del aura que desprendía el mayor. Estaba sediento, sí. Pero no de sangre o carne. Él quería otra cosa.
—¡Ajá! Bill, regresa ahora mismo a tu cueva. ¿Acaso no aprendiste la lección? Volverás a enfermarte si sigues— comenzó a reprenderle el castaño, siendo interrumpido por el rubio.
—¡Pine-Tree!— exclamó. Observando con su mirada dilatada aquel cuerpo mucho más pequeño que él, arrastrándolo de regreso a la cueva. Qué lindo gesto de su parte, llevarlo a su cueva. Él solito se metía a la boca del lobo.
Siguió observándole fijamente, desde sus rulos castaños hasta su trasero redondito el cuál no se notaba mucho por culpa de aquel atuendo que lo cubría todo.
—Nada de Pine-Tree. Es hora de dormir...— dijo hasta estar adentro y señalarle la cama. Hasta darse cuenta de algo.— ¿Hueles eso?
—¿Oler que?— cuestionó sin dejar de sonreirle y observarle fijamente.
El menor parecía girar su cabeza por todos lados en busca de aquel olor inusual.
—Eso... Es como un olor a menta fuerte, con algo abrumador. —le dijo, hasta sentir caliente sus mejillas y por debajo de sus ropas. Sentía la necesidad de quitarse su preciado kimono.—Cómo que derepente hace calor aquí. ¿No, Bill?— dijo abanicando se con su propia mano.
Bill estaba realmente caliente. Acercándose al menor provocando que esté cayera de sentado en la orilla de la cama, viendo confundido al más alto.
—¿Qué te sucede?¿Por qué me ves así?
—¿Así cómo?— dijo, para acorralarlo. Poniéndose encima suyo, con su respiración chocando con el cuello del contrario quien evitaba el contacto visual.
—C-Como si quisieras... Devorar me.— balbuceó nervioso.
—Por que eso quiero. Quiero que seas mío pequeño Pine-Tree. Te voy a quitar lo plano.— sonrió, dejando más confundido y nervioso al castaño.
—¡¿Qué idioteces dices?!— exclamó alejando de un empujón al mayor, siendo casi insuficiente.
—Es el ciclo de la vida, ¿no? Reproducirse. Aparearse.— dijo soltando une leve risa. Ruborizado al contrario. Quién empezaba a comprender que es lo que sucedía.
—¿¡E-E-Estas en celo!?— soltó, casi escupió alterado. ¿Qué no se supone que debería aparearse con una hembra, en todo caso? Aunque no sabía del todo los gustos del rubio.
—Yo quiero estar con Pine-Tree.— murmuró sin dejar de observarlo con la mirada dilatada. Su cola moviéndose de un lado a otro ansiosa.
—Es muy lindo lo que dices, de verdad pero... — insistió, apartando la mirada del mitad lobo de su rostro que comenzaba a teñirse de rojo.— Yo no soy el indicado para esto. Escucha Bill, sólo te estás dejando llevar por la calentura. Tú no quieres hacer esto conmigo, ¿Verdad?
—Quiero hacerlo con mi Pine-Tree. — respondió seriamente, decidido. Se podía notar una pequeña erección entre esos pantalones ajustados. Dipper estaba que se moría de la vergüenza. Además que, estaba totalmente acorralado. Su mente hecha todo un caos. Un lindo caos, que el mismo Cipher está creando.
—No, no quieres.. ahh..— soltó un pequeño jadeo al sentir como Bill comenzaba a darle besos húmedos por el cuello, y queriendo meterse por debajo de sus ropas. Con obvias intenciones.— E-Esto no se puede Bill... No..— balbuceó, que apenas el nombrado pudo entender.
—¿Hu?¿Por qué?— preguntó soltando un bajo gruñido. Deteniendo por un instante los besos y caricias en el pequeño cuerpo.
—Por que tú y yo...
—¿No me quieres por qué, te doy asco?— preguntó directamente, encogiendo el corazón del Pines quién se sorprendió por esa pregunta.
—¡N-No digas eso! Bill, yo no sé que siento por ti... Quiero que mi primera vez sea especial. Y que suceda tan derepente con alguien que apenas conozco, no es lo adecuado.— le dijo claramente intentando hacerlo reaccionar. ¿Quién puede culparlo por que tenga miedo? Apenas había pasado más de una semana desde que conoció aquel Alpha revoltoso y solitario. Y hace poco que había descubierto la verdad, causando que sus opiniones respecto al Cipher cambiarán. Aparte de conocerlo más a fondo. Pero no por ello ya debían ir al siguiente paso, todavía le parecía muy rápido.
Tiene miedo que Bill juegue con él, que sólo sea algo pasajero. O que él no sea suficiente para alguien como el rubio.
—¿Seré tu primera vez?— dijo con ilusión, sacando de sus pensamientos al castaño. Bill parecía más excitado que antes.
Dipper se avergonzó, balbuceó un poco al inicio.— ¡Por supuesto que sí! Y-Yo no ando con cualquiera...— expresó tímido, tan tierno que Bill no se resistió a jalar uno de sus cachetes y besarle su nariz, sorprendiendo al espíritu, ahora humano.
—Eres demasiado lindo, y me hace sentir especial ser el primero.— admitió. Esas palabras hacían vibrar el corazón de Dipper así como sentir un manojo de nervios y emociones en su estómago que no sabía ni que decir.
—¿T-También sería tu primera vez?— se atrevió a preguntar, con interés. Bill lo acomodó en el centro de la cama, sentándolo.
—¿Acaso lo olvidaste? Nunca me sentí así por alguien... No sabía que era el amor, hasta que te conocí. Te quiero, mi Pine-Tree.— dijo con total sinceridad y afecto.
Dipper sorprendido y sonrojado, no sabía si era por lo caliente del celo y las hormonas alborotadas, pero aquello que le dijo el Cipher, de esa manera tan provocativa y dulce lo derritió. Igual, empezó a calentarse.
Esto es demasiado rápido. No está bien. Mis superiores jamás me lo perdonarían. Ésto no era parte de mi trabajo. Pero que importa, ¿No? Sigo enojado con Ford. Él me engañó. Bill no tiene la culpa. Él es así por su pasado. Pensaba el Pines, inseguro, inquieto.
Sin embargo, ni el mismo se entendió, cuando rodeó el cuello del Cipher y empezó a corresponder un poco tímido el beso.
Esta vez, fue el corazón de Bill quien vibro. Realmente feliz, con ese sentimiento de satisfacción y calidez al ser correspondido por Dipper. Un poco torpe, pero lindo. Muy tierno.
El beso al principio fue suave, pero Bill subió la intensidad. No olvidemos que está en celo.
Es extraño, no es la primera vez que le sucede. Pero tenía muy buen aguanté. Y no llegaba a esos extremos de querer estar con alguien de esa forma. Pero pensar en Dipper, era una necesidad.
El rubio desgarro el tragué, ya apresurado. El kimono fue destrozado, cosa que al Pines le dejó aturdido y molesto un poco.
—¡O-Oye! T-Tampoco es para que lo rompas.— le reprochó, intentando regañarlo. Pero ahora, Bill parecía ser quien mandaba.
—Dijiste que habías ido por más ropa.
—Pero no la tengo aquí. ¿Con que me iré?
—No te irás Dipper. Quédate aquí, conmigo. Yo te protegeré.— le habló dulcemente mientras le seguía besando, y acariciando sus curvas.
—Bill...— nombró, siendo inútil que se cubriera sus partes íntimas si ya estaba a merced del mayor quién se quitó su blusa.
Dipper a pesar de que ya había visto alguna que otra vez al Cipher sin blusa, no evitó calentarse y sonrojarse más al ver sus pectorales y abdominales marcados tan de cerca. No dudo en acariciarlos.
—Toca todo lo quieras, Pine-Tree. Te entrego todo, hasta mi corazón.— sonrió.
Lobo tonto. ¿Acaso quería enamorarlo más? Dipper continuó acariciando, desde su espalda ancha, los omóplatos, sus rubios cabellos y abdominales. Se detuvo tímidamente por encima de la entrepierna. Cubierta por el pantalón. Más se notaba un bulto justo ahí.
El rubio soltó un leve risa al notar su miedo.
—Continua.— le murmuró ronco, excitado, mientras tomaba una de las manos del Pines y la guiaba hasta la cremallera del pantalón que fue bajando rápido.
—¿Te gusta lo que ves?— dijo juguetón, divertido ante la reacción del contrario. Frotando su virilidad en el vientre del menor, quien sintió un cosquilleo fuerte en su espina dorsal y en esa zona frotada.
—Eso no va entrar.
—¿Cómo de que no?— dijo ofendido. Mientras seguía indicando a Dipper que lo acariciara.
Bill Cipher, era insaciable. Y la noche, aún no llegaba a su fin. Marcaría por completo a Dipper, dejando su escencia y chupetones en él.
El Pines no resistió más, no se dio cuenta cuando cayó completamente dormido, dejando al rubio hacer lo que se le plazca.
Bill en algún punto, se sintió satisfecho.
Cayendo también dormido junto al menor, abrazándolo contra su cuerpo para envolverlo. Sin importarle los fluidos o sudorosos que estén.
Celo o no, destino o no, había quedado enamorado de Dipper Pines.
Y era totalmente correspondido.
¿Cierto?
Palabras: 2,615
Fecha de publicación: viernes, 01, marzo, 2019.
Autores: Arisu-chan198 y JaquiiAleWorld.
Historia: "Prohibido"
Fandom: Gravity Falls.
Nota de autor:
Gente recuerden, es un fanfic corto en colaboración y es Omegaverse.
Creo que ésto es todo lo que tengo que decir(? Disfruten mientras dure.
Creo que la siguiente actualización será el martes. Tengo ese día libre y no está en mis días que jamás pienso actualizar, que serían los Lunes y Miércoles.
Hasta la próxima baibi.
Fin del Octavo Acto.
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