Cuando termine mi charla con Norman decidí que era mejor aclarar todos mis sentimientos y tratar de arreglar un poco todas las cosas que no estaban bien en mi vida.

Empezando por aclarar bien las cosas con James. Ese mismo día me decidí a llamarlo y tratar de que la relación que habíamos armado no se fuera completamente a la mierda, al fin y al cabo ambos fuimos los que necesitábamos en el momento adecuado.

Cuando ambos pudimos aclarar todo, y que pudiéramos expresar todo lo que sentíamos y cuanto nos habíamos dañado indirectamente, conseguimos resolver todo y finalizamos quedando como buenos conocidos que se quedan con los buenos recuerdos del otro.

Lo otro en la lista era aclarar mis sentimientos hacia Andrew, si bien Lauren, Alanna y Christian habían dado su opinión y claramente me habían apoyado, decidí hablarlo con Hilarie que era lo más cercano a una mamá o más bien era como una segunda mamá para mi.

Toque la puerta nerviosa, sabía que Jeffrey estaba en las grabaciones y Gus estaba en el colegio así que Hilarie estaba disponible para hablar.

-¿Val?

-Necesito un consejo.- la mire y ella me dio una sonrisa maternal.

-Pasa.- se movió hacia un lado y me dejo pasar.

Me senté en el sofá y ella se sentó a mi lado.

-Se que tal vez lo que te diga lo puedes tomar mal o lo puedes tomar bien, pero sólo te pido que no le cuentes a nadie, por favor.- ella asintió.

-¿Que sucede?

-Cuando papá y Jeffrey celebraron el aniversario de la tienda yo y Andrew conversamos.

-Si, si los vi.

-Lo que pasa es que no sólo conversamos, Hil.- ella me miro sin entender.

-Ve al grano Val, me pones nerviosa.

-Cuando me fui a dormir, él se subió en el mismo ascensor que yo, intercambiamos un par de palabras y de un momento a otro ambos nos...besamos.- susurre lo último.

-Oh...- se quedo en silencio.

-¿Sólo dirás eso?

-Claro que no Val, sólo estoy pensando en un buen consejo.- solté un suspiro.

-¿Crees que esta mal?

-¡Claro que esta mal Hil!

-¿Se puede saber que encuentras malo?.- me miro.

-La diferencia de edad y qué ambos estábamos en una relación.

-Lo de la relación puede ser, pero lo de la edad no encuentro lo malo Val.

-¿No?

-Yo y Jeffrey nos llevamos por diecisiete años y eso no nos impide querernos.- se encogió de hombros.

-Mamá haría un escándalo y lo sabes.- ambas reímos.

-Bueno, déjame decirte que tu mamá hace escándalo por todo.- acaricio mi cabello y sonrió.- Sabes que pase lo que pase nos tienes a Jeffrey, a Gus y a mi, ¿Verdad?

-Lo sé, gracias Hil.- la abracé con fuerza.

-Pero mira lo que encontramos Gus.- Jeffrey hablo al pequeño Morgan.- nuestras dos mujeres favoritas juntas.- ambos se acercaron a saludarnos con una sonrisa.

Si bien Hilarie me conoció cuando ya era un poco más grande, ella se había encargado de apoyarme en cada uno de los pasos que daba. Y es por eso que tanto ella como Jeffrey eran las personas más importantes de mi vida. Sabía que a pesar de no tener el apoyo de mis padres, precisamente de mi mamá, sabía que contaba con el apoyo de Jeffrey y Hilarie. Y eso era mucho mejor.

Y el último pero no menos importante era hablar con mis padres acerca de lo que deseaba para mi futuro.

Pase las manos por mi cara con nerviosismo, sabía que esto era importante, sobre todo para mi. Baje la escalera y los encontré a ambos en la cocina, me acerque hacia ellos con una sonrisa.

-Hola pequeña.- papá sonrió y dejo un beso en mi cabeza.

-Hola papá.

-¿Sucede algo?.- mamá levantó la mirada.

-Tengo que hablar con ustedes.- los mire a ambos.

-Dinos.- papá me dio una sonrisa de apoyo.

-Se que ustedes desean que yo estudie medicina en Harvard, pero realmente no se es algo que yo deseo.

-¿A qué te refieres Valerie?

-Que no deseo estudiar eso mamá.

-¿Que deseas estudiar?.- se levantó cruzando sus brazos y papá me miro sin expresión.

-Psicología criminal.

-¿Deseas morirte de hambre?, entonces estudia eso Valerie.

-Mamá, va más allá del dinero, no mucha gente puede decir que estudia y trabaja en algo que les gusta.

-¡Dijiste que te gustaba medicina!.- grito.

-Mamá, no hagas esto por favor.- un nudo en la garganta se formó.

-Estudiarás medicina Valerie, quieras o no. Esta familia necesita un futuro y ese futuro eres tu.

-¿Papá?.- lo observe.

-L-Lo siento hija.- me miro con tristeza.

-Bien, haré lo que ustedes desean.- sonreí con angustia y me aleje.

Había perdido mi tiempo.

Los días siguieron pasando, mamá me daba constantemente indirectas y papá trataba de evitar lo máximo posible hacer algún tipo de contacto conmigo, supongo que para no sentirse culpable o algo por el estilo.

-Valerie.- mamá me llamo y voltee para mirarla.

-Dime.

-Si estudias psicología, debes tener claro que no contaras con nuestro apoyo, tanto moral como económico, Valerie.

-Lo sé.- baje la mirada y salí de la sala en la que nos encontrábamos.

Para pasar el rato decidí ir al set y poder hablar con mis amigas y ver a los demás. Necesitaba despejarme ya que el ambiente en mi casa estaba tenso y los constantes comentarios de mi mamá ya me estaban pasando la cuenta.

-¡Valerie!.- Jeffrey se acercó y me abrazo.- tu papá viene hacia acá también, hoy tendremos una cena todos.- sonrió.

-¿En serio? No lo sabía.- murmure.

-No tienes que preocuparte, tienes nuestro apoyo Val.- beso mi frente.

-No sabes cuanto necesitaba escuchar eso otra vez.- reí levemente.

-Quédate hoy en nuestra casa, necesitas despejar tu mente. Diremos que necesitamos una niñera para Gus.

-Gracias Jeffrey.- sonreí.

-Por algo soy tu padrino cariño.

Seguimos hablando mientras me contaba como habían sido sus días, que tenía libre y entre otras cosas. Me aleje un poco cuando papá llego y aproveche ese momento para pedirle a Andrew hablar.

Sabía que tal vez lo pondría nervioso, pero si llegaba a mencionar que había tenido unos pésimos días me pondría a llorar ahí mismo.

Cuando él acepto y nos pusimos de acuerdo donde nos juntaríamos me aleje para poder ir a la cena que harían mis padres junto a los Morgan.

Y lo único que podía decir de esa cena es que salió realmente pésima, mamá estaba con los contantes comentarios sarcásticos sobre lo que quería estudiar, mientras que Hilarie la contraatacaba de manera más sutil, por otro lado estaba papá y Jeffrey tratando de relajar el ambiente.

Y una cena que pensamos que sería tranquila término siendo todo lo contrario.

Apenas crucé la puerta de la casa de los Morgan las lágrimas no tardaron en salir, tanto Hilarie como Jeffrey y hasta Gus trataron de animarme, haciendo así mi noche no tan pésima.

Cuando me desperté se notaba a kilómetros que había llorado, y trataba de evitarlo para que la salida con Andrew no fuera tan mala.

Pero apenas lo vi las lágrimas no tardaron en salir otra vez.