Gloriana

Era de esperarse que toda la aldea se iba a enterar de lo sucedido, pues me enfadé tanto con mi hermana Catalina que grité todo con muchísima fuerza a los cuatro vientos porque ya no podía soportar el hecho de que ella continuara mintiendo tras creerla una rebelde sin solución, además, mi ceguera impidió que pudiera vivir intensamente la llegada de mi sobrinito desde el primer momento en que supimos sobre él o ella al estar hipnotizada por quien se suponía sería mi "padre" sustituto, por eso, antes de irse para nunca más volver, mi pobre y afligida hermana me recordó acerca del falso Starky, de quien debía cuidarme las espaldas día y noche, pues desde ahora nadie me protegería como ella al descubrir sus macabras y reales intenciones, no obstante, solo la ignoré al seguir confiando en un vil demonio.

—¡Ah!, debo decirte algo antes de irme, ¡Por favor, Gloriana!

—... ¿Qué quieres, ah?, ¿Finalmente has reflexionado y quieres vivir?

—No, ¿De qué serviría vivir si no tengo a mi hijo entre mis brazos?, no, ¡Nunca me lo podría perdonar y créeme que tú tampoco!

—¡Ashh!, ¿Y entonces?, ¿Qué demonios ibas a decir, eh?

—... ¡Escúchame!, ¡Por favor cuídate de ese Señor que se hace llamar Starky!, ¡Él no es quien todos creen porque los engaña sin piedad y muy pronto sabrán que yo nunca mentí o estuve loca!, ¡Hasta nunca, querida hermanita! —aseguró mi hermana estando muy preocupada y absurdamente deprimida, pues por fin se fue de la aldea a la cual por cierto jamás regresaría debido al maldito destino que viviría.

—¡Ohhhh!, ¡Ya basta!, ¡Tú solo eres una chiquilla muy malagradecida y mentirosa!, si, vamos, ¡Lárgate ahora mismo de mi vista!, ¡Ishh!, ¡Por favor aléjate y nunca más regreses!, ¡Ya no serás bienvenida! —exclamé siendo demasiado cruel con ella debido a la decepción y pena que sentía, por eso no pensé tan si quiera un poco en lo que dije, ya que al final extrañaría a mi hermana y a su pequeño hijito desde el fondo de mi corazón.

Era obvio que mi hermana estaría destrozada emocional y físicamente, pues la pobre chica había tenido que salir de la aldea completamente sola, sin dinero, comida, refugio o ropa extra a la que tenía, por lo tanto, tuvo que enfrentarse cara a cara con un destino incierto en el cual la muerte la alcanzaría a través de los meses, pues la enfermedad se fue incrementando conforme su hijo crecía en su vientre y la vida se le acortaba cada vez más, no obstante, gracias a Dios ella logró encontrar donde vivir durante todo su embarazo porque se corría el rumor de que a las madres solas como ella les robaban a sus hijos al nacer para luego asesinarlas si daban a luz en la calle, sin embargo, con mi hermana no fue así, ya que unas mujeres misioneras de África la acogieron como muestra de caridad tras cuidarla con amor durante toda su delicada gestación.

Catalina

La verdad no podía entender a mi hermana por más que quisiera intentarlo, pues ella deseaba asesinar a mi inocente hijo, su sobrinito por culpa de una "mentira" que creó con la tía Rachel, quien por cierto lloró muchísimo luego de que me fuera de la maldita aldea gracias a las órdenes de Gloriana, sin embargo prefería salir de ahí cuanto antes en lugar de continuar bajo el mismo techo que el de un asesino, ya que jamás mentí o quise llamar la atención, Él era un asqueroso fraude y tenía fe de que algún día mis seres queridos pudieran darse cuenta de sus verdaderas intenciones antes de una tragedia con alguno de ellos.

En resumen, luego de ser expulsada de la aldea familiar por mi propia hermana olvidé por completo tomar mis pocas pertenencias porque el falso Starky se encargó de quemar, desaparecer y enterrar mis cosas a escondidas de todos con tal de mantener su estatus de "líder bondadoso e inocente", por eso salí sin nada más que la ropa que traía puesta, mi desgastado espíritu y mi amado bebé a quien protegería como una feroz leona si era necesario, pues aunque muriera jamás iba a separarme de él o ella a pesar de encontrarme completamente solitaria, encinta y triste, más por ende Dios se apiadó de mi y unas santas mujeres que eran monjas de un convento extranjero me lograron rescatar de las calles justo cuando creí que iba a morir de hambre o frío.

...

Gloriana

Los meses pasaron muy rápido y por desgracia los malos augurios de mi madre fueron verdad, pues las fuerzas de mi pobre hermana Catalina se estaban desapareciendo cada vez más rápido sin tregua alguna y a sus tan solo 7 meses de embarazo mi sobrinito precioso nacería pronto al adelantarse mucho la hora del parto justo cuando nadie se lo esperó porque a pesar de los intensos cuidados y amor que tuvo estos no fueron suficientes para lograr que ella pudiera sobrevivir.

—¡Ay mi Cata!, ¡Yo cada día te veo peor!, anda, dime algo, ¿Qué es lo que tienes, linda?, ¡Uff!, mira, ¡Confía en mi porque es muy evidente que tú no estás para nada bien desde hace meses!, ¿Cierto? —Preguntó una de las monjas a cargo de mi hermana Catalina de nombre Brenda tras estar sumamente preocupada por ella, pues su condición de salud era crítica.

—Sinceramente no lo se... Solo supe que mi hermana me había dicho que tenía algo grave pero eso fue hace muchos meses. —dijo accidentalmente mi hermana Catalina tras revelar que sí tenía familia, ya que al llegar con ellas en ese convento dijo que era totalmente húerfana e inmigrante americana.

—¿Qué dijiste?, ¿Entonces sí tienes familia, querida niña? —Preguntó la misma monja estando enserio impactada y alterada después de saber que mi hermana les mintió en ese aspecto durante largos meses.

—Brenda, yo te agradezco infinitamente que me ayudaran con mi bebé pero yo no tengo familia como les dije y lo sigo manteniendo presente... —exclamó mi hermana estando triste, agotada y bastante pálida, pues su vida se apagaba cada vez más conforme los meses de su embarazo avanzaban.

—¡Uff!, mira Cata, ¡Confía!, para eso nosotras somos fieles servidoras del Señor Jesucristo, pues ayudamos a quienes nos necesitan de verdad tal como ustedes 2 ahora mismo, ¡Ohhhh!, ¿Te sientes mal?, ¡Disculpa por mis preguntas!, no quise alterarte o confundirte. —Preguntó nuevamente la mujer con una expresión de auténtica preocupación, ya que ella le brindaba algunos cuidados médicos, alimenticios y humanos necesarios.

—¡Con permiso por favor!, ¡Necesito revisar a la chica rubia y su bebé ahora mismo, pues no se porqué pero tengo un muy mal presentimiento sobre esa gran barriga! —aseguró de pronto una doctora misionera de nombre Ruth Parejeles, la cual vino a ver a mi hermana luego de estar visiblemente agobiada por ellos 2, pues su abultado vientre era duro, frío e hinchado por largos meses y el bebé no se movía para nada.

Casi una hora después los chequeos intensivos hacia mi hermana y sobrinito acabaron, pues luego de como mil procedimientos rutinarios las doctoras prenatales llegaron a la difícil conclusión de que mi hermana tenía una grave enfermedad en el páncreas y su bebé podría venir con el cordón umbilical enrollado en el cuello, lo cual haría que pudiera morir al momento del parto junto a ella, por lo tanto, evidentemente se desató la ansiedad y el pánico por parte de mi pobre hermana, ya que ella comprendió muy tarde las advertencias que quise hacerle ver junto a la tía Rachel y nuestra madre fallecida, a quien pronto vería.

—Catalina... Lamento muchísimo darte esta terrible noticia pero efectivamente mis sospechas ya fueron confirmadas, ¡Estás gravemente enferma del páncreas y el bebé que nacerá podría venir con la cabecita enrollada al cordón umbilical!, ¡Uff!, por eso ahora se que ninguno de los 2 vivirá, ¡Mis condolencias, muchacha!

—¿QUÉ?, ¡No!, ¿Qué es lo que dice?, ¿Perdón?, ¡Ohhhh!, no, ¡Esto no puede ser verdad!, ¡Ay Dios mío!

—¡Así es!, tienes fibrosis pancreática y por desgracia la enfermedad ya está muy avanzada como para dar marcha atrás con un tratamiento médico que no sea el trasplante porque ese órgano te falla casi en su totalidad y para empeorarlo tienes a UNA NIÑA creciendo dentro de ti...

—¿Cómo?, ¿Será una niñita?, ¡Ohhhh!, ¡Ay mi princesa!, ¡Oh no!, doctora, dígame algo, ¡Solo tengo 7 meses de embarazo!, ¡Aún es muy pronto como para que ella nazca!, ¿Todo estará bien al momento en que de a luz, verdad?, ¡Dios mío!

—No, escúchame, ¡No te emociones con su llegada!, ¡Ella no nacerá bien y si lo hace será un milagro de Dios!, además, puede que venga bastante enferma, pues vendrá al mundo prematura, frágil, muy delgada, con un alto riesgo de asfixia, cáncer infantil o diabetes tipo II.

—¿Ah?, ¿Cómo que cáncer, diabetes o asfixia?, ¡Ohhhh!, no, ¡Esto no puede ser verdad!, ¡Ay Dios mío!, ¡Yo no puedo morir ahora!, ¡Aún debo desenmascarar al falso Starky Derwent a como pueda antes de que suceda una desgracia!, ¡Maldita sea!, ¡Esa era mi única responsabilidad para que mi hija pudiera crecer libre de maldad e hipocresía en un mundo feliz y perfecto! —exclamó mi hermana con miles de lágrimas en sus ojitos azules mientras que se acariciaba el vientre con su temblorosa mano amarillenta.

—¡Ashh!, ¡El mundo no es una utopía fantasiosa!, ¡Apréndelo de una sola vez!, y si, lo siento mucho porque se que posiblemente tienes entre 15 y 17 años. —aseguró la doctora de mi hermana hallándose algo enfadada y asqueada mientras que se cruzaba los brazos en señal de desinterés.

—¡Pues para mi lo será cuando ese maldito hombre sea descubierto!, ¡Oh si!, ¡Claro que lo será! —exclamó mi hermana Catalina estando algo preocupada pero entusiasmada al mismo tiempo, pues esa era su más grande misión antes de parir a mi preciosa sobrinita.

—... Cata, ¿Quieres dar un paseo mientras comes algo saludable?, creo que necesitamos hablar algunas cosas muy importantes, bueno, si me tienes confianza.

—Okey Brianna, okey.

—... Cambiando de tema, ¿Puedo preguntarte sobre el padre de la bebecita sin que te enfades conmigo o te ataques a llorar de la nada?

—¡Ohhhh!, ¡Sí!, ¡Claro que puedes hacerlo!, tranquila, ¡De por sí ya NADA vale la pena... —aseguró mi afligida hermana encontrándose realmente deprimida mientras que lloraba un poco, ya que aún amaba y extrañaba a su ex novio.

—¿Cómo se llama su padre?, y, ¿Por qué dices eso Catalina?, ¡Tu bebé vale la pena, pues te aseguro que ella sí vivirá!, ¡Solo es cuestión de luchar con todas tus fuerzas y demostrarle a la anticuada de Ruth que está muy equivocada y la vida puede prevalecer sobre la muerte si Dios nos acompaña!, porque si, ¡Hoy se que tu hija vivirá y si tanto te arrepientes de no haber hecho algunas cosas a lo largo de tu corta vida ahora puedes hacerlas!, ¡Solo dime qué deseas y yo con gusto te ayudaré, mi bella niña de cabello dorado y ojitos azules como el mar! —aseguró la mujer cuidadora estando muy segura de sí misma mientras que le daba grandes esperanzas a mi hermana para poder continuar viviendo.

—Ese malnacido traidor se llama "Ignacio Cervantes", y ya nadie puede ayudarme en esto, pues tenía que demostrar que un viejo de mi antiguo hogar era un farsante frente a mi he... En fin, ¡Él es un muy mal hombre y les hará daño a MI PUEBLO al yo no estar presente para dejarlo en evidencia como tanto quería hace meses!

—Ahm, ¿Tu pueblo dices?, perdona pero, ¿Qué significa eso?

—¡Así es Brenda!, hablo de mi amado pueblo porque es mi secreto mejor guardado... Sabes, a nadie aquí le he dicho sobre esto pero dadas las circunstancias debo hacerlo de inmediato, ¡Ashh!, mira, como sabes mi nombre es Catalina pero no sin apellido, ya que en realidad soy una ROMANOV, ¡Yo soy soy una de las nietas del Zarévich Alexei, la menor de todas actualmente y tú debes ayudarme a desenmascarar a ese demonio antes de que sea muy tarde para mi! —aseguró mi hermana encontrándose algo agitada y cansada tras estar llena de preocupaciones y dolores de cabeza, ya que esa tarea pendiente no era nada sencilla.

—¿QUÉ?, ¿Qué dijiste Cata?, ¿De verdad tú eres una princesa?, ¿Aún están con vida todos ustedes?, ¡Ohhhh!, ¡Dios mío!, ¡Ahora más que nunca te ayudaré en esto, pues fui una excelente detective privada en mis años de juventud por ahí de los años 90!, ¡Solo dígame bien el nombre de ese sucio viejo putrefacto que los engaña y yo con gusto la apoyaré para desenmascararlo!, ¡Su Alteza!

—No es tan fácil y ya yo no tengo suficientes fuerzas como para enfrentarme a ese ladrón asesino, ¡Ohhhh!, ¡Soy una inútil!

—Tranquila su Alteza, ¡Vamos a lograrlo!, ¡Yo voy a ayudarla en todo momento!, ¡Confie en mi!

—.... Okey Brenda, okey, ¡Hagámoslo!

Gracias a Dios aquella mujer de nombre Brenda apoyó a mi hermana en todo momento y luego de 15 largos días lograron efectivamente encontrar pruebas suficientes contra el falso Starky, pues de ese hombre era muy común hablar en la capital por estafas y robos de identidad así como asesinatos a sangre fría fuera de la ciudad de San Petersburgo, lo cual le llamó mucho la atención a mi hermana Catalina, quien por fin estaba feliz de poder lograr lo que tanto creía y era imposible de demostrar hasta ahora.

—¡Mire princesa!, ¡Rápido!, aquí hay documentos oficiales firmados por la policía rusa en donde señalan a ese tal "Starky Derwent" como presunto responsable de todos estos delitos, ¡Mírelo por usted misma!, ¡Lo hemos logrado por fin! —exclamó la mujer estando realmente feliz de poder ayudar en aquella gran labor a mi frágil hermana, pues finalmente podría enfrentarse a mi y a todos los demás con la frente muy en alto.

—¡Ohhhh!, ¡Dios mío!, ¡Es verdad Brenda!, ¡Por fin lo hemos atrapado!, ¡Ya llegó la hora de quitarle esa máscara infernal! —aseguró mi hermana estando realmente emocionada mientras que lloraba debido a la felicidad del momento tras estar dispuesta a decírmelo todo sin detenerse, pues con los papeles en mano sí podría defenderse.

—¿Y ahora qué hará? —Preguntó la mujer hallándose algo preocupada tras ver como mi hermana Catalina estaba debilitándose cada vez más.

—¡Pues lo correcto, querida amiga!, ¡Esto debió pasar hace 7 meses!, pero no importa, ¡Iré ahora mismo a la aldea!, si, así todos sabrán la verdad antes de que ya yo no esté en este mundo o mi hermana Gloriana sea asesinada sin saber quién fue o porqué motivo. —afirmó mi pobre hermana hallándose enserio cansada de buscar pruebas o testigos reales por toda Rusia a escondidas del gobierno, sin embargo ella estaba dispuesta a sacrificarse por todos nosotros y por su futura hijita.

...