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Dos semanas pueden pasar muy lento o muy rapido dependiendo de como lo vieras.

Jennie lo estaba disfrutando, excepto por la parte en la que las dos horas pasaban volando y debia decirle adios a su profesor para volver caminando hasta su casa. Pero dentro de todo, lo gozaba.

Yoongi... no tanto.

Solo bastaron un par de dias para darse cuenta que una sonrisa de Jennie Kim, su alumna, podría darle vuelta el estomago y hacerlo sentir raro.

La primera vez que le sonrió fue cuando, al segundo dia de castigo, el le llevó un té en lugar de café. No era cualquier té, era uno de frutos rojos que Yoongi escogió sin saber que era el favorito de Jennie y que hacia mucho no tomaba.

Le regalo su mas sincera sonrisa cuando despues de tomar un sorbo lo saboreó y Yoongi sintió que el alma se le cayó al piso.

¿Como una chica tan joven, tan misteriosa, tan -no tan- problematica podía tener una sonrisa tan bonita? Estaba loco, no había duda. Se encontró a su mismo pensando en como se escucharía su risa y casi se golpea en la mejilla frente a ella.

Los dias ya se habian vuelto una rutina al pasar solo una semana. Jennie llevaba una silla y la ponia en frente del escritorio, se repartían los trabajos y comenzaban a corregir.

Poco a poco los comentarios comenzarán a salir y las charlas surgieron de forma innata.

El tercer dia fue algo como...

- Choi no entregó su trabajo, profesor.

- ¿Y tu que creés? ¿Es buen alumno?

- Se sienta en el medio, es la primera vez que no entrega su trabajo... generalmente participa.

- Bien, deja un punto en su libreta, como advertencia.

- De acuerdo.

El quinto dia pasó algo así...

- Park tiene la mitad de las respuestas mal.

- ¿Park...? -se llevó una mano a la barbilla como pensando cual de los mil Park's podría ser.

- Park Sooyoung.

- Mmm...

- Park Joy, la porrista.

- Ahhh~ si. La que se sienta en el fondo.

- Exacto.

- ¿Debería redondear su puntuacion para arriba o para abajo?

- No lo se. -dijo haciendo una linea con sus labios. -Nunca participa y pocas veces entrega su tarea. -agarró la libreta que, aunque era del profesor, ella misma dirigía. -Las ultimas 4 clases no ha entregado los trabajos y le pide a los demas que pongan su nombre en los practicos.

Yoongi chasqueó la lengua y negó.

- Seis.

- ¿Con...?

- Solo seis. No pasará este examen.

Y Jennie rió pensando que la justicia venía de a poco.

Y el septimo dia...

- Im tiene una letra horrible.

- Lo sé, a veces no puedo entender ni su nombre.

- Cuando ibamos en primaria se subió a un arbol y cayó con la muñeca, debe ser por eso que escribe tan mal.

- Vaya, no lo sabia. -el profesor abrió los ojos. -Menos mal que estas aquí, Jennie. -dijo de repente. -Es bueno tenerte acompañandome.

Sin saber que eso haría que las mejillas de la chica se pusieran rojizas y que su estomago sintiera miles de mariposas violentas dentro.

Eso nos lleva a terminar la semana numero dos. Volvía a ser viernes y el clima no pintaba nada bien.

Desde temprano todos habian llegado con pilotos y paraguas, al parecer habría un temporal todo el fin de semana y el servicio meteorologico recomendo no salir de casa y buscar a sus hijos al colegio para que no hubiera inconvenientes.

Yoongi observo la delicada llovizna caer por la ventana un tanto preocupado.

- Bien, el dia que nos ha tocado no es muy motivador para el trabajo práctico sorpresa que tenia planeado. -todos los chicos abrieron los ojos. -Asique por hoy, solo hagan un pequeño resumen de la pagina 125, luego junten sus cosas y vayan a casa, es peligroso que se vayan cuando la tormenta comience.

Todos sus alumnos, sin excepcion, comenzaron a hacer la tarea asignada del profesor. Muchos de ellos en grupo, varios con auriculares escuchando musica -lo cual no molestaba en absoluto- y otros, como Jennie Kim, lo hacían en silencio.

El pelinegro estuvo un rato largo sentado en su escritorio, admirando la forma en la que Jennie acomodaba sus mechones de cabello detras de su oreja. Tambien mordia la punta de su lapiz y fruncia el ceño cuando se quedaba trabada en una oracion.

Con sus ojos delineo profundamente su nariz y sus mejillas, deseando hacerlo con la punta de sus dedos algun dia.

Tragó duro cuando se remojo los labios con su lengua y descruzo para volver a cruzar sus piernas debajo del banco.

Una voz masculina lo sacó de su ensoñacion.

- Profesor, esta lista. ¿Puedo irme?

- Claro, dejala ahí. -el chico hizo una reverencia y se fue. -Cuando todos terminen sus resumenes dejenlos en mi escritorio y salgan, por favor, la lluvia podría alcanzarlos.

A los pocos minutos, varios alumnos se acercaron a dejar su tarea y a despedirse amistosamente del profesor.

- Adios, señor M. Nos vemos el lunes. -Chanyeol y Suho dejaron sus hojas y Yoongi asintió serio.

Se habia acostumbrado hace poco a que le digan 'señor', ¡solo tenia 32 años! pero entendia que para los jovenes de ahora si tenias mas de 30, eras un señor.

El aula se fue vaciando mas rapido hasta que solo quedo una alumna: Kim.

- Kim, puedes irte a casa hoy.

- Uh... no hay problema, debo estar en detencion. -negó tranquila.

- Salir de aquí con alerta meteorologica es algo peligroso, deberias ir a casa rapido. -pidió, por primera vez, amablemente.

Pero Jennie no dio su brazo a tocer.

- De verdad, tengo que estar en detencion. -remarcó el tengo y tomó una silla para ponerla en frente del escritorio.

El pelinegro creyó que Jennie tenia un cargo de consciencia muy profundo si se sentía tan mal por lo que habia pasado, que decidía autocastigarse aun con una tormenta afuera.

Suspiró derrotado.

- Bien, corregiremos los trabajos de hoy y luego nos iremos rapido ¿bien?

- Entendido. -asintió y agarró un pilonsito.

Yoongi se levantó.

- Iré a buscar algo para tomar y volveré.

- Lo espero. -dijo agachando la cabeza.

Salió rapidamente y, no sabe bien por qué, pero no quiso hacer esperar a su... alumna.

Hizo un café para el y un té de frutos rojos para Jennie. Dos de azucar y salió de nuevo hasta el salon.

- Aquí tienes.

- Gr-gracias. -se sonrojó un poco cuando sus dedos se tocaron.

Ambos se dispusieron a corregir la tarea, con suerte lo harían rapido y podrian irse en menos de una hora.

📚

Yoongi se dio cuenta de lo que Jennie estaba haciendo. Leía lento, re-leía y corregía aun mas lento todavia.

Quería enojarse porqué estaba atrasando su trabajo, su salida mas temprano y horas de sueño que podría disfrutar pero en lugar de enfurecerse, comenzó a seguir su paso y a corregir a la par.

Degustando el café y té respectivamente, siguieron con lo suyo en armonia.

Media hora despues, habian terminado. Tardaron una hora y 30 minutos. Nunca habian estado tanto tiempo para corregir una simple tarea.

- Bien, se acabó por hoy.

Jennie asintió algo desanimada pero se paró para juntar sus cosas.

Ya no puedo atrasarlo mas.

Ambos salieron caminando juntos, como todos los dias en detencion, y se acercaron hasta la entrada. Vieron la lluvia caer, los relampagos iluminar la calle y los truenos sonar mas fuerte que nunca. Yoongi se preocupó cuando la vio ponerse su capucha y esconder sus manos en los bolsillos.

- ¿No vendrán tus padres a buscarte?

Jennie negó e hizo una reverencia.

- Hasta el lunes, profesor Min. -educadamente saludó y estuvo a punto de mojarse completamente de no ser porque su maestro habia posado su mano en su hombro.

Fuerte y masculina, pensó.

- Te llevaré a casa.

Lo meditó un par de segundos y desde que la tormenta se largó mientras corregian en el salon pero el verla poner un pie fuera del techo hizo que sus dudas sobre moral y etica desaparezcan.

- ¿Uh? ¿Cómo?

- Te alcanzaré hasta tu casa, es peligroso que vayas caminando sola.

- P-pero, esta bien, yo... -Jennie quiso excusarse pero se ve que su profesor era igual de insistente.

- No quisiste irte cuando terminó la clase, dejame llevarte hasta tu casa. -la miró fijo, poniendola nerviosa. -Me sentiría mas seguro si me permitieras alcanzarte.

Jennie no pudo resistirse a los ojitos negros de su profesor y suspiró derrotada. Asique asi se sentía...

- De acuerdo. -se reverencio. -M-muchas gracias.

El pelinegro abrió su paraguas y con una mirada le indicó que se acercara para poder compartir el reparo. Caminaron juntos, hombros tocándose y miradas distantes que trataban de evitar que el otro note las mejillas ruborizadas.

Ambos se dirigieron al auto negro, nuevo y -se notaba- bastante caro del mayor.

Subieron y Jennie le indicó la direccion. Conocía el barrio, el pueblo era muy pequeño y recordaba las zonas. Era una normal, zona clase media tipica.

Puso la calle en el GPS y ambos comenzaron el camino.

Ninguno de los dos hablaba pero era un tipo de silencio agradable. No era incomodo, ambos tenian personalidades parecidas y disfrutaban del silencio.

- ¿Siempre viviste allí?

- Asi es.

- Yo tambien nací aquí. -comentó tratando de comenzar una charla para escuchar su tranquila voz.

- ¿En serio?

- Si, nací en el hospital Kyungpook.

- Oh, tambien yo. -sonrió mirandolo por primera vez.

- Todos nacimos allí. -rió, mostrando sus encias rosadas y dientes perfectos.

Jennie se mordió los labios al ver aquel gesto. Le pareció de lo mas tierno.

- Es verdad.

- Ya estamos por llegar.

Jennie cambió su rostro a uno un poco ansioso. Cuando estaban a dos calles, finalmente habló.

- Pu-puede dejarme aquí.

Yoongi vio que aun faltaba una cuadra para dejarla en la puerta de su casa. Aun asi paró el auto, sin entender.

- Pero aun falta una calle.

- Es-esta bien asi. Ya hizo mucho por mi hoy, puedo bajar aquí.

Yoongi frunció el ceño al ver que la lluvia no habia cesado pero tal vez Jennie no queria que su familia la viera bajar del auto de su profesor.

Y vaya, tenia razon. No estaba bien.

Por mas que discutiera, la castaña ganaría o se bajaría del auto asique largo aire por la nariz y sacó el seguro de las puertas.

- De acuerdo, pero llévate esto. -le paso el paraguas negro que habían compartido hasta llegar al auto y la miró serio. -En serio, Jennie. Usalo, no quiero que te enfermes.

- S-si. -asintió y se sacó el cinturon. Abrió la puerta y el paraguas. -Mu-muchisimas gracias por traerme hasta mi casa, profesor Min. Es muy amable. -hizo una reverencia fuera del auto.

Yoongi tan solo asintio. -No es molestia, Kim. Ahora ve a casa o podrias engriparte.

- Si, pase un lindo fin de semana.

Jennie cerró la puerta y se encaminó hasta su casa por la acera. Yoongi sin embargo, se quedó allí, esperando hasta que saliera completamente de su vision.

Se puso sus anteojos para ver de lejos y finalmente, la vio entrar hasta su casa. Dudó un poco, su mano estuvo al menos 10 segundos parada antes de girar el picaporte pero entró de todas formas.

El pelinegro frunció el ceño y encendió el auto, pasó lento con su auto por la casa y la vio desde lejos.

Una casa comun, fachada de clase media, algunas pocas flores afuera, pasto verde reluciente. Dos pisos, un auto estacionado en el garage. Lo miró mejor, era un auto de la policia del pueblo.

De seguro uno de sus padres era policia. Por eso los nervios. Jennie debia ser un 'problema' en clases pero no en casa, seguro sus padres eran algo estrictos. Esa era su teoria, aun asi, no encajaba.

Se encogió de hombros y manejó hasta su casa... pero aun asi, una rara sensacion se deslizó por su garganta.

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