༄ Capítulo #3. "Despertar & poderes"

Mi corazón había latido una vez más por obra y gracia de Dios, sin embargo en esta oportunidad era mucho más fuerte que antes tras ser restaurada por completo de cuerpo y alma al recordar mis antiguas aspiraciones cuando solo era una pequeña niña, la cual no sabía nada de la vida pero que en ese entonces solo deseaba salvar a los demás como una princesa y súper heroína mientras era muy feliz, más por ende, ese sueño parecía ser imposible debido a la evidente ignorancia en el tema de nuestra increíble sangre Romanov pero de igual manera lo anhelé como toda niña a la edad de 4 años, por lo tanto, me prometí a mi misma lograr aquel objetivo de renacimiento luego de aquel místico viaje al más allá, ya que hoy en día yo era la real Reina de toda Rusia por derecho de sucesión, así que, con el corazón en la mano juré ante mis antepasados terminar de cumplir con mi extraño destino.

Gracias a Dios, justo en el instante en que desperté sigilosamente pude notar como 2 de los tantos guardias de Christelle me creyeron por muerta debido a mis múltiples heridas y evidente estado de lo que parecía ser descomposición, pues no les di el placer de verme con vida al tener un súbito plan entre manos, el cual, resultó a la perfección porque ingenuamente ese par de insectos chupa sangre me sacaron del palacio entre unas sábanas de algodón blanco mientras anunciaban al público con gran regocijo sobre mi "real fallecimiento" tras no tener ninguna clase de remordimiento o humanidad, así que solo les seguí el juego por mi bienestar, pues ahora sí podría escapar de ese encierro.

—¡Su Majestad!, ¡La chiquilla Gloriana Romanov falleció en el calabozo hace unas cuantas horas, entonces, ¿Qué haremos con su cuerpo ennegrecido? —dijo uno de los guardias mientras se dirigía despectivamente hacia mi con su tono de voz tal como si yo fuera un animal y no un ser humano, pues el hombre era fiel seguidor de Christelle.

—¿CÓMO?, ¿Por fin se murió esa plaga asquerosa? —Preguntó Christelle estando muy feliz y orgullosa, pues literalmente saltó de emoción tras saber que había logrado borrar de la faz terrestre a la última Romanov real, o sea su enemiga en todos los aspectos.

—¡Afirmativo, su Majestad!, la mocosa no soportó el encierro, pues probablemente le dio neumonía, el hambre la liquidó o algún animal la mordió durante la noche porque tiene notables heridas en las extremidades pero es seguro de que ya ha muerto en sus manos como tanto quería, ¡Ella no despierta, ni respira y su piel está completamente helada! —aseguró el guardia con una expresión de placer y burla, pues le mostró mi cuerpo "inerte" a la bruja Christelle porque me sacaron con absoluto asco y salvajismo al lanzarme a la calle como una basura sin antes tomarme el pulso para verificar mi muerte.

—¡Ay por Dios!, ¡Lo anunciaré por todo el mundo y el festejo durará meses porque esto es una maravillosa noticia!, ¡Por fin los Romanov fueron eliminados de la faz de la Tierra!, ¡Ohhhh!, si, ahora mi nietecita Mary Gabrielle gobernará este país completamente sola tras estar lejos de su hermano el bastardo, ¡Ja!

—... Mi Reina, ¿Y qué le hizo al engendro ese, ah?, ¿Se lo dio a los lobos salvajes como cena?

—¡Ashh!, eso me hubiera gustado muchísimo pero yo no soy una asesina de bebés, ¡Uff!, hace algunos meses entregué al maldito niño CON VIDA a una vieja mucama del palacio para que sea dado en adopción lejos de todo esto, pues no recordará nada cuando crezca. —aseguró Christelle con una expresión de júbilo e interés, más por ende no podía sentir ninguna clase de emoción aunque se me destrozara el corazón porque debía seguir en su juego, ya que estaba completamente inmóvil para evitar ser descubierta viva otra vez.

De pronto, al escucharlo todo a través de las viejas sábanas que cubrían mi sucio cuerpo me volví a llenar de esperanza e ilusión una vez más tras mi pobre alma liberarse luego de escuchar de la propia boca de Christelle que mi segundo pequeño aún estaba con vida tal como mi prima Emmaline me había dicho durante mi trance en el más allá, así que como no me moví y fingí mi muerte muy bien acabé siendo sacada del palacio pero para el mundo entero la última Romanov había fallecido, pues aquellos guardias simplemente lanzaron mi cuerpo hacia un montón de basura orgánica a las afueras del palacio tal como lo hacían con sus otras víctimas inocentes, no obstante, 24 horas después se percataron que mis restos habían desaparecido pero nadie nunca supo lo que había sucedido realmente y por eso dieron a a entender que mi frágil cuerpo fue el alimento de algunos animales carroñeros, lo cual llenó de pánico a todos aquellos que sí me eran fieles, pues mi lamentablemente y repentino fallecimiento implicaba que la esclavitud para ellos sería eterna.

Sin embargo, nuevamente desperté con pesadez en los ojos, olor a pudredumbre, visión borrosa y dolor corporal al estar viva de milagro dentro de un extraño puñado de ropa y paja vieja que servía como alimento para caballos justo en un descuidado establo, por lo tanto me alteré muchísimo luego de recordar todo lo que sucedió con mi exitoso escape, no obstante, comencé a preocuparme y a temer aún más tras ver como en unos cuantos minutos una sombra negra se acercó a mi con rapidez pero pronto descubrí que solo se trataba de una joven chica, la cual me ayudaría a recuperarme cuando más lo necesité, pues gracias a Dios ella aún no me reconocía debido a que aquella gentil muchacha nunca salía o veía noticias por su evidente estado de abandono pero muy pronto sí lo haría al mi parecido físico ser muy obvio en comparación con mi tía abuela Anastasia y mi madre Nathalia a quien si conocieron anónimamente mediante tarjetas luego de darles regalos cada navidad.

La joven chica era más o menos de mi edad, poseía alta estatura, su peso estaba por debajo de lo normal al ser súmamente delgada, su piel era blanca, tenía el cabello lacio y color miel, sus perlados ojos parecían el océano por su intenso tono turqueza, pues con solo mirarla y conectarse con ella las preocupaciones más grandes se esfumaban como por arte de magia pero eran su espectacular gentileza y humildad la que la caracterizaban sobre todo lo anterior, ya que ella resultó ser una increíble y leal amiga hasta el final.

—... ¡Ay por Dios!, muchacha, ¿Estás bien?, ¡Ohhhh!, ¡Eres una real viajera del tiempo!, si, ¡Yo te vi claramente!, ¡Parece como sacado de una película de ciencia ficción! —exclamó de pronto una chica de aspecto gentil con una expresión pálida y sorprendida, pues aunque estaba muy asustada por yo haber aparecido mágicamente me tomó de la mano al ser súmamente bondadosa.

—¿Qué?, ¿Qué sucedió conmigo?, ¿Uff!, ¿Dónde estoy?, y, ¿Quién demonios eres tú? —Pregunté con desesperación tras hallarme muy aturdida y bastante ofuzcada, ya que aún estaba muy confundida y alterada con lo que viví.

—¡Ohhhh!, ¡Tranquila!, ¡No te alteres!, ¡Aquí estás a salvo!, ¡Uff!, se que esto puede ser nuevo para ti pero yo... ¡Wow!, espera un momento, ¡Yo te conozco de algún lado!, ¿Cierto?

—Ahm, no, no lo creo... —aseguré.

—¡Santas ranas saltarinas!, ¡No lo puedo creer!, ¿Tú eres la hija mayor de la fallecida Reina Nathalia, verdad?, si, ¡Hoy en día tienes derecho al trono ruso porque eres la actual monarca de este país!, ya lo vi, perdón su Majestad. —Preguntó la chica tras reconocerme en seguida, pues mi madre no se cansó de presumirme con quienes ayudó porque yo era su más grande orgullo, además, mi aspecto físico era imborrable para quienes eran mis seguidores del bien.

—¡Ohhhh!, ¡Shh!, si, bien, es verdad, esa soy yo pero por favor no me llames de nuevo como "mi Reina" o "su Majestad", y disculpa pero, ¿Dónde estamos ahora mismo?, ¿Puedes explicarme?, creo que confiaré en ti. —Pregunté encontrándome enserio preocupada mientras trataba de ponerme en pie a como diera lugar, pues estaba herida, débil, mareada y bastante sucia.

—¡Oh si!, mire, ¡Estamos en Escovayot!, ¿Pero por qué lo pregunta en ese tono tan extraño?, ¿A caso está perdida?, ¿Puedo ayudarla?

—¡Ohhhh!, ¿Dijiste Escovayot?, ¡Ay no!, ¿Pero cómo carajos es que llegué hasta aquí yo sola si estaba en el viejo sótano del palacio entre unas sábanas viejas sin saber a dónde ir?, ¡Imposible! —Pregunté estando algo confundida y con algo de pérdida en mi memoria, pues de pronto sufrí un fuerte dolor de cabeza que se acompañó con sangrado nasal al tratar de recordar mi pasado.

—¡Ohhhh!, ¿Se siente mal?, ¡Dios mío!, ¡No!, ¡Ahora no, por favor!

—... ¿Cómo fue que llegué aquí?

—Primero dígame si está bien.

—Si, si, calma, no te alteres, solo responde mi pregunta, es enserio.

—Es que la verdad no lo se del todo bien porque fue de un pronto a otro, ya que solo apareciste en ese puñado de paja y ropa vieja como por arte de magia, ¡Uff!, si, yo solo alimentaba a los animales de la granja tal como me ordenaron y fue cuando vi todo con lujo de detalles, ¡Ja!, nadie me lo creería ni estando loco así que por eso grité al verte llegar de esa manera tan extraña y radical. —aseguró la chica estando un tanto alterada, pues parecía como si yo fuera un fantasma que vino por venganza.

—¡Magia!, ¡Poderes!, si, ¡Eso es!, ¡Por eso sucedió todo esto!, ¡Ohhhh!, ¡Dios mío!, ¡No lo creo! —afirmé hallándome muy sorprendida y hecha un temblor, ya que existía la posibilidad de también tener el gen mágico de mi tío abuelo Starky.

—... ¡Mi Reina está VIVA!, ¡Ohhhh!, ¡Aún hay esperanza para un mejor mañana en este país! —Gritó la chica al estar muy feliz, pues quería llamar la atención de todos los demás al creerse que yo ya estaba muerta.

—¡Hey!, ¡Shh!, ¡Esto debe ser un secreto absoluto, ya que nadie más puede saber que aún vivo o si no los asesinarán a todos aquí por traición al nuevo gobierno!, ¿Entiendes la gravedad del asunto? —aseguré enserio alterada al tratar de callar a aquella emocionada chica, la cual me idolatraba y seguía a donde fuera.

—¡Ough!, disculpe.

—¡Ay por Dios!, ¡Yo también tengo el don mágico!, ¡Ishh!, por eso sobreviví cuando mi ex novio Ulises y la Señora Thumbalin me quisieron asesinar, además sané por completo luego de que los del gobierno intentaran acabar conmigo el mismo día que con mis padres tras ser curada por Christelle, también cuando salí de mi primer encierro con la ayuda de un puñado de oro falso, luego fui revivida en la ahorca y ahora me sucede esto, ¡Wow!, ¡Me puedo trasladar a donde quiera como mi tío abuelo Starky lo hace!, ¡Ohhhh!, ¡Gracias Dios mío!, ¡Es un milagro! —afirmé encontrándome completamente impactada y feliz por ese nuevo descubrimiento, el cual como dijeron mis familiares me beneficiaría para el bien.

—¿Eh?, mire mi Reina, mi común nombre de campesina es Palmira Kattch y soy su fiel escudera, pues desde hoy soy tu sirviente personal, si, ¡Usted necesita ser atendida como lo que es, o sea la Reina verdadera de toda Rusia! —dijo la chica exaltándose mucho, pues literalmente yo era su ídolo ante la vida.

—¡Ay no!, ¡Por favor no hagas esto!, ¡Uff!, Palmira, escucha, ¡Quiero ser tratada como todos los demás aquí, pues no deseo ser más que ustedes!, mira, enserio, ya te lo dije antes, anhelo ser como cualquier chica de este lugar porque esto es un cruel orfanato, ¿Verdad? —aseguré algo cansada tras intentar levantarme del suelo, pues ya era hora de volver a tener una vida normal.

—¡DIOS SANTO!, si, ¡Definitivamente no hay ningún error!, ¡Tú eres la Elegida para ser nuestra libertadora!, ¡Aún hay esperanza —aseguró Palmira mientras volvía a hacer una reverencia ante a mi como si enserio me fuera a tratar como de la realeza como le pedí que no fuera.

—¡Basta!, ¡Ashh!, mira Palmira, si quieres ser mi fiel escudera y eso por favor trata de verme como tu amiga porque tampoco deseo reverencias, tratos especiales y mucho menos privilegios sobre los demás, ¡Apartir de ahora yo también seré otra chiquilla abandonada por sus incomprendidos padres!, y no, no creas que soy una egoísta que solo piensa en sí misma, ¡Todo esto es por su seguridad y la mía, pues como tu "Reina" te lo confieso justo para evitar  más problemas!, ¡Dios!, no deseo verlos mal por mi culpa, ¡No podría volver a soportar tal cosa! —aseguré estando en verdad cansada de ser especial, pues trataba de hacerle ver que después de todo quería con toda el alma ser una chica normal otra vez.

—¡Uy!, de acuerdo, entonces si eso es lo que desea yo lo cumpliré con tal de estar de su lado, pues tu nombre de pila será Liana Hammer, eres una adolescente como todas nosotras y fuiste mi mejor amiga en uno de los centros de acogida pasados porque tus padres biológicos murieron en un tiroteo, ¿Okey? —Preguntó Palmira humildemente apretando mi mano en señal de un acuerdo fijo mientras trataba de ensuciarme para parecer más de los huérfanos cercanos.

—... Muy bien Pamira, yo soy Liana Hammer y no tengo a nadie más en el mundo aunque esa dolorosa parte ya no sea ficción, ¡Ohhhh!

—¡Ay no puede ser!, ¡Soy una estúpida!, ¡Rayos!, ¡Tú perdiste a tus pobres progenitores de esa forma tan horrible!, ¿Cierto?

—Si Palmira, por eso se que nuestro plan funcionará a la perfección al no tener que fingir el hecho de ser una sucia huérfana, más por ende tendré que mentir con respecto a mi edad porque tengo 23 años y al ser mayor de edad me echarán de aquí, entonces, ¿Qué haremos?

—¡No puede ser!, ¡Discúlpeme!, ¡No sabía lo que dije!, ¡Fui una completa insensible!, ¡Ishh!

—Tranquila Palmira, se que ahora mis padres están en un mejor lugar pero me preocupa mi edad.

—... ¡Relájate!, tú te ves como de mi misma edad así que nadie lo notará, ¡Solo continúa actuando si enserio quieres permanecer aquí!

—Okey "mejor amiga". —dije hallándome algo convencida de que todo mejoraría, pues le sonreí a la chica misteriosa e inicié así una verdadera amistad.

—¡Hey, tú!, mugrosa, ¡Ven para adentro ahora mismo!, ¡Ashh!, ¿Por qué demonios sigues rompiendo las reglas, ah?, ¡Sabes muy bien que no debes hablar con nadie más!, pero dime, ¿Quién es ella como para que le tengas tanta confianza?, nunca la había visto por aquí. —Preguntó de pronto una mujer muy gorda de aspecto bastante amargada, pues me señaló de estafadora y mala influencia sin antes conocerme bien.

—¡Ohhhh!, ¡Yo puedo explicarlo todo!, lo juro, ella es... —dijo Palmira con un tono de voz tembloroso tras justificarse luego de estar muy nerviosa y algo aterrorizada, ya que aquella vieja gorda era su superior en el orfanato donde vivía.

—¡Yo soy una de las nuevas chicas que trajeron del orfanatario de San Petersburgo en aquel camión de carga!, si, yo seré parte de este lugar desde ahora, de hecho me llamo "Liana Hammer", tengo 20 años de edad y en efecto, mis pobres padres biológicos murieron en... En un ataque armado cuando yo solo tenía 6 meses de nacida, por eso en una de las instituciones anteriores conocí a Palmira, mi mejor amiga desde la infancia. —dije con la mirada recta hacia el frente de la mujer tras estar actuando muy bien dentro de mi papel, sin embargo, tuve que seguir mintiendo por mi propia seguridad a pesar de estar destrozada por dentro tras recordar mi vida pasada aunque una gran parte de ella no fuera falsa, pues mis papitos siempre fueron mi más grande ejemplo a seguir aunque lo negara a veces por necedad.

—Ah, ¿Y qué diablos esperas para entrar al orfanato junto a ella, tu amigüita?, anda floja, ya es muy tarde como para estar aquí afuera charlando, ¡Ishh!, ¡Camina, tonta, camina!, aún hay mucho trabajo por aquí pero ya veo que por fin los de San Petersburgo escucharon las quejas por parte de la directora por la falta de mano extra, ¡Uff!, ¡Solo ven conmigo!, tienes que trabajar de sol a sol como todas las otras niñas y muchachas mugrosas de este lugar porque al parecer tú eres la mayor de todas y DEBES cooperar. —dijo la mujer con algo de dudas pero como era una ignorante en el tema de los otros orfanatos del país se creyó mi mentira piadosa, pues mi apariencia física ayudaba muchísimo al parecer una más de las tantas huérfanas cuidadas por el gobierno.

—¡Esa es mi amiga! —exclamó Palmira en voz baja tras encontrarse atrás de mi en una fila india mientras me veía de reojo al estar muy orgullosa por mi sabia respuesta.

...


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