2- Empezar de cero... Encerrados.

Al día siguiente, el simbionte y el castaño regresaron a casa de la castaña por la camisa del ex reportero. El hombre no se animó en tocar el timbre aún.

-Vamos, toca el timbre y apliquemos el plan, como lo practicamos, Eddie- dice el simbionte.

-Sigo pensando que es una terrible idea- responde el castaño bastante inseguro y en eso el castaño toca la puerta de la chica y parte del simbionte entró en la cerradura de la puerta colocando algo dentro de la misma cuidando no ser visto por nada ni nadie.

-Listo- avisa el simbionte y se aleja- Ahora toca el timbre- avisa.

-Espero y funcione- dice mientras toca el timbre. Pasan unos dos minutos y abren la puerta.

-No sé porque presenti que eras tú- dice la castaña seria. Eddie sonríe apenado.

-Vine por mi camisa, ¿Aún la tienes verdad?- pregunta.

-No, la quemé en venganza por lo que pasó ayer- responde y el castaño se pone pálido de inmediato y la chica comienza a reír -Es broma, te oí a ti y al parásito mencionarlo. Está adentro- responde y lo deja pasar.

-Tienes una casa linda- menciona el hombre observando todo.

-La compré hace semanas, nadie sabe de él y quiero conservarlo así. No quiero ser encontrada por nadie por un tiempo- menciona.

-¿Acaso mataste a alguien o qué?. Tienes cara de psicópata y de bruja- comenta el simbionte.

-Para tu información sucio parásito, no maté a nadie pero si sigues llamándome bruja te mataré- responde molesta- En realidad huyo de la sobreprotección de mi hermana y su marido- responde -Aquí está- abre un pequeño armario y lo saca perfectamente doblado.

-Lavado y planchado, estaba algo sucia- menciona la chica.

-Gracias, y huele a rosas- recibe el hombre la camisa sonriendo. Crystal tuvo que contenerse para no tocar el torso marcado del castaño cubierto por la camiseta y ocultar sus ganas de depositar su rostro en él discimulando lo más posible. No volvería a caer tan fácilmente en los encantos de un hombre.

-Es mi enjuague de ropa-responde- ¿Eso es todo o necesitas algo más?- pregunta la chica.

-Bueno, en primer lugar quiero agradecerte lo de la camisa y disculparme por todo lo de ayer. Estuvo mal, me comporté de una manera incorrecta y me disculpo otra vez- la castaña sonríe.

-Pues yo no me siento mal en lo absoluto- responde el simbionte borrando la sonrisa de la chica.

-¿Cómo lo aguantas?- pregunta la chica molesta.

-Te acostumbras- responde sonriendo apenado.

-Bueno, no importa. Tengo cosas que hacer así que si me disculpas...- Eddie la sigue.

-Claro- sonrió el castaño y el simbionte lanza una baja carcajada que afortunadamente no alcanzó a oír la chica. Llegaron a la puerta.

-Una vez más acepto tus disculpas, Eddie y quiero decirte que te compadezco por andar aguantando a semejante parásito parlanchin- dice la chica.

-Eres una bruja malvada, más malvada que la bruja del 71- la castaña aprieta los dientes.

-¡Ya me tienes harta!. ¡Váyanse los dos!- la chica intenta abrir la puerta pero era inutil- ¡Me lleva!- intenta abrir pero era inútil y el ex reportero sólo la miraba- ¿Vas a ayudarme a abrir o te vas a quedar ahí parado?- pregunta indignada.

-Claro- responde el hombre e intenta abrir pero era inútil- No abre- la chica rueda los ojos.

-Ohhh que gran deducción- responde la chica con sarcasmo y nuevamente intenta abrir con todas sus fuerzas y también con su control sobre el metal pero se oyó un sonido horrible dentro de la cerradura- ¡Me lleva!- golpea con rabia la cerradura y se lástima la mano- ayyyy- el hombre rápidamente la auxilia.

-Ya calmate, nos quedamos encerrados- el hombre revisa la mano lastimada de la chica- Necesitamos hielo para evitar la hinchazón. ¿Puedes moverlo?- la chica mueve a duras penas sus dedos quejándose del dolor- ¿Tienes hielo o algo frío?- ella asiente y el hombre va rápidamente hacia el refrigerador y encuentra un pedazo de filete congelado y cinta adhesiva.

-Creo que se me pasó la mano- susurra el simbionte algo culpable.

-¿Crees, Venom?. Sí te pasaste. Sabía que esto terminaría mal- reclama bajo el castaño molesto.

-Vele el lado bueno a todo esto Eddie, ahora podemos ser sus enfermeros personal y quedar como héroes- el castaño resopla frustrado.

-Si ella descubre todo nos pateará el trasero con todo y brazo lastimado. ¿Lo olvidas?- susurra molesto el castaño.

-El que no arriesga no gana Eddie. Ahora vamos, hay una mano que curar- El castaño sale de la cocina y va hasta la sala donde la chica está sentada adolorida de la mano aún.

-¿Te duele mucho?- ella asiente triste -Tranquila, estarás bien- asegura.

-Lo siento Crystal, no fue mi intención, te lastimaste por mi culpa- lamenta el simbionte mientras Eddie le envuelve la mano con el pedazo de filete y lo envuelve con cinta adhesiva.

-Sólo cállate ¿quieres?- responde- Sólo por Eddie no te echo de aquí y también porque estamos encerrados- responde la chica molesta.

-Hay suficiente comida como para 10 hombres en ese refrigerador- responde la criatura- No hay de que preocuparse- asegura.

-Soy claustrofóbica. No puedo estar mucho tiempo encerrada en un lugar- lo mira.

-Descuida, saldremos al patio, pediremos ayuda afuera y mandarán un cerrajero para que nos abra- sugiere el simbionte.

-Esta zona es casi solitaria. Sería inútil- responde la chica.

-Tu puedes volar- dice Eddie.

-Quiero una vida normal aunque sea por unos días. Además, me podrían descubrir si me ven volando. No quiero que nadie de Attilan venga por mi- responde la chica- Es complicado, Eddie- lo mira.

-Tenemos todo el día para escuchar tu historia y viceversa- cruza las piernas el castaño y la chica resopla frustrada.

-Iré por una botella de vino, hasta que vengan a ayudarnos, será un rato bastante largo el que estaremos asi- la chica se levanta y va a buscar lo mencionado a la cocina.

-El plan maestro de conquistar a la bruja amargada sensual y hermosa comienza- dice bajo el simbionte.

-Sólo espero y nada salga mal- responde el castaño y la chica regresa con una botella grande de vino tinto y dos copas para luego sentarse.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top