Capitulo 15: Profundo placer
(Actualización 3/3)
Capitulo 15: Profundo placer
Hades se inclinó hacia mí, la mano que no sostenía mi mano fue a mi mandíbula acariciándome la barbilla, su dedo pulgar acariciando mi labio inferior estremeciéndome, sentía que mis piernas flaqueaban ante la intensa sensación de la tensión sexual, sus ojos bajaron a mis labios para luego subir a mis ojos otra vez.
—Quédate quita —susurró Hades—, solo cierra los ojos.
Tragué pesadamente saliva y lo hice, cerré los ojos confiando plenamente en él, dejé de respirar cuando percibí como su nariz rozó la mía y entonces rozó mis labios, parecía ligeramente tenso antes de volver a rozar mis labios en solo un toque; fue simple pero que me dejó con ganas de más. Me incliné hacia adelante correspondiéndole el beso en otro leve roce de sus labios, y entonces pareció agarrar fuerzas en besarme pegándose más a mí, su lengua abriendo mi boca, haciéndose paso a mi boca; profundizando el beso.
Esta vez Hades no tenía algún tipo de restricción, él me había besado sin ni siquiera yo pedírselo.
Pareció que le costó, pero lo hizo.
Nuestras respiraciones echas un completo caos cuando todo comenzó a descontrolarse, sus manos recorriendo mi cintura hacia la abertura de mi falda para llegar al botón y lo soltó dejándome en mis bragas blancas, yo me pegué a él sintiendo que lo necesitaba más cerca, me sentía más incendiada que una fogata, mis manos fueron a los botones de su camisa quitándole los botones con desesperación, su boca fue a mi cuello esparciendo besos y llenándome de miles de sensaciones gloriosas.
Parecía que ambos estábamos completamente desesperados.
Yo estaba completamente ansiosa, desesperada y caliente porque tenía demasiado tiempo sin follar y sentía que me iba a morir si no lo hacía ahora.
Él me atraía tanto que me hacía volar la cabeza sin ningún pensamiento coherente; tanto que nada importaba solo el calor de nuestros cuerpos fundiéndose en uno solo.
Terminé de soltar los botones de su camisa apartándosela por los hombros y él me ayudó a lanzarla a algún lugar de la habitación, Hades pasó la mano por el dobladillo de mi top alzándolo hasta que logró quitarlo sobre mi cabeza, dejando mis pechos al descubierto, ahora solo estaba cubierta por mis bragas.
Quería más.
Esta vez fui yo la que agarró la iniciativa y besó su cuello bajando en una caricia torturante, pasando la lengua por su abdomen descendiendo lentamente escuchando su respiración descontrolada y sintiendo su abdomen contraerse, me gustaba que estuviera así por mí.
Me arrodillé frente a él, soltando su correa y luego los botones de su cremallera bajando su pantalón, su miembro saltó a la vista completamente erecto, lo sostuve en mi mano sintiéndolo completamente caliente, casi me dieron ganas de saludarlo y preguntarle como estuvo en mi ausencia.
Alcé la vista mirando a Hades, él me observaba fijamente, sonreí y pasé la lengua por toda su longitud antes de meterlo a mi a mi boca observando su reacción, él echó su cabeza hacia atrás silbando entre dientes, sonreí complaciente y comencé a mover mi cabeza hacia adelante y hacia atrás moviendo la lengua en la punta acelerando mis movimientos, no sabía si era el licor que ingerí pero me sentía completamente desenfrenada solo quería más de él y entre más lo veía disfrutarlo, más me excitaba. Hades acarició mi cabello agarrándolo con su mano en un moño improvisado para que no me estorbara en la cara, sus caderas moviéndose en un lento vaivén para profundizarse un poco más, hasta que comencé a toser porque realmente todo no entraba en mi boca y él se apartó, yo relamí mis labios recuperando el aliento.
—Lo siento —susurró Hades—, me emocioné al recordar lo bueno que se siente volver a follar tu boca.
Me ayudó a levantarme otra vez y no perdió tiempo, su boca fue a mis pechos haciéndome gemir, acaricié su cabello y me arquee contra él cuando sus manos bajaron mis bragas y lo ayudé a quitármela con mis piernas; ahora ambos estábamos completamente desnudos, su mano fue a mi entrepierna sus dedos deslizándose y casi resbalándose cuando probaron mi humedad.
Ya estaba completamente lista para él.
—Te extrañaba Conejita —susurró a mi oído—. Sujetate de mí.
Le obedecí como un reflejo aguantándome de sus hombros y Hades me alzó, envolví mis piernas alrededor de sus caderas como reflejo, porque era esto, parecíamos fluir como uno solo estando en la intimidad. Él me sujetó besando mi cuello; caminando conmigo hacia la venta de mi habitación y pegando mi espalda del frio vidrio.
Temí por un momento, es decir tenía vidrios oscuros pero aún así temía que la sombra se viera del otro lado.
A la mierda, en este punto no me importaba nada.
De repente Hades me sujetó por las piernas y me subió como peso muerto, coloqué mis piernas sobre sus hombros de modo que mi feminidad quedó en toda su cara, se notaba que Hades estaba mucho mas fuerte, bueno, antes también lograba cargarme, pero podía sentir que sus músculos estaban más desarrollados y me cargaba con menos esfuerzo. Su lengua caliente comenzó a lamerme y maldición como extrañaba su boca haciéndome un oral, su lengua moviéndose con rapidez, eche mi cabeza hacia atrás acariciando su cabello sin tener de donde sujetarme y puse los ojos en blanco cuando sentí todo de mi estremecer, mi vientre y el resto de mi cuerpo llenándose de un intenso vapor caliente cuando el orgasmo me invadió con fuerza haciéndome soltar una especie de gemido convertido en grito.
Estaba demasiado sensible, de hecho, creo que estaba más sensible de lo normal porque había guardado castidad casi un año.
Me bajó con cuidado y aún así sentía mis piernas temblorosas y mi respiración hecho un caos, apenas enfoqué mi mirada en él, Hades me observaba con fijeza, sus ojos dorados oscurecidos en deseo.
Creo que ahora recordaba por qué me dolió tanto que se fuera, porque él es el tipo de personas que no se repiten 2 veces en tu vida; de esas que te hacen subir al cielo y permanecer ahí.
—¿Sigues tomando la pastilla? —preguntó Hades.
—No —admití, la había dejado cuando terminé el primer paquete desde que él se fue porque realmente no pretendía estar con nadie más y regular mi periodo tampoco se me hacía importante.
Hades se separó de mí para ir a buscar el condón en el bolsillo del pantalón, creo que me quedé en las nubes cuando solo admiré su desnudez y es que tenía un cuerpo de dios griego que me hacía morderme los labios con lujuria necesitando tenerlo dentro de mí. Él se acercó nuevamente, su mirada clavada en la mía, me tomó una pierna para ponerla a la altura de sus cadera y tener mejor acceso, pero yo la alcé aún más dejándola sobre su hombro de modo que estaba completamente abierta en un split de ballet hacia él.
—Eres tan flexible —susurró rozando su nariz con la mía.
Acomodó su miembro en mi entrada, y aguanté la respiración ante la anticipación cuando empujó llenándome por completo.
—Ah... —gemí, dolía un poco lo cual era raro porque estaba más húmeda que una fuente en un día lluvioso.
—Estás bastante cerrada —susurró Hades comenzando a moverse, primero lento, adaptándonos y entonces comenzó a acelerar sus movimientos, pareció cansarse de estar algo agachado y me sujetó de las caderas alzándome para que él estuviera más cómodo, clavándose aún más rápido contra mí.
Mierda, mierda, mierda.
Todo se sentía intenso y profundo.
Quería ahogar mis gemidos pero era imposible, estaba que me rompía en miles de pedazos, ya no había dolor, solamente placer, comencé a sentir un intenso cosquilleo en mis piernas y entonces el intenso vapor caliente inundó todo mi cuerpo y puse los ojos en blanco cuando me dejé ir en mi segundo orgasmo, y casi en seguida Hades se estremeció soltando un profundo gemido varonil cuando disfrutó de su propio placer.
Nuestras respiraciones echas un completo caos, él salió de mí y me bajó, pero aun así nos quedamos cerca, sin decir nada, solo existíamos él, yo y la lujuria desenfrenada del momento que habíamos acabado de vivir.
—Te extrañé —susurré sin poder evitarlo.
Todo mi cuerpo había estado tenso y ahora solo sentía una paz increíblemente reparadora.
Hades apartó un mechón de mi cabello para que no estorbara en mi rostro, la comisura de sus labios alzándose en una leve sonrisa perversa.
—Así estés con otras personas, sabes que soy el único que te podrá dar tanto placer que te volverás adicta, Conejita —susurró.
Sonreí, como no, el arrogante Hades siempre diciendo verdades.
Que me dijera "Conejita" otra vez era como abrir el baúl de los recuerdos que intenté enterrar.
Creo que desde que lo conocí, me consideraba una adicta al placer.
—Nunca estuve con alguien más desde que te fuiste —confesé.
Hades me observó por varios segundos sin decir nada y luego susurró:
—Yo tampoco.
.
.
.
.
.
.
*********************
Holaaaaaaaa conejitas sexys, ¿como estan? aquí les traigo otra 3ple actualizacion, ¿pueden creer que ya vamos por 15 capituloooosss??????? es muy rapidoooooooo aaaaaaaaaah! hey hey pero el lunes les intentaré traer otros capitulos porque amo esta historia y las amo a ustedes :D fue un capitulo muy hot uhm? jnsdjndsj ahora es que empieza lo bueno con los juegos jsjdsnjd y bueno les dejo un adelanto:
ALGUIEN VA A ENTERARSE DE QUE NUBES Y HADES TIENEN ALGO.
Chan, chan, chaaaaaaaaaaaaaaaan
Nos leemos el lunes :D
Estas son mis redes, sigueme porque siempre ando subiendo contenido, ¿no ven que soy hiperactiva? no puedo estar quieta jansjdnjdj
Instagram: Ysarisareinamoo
Twitter: Ysarisareinamo
Facebook: Ysaris Areinamo
Sigueme aquí en wattpad :D
Se les ama con mi pulmón y mi higado ENORME. :D
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top