Capitulo 47: El lado oscuro de la hipnosis (parte II)
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Capitulo 47: El lado oscuro de la hipnosis (parte II)
Cuando llegamos a su casa, solo me bajé siguiendo a Hades cuando abrió la puerta de la casa, él seguía sin decir nada y yo tampoco quería decir nada.
Seguía perpleja y procesando todo esto.
Quería irme de aquí pero ya era muy tarde como para llamar un uber y tampoco quería crear una discusión con Hades, no después de lo que había acabado de pasar, seguía presa del miedo sin saber qué era lo que le había ocurrido a Kora.
«¿Le sacó el alma?».
Mi mente estaba completamente perturbada, solo tenía que descansar para que este largo día por fin acabara, me prometí que por la mañana mientras Hades dormía me iba a ir de aquí.
«Es Hades, jamás te haría daño».
¿O sí?
Hades ocultaba tantas que ahora podía en duda todo lo que había conocido de él.
Hades no me dijo nada, solo atendió una llamada y entró a su habitación, yo fui directamente al cuarto rosa para bañarme y cambiarme a un pijamas, mi mente entera revuelta en todo lo que había acontecido hoy, es decir lo que había ocurrido en la camioneta en medio del bosque se sintió como estar en el mismo cielo, pero ahora...
Sentía que estaba viviendo con el demonio.
Apenas toqué la cama estaba tan cansada por el largo día de hoy que caí casi muerta en los brazos de Morfeo.
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Me desperté por un momento saliendo de mi ensoñación y los sucesos de anoche vinieron a mi cabeza, el cumpleaños de Hades no pudo haber sido más perturbador, miré la hora en mi teléfono, eran las 4:30 am, creo que era la hora perfecta para irme de aquí antes de que Hades se despertara.
No quería verlo.
Tenía una mezcla entre miedo e incredulidad.
Sentía que el hombre que amaba era un completo desconocido.
Me lavé la cara, vestí un poco más presentable y tomé mi teléfono para pedir un uber, sin embargo no fue hasta ahora que me di cuenta de que no tenía saldo y la red wifi no llegaba bien a mi teléfono desde esta zona, salí de la habitación en silencio intentando que la red aumentara la señal, alzando el teléfono como si fuera una bandera hasta que encontré que la señal llegaba más fuerte a mitad de la sala cerca de la televisión y por fin pude abrir la app.
—Bueno días.
Me sobresalté ocasionando que casi soltara el teléfono de la impresión, mi teléfono saltó en mis manos hasta que finalmente acabo en el piso.
Mierda.
Me voltee observando a Hades en el sofá, frente al televisor, la computadora en sus piernas, los lentes de aumento sobre su rostro luciendo condenadamente guapo haciéndome olvidar por medio segundo que intentaba evitarlo a toda costa.
Pero que madrugador era este hombre.
Tragué pesadamente saliva.
—Bu... bueno días —dije aclarando mi garganta al ver que estaba tartamudeando.
Evité su mirada y con manos temblorosas tomé mi teléfono notando que se había roto toda la pantalla.
Maldita sea.
—Estás nerviosa —dijo Hades dejando la laptop a un lado quitándose los lentes y se levantó.
—No —dije intentando que mi voz sonara firme pero fallaba en el intento.
—No fue una pregunta Nube, lo veo —dijo Hades continuando su caminar lento hacia mí, llevaba una franela blanca que resaltaba los músculos de sus brazos y unos cortos pantalones que mostraban sus piernas bien formadas, sus ojos observándome con fijeza pareciendo ligeramente preocupado.
Tragué pesadamente saliva cuando se detuvo frente a mí su perfume inundado mis fosas nasales haciéndome recordar que este era el mismo hombre al que le entregué mi cuerpo tantas veces, relamí mis labios atreviéndome a enfrentarme a su mirada de ojos dorados que entraban a mi alma desestabilizándome.
Mis manos comenzaron a temblar porque le temía, sentía que no lo conocía en lo absoluto.
—¿Qué intentas hacer? —preguntó Hades frunciendo el ceño, su voz era dulce haciéndome temblar.
—Quería... voy... yo... llamaré un uber —dije enredándome con las palabras—, pero no tengo señal.
Hades dio un paso hacia mí y yo me alejé dando dos hacia atrás, teniendo un flash back a cuando él le tocó la cabeza y el pecho a Kora como si le sacara el alma. Hades mantuvo la mirada fija en mí, como si ahora comprendiera que estaba muerta del miedo por su culpa.
—Nube —murmuró—, yo nunca te haría daño.
Tragué pesadamente saliva.
—No lo sé Hades —susurré.
En este punto sentía que era un completo desconocido, que apenas estaba rozando su superficie del mar de profundos secretos que él tenía.
—Habla conmigo —dijo Hades pareciendo ver en mi cara que estaba al borde de querer huir de aquí.
—Le dijiste que yo era tu hermana —solté, sentía un nudo en la garganta al pensar en que me hizo un desplante.
Hades negó con la cabeza.
—Kora es una persona peligrosa Nube —dijo—, no podía decirle que eras mi novia, fue para protegerte.
¿Para protegerme?
—¿Protegerme de qué? —dije— Hades, quedaste en que ibas a decírmelo todo, pero nunca terminas de hablar.
Hades apretó los labios, esperé sin decirle nada a ver si se animaba a hablarme, pero él no lo hizo, solo me observó.
Como siempre, no quería decirme qué era lo que estaba ocurriendo, poniendo un muro entre ambos, manteniéndome ajena y con muchas más preguntas que antes al dejarme fuera de su vida.
Tragué pesadamente saliva al darme cuenta que no iba a hablar.
—Me hablaste feo frente a ella también —continué diciendo.
Hades tomó una profunda respiración.
—Lo siento si te hablé de mala forma —dijo—. No me hacías caso, te dije específicamente que esperaras en el auto.
Sentía que él le tenía alguna especie de miedo a Kora, pero no entendía por qué.
—¿Quién es ella? —pregunté.
¿Acaso era la que me había mandado a robar el Lamborghini? No, no creía eso, es decir, esa mujer parecía estar nadando en dinero.
—No es nadie —dijo Hades.
Entrecerré los ojos ahora algo molesta, ¿por qué me decía que no era nadie si evidentemente le afectaba tanto el simple hecho que ella me viera? Incluso ella actuaba como si tuviera derecho sobre Hades.
Me enfurecía.
¿Era alguien del pasado? ¿del presente? ¿por qué le afectaba tanto?
—¿Te la follaste? —pregunté en un hilo de voz.
Hades se quedó en silencio, su rostro inescrutable como siempre guardando sus emociones, sus ojos dorados observándome.
Creo que su silencio hablaba por él, evidentemente sí lo había hecho.
—Quiero saber qué le dijiste cuando la golpeaste —dije recordando ese momento en el que parecía que su alma había salido de su cuerpo.
—No la golpee —dijo Hades—, la hice entrar en trance.
Por lo que sabía el trance era cuando la persona se sumía a un estado como de sueño pero estando consciente como cuando Hades me hipnotizó la primera vez, solo que conmigo fue muy delicado y dulce.
—¿Por qué? —pregunté sin comprender.
—Para que olvidara tu nombre —dijo Hades—, no puede saber tu nombre.
¿Por qué no? ¿acaso yo era la otra mujer y esto que teníamos era un secreto?
Mierda, ¿acaso Kora era la esposa de Hades?
—¿Es tu... esposa o qué? —dije en un hilo de voz, ni siquiera pude respirar.
Hades se quedó en silencio y yo ya estaba harta de interpretar su silencio o acciones sin explicaciones dándome más dudas y desconfianza.
Esto era un limite; algo que no iba a tolerar más.
Tuve paciencia, lo intenté, sin embargo no podía jalar a alguien para que saliera del abismo si esa persona no quería salir de ahí.
Tragué pesadamente saliva y comencé a caminar hacia la puerta.
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Ayyyy ay!!!!!! otra cap mas :D por cierto, las musicas que aparecen son las que escuché mientras escribía el cap, las pueden encontrar en la lista de reproducción "profundamente tuya" en mi canal de youtube: Ysarisareinamo
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