Capitulo 54: El desastrozo almuerzo.

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Capitulo 54: El desastrozo almuerzo.

Sentía un pitido intenso en los oídos cuando comencé a recuperar la conciencia, presentía  que alguien estaba agarrándome de los brazos, entreabrí los ojos observando una figura nublada frente a mí, la luz le pegaba alrededor como un ser divino, era hermoso, como un espejismo de un ángel, sus ojos dorados atrayéndome como imán, su boca en una sonrisa cálida.

Solo quería acercarme a él cuando lo comencé a idolatrar.

Mi hermoso Hades.

Le sonreí estirando mis manos sin pensar en nada, aferrándolo alrededor del cuello para atraerlo a mí sin importarme que se tensara ni lo evitara, devoré su boca necesitando que me hiciera suya ahora, mi lengua abriéndose paso y él me correspondió de la misma manera.

Estaba de un momento a otro completamente caliente, llevé las manos a los tirantes de mi vestido y comencé a bajármelos impulsándome para sentarme en sus piernas, cuando de repente me tomó de los hombros deteniéndome cuando estaba a punto de desnudarme.

—Nube —susurró Hades—, sigues algo adormilada, estamos frente a mi familia.

Oh, mierda.

Mi rostro se encendió al ver que estaban casi todos alrededor de nosotros en el sofá.

Me separé de Hades arreglando mi ropa volviendo a la conciencia de que estábamos en la casa de los Parker, Hades me miraba algo extrañado y divertido de mi arranque de pasión.

Es que creo que siempre que Hades estaba cerca estaba caliente y despertar viéndolo no ayudaba.

—Lo siento —dije sin ser capaz de mirar a nadie.

—Nos preocupaste mucho —dijo Patricia—, te diste un golpe en un sitio muy peligroso de la cabeza con la fuente.

—Casi te desnucaste —dijo Dionisio.

Los recuerdos comenzaron a venir a mi cabeza.

Me había golpeado con la fuente en la cabeza, pero antes de eso, había visto a la mujer del tatuaje de araña; la que había entrado a mi casa para robarme el auto, por eso mi reacción.

No la veía entre ellos, ni tampoco estaba Zeus.

No creía tampoco conveniente hablar ahora, no cuando ya había hecho todo un escándalo cayéndome y rompiendo las jarras.

Joder no sabía qué hacer, no quería arruinar el almuerzo de Hades, ya había hecho de su cumpleaños una mierda, no quería que la celebración fuera igual.

—¿Estás bien? —dijo Hades sus ojos analizando mi rostro, esperaba que no viera mis pensamientos, pero de seguro sabía que algo estaba mal.

—Sí, sí. —susurré— Estoy perfecta, no se preocupen.

Ellos me miraron aun algo temerosos, debía de verme horrible con el cabello húmedo, la ropa y el maquillaje arruinados.

—¿Arruiné el almuerzo? —pregunté.

—No, no han pasado ni 10 minutos. —dijo el señor Ángel.

Oh, al menos no había pasado tanto tiempo inconsciente.

—Te ves algo pálida —dijo Dionisio.

—¿Que dice el doctor? —dijo Zeus acercándose a nosotros, detrás de él se acercó la mujer del tatuaje.

Mierda.

Evité mirarla comencé a sentir taquicardia, mis manos y pies frios.

—Solo fue un pequeño golpe, no tiene traumas. —dijo Hades— Igual hay que ver como evoluciona y si requiere placas.

—Volvamos al almuerzo, ¿no tienen hambre? Yo sí —dije sonriendo, no quería que me siguieran viendo como un animal de laboratorio.

Todos comenzaron a salir al patio para mi alivio, Hades me ayudó a levantarme del sofá, cuando iba a comenzar a caminar me tomó del brazo, me voltee hacia él, sus ojos dorados escudriñadores mirándome con preocupación.

—¿Qué ocurrió, Nube? —preguntó.

Dejé de respirar.

—Yo, uhm, tranquilo, Liebe —dije—, es que tuve vértigo.

Él no pareció creerme nada, evidentemente sabía mi lenguaje corporal pero no quería arruinarle el almuerzo diciéndole algo tan horrible como que su hermano fue el que se metió al apartamento a robarme el auto.

—Vale —dijo Hades al ver que no quería hablar de eso—, te daré espacio, pero sé que ocurrió algo grave.

Evidentemente, él sabía leerme, pero no quería arruinarle su almuerzo, tenía que buscar el momento adecuado para decírselo.

Nos sentamos en la mesa y comenzamos a comer, ellos hablaban pero yo solo intentaba mantenerme al margen y actuar tranquila teniendo a estas personas aquí, realmente me hacía quitar el apetito, no fue hasta que Hades me colocó una mano sobre mi pierna, que me di cuenta de que estaba moviéndola en un tic nervioso.

La ansiedad me delataba.

Intenté distraerme y alcé la vista cruzándome con la mirada de Emiliana; la hija de Dionisio, ella apartó la mirada rápidamente, sonreí un poco.

—Y cuéntanos Jenny —dijo Patricia para hacer algo de conversación que no fuera referente a los temas de negocios que hablaban—, ¿qué tal?

Al parecer la mujer del tatuaje de araña se llamaba Jenny.

—Oh todo excelente ya sabe —dijo ella—, en el centro de rehabilitación fue espectacular, ahí conocí a mi Zeus.

Él le sonrió en respuesta.

Tenía nauseas.

Lo peor es que enfatizaban en que ambos habían dejado las drogas y en sus rostros se evidenciaban que no lo habían hecho.

—¿En cuál estaban? —preguntó Patricia.

—En el centro de rehabilitación Renovar vidas —dijo Jenny.

—Oh, ese es el centro de Hades —dijo Ángel— ¿no?

Ella pareció comprender que había metido la pata, porque Hades podía saber si era o no mentira, Hades se la mantenía muy tranquilo, observando la situación, me pregunté si él acaso sabía de esto y se hacía el despistado.

A Hades nada se le escapaba.

—Dejemos de hablar de eso, es incómodo —dijo Zeus cambiando el tema rápidamente—, cuéntanos Hércules, ¿que estudiarás en la universidad?

—Apenas estoy por entrar a mi ultimo año —dijo Hércules, parecía obstinado como la mayoría de los Parker, pero aún así habló diciendo que quería estudiar medicina y que Hades lo iba a ayudar a entrar en una de las universidades de medicina más prestigiosas del país donde él tenía influencia por donar gran cantidad de dinero.

Me gustaba que ahora Hades se la llevara mejor con sus hermanastros, solo que... Zeus, joder, sentía que tenía una bomba en mis manos a punto de explotar.

—Permiso. —dije levantándome, todos se callaron mirándome preocupados, como si me fuera a desmayar otra vez así que agregué:— Voy al baño.

Caminé dentro de la casa y fui al baño encerrándome ahí, recuperando el aliento, aproveché de lavarme la cara quitándome el maquillaje corrido y me retoqué el maquillaje, me peiné un poco el cabello con mis dedos, tomé una profunda respiración mirándome, ahora tenía mejor aspecto, pero seguía nerviosa por esta situación.

Podía recordar al que ahora reconocía como Zeus y la mujer que eran los cabecillas del plan, y que de hecho guardaron algo de distancia conmigo cuando entraron al apartamento, pero el hombre que quería violarme... ¿acaso también estaba aquí? No, no reconocía a otro drogadicto.

Tocaron la puerta.

—Está ocupado. —dije guardando las cosas en el bolso.

Insistieron tocando otra vez.

—Ya salgo —dije.

Siguieron tocando insistentemente, giré los ojos.

Joder, debía de ser alguien que le cayó mal la comida.

Terminé de guardar las cosas en mi bolso y abrí la puerta sobresaltándome al ver que era ella...

Jenny.

La mujer del tatuaje de araña.

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Aquí las cosas se ponen algo turbias, recuerda votar :D

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