-¿Dónde está su "Reinita" Gloriana, eh, muertos de hambre?, ¡Ja!, les aseguro que quien me la entregue con vida será recompensado muy bien y podrá ver... -dijo cruelmente Christelle tras asustar a todos los aldeanos tal como antes, pues sus apariciones eran extremadamente dramáticas, repentinas y violentas.

-¿Me estabas buscando, "madre" Christelle? -Pregunté valientemente frente a ella después de mucho tiempo de no verla cara a cara, pues parecía que se cansó de mi durante esos 2 años de absoluta paz.

-¡Pero miren nada más!, ¡"Su Santa Majestad" se ha dignado a aparecer después de tantos años!, ¡Uff!, ¡Vaya que te di tregua, eh niña, pero te aseguro que esta vez sí morirás en frente de mi o dejo de llamarme Christelle Thomas, ¡Lo juro!, ¡No voy a fallar otra vez! -aseguró la loca de mi ex suegra tras acercarse a mi junto a cien o más guardias rusos armados, pues su intención era asesinarme.

-¡Gloriana, ¡NO!, ¿Qué crees que haces?, ¡Ay Dios!, hija, ¡Recuerda el raro plan!, ¡Solo corre a un lugar seguro y ya! -dijo mi tía Rachel estando muy alterada y nerviosa al ver mi repentina y muy mala decisión, ya que creía que Christelle iba a hacerme daño.

-... ¿Quieres asesinarme?, ¡Pues hazlo!, pero eso si, ¡No les harás daño a ellos, mi familia!, ¡Solo son inocentes y de todas maneras ya no puedo escapar de ti!, ¡Ganaste!, ¡Uff!, mis poderes desaparecieron, fui engañada, robada y burlado por quien más confié en esta vida mientras que vivía con Él, mi única hermana murió hace 2 años y tienes secuestrada a mi hija primogénita, así que anda, ¡Acaba con esto de una sola vez por todas!, ¡Es tu turno de brillar y reinar! -exclamé estando enserio muy triste, pues cerré los ojos tranquilamente en señal de rendición absoluta frente a ella, mi más grande enemiga tal como lo deseaba.

-¡Ja!, ¿Sabes qué?, ¡Te mereces todo lo malo que te ha sucedido porque tanto tus asquerosos padres como tú son unas ratas malvivientes, o bueno, eran!, ¡Tú los asesinaste!, ¡Por tu culpa hay miles de personas sufriendo allá afuera!, además, apréndete esto, "peste", ¡Cada quien cosecha lo que siembra y ustedes no valen nada!

-¡Ohhhh! -exclamó mi tía Rachel tras escuchar aquella palabra que ella tanto me repetía cuando estaba resentida conmigo, pues era única y eso volvía a confirmar que esa bruja sin alma era de nuestra sangre.

-... ¡Por favor ya mátame!

-¡Ashh!, ¡Como quiera, "Su Majestad"!, ¡Ah!, pero antes déjame decirte que sigues siendo la misma chiquilla torpe, ingenua e idiota que conocí en un principio, ¡Escoria infeliz!, ¡No has cambiado nada y voy a demostrártelo! -aseguró la loca de Christelle mientras que se acercaba a mi con ácido entre sus manos y un cuchillo afilado, pues iba a arrebatarme la vida como quería.

-... ¡NO!, ¡Ya basta!, ¡Detente, Sophia Cristal! -Gritó de pronto mi tía Rachel tras desacatar completamente las reglas de nuestro plan inicial, pues salió de los arbustos en donde estaba al no poder seguir callando esa dura verdad que nos unía.

-¿QUÉ?, ¿Quién dijo ese nombre?, ¡Anda!, ¡Sal de tu escondite, maldito metiche!, ¡Hoy mismo te mueres por atreverte a esto! -aseguró Christelle estando en verdad muy alterada y nerviosa, pues así demostró que ese nombre le resultaba conocido.

-¡Fui yo, Sophia!, ¡Uff!, ese es tu nombre real, ¿O a caso me equivoco contigo? -Preguntó mi tía Rachel tras salir de su escondite secreto al presentarse ante ella finalmente, ya que no estaba más asustada al ser hermanas y aún creía que la sangre jamás mentía o lastimaba.

-¿Ah?, ¿Perdón?, ¿Te conozco?, ¡Anda sucia perra!, ¡Responde!, ¿Por qué demonios me llamaste así si jamás nos hemos visto y solo yo lo se por motivos personales?

-Escucha, iremos a otro lugar para aclarar esto, ¿Te parece?

-¡Ishh!, okey, vamos, ¡Esto no se puede hablar aquí porque tampoco deseo que este tema sea motivo para un noticiero durante semanas!, ¡Me da alergia! -aseguró Christelle estado en verdad muy nerviosa mientras que se dirigía hacia nuestra humilde choza, pues ella no deseaba que nadie más nos escuchara hablar, susurrar, llorar o gritar.

-¡Sígueme! -dijo mi tía Rachel.

-... Ahora si, ¿Quién eres tú y por qué rayos sabes ese nombre tan especial para mi, eh? -Preguntó nuevamente Christelle tras encontrarse muy alterada mientras que me veía de reojo con absoluto odio y rencor.

-Querida, ¡Yo soy la tía materna de Gloriana!, ¡Tú me tuviste encerrada en el calabozo del palacio por más de 2 años junto a mis 3 hijos!, además, mi nombre es Rachel Gabrielle Romanov y de hecho también soy tu HERMANA mayor, biológicamente hablando. -aseguró mi tía seriamente frente a ella, sin embargo estaba muy feliz de poder volver a ver a su hermanita luego de tantos años de mentiras y gran dolor.

-¿CÓMO?, ¿Qué dijiste?, ¿De qué rayos hablas, ehm?, ¿Ya tienes principios de Alzheimer? -Preguntó Christelle hallándose demasiado alterada y sarcástica debido a que no supo cómo actuar ante esa incómoda situación, pues lloró un poco mientras se ponía la mano en el corazón al sentir algo muy extraño dentro de ella al escuchar esas sorpresivas palabras, ya que la voz de mi tía Rachel le resultaba muy familiar.

-Mami, ¿Quién es ella? -Preguntó accidentalmente mi pequeño hijo Ángel tras aparecer en el peor de los momentos, pues sin querer empeoró las cosas con Christelle.

-Hijito mío, ¡Shh!, ¡Solo ve con Jacinta y tu primita Naty, por favor!, ¡Ah!, no regresen hasta que todo esto haya acabado. -dije tratando de ocultar lo que habían escuchado todos los presentes, pues mi inquieto hijo menor vino a avivar el fuego con la loca de mi ex suegra.

-¿Qué?, ¿El niño bastardo ha estado contigo todo este tiempo?, ¡NO!, ¡No puede ser cierto! -exclamó Christelle hallándose llena de pánico y miedo, ya que veía con asombro a mi pequeño hijo al desear hacerme sufrir con ellos a como diera lugar.

-¡Así es Christelle!, ¡No pudiste separarme de Él como tanto querías porque solo eres una bruja despiadada incapaz de sentir amor real!, ¡Ah!, por cierto, a quien se lo entregaste sin saber cuando lo abandonaste en aquel orfanato de ninas fue a su padre biológico, por lo tanto yo gané la partida desde hace mucho!, ¡Perra desgraciada!

En esos momentos de intensas peleas y confrontaciones finalmente pude ver a mi difunda madre reflejada a través de sus grandes ojos negros al parecerse bastante físicamente, por lo tanto, eso me dio a entender que de verdad ella era de mi familia al igualmente asemejarse a mi tía Rachel aunque aún lo negara, no obstante, algo muy fuerte me atraía hacia ella desde la primera vez que la vi en aquel callejón estando malherida, pues eso iba mucho más allá que la simple relación pasada de suegra-nuera porque posiblemente fueron los lazos de sangre VERDADEROS los que nos reunieron cuando ambas nos necesitábamos, ya que las 2 sentimos esa poderosa conexión desde un principio y por eso decidimos formar una bonita familia de fantasía que terminó siendo real.

-Gloriana, ¡Ya basta!, ¡Por favor!, ¡Ahora eres una mujer adulta y sabes que esto no es correcto!, ¡Uff!, enserio, ¡No insultes más a tu amada tía porque deben tratar de volver a amarse por el bienestar de todos nosotros! -aseguró mi tía Rachel tomándome de la mano fuertemente, pues sabía bien cómo iba a reaccionar ante semejante cosa con esa mujer.

-¿Su qué?, ¡Wow, wow!, esperen un momento, ¡NO!, ¡Esto si que no lo acepto!, ¡No puede ser cierto!, ¿Entonces yo... -Preguntó de pronto la loca de Christelle tras estar muy alterada y en shock absoluto, pues lloró un poco porque nunca se imaginó que lo sentido alguna vez hacia mi fuera una realidad.

-... Así es, ¡Por tus venas corre la sangre Romanov porque tú también eres mi hermana!, ¡Dios Santísimo!, ¡Aún no lo puedo creer!, ¡Hace más de 40 años que no se nada sobre ti!, ¡Ohhhh!, ¡Perdóname Cristy!, ¡No te defendí lo suficiente cuando tuve la oportunidad!, ¡Solo era una caprichosa adolescente de 15 años que quería tener fiesta!

-¡Basta!, ¡Escúchame!, si usted es o no de nuestra familia a mi me vale un bledo porque jamás, ¿Me escuchas?, JAMÁS la llamaré tía después de haberme quitado a mi hija Mary hace 6 años atrás cuando nació, haber intentado asesinarme en la ahorca y torturarme como a una bestia durante largos meses mientras estaba encerrada. -aseguré muy alterada frente a ella, pues me encontraba firmemente segura de lo que dije porque esa mala mujer no me provocaba ninguna emoción.

-Pues Gloriana, ¡Debes aceptarlo!, ¡Al igual que nosotros ella también merece parte de la corona rusa al ser mi hermana menor!, ¡Así es la vida de extraña y misteriosa! -aseguró mi tía Rachel encontrándose un poco triste, ya que Christelle no había hecho nada bueno como para merecer nuestro respeto, amor y perdón.

-¡No, no!, ¡Esto no puede ser verdad!, ¿Mis padres biológicos entonces eran tus abuelos, Gloriana?, ¡Ohhhh!, ¡Dios!, ¡Mi única nieta es el fruto entre 2 primos! -exclamó Christelle sorpresivamente aceptando la verdad mucho más rápido de lo esperado, pues no era para normal que ella actuara de esa manera.

-Am... Pues si, creo que si lo fue al no saber la verdad, pero todo será como dije hace un momento, ¡Hasta que no tenga a mi hija mayor de vuelta no tendrás derecho a nada, ni si quiera de llamarme como tu supuesta "sobrina"! -dije nuevamente estando muy preocupada, pues alejé a mi hijo de ella de inmediato porque lloraba mucho con solo tenerla cerca.

-¡Ohhhh!, ¡Ven cariño mío!, ¡Abrázame por favor!, ¡Se que eres de buen corazón y necesito abrazar, besar y mimar a mi sobrinita después de todo! -dijo Christelle FALSAMENTE tras fingir ser una persona diferente conmigo solo para darnos confianza y atacar.

-Glory, amor, ¡Dale una oportunidad!, ¡Ella también es tu tía!, y si, también cometió muchísimos errores pero nunca es tarde para arrepentirse de corazón y tú lo sabes mejor que cualquier persona en este mundo. -aseguró mi tía Rachel estando muy segura de sí misma mientras que me sonreía con seguridad, pues creía que ella había cambiado al saber la verdad.

-¡Ay tía Rachel!, ¡Nadie se resiste a esa sonrisa tuya!, ¡Ishh!, de acuerdo, ¡Lo haré!, pero que quede muy claro que esto lo hago solo por mi hija, nada más. -dije inocentemente tras guiarme de nuevo por mi enorme sentimentalismo y corazón de pollo, ya que la empecé a perdonar poco a poco como toda una estúpida.

En ese momento y con su mano derecha llena dolorosamente de ácido nítrico tomó la osadía de colocarla sobre mi rostro sin piedad, lo cual nos demostró a todos que ella nunca había cambiado para bien y tampoco creyó nada sobre nuestra conexión familiar, sin embargo y gracias a Dios el químico no me hizo daño importante pero mi odio y repulsión por ella se incrementó al triple.

-¡AHHH! -exclamé completamente adolorida tras sentir el rostro ardiendo como mil bolas de fuego, pues me tuve que lanzar al suelo debido al terrible dolor y también tenía el corazón roto una vez más, pues sabía bien que esa bruja despiadada sí era de mi familia biológica en realidad.

-¿Pero qué carajos fue eso?, ¿Por qué le hiciste eso a mi... A nuestra sobrina, eh, Sofía? -Preguntó de pronto mi tía Rachel hallándose en verdad indignada y preocupada, pues corrió a ayudarme enseguida, ya que ella sí me amaba y apreciaba de verdad.

-¡NO!, ¡Ella no es mi sobrina!, ¡Jamás lo será!, ¡Ustedes solo mienten para poder engañarme!, ¡Ah!, si, mi nieta Mary se quedará conmigo para siempre, además quiero destruir a Gloriana y su felicidad para siempre, ¡Ja!, lo que le acabo de hacer tras aprovecharme de su debilidad se lo merece desde hace muchísimo tiempo, ¡La odio y eso nunca cambiará! -aseguró Christelle tras volver a su inevitable forma malévola, pues para empezar, ella nunca fue una buena persona.

-¡Oh Dios!, ¡Se supone que ya habías cambiado, querida hermana!, entonces, ¿Por qué demonios nos haces esto ahora que sabes toda la verdad, ehm?, ¡No es justo!, ¡Yo creí en ti! -Preguntó mi tía Rachel nuevamente estando muy molesta mientras que se acercaba a ella, pues aún no podía creer que esa mujer tuviera tanta maldad interior.

-Tía Rachel, ¡Calma por favor!, ¡Todo esto es porque ella jamás cambió!, ¡Aun sigue siendo la misma bruja que asesinó a mis primos, tus hijos menores, que me torturó, secuestró y apartó de mis hijos, por lo tanto no merece llevar el noble apellido Romanov en su sangre a pesar de todo!, ¡Ushh!, ¡Ya no hay duda!, por más que quiera negarlo y ocultar mi rostro en una bolsa plástica de basura acepto que ella se parece muchísimo a mi mamá REAL, mi bello ángel en el cielo. -dije encontrándome muy molesta y adolorida mientras sentía como el ácido dolorosamente penetraba mi piel al igual que las duras palabras de Christelle, mi tercera tía olvidada por el tiempo.

-¡Hermana!, ¡NO!, ¡Tú eres la única familia que tengo!, ¡No te conviertas en ese moustro de nuevo, por piedad!, ¡Yo sí creo en ti!, mira, así era yo antes de saberlo todo, por favor, ¡Hazme caso y ven conmigo!, ¡Esta vez sí te protegeré, lo juro! -dijo mi tía Rachel tras implorarle compasión y perdón a esa bruja, pues anhelaba recuperar el tiempo perdido por culpa de mis abuelos maternos.

-¿Protegerme dices?, ¡Ay rata asquerosa!, por favor, ¡No me hagas reír!, ¡Ah!, ¡No digas más que yo soy tu "hermana" porque eso es falso!, ¡Tú y yo no somos nada en lo absoluto, pues eso es ridículamente imposible y por lo tanto les aseguro que todos ustedes sufrirán por esta gran ofensa!, ¡Lo juro! -aseguró Christelle con una expresión de asco y rencor, pues se fue de ahí rápidamente, no obstante, quedó algo pensativa y completamente dolida.

-¡Y yo soy tu Reina!, la verdadera de hecho porque nací muchos años antes que ti y por lo tanto te ordeno detenerte ahora mismo en lo que sea que planeas! -Gritó de pronto mi tía Rachel en un acto desesperado de dolor siendo esto erróneo al ver como nada podía ablandar su corazón.

-¡Ja!, ¡Una mosca como tú no me afecta en nada!, ¡Yo sigo siendo la Reina oficial de este país, así que mejor cállate y no me grites más, pues muy pronto volveré por cada uno de ustedes para arrastrarlos hacia el legítimo infierno!, además ¡Mírate y mírame!, ¡Por favor!, ¡No nos parecemos en nada!, ¡Somos como el agua y el aceite!, ¡Ashh!, ¡Vieja ridícula!, ve al doctor porque ya tienes Alzheimer. -aseguró Christelle con un tono de voz seco y cortante, pues se volteó por última vez para reírse hipócritamente de todos nosotros, ya que no creyó nada acerca de nuestro parentezco.

...