Capitulo 28: Satanás enojado
Actualización 2/2
Capitulo 28: Satanás enojado
Metí a bañar de los nervios rápidamente lavándome el cabello de su asquerosa saliva y lavándome la piel como si pudiera sacar sus rastros con jabón, me estremecí al recordarlo sobre mí y lo que intentó hacer, me salí de la ducha solo para vomitar en el váter.
«Asqueroso de mierda».
Salí tomando lo primero que encontré en el closet, una franela que me quedaba grande porque era de mi papá y un pantalón deportivo muy ancho para el frio, realmente no me importaba como estaba vestida, solo me importaba vestirme por completo.
Mi teléfono sonó otra vez y contesté sin ver pensando que era Hades y que ya había llegado.
—¿Estás afuera? —pregunté al atender.
—Cariño.
Uhm, esa voz no era de Hades.
—No, no estoy afuera pero, me he sentido muy mal por como te he tratado —continuó diciendo Andrew.
No, no tenía cabeza para esto ahora.
—Andrew, no es un buen momento, acaban de...
—Shhh —me calló—, escúchame, sé que no me quieres hablar solo...
—Andrew —lo interrumpí pero él me volvió a interrumpir diciendo:
—Déjame hablar, intento disculparme, maldita sea.
No, definitivamente estaba con los nervios de punta y muy alterada por todo esto como para estar escuchándolo ahora y que de paso no me escuchara cuando quería decirle lo que ocurrió.
—Vete a la mierda y no me escribas más. —solté molesta.
Le colgué la llamada, claro, era la conversación que había estado esperando pero justo ahora ya sentía que la relación que pudo existir entre Andrew y yo se había pasado de la linea y no tenía por qué aguantar esto.
Llegó la policía casi enseguida, Saraelí y yo bajamos a hablar con ellos y darles detalles de lo que ocurrió enseguida otras patrullas comenzaron a movilizarse por la ciudad, Andrew me intentó llamar otra vez pero le colgué y apagué el teléfono porque realmente no tenía cabeza para él ahora.
Hades llegó en su camioneta y con 3 camionetas más donde venían sus escoltas, todos caminando detrás de él, parecía el presidente o no lo sé un rey, su mirada amenazante su caminar era aplastante, la policía lo miró abriéndose paso y llegó a donde estaba yo, sus ojos dorados fijos en mí.
—¿Estás bien? —preguntó, su mirada paseó por mi rostro y pareció aun más enojado cuando notó el moretón de mi frente y de mi mejilla.
Obtuve esos moretones por estúpida porque debí hacer como Saraelí quedarme quieta y hacer lo que decían.
—Sí —dije—, solo se querían robar el Lamborghini, probablemente ya salieron de la ciudad.
Hades tomó una profunda respiración y miró a Saraelí.
—¿Tú estás bien? —le preguntó.
—Sí, sí —dijo—, no me hicieron nada.
Hades volvió a mirarme la mejilla y la frente, pocas veces se le notaba cuando estaba enojado pero ahora era claro, su quijada apretada la vena de su frente brotaba en tensión.
«Satanás enojado».
Hades se volteó y se fue hacia los policias para hablar con ellos, sus escoltas también estaban conversando con ellos.
—¿Qué crees que le esté diciendo? —preguntó Saraelí.
Hades hablaba y el policía que parecía ser el jefe de todos solo afirmaba con la cabeza.
—No lo sé —admití— pero el policía parece intimidado.
—Creo que el policía esta viéndole la boca —dijo Saraelí, me reí un poco por lo que dijo y ella también, porque era cierto, todos los policías parecían verlo como si fuera alguna especie de ser supremo divino, pero claro, Hades era un hombre poderoso porque tenía dinero y era jodidamente inteligente; y el dinero y la gente inteligente movían al mundo, por eso siempre parecía tener las cosas bajo control.
Ahora que él estaba aquí no me sentía nada asustada.
Hades se acercó nuevamente a nosotras, los policías se movilizaron montándose en sus autos junto con los escoltas de Hades.
—¿Qué ocurrió? —Pregunté.
—Ya encontraron el auto —dijo Hades—, los sujetos huyeron.
Oh. Lo encontraron rápido.
De repente lo pensé mejor, los sujetos habían huido y de seguro volverían por venganza.
—Quiere decir que vendrán por nosotras —dije en un hilo de voz mirando a Saraelí, ella parecía ser un reflejo de mi mirada asustada.
—Voy a dejar unos agentes de seguridad para que se sientan protegida —dijo Hades fijando sus ojos dorados en los mios—, ¿está bien?
Negué con la cabeza.
No.
No iba a quedarme aquí con esos sujetos libres.
—No, yo... ¿puedo quedarme contigo? —miré a Saraelí y luego a él otra vez, no podía dejarla a ella sola— ¿Podemos?
—Habla por ti —dijo Saraelí con la mirada fija en los agentes de seguridad de Hades que se habían quedado—, yo estoy muy cansada y no hay nada que me puedan robar más que la virginidad, Uhm, no, no eso tampoco.
Ella solo miraba al alto agente de tez morena musculoso, su rostro completamente serio pero pareció flaquear un poco a la incredulidad cuando Saraelí le guiñó un ojo.
Oh, ya entendía por qué de repente ella se quería quedar aquí.
—Bueno, yo no me quiero quedar —dije mirando a Hades, sentía un nudo en la garganta al pensar en volver a la residencia.
—Vale, ven conmigo —dijo Hades.
Sonreí y afirmé con la cabeza.
—Iré por ropa —murmuré, mañana había clases y debía buscar mis cosas.
—Tienes ropa —refutó Hades, lo miré sin comprender y fue cuando entendí a que se refería; a la habitación rosa donde todo era mío.
Pensar en volver a su casa me hacía mucha ilusión.
—Vale —dije, pero de igual manera fui a buscar mis cuadernos y mi computadora, me despedí de Saraelí que parecía entretenida con los escoltas que la cuidarían esta noche y me fui con Hades a la camioneta, él me ayudó a subir y luego dio la vuelta para subirse y arrancar en la calle, me quedé mirando por la ventana las distintas luces de la ciudad mordiendo la cutícula de mi pulgar.
—¿Por qué querían robarse mi auto? —murmuré de repente rompiendo el silencio donde solo sonaba la melodía de Hans zimmer en interstellar de fondo.
—Es un auto muy ostentoso para tenerlo estacionado ahí. —dijo Hades.
De repente Hades me tomó la mano para que dejara de morderme las cutículas envolviéndola con la suya y la colocó sobre mi pierna que sin darme cuenta se estaba moviendo de forma nerviosa, lo miré pero él continuó manejando con la mirada fija al frente.
—Pero digo, ¿por qué lo robaron y lo dejaron abandonado? —dije—, entonces ¿qué estaban buscando?
No tenía mucho sentido que fuera a robarme el auto y luego lo dejaran en medio de la nada huyeran.
—Lo importante es que lo tendrás de vuelta —dijo Hades— y podrás manejarlo otra vez.
Suspiré.
—Ya le habrán quitado las piezas —comenté, porque si lo dejaron de seguro era que lo habían desmantelado.
—Ellos querían vender el carro —dijo Hades—, al ver que simplemente se apagó posiblemente solo huyeron del lugar asustados.
—¿Qué? —dije sin comprender— ¿cómo sabes que se apagó?
—Yo lo apagué desde mi teléfono con la alarma antirobos —explicó.
Oh.
Mierda.
Ni sabía que eso existían entonces todo cobraba sentido, me lo robaron pero el auto simplemente se apagó y ellos tuvieron que huir despavoridos.
Comencé a reírme sin poder creerlo supongo que en realidad estaba drenando el terror del momento.
Más razones para que los hijos de perra estuvieran aun más enojados.
—Creo que ya habían estado intentando entrar —dije luego de un momento—, vi varias veces la ventana abierta, uno de ellos sabían mi nombre.
—Estaban de seguro observándote. A ambas —dijo Hades.
Claro, estaban esperando el momento.
—Uno de ellos... —tragué pesadamente saliva— quería tocarme, pero el otro sujeto le dijo que no lo hiciera, el sujeto que sabía mi nombre.
Hades apretó la quijada y lo no dijo nada más, pero algo me decía que esto no iba a quedarse así, que era apenas el inicio de una guerra.
Mis ojos se cristalizaron y mordí mi labio inferior tomando una profunda respiración al recordarlo golpeándome.
—Hay que vender el Lamborghini —dije luego de un momento—, es decir nunca más lo usé y ahora sé que es peligroso tenerlo ahí estacionado.
Hades me miró de reojo.
—No puedes vivir aterrorizada, Nube —dijo—, tienes que vencer el miedo que tienes de manejar.
Tomé una profunda respiración, claro él veía que no me sentía cómoda desde que le dije que no lo manejaba, pero es que desde el accidente nada volvió a ser igual.
Quedé traumada.
—No lo sé, Hades —murmuré, pensar en volver a manejar me daba cierto terror.
De repente Hades se estacionó bruscamente a un lado de la calle y me aguanté de la guantera asustada.
—¿Qué haces? —dije, estaba con los nervios de punta, Hades se quitó el cinturon y apagó la camioneta.
—Ven —dijo abriendo la puerta—, maneja.
¿Qué?
«Por la madre de las santas vacas».
—Hades es de noche —dije exaltada— y estoy demasiado nerviosa como para manejar, tengo casi 1 año sin hacerlo.
Hades notó que estaba entrando en pánico y se inclinó hacia mí, su mano acariciando mi mentón, cuando sus ojos dorados en una mezcla con el verde y el bronce se fijaron en mí, en la tenue luz parecía mucho más atrayente, me quedé callada y me había quedado sin aliento.
—Esto va a ayudarte —susurró, su aliento rozando mi rostro.
Tragué pesadamente saliva, esta noche había sido todo un sube y baja de emociones...
...Y ahora estaba más caliente que un volcán al borde de hacer erupción, porque Hades simplemente me tocó el mentón.
«¿De qué hablas Nube? Siempre estas caliente cuando estás cerca de él».
Sentí mi rostro sonrojarse.
—Vale —susurré tragando pesadamente saliva.
Hades estiró una de la comisura de sus labios y me soltó para bajarse, tomé una profunda respiración y me solté el cinturón para pasarme al puesto del conductor saltando el asiento, el cojín estaba algo tibio, todo se veía muy diminuto a mi alrededor, incluso yo me sentía diminuta en esta monstruosidad de camioneta.
Hades se subió al puesto de copiloto.
—Déjame ajustarte el asiento —dijo Hades y se acercó para acomodar el asiento, él quedó tan cerca de mí que tuve que aclarar mi garganta al percibir su fresco olor corporal.
Bueno, Hades era una buena terapia para olvidar todo lo que pasé hace unas horas atrás.
—Listo —dijo Hades acomodándose otra vez en su asiento y colocándose el cinturón.
Ahora me sentía más comoda.
Encendí el auto y el motor rugió, mi corazón estaba demasiado acelerado miré los retrovisores, sentía que si arrancaba, un auto iba a llevarme por el medio, mi respiración comenzó a descontrolarse.
—No puedo —susurré con un nudo en la garganta.
Hades colocó una mano sobre mi pierna, lo miré, me observaba fijamente.
—Sí puedes, atenta a mi voz —dijo y enseguida me tensé prestándole toda mi atención ante esas familiares palabras—, eres capaz de esto, puedes hacerlo.
Tragué pesadamente saliva y afirmé con la cabeza, no sabía si me estaba hipnotizando, pero sí funcionaba, me sentía con más valor porque él creía en mí.
—Puedo hacerlo —susurré.
—Despacio, no hay prisa —dijo y entonces volví a fijar mi mirada en la carretera arrancando lentamente—, eso es.
Me pasé al carril lento, y la verdad es que todo parecía insignificante a esta altura, y al auto ser tan grande parecía mucho más seguro.
Comencé a manejar y todo mi cuerpo comenzó a relajarse recordando lo mucho que me gustaba conducir, la carretera se sentía como todo un paseo, todo parecía ser más relajante.
Crucé hacia la casa de Hades y dudé un poco porque el portón de afuera era muy estrecho y aun no divisaba la magnitud de la camioneta, es decir siempre había manejado autos pequeños.
—Por aquí dale despacio —dijo Hades.
Eso hice, le di despacio pero aún así no calculé bien que me metí mal en el lugar y solo frené cuando pegué la esquina de la parte de adelante de la camioneta con el portón.
Oh- oh.
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Nube pero jajajajajaj xD Un raro vuelco ¿eh?, ¿quienes habran robado? ¿Quienes eran? querrán venganza? no se lo pierdan en el proximo capitulo que esto se pondrá mucho peor wuajajaja :D saben que me confundí con lo del cumpleaños xD eso sucede pero en unos capitulos más... jiji Recorda votar, uhm, ¿un adelanto? habrá una revelación de Gabriel chan chan chaaaaaaaaaaaan
Nos leemos el fin de semana :D
Estas son mis redes sociales por si desean hablar conmigo, por favor recomienden la historia si les gusta, las amaria aun más y puede que me anime a hacer otro maraton :D
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se les ama con mi higado, mi pulmon y jamón y queso :D
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