Epílogo.
2 años después.
Medio día.
★★ Universidad ★★
—Joven Kanawut, qué alegría verlo por aquí, veo que está con sus hijas, wow, qué hermosuras —saluda el decano al verlo llegar.
—Buenas tardes, sí, hermosas, mis pequeñas, Natasha y Alexandra, ¿ha visto a mi esposo? —pregunta Gulf.
—Ya sale de su clase —responde el decano.
—Está bien, lo esperaré entonces —dice Gulf.
—¡No! ¡Qué bellezas! —grita la profesora Aye—. Pero qué grande están estás niñas.
—Hola profesora Aye —saluda Gulf.
—Están hermosa tus pequeñas —dice la profesora—. ¿Cómo ha estado? Tiempo que no lo veía. Suppasit dice que no le gusta salir de su hogar mucho.
—Sí, es que supongo que soy muy protector de mis hijas —responde Gulf—. Ya tienen 2 años y son más inquietas.
—Eso es verdad, pero realmente son muy lindas, tiene la belleza de sus padres —dice la profesora—. Suppasit ya viene, estaba hablando con Perawat.
—Gracias por la información —agradece Gulf—. Natasha, no le tires el pelo a tu hermana.
—Algo bandida —se ríe la profesora—. ¿Ella es más inquieta?
—Sí, ella es más inquieta que su hermana —responde Gulf.
—Ya han pasado 2 años, ¿no ha pensado en volver a modelar? —pregunta la profesora.
—He tenido muchas propuestas tentadoras, pero implica viajes y muchas horas de pasarela, pero las rechazo. Mis hijas aún son pequeñas y no me gustaría perder parte de su crecimiento —responde Gulf quitando la mano de Natasha sobre el vestido de su hermana—. Me voy a enojar Natasha.
—¿Y más hijos? —pregunta la profesora arreglando el vestido de Alexandra.
—No gracias, Natasha vale por 4 y así estoy bien —responde Gulf riendo.
—Pero qué bellezas tengo aquí —dice Mew al acercarse—. Mis amores tan hermosas.
—¡Papá! —gritan ambas y tratan de bajar del coche.
—¡Tranquilas! No se vayan a caer mis princesas —dice Mew acercándose y abrazarlas.
—Huy, muy regalonas de papá —dice Krist al acercarse—. Hola Gulf.
—Uff, demasiado —responde Gulf—. Hola Krist. Ellas adoran a Mew, llega en las tardes y yo soy invisible.
—Jajaja, la traición, las cargas tú y ellas se van con el papá —se ríe la profesora.
—Exacto —responde Gulf—. Mew, ¿pediste el permiso?
—Sí, Decano, yo me voy, tengo que acompañar a mi esposo al control con las niñas —manifiesta Mew—. Vuelvo en un rato más, el profesor Laedeke me va a reemplazar por el momento.
—No hay problema, vaya tranquilo —responde el decano.
—Gracias, entonces ahora vamos mis amores —dice Mew tomando el coche y llevar a sus hijas.
—Nos vemos —se despide Gulf yéndose detrás de su esposo.
—Al final Kanawut se quedó con Suppasit —dice Aye.
—Sí —responde Krist—. Se nota que se aman demasiado y sus hijas son su adoración.
—Solo espero que se sigan amando muchos años más y rezar para que Suppasit jamás se vaya, es un excelente Profesor —manifiesta el decano.
—Suppasit ama su trabajo, dudo que se vaya algún día —dice Aye.
—Eso es verdad —responde el Krist.
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Minutos después.
★★Clínica ★★
—Pero miren quién está de papá muy feliz —dice Ohm acercándose.
—Hola Ohm, sí, muy feliz —responde Mew.
—Hola Gulf, están hermosas sus hijas —manifiesta, Ohm viéndolas.
—Hola Ohm, si hermosas mis pequeñas —responde Gulf sonriendo.
—¿Qué los trae por aquí? ¿Necesitan algo? —pregunta Ohm.
—Nada, solo tienen control mis pequeñas —responde Mew—. Vamos a ver qué tanto crecieron mis niñas.
—Mucho diría yo —responde Ohm—. Sí, se parecen más a ti Mew, son identificas a ti. Si quisieras negarlas no podrías jajajaja.
—Eso jamás —responde Mew.
—Sí, eso es verdad —manifiesta Gulf—. Todos dicen lo mismo, que ellas son puro Mew.
—Y no se equivocan —responde Ohm—. Los dejo, tengo que volver al traba… (trabajo)
El fuerte ruido de un disparo se escucha y hace que todos tiren al piso.
—¿¡Qué fue eso?! —grita Ohm mirando al área de recepción.
Un adolescente armado estaba apuntando a las de recepción y exigiendo un tratamiento para su abuela.
—¡Exijo un tratamiento! —manifiesta aquel chico apuntando—. ¡Ahora! ¡No pueden dejar morir a mi abuela!
—Jo-Joven… No-Nosotros no pode-mos ha-cer nada, debe hablar con el doctor —responde asustada la recepcionista.
—¡Es un maldito que me dijo que nada podría hacer si no pago! —responde el joven dando otro disparo al techo.
—¡Baje su arma! —gritan los guardias apuntando.
El llanto de los bebés y niños alrededor hacían eco en el lugar.
—Ya mis amores —pide Mew calmando a sus hijas.
—Ya hijas, no llores por favor —pide Gulf abrazando a sus hijas.
—¡No me digan que hacer! —grita aquel chico dando otro disparo y la gente seguía tirada en el suelo y el llanto de los bebés y niños asustados se escuchaba más fuerte.
—¡Callen a todos esos niños y niñas! —grita el joven—. ¡No me dejan pensar!
—¡Entonces deja de disparar idiota! —grita Gulf—. ¡Asustas a mis hijas y a todos!
—¿¡Quién dijo eso?! —pregunta el joven apuntando para todos lados.
—No te levantes Gulf —pide Mew.
—No te muevas —pide Ohm.
—¡Si no te muestras, mataré a alguien! —grita el joven apuntando a un niño.
—¡Fui yo! —grita Gulf poniéndose de pie.
—¡Tú! ¡Tú eres Gulf Kanawut! —grita aquel chico—. Yo te admiraba mucho.
—¿¡Por qué haces todo esto?! —pregunta Gulf acercándose y mirándolo fijamente—. Te ves como un niño.
—¡Tengo 16 años, no soy un niño! —grita aquel joven—. ¡Estos desgraciados no quieren salvar a mi abuela! ¡No tenemos dinero y dicen que no tiene tratamiento si no paga! ¡Son unos inhumanos!
—Baja el arma y te prometo por mis hijas que tu abuela tendrá tratamiento, yo me haré cargo de sus gastos —manifiesta Gulf.
—¡Es mentira! ¿¡Por qué harías eso?! —interroga enojado aquel joven.
—¡Por qué tengo los medios económicos para hacerlo! —responde Gulf—. Si bajas el arma te prometo por mis hijas que me haré responsable, sé que estás desesperado y yo te ayudaré, no serán palabras vacías.
—¡No te creo! —grita aquel joven llorando.
—Soy una persona que jamás miente —responde Gulf—. Te estoy jurando por lo que más amo que son mis hijas y hasta puedo hacerlo por Mew quién es mi esposo. Le daré el tratamiento a tu abuela, pagaré todo para que no la pierdas.
—¿¡Realmente lo juras?! —interroga aquel chico bajando el arma.
—¡Lo juro! Ahora por favor haz las cosas bien, no decepciones a tu abuela, eres muy joven aún —responde Gulf.
—Es la única persona que me queda, no quiero perderla —manifiesta aquel joven dejando caer el arma y los guardias lo sostienen.
—¡No lo dañen! —pide Gulf acercándose.
—Gulf… Gulf… —llama Mew.
—Déjalo Mew, tu esposo es generoso —manifiesta, Ohm.
—Ya mis amores, tranquilas —dice Mew besando la frente de ambas niñas.
—Tenemos que entregarlo a la policía —dice uno de los guardias.
—Chico, tienes que afrontar las consecuencias de tus actos —dice Gulf mirándolo.
—Solo cumpla por favor —pide aquel joven—. Se lo suplico.
—Soy un hombre de palabra, ¿cómo se llama tu abuela? —pregunta Gulf.
—Yariz Areeya —responde el joven.
—Necesito que el tratamiento sé dé inicio a la señora Yariz Areeya, no importa él costó —pide Gulf a la recepcionista—. Necesito el detalle y que se lleve a cabo el tratamiento.
—Debe hablar con el doctor a cargo —manifiesta la recepcionista.
—Que venga por favor —pide Gulf.
—Yo soy el doctor a cargo —manifiesta el doctor Singto acercándose rápidamente.
—Doctor, yo seré el tutor legal de la señora Yariz Areeya, necesito por favor que sé dé inició al tratamiento, no importa su costo —pide Gulf.
—Está bien, será como pide, señor Gulf —responde el doctor.
—¡Muchas gracias! —agradece el joven—. Soy Nat y agradezco su ayuda.
—De nada —dice Gulf.
—Amor… —llama Mew con sus hijas—. Te pondré un abogado para que no te den un juicio tan duro, solo eres un chico desesperado por alguien que amas.
—¡Muchas gracias! Pido perdón a todos por asustarlos de esta forma —dice Nat para hacer una corta reverencia y ser llevado.
—¿Llevará acabó el tratamiento de la señora Yariz Areeya? —pregunta el doctor.
—Sí, ¿por qué no? ¿Usted cree que mis palabras solo fueron para tranquilizar a ese chico? —interroga Gulf—. Pues no es así, necesito que Inicie el tratamiento sí o sí.
—Está bien, señor Gulf, la señora tiene un cáncer. Con cirugía y tratamiento adecuado ella se podría recuperar sin problema, además es una mujer de 54 años, no tendría que tener mayores complicaciones.
—Haga lo que sea necesario, ya se lo dije —responde Gulf—. Cariño, llama por favor al abogado y vea el caso de Nat.
—Sí, amor —responde Mew sacando su celular.
—Mis niñas hermosas, ¿ya están bien? —pregunta Gulf a sus hijas sonriendo—. Tan lindas mis niñas.
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1 mes después.
★★Habitación de descanso ★★
—¿Cómo has estado abuela?—pregunta Gulf entrando a la habitación.
—Bien hijo —responde la abuela—. Me alegra que me visites todos los días. Así no me siento sola.
—Me alegro, pero mira quién está aquí —dice Gulf apartándose de la puerta—. Tu nieto.
—¡Nat! Mi niño hermoso… Ven aquí —pide la abuela estirando sus brazos.
—¡Abuela! —grita feliz Nat sollozando—. Por fin puedo verte y estar contigo.
—Nat salió del internado bajo nuestra tuición y pagando una pequeña multa —cuenta Mew abrazando a su esposo—. Por fin pueden estar juntos.
—Oh, debe ser mucho, tengo una gran deuda con ambos —dice la abuela—. Cuando tenga el alta les prometo que trabajaré mucho para ir pagando todo lo que han hecho por nosotros.
—Es lo de menos eso abuela, no te preocupes —responde Gulf—. Con mi esposo los ayudamos de todo corazón, ¿verdad cariño?
—Así es amor —responde Mew mirando su reloj—. Amor, me tengo que ir a trabajar, pedí permiso por dos horas.
—Ve con cuidado cariño, muchas gracias por ayudarme en todo —responde Gulf.
—Yo les estoy muy agradecido por todo —manifiesta Nat sollozando—. Sin su apoyo y ayuda quizás hubiera perdido a mi abuela, les agradezco enormemente su ayuda, trabajaré muy duro en el futuro para pagar todo esto.
—Tú solo esfuérzate en seguir tus estudios y que seas mi alumno en la universidad a futuro —manifiesta Mew.
—Eso sí, sin enamorarte de mi esposo —dice Gulf sonriendo.
—Jajaja, ese solo fuiste tú hace unos años —manifiesta Mew besando la mejilla de su esposo.
—¡Hey! No solo yo, tú también te enamoraste de mí, siendo tu alumno —manifiesta Gulf.
—Es una linda historia —dice la abuela sonriendo.
—No se preocupe que eso jamás podría pasar —responde Nat abrazando a su abuela—. Solo les agradezco una vez más y bendigo su amor por siempre junto a sus hijas.
—¡Gracias! —responden Mew y Gulf al mismo tiempo.
—Ve a trabajar cariño, nos vemos más tarde —dice Gulf.
—Sí, amor, te amo —responde Mew.
—Yo te amo más mi… —Gulf se acerca y le susurra al oído—. Profesor Ninfomanía.
꧁𝐹𝑖𝑛꧂
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