Capítulo 04
La clase termina y los alumnos se acercan a recoger las cosas.
-¿No vamos ya, Hyo-ri?-dice una chica muy parecida a la acompañada al joven maestro.
-Claro. Espero volver a verle Jisung.
-Igualmente-dijo el profesor con una media sonrisa, más por educación que por verdadero interés.
-¡¡¡Profe!!! ¿Has visto qué guay es? ¿Has visto las cosas tan chulas que hacemos?
-Si, si Jeongin... os he estado observando todo el tiempo.
-¿Qué le ha parecido la clase?-dijo el hyung apareciendo por detrás de los chicos.
-La verdad es qué me ha impresionado mucho, todo lo que hacéis parece muy complicado.
-Qué va, esto es sencillo, en un par de meses seguro que usted nos alcanza. Por cierto... He notado que la chica de antes no le quitaba los ojos de encima, si quiere le hablo de usted para~
-No, no, de ninguna manera.
-¡Venga profe, ya es hora de que te eches una novia!
-No me interesa, para nada.
-Con esa actitud no te casarás nunca-Jeongin era un pesado en todos los sentidos, pero claro esta de hablar de sus preferencias sexuales delante de sus alumnos no es un tema que se debiera sacar en un momento como ese-Nos vemos en el cole, Seungmin y yo tenemos que irnos corriendo o perderemos el autobús. ¡Adiós!-y acto seguido agarró de la manga de Seungmin y lo arrastró afuera de un salto.
-Mi autobús también debe estar a punto de llegar, así que~
-¿Vas a ir en autobús en su estado? No, de eso nada, espere un momento, no se mueva.
El hyung salió corriendo por la puerta, dejando a Jisung sintiéndose culpable por molestarlo y a la vez pensativo por lo que iba a hacer.
El hyung apareció por la puerta unos cinco minutos después tirando del brazo de un hombre.
-Hyunjin, este es Jisung. Jisung, este es Hyunjin. Él ya se iba a casa y te puede acercar en su coche.
-Oh.... De verdad, no es necesario, no quiero molestar más...
-No te preocupes, de verdad, sino me sentiré mal yo por hacerte venir hasta aquí en autobús en tu estado. De verdad que a Hyunjin no le importa.
-No, no me importa, te acerco sin problemas.
Después de unas cuántas sonrisas incómodas y muchos agradecimientos y disculpas, Hyunjin y Jisung llegaron al coche, entraron y se pusieron de camino al apartamento del profesor.
-Bueno, debes haberle caído muy bien a Minho. Me ha sacado de las duchas para pedirme que te llevara.
-Oh no, lo siento mucho...
-No es culpa tuya, yo ya estaba terminando, pero ese hombre tiene demasiada confianza y es inoportuno. No es la primera vez que me saca desnudo de la ducha para decirme cualquier tontería. ¡Un día de estos me vengaré por todas tantas humillaciones Lee!-se notaba que Hyunjin era muy hablador, no se calló en todo el viaje-Así que te vas a apuntar a las clases de Lee.
-Oh, bueno, no he dicho que me fuera a apuntar a nada.
-No te será difícil empezar, veo que haces ejercicio, pero tienes mas cuerpo de kárate que de ninjutsu. Yo te reclutaria a mis clases, pero Minho ya me ha amenazado con que no le quite a su futuro alumno.
-Vaya... Si que se ha obsesionado conmigo eh.
-Es normal, antes él daba defensa personal y entre todas sus clases tenía a más de cien alumnas y digo alumnas porque todas iban a verle a él antes de interesarse por defenderse. Ahora con suerte llega a veinte. Aunque es eso lo que él quería, era demasiado complicado lidiar con tantas mujeres que no hacía más que caerse por accidente, ¿entiendes?
-Si...
-Minho parece más un modelo que un profesor. No veas las veces que hemos insistido en que sea la imagen de los anuncios de la cadena, pero nada, no le va lo de ser un sex symbol-Hyunjin se rió mucho de sus propias palabras mientras Jisung disfrutaba de enterarse más y más de los jugosos cotilleos del hyung que lo traía loco, y más ahora. ¡Qué difícil le iba a resultar sacárselo de la mente!
-Es aquí, muchas gracias de nuevo por traerme a casa.
-No ha sido nada, tu casa está cerca de la mía, así que resulta que me queda de camino y todo.
Jisung se bajó con algo de esfuerzo del coche, cogió su muleta y cerró la puerta, cuando se dió media vuelta unas palabras le hicieron girar la cabeza.
-¡Espera! Casi se me olvida-Hyunjin rebuscó en su bolsillo y sacó una tarjeta dorada que le entregó a Jisung a través de la ventanilla-Minho me dijo que te diera esto, con esta tarjeta puedes entrar a cualquiera de nuestros gimnasios cuando quieras. Me dijo que te pasarás por allí cuándo te hubieras recuperado del todo.
-Oh... pero es que yo...-ni tiempo le dio de rechazarla porque Hyunjin arrancó en coche y dejo al castaño con la palabra en la boca. Jisung metió la tarjeta en su bolsillo y subió a su apartamento.
En esa misma noche, en joven profesor se metió en la cama y comenzó a recapitular los acontecimientos del día.
Me ha dado una tarjeta para su gimnasio, me ha pedido que vuelva. Qué amable estuvo conmigo, se preocupó por que alguien me llevará a casa. No puede ser... No Jisung, a él no le van los hombres, sólo era amable, ¡por favor, si hasta quería arreglarte una cita con la chica esa! Esto es demasiado para mi corazón...
¿Debería volver...? ¿Debería ir a sus clases? La verdad es que el ninjutsu parece muy divertido... No... eso solo alimentará mi obsesión, si vuelvo será sólo para devolverle la tarjeta.
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