Capitulo 42: La ira de Satanás

Actualización 2/2

Capitulo 42: La ira de Satanás

Mierda.

Mierda, mierda, mierda.

—Eh... —me separé de Justin empujándolo por los hombros para que me soltara, él lo hizo enseguida al darse cuenta de mi incomodidad.

—Lo siento. —dijo Justin su rostro sonrojándose notablemente apenado, pero fue una equivocación, un simple roce accidental.

Miré a Hades deseando que de alguna forma no nos hubiera visto, pero sus ojos dorados estaban clavados en los míos, su rostro completamente rojo que a la distancia era muy evidentemente.

«Ay mierda».

Es decir, Hades siempre parecía tener cara seria y de enojado pero ahora que comenzaba a conocerlo más, podía identificar cuando estaba realmente molesto porque la vena de un lateral de su frente se hinchaba y todo su rostro enrojecía como el mismo diablo.

—Ya deberíamos irnos —dijo Luciano probablemente percibiendo que era un momento incómodo y que esto podía empeorar, aunque lo dudaba, Hades no era una persona agresiva y dudaba que fuera a responder con fuerza bruta como un neandertal reclamando territorio.

Hades tenía clase.

—Adiós —dije despidiéndolos con un gesto de mi mano.

—Adiós, un placer —dijo Justin alzando la mano para despedirse de Hades, pero Hades a pesar de que lo vio, no le respondió, solo comenzó a caminar hacia su camioneta completamente enfurecido como un dragón a punto de echar fuego; casi podía ver el humo emanar de él.

Mierda.

Había provocado la ira de Satanás.

«Calma Nube, fue un accidente, de seguro él lo entenderá además fue solo un roce de labios amistoso, Justin es como tu hermano».

Pensar eso aún no me tranquilizaba, porque desde el primer momento percibí que Hades no le agradaba la familiaridad que tenía con Justin.

«Estás haciendo una cagada el cumpleaños de Hades, Nube».

Abrí la puerta y me monté en el asiento del copiloto, Hades no decía nada, su ceño fruncido, su quijada apretada cuando apenas cerré la puerta y me coloqué el cinturón, él arrancó la camioneta derrapando por la calle haciendo los cauchos rechinar.

—Hades yo... —comencé a decir, pero Hades me interrumpió alzando la mano para subirle todo el volumen a la música de Finding Melody de Gavin Luke al reproductor.

Evidentemente no quería escucharme y posiblemente escuchar la música más alta era como una clase de terapia para calmarse, así que esperé unos minutos hasta que la música acabó y empezó otra, entonces le bajé un poco el volumen, ya sus manos no estaban tan aferradas al volante y había bajado la velocidad, pero la vena de su frente seguía marcada al igual que la quijada estaba apretada.

—Hades —dije—, no fue realmente para tanto, es decir Justin es como mi hermano.

Se quedó en ese silencio torturante que tanto me erizaba la piel.

Tragué pesadamente saliva.

No sabía qué hacer para enmendar esto.

Todo el día de hoy fue como un sube y baja de emociones, estábamos aprendiendo a estar juntos y eso involucraba que nos molestáramos por las acciones y actitudes del otro, pero esto era demasiado, creo necesitábamos espacio para pensar las cosas.

—Bueno —continué diciendo—, tal vez deberías dejarme en mi residencia, es decir...

De repente Hades se desvió a una entrada de tierra donde estábamos rodeados de árboles, y luego de varios minutos se detuvo y apagó la camioneta.

«Va a matarme y enterrar mi cuerpo».

«No, no digas estupideces Nube, Hades nunca te haría daño».

Solo estaba enojado.

Comenzaba a entrar en pánico sin saber por qué Hades se había estacionado en medio de la nada. De repente sin decirme nada se bajó cerrando la puerta y lo vi caminar hacia atrás de la camioneta por el terreno llevando las manos a su cintura como si tomara aire.

Oh.

Me bajé también acercándome a él a paso lento, con cautela, no sabía si iba a explotar de lo molesto que estaba.

—Hades —murmuré—, ¿estás bi...?

De repente se volteó, su mirada fija en mí clavándose como dardos en mi alma y me estremecí, a la luz oscura de entre los arboles parecía un ser sobrenatural y temible, sus ojos dorados resaltando como reflectores, comenzó a caminar a paso decidido hacia mí sin apartar su mirada de la mía, dejé de respirar y retrocedí por reflejo temblando hasta que mi espalda pegó del maletero de la camioneta, y él aprovechó para detenerse frente a mí, no me tocaba pero su mera cercanía hacia que mi corazón estuviera completamente desenfrenado y me quedara sin aliento.

—No me mates por favor —susurré.

Hades estrechó los ojos.

—¿Quieres que te mate, Nube? —preguntó inclinándose hacia mí, su nariz rozando mi mejilla, me estremecí jadeando cuando mordió el lóbulo de mi oreja, erizando mi piel, todo mi cuerpo se calentó en cuestión de un nanosegundo.

«Me encanta de la misma forma en que me da miedo».

 —Puedo hacerte morir de placer.  —continuó susurrando a mi oido.

—Pensé que estabas molesto —susurré en un hilo de voz, su nariz rozó la mía, su aliento caliente rozando mi boca cuando dijo:

—Estoy muy molesto, Nube.

Creo que era la primera vez que Hades Parker confesaba que estaba molesto.

—¿Por qué estas molesto? —pregunté— ¿Por sus muestras de cariño? Es como mi hermano, siempre nos hemos tratado así.

Hades se separó un poco colocando sus manos a cada lado de mí en el maletero del auto de modo que me tenía aprisionada, tragué pesadamente saliva, su rostro enrojecido, su quijada apretada cuando dijo:

—Dejaste que él te besara.

Tomé una profunda respiración.

Claro, evidentemente él estaba enfadado por eso, yo también lo estaría si Hades se hubiera besado con otra.

—Fue un accidente, un roce que no me hizo sentir nada de lo que tú me haces sentir —dije negando con la cabeza—. No existe ningún interés amoroso entre Justin y yo, somos casi familia.

Hades se quedó en silencio, solo me observaba analizando mi reacción.

—Estás muy alterado —dije tocando su pecho para que me diera espacio—, mejor...

Hades me tomó la mano sobre su pecho y pegó su torso al mío de forma inesperada, su nariz nuevamente rozando la mía y haciéndome olvidar de todo pensamiento coherente ante su proximidad.

Es que este hombre apenas me tocaba y ya hacía mi mundo voltearse de cabeza.

—Dejaste que tocara lo que me pertenece —dijo Hades—, tu boca es mía, Nube.

Sentí todo mi rostro sonrojarse ante lo que me decía y tragué pesadamente saliva.

—Igual no te gusta besarme, Hades —dije—. No puedes reclamar algo que no usas.

Sabía que era un golpe bajo sacar algo donde él tenía un trauma pero no hacía que me doliera menos que los besos que me daba se pudieran contar con una mano, cuando me besaba mi mundo entero cambiaba y se paralizaba, pero eran destellos que disfrutaba muy pocas veces.

Hades alzó una mano deslizándola por mi cuello; envolviéndolo mientras se inclinaba hacia mí, ya ni siquiera respiraba ante la intensa tensión sexual que me creaba su simple toque.

Debía de estar mal que quisiera que me follara ahora cuando me agarraba de esta forma dominante.

—No quiero que nadie más te bese. —susurró sobre mis labios.

«Santas vacas».

Su boca devoró la mía en un beso imprevisto que me dejó sin aliento porque no me lo esperaba, su lengua abriéndose paso para jugar con la mía profundizando el beso salvaje que nos fundía en una pasión posesiva.

Hades mordió mi labio inferior y gemí estremeciéndome cuando se separó, mi respiración y la suya echa un completo caos aún mantenía su cercanía y el agarre en mi cuello, su frente pegada a la mía, sus ojos dorados oscurecidos clavados en mis ojos.

«Quiero más, esto no es suficiente».

—Eres mía, Nube. —susurró sobre mi boca antes de besarme otra vez, quedé rendida ante el desenfreno y me aferré a sus hombros alzándome de puntillas queriéndolo aún más cerca, una de sus manos fue a mi cintura hasta envolver mis glúteos apretándome contra él ocasionando que rozara la dureza de su cremallera, rompió el beso, su mano en mi cuello apretando ligeramente su agarre mientras pasaba su boca por mi oreja y mi cuello mandando demasiadas sensaciones a todo mi cuerpo, aún estaba jodidamente sensible por lo que había pasado en mi residencia horas atrás.

Ni siquiera nos habíamos quitado la ropa y ya quería que me hiciera suya ahora.

Deslicé una mano hacia su pantalón acariciando de arriba a abajo la evidente erección de su entrepierna, Hades Jadeó a mi oído y susurró:

—Nube, estás tentándome a follarte aquí mismo.

Relamí mis labios y dije:

—No te detengas, Liebe.

.

.

.

.

.

.

**************

¡Holaaaaa Conejitas hermosas, bellas, preciosas! No me maten por dejar esto hasta aquí pero es que ya van a empezar los vuelcos, así que pónganse sus cinturones que empiezan a revelarse cosas, a ver, un adelanto del proximo capitulo: Kora que apenas ha sido mencionada (aunque las que están leyendo 10 veces MIA donde narra Hades ya sabrán quién es) aparecerá, y el cumpleaños de Hades chan chan chan, Hades le cederá el poder a Nube WUAJAJA!

Nos leemos el miércoles con estos capitulos repontenciados, estoy emocionada jajsnjs, ya estoy mucho mejor de salud por cierto, gracias por siempre estar pendientes. Entre otras cosas les pido que me sigan más que todo en twitter y facebook que también subo contenido, ya casi vamos a los 3M de leidas andamos felices, entre más rapido lleguemos más rapido habrá maratón :D

Twitter: Ysarisareinamo

Instagram: Ysarisareinamoo

Facebook: Ysaris Areinamo

Aquí en wattpad.

Se les ama con jamón y mi higado, bechos de chaliva :D

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top