Profesor novato

Me siento como si este no fuera mi lugar, pues nunca me han gustado los mocosos; yo solo trabajo algo en lo que creí, que podía ayudar al país a base de enseñar nada. Siempre tengo que estar temprano en la institución por una u otra cosa, ya fuesen papeles o trabajos para corregir. A veces pienso si en lo correcto estoy, mientras me encuentro poniendo calificaciones positivas y negativas, pero la verdad es que es mi trabajo, poner y quitar a los demás; no creo que pueda haber una opinión distinta a la mía, en ese tema que figuró diariamente.

Siento interrumpir a mis amigos, pero creo que hay algo muy importante que considerar aquí y eso es, lo poco que ganamos en el tiempo con nuestras enseñanzas; no soy el único que lo dice, ya que muchos no ejercen por ello. De acuerdo con mi vida, nunca he tenido compañía de besos, siempre soy yo y los de mi clase. Solo por eso, siempre he tenido cuidado con las falacias, de las autoridad mayores; nadie sabe que puede pasar uno que otro día, cuando alguien te señale como un desubicado en la clase.

En las aulas paso el tiempo, perdiendo las horas leyendo sin receptores, ya que en las letras encuentro el ahora y las almas latentes de ellos. Algunos siempre tan distantes y cerrados a todo el mundo, por eso casi no tengo nada hecho por esas personas; no hacen nada con sus vidas. Siempre tiene que haber un cobarde, un valiente y un simple vagabundo sin destino en los confines, dejando migas en el camino para ver, lo que se le olvidó completar; tratando de llegar a buen puerto, con un barco hecho pedazos luego de muchas batallas.

Suelo levantar lo incierto con el peso en mis brazos, aunque no hago mucho haciéndolo. No hablo de rendirse ya que nadie, puede prometer no hacerlo, quiero que valga la pena verse al espejo y comprender el reflejo antes de verlo. Quiero ver sonrisas reflejadas, cuando sean vistas por ese espejo, pues ya no hace falta vacías miradas y pensar en complejo. Hace falta pensar en nada y ir muy lejos, ver esas pupilas iluminadas por el brillo de su reflejo. Nada de almas estancadas en los charcos profundos, menos de lágrimas causadas por el dolor del mundo; muchos viven una vida improvisada en cada maldito segundo y sueñan, con cuentos de hadas al despertar sonriendo.

Yo pienso que deben colorear las hojas que vean en blanco, no deberían vivir callandos, ni odiando o lamentando vidas pausadas. Como puedes ver, sabes que siendo lo que quieras, tu llevas las ruedas de tu vida entera y cuyo destino, nadie te lo podrá quitar. Comúnmente engaño a mi corazón, para que así no me juegue malas pasadas, con alguien que no corresponda; me gustaría dejar de cerrarme los ojos y aprender, a desengañar cada jugada buena. Las personas pasarán y seguirán pasando, algunos no estarán, aunque otros vivirán estando quietos.

Fui algo más que un simple traje, pero ahora en este presente libre de obligaciones, estoy trabajando por leyes que no pueden ver la actualidad del fumador. Pensé en ella, pero él se veía tan desanimado y todos intentaban ayudarle, pues sabía que hasta con esa ayuda se sabría mi cometido; así que con tres al cuarto, use mis cartas para que no matara mi máscara. Lo soborne con números altos, en su cartón de color rosado; aunque viendo su inestabilidad, sabría que no aguantaría el tiempo. Ese tipo de cambios manuales eran para notarse a la lejanía, temblaba y balbuceaba como un pato con garrapatas bastante importantes.

Un día antes, ya había presentado signos de su conducción, ya que había dejado una carta para su humilde narrador, en donde exigía justicia por mano propia. Parte por parte les cuento que el mensaje fue entendido, pues él ingreso a la fundación y comenzó a disparar, resultando en la muerte y lesión de numerosos individuos. Así fue como, al día siguiente, se abrían los periódicos con la investigación a fondo. Aquel documento, de una plana, destacaba mi nombre y el suyo: ambos apuntados desgraciadamente, como fallecidos.

Fin

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