37
Su cabeza dolía. Parecía que mil agujas se incrustaban en su frente y a los costados. Su cuerpo estaba pesado y por un momento creyó tener un chaleco de plomo.
Sus ojos hicieron un esfuerzo enorme en abrirse, su nariz dolía un poco y su labio ardió cuando pasó su lengua para remojarlo.
Se sentía a morir. Una sensacion horrible la invadió pero por suerte parecía que sus piernas estaban intactas.
De repente, el olor en la almohada la hizo despabilarse. Aspiró el delicioso aroma del Invictus que Yoongi amaba y se dio cuenta por qué despertó. Había escuchado gritos abajo. Aun los oía.
- ¡No pueden solo y ir matarlo! ¿¡Saben lo que les harían en la carcel!? ¡Es un sargento!
- Deberían meditar mejor lo que vayan a hacer.
- ¿Por qué no en lugar de pensar en él piensan mejor en ella?
Jennie se levantó de la cama, oyendo el griterío y aunque no estaba en sus cinco sentidos y se sentía mareada, pudo darse cuenta que allí había muchas personas discutiendo.
Aunque su mente solo buscaba una cosa: Yoongi. Sus manos, sus brazos, su torso, su cuello, su olor. Lo necesitaba con urgencia y ojala pudiera llamarlo con la mente. Lo quería allí con ella.
Salió del cuarto, caminando por el pasillo hasta llegar al living donde estaban todos. Se quedó detras de la pared para escuchar mejor. Pudo reconocer las voces mejor ahora.
- No lograremos nada con una denuncia. -dijo una voz grave y, si no se equivocaba, era Namjoon. -Lo unico que ganaremos es que tú seas expuesto y que Jennie quede en la calle.
- Es verdad, ya pronto cumplirá dieciocho... ¿Qué tal hacerla cuando ella sea mayor? -Jisoo. Era Jisoo, estaba allí por ella.
- ¿Y de que serviría? Solo lo removerian de su cargo, con suerte. Si es que la gobernación no se pone de su lado.
- De acuerdo, abogado descartado. -dijo otra voz, Hoseok de seguro.
- ¿Y la orden de restricción? -preguntó otra voz mas aguda y melodiosa: Chaeyoung.
- Sólo serviría despues de que Jennie cumpla dieciocho y... tampoco sabemos que será de ella cuando los cumpla.
- ¿A que te refieres?
- Namjoon tiene razón, chicos. -dijo la madre de Yoongi. Jennie se tapó la boca, hasta sus suegros estaban allí y le dio mucha vergüenza el que todos esten ahí, hablando de lo ocurrido. ¿Por qué no podía ser normal? -La orden de restricción no serviría ahora, pues aun es menor y sería deliberada al estado y un hogar transitorio.
- Pero si lo hace despues de cumplir su mayoria de edad, debería huir de el y quedaría en la calle...
- Eso no es cierto. -dijo Yoongi.
Yoongi. Habló firme y seguro. Se notaba serio con ese tono de voz y todo lo que quiso Jennie fue lanzarse a sus brazos.
- Nunca la dejaría sola.
- ¿Te harías cargo de ella? -pregunto Lisa. Ella tambien había viajado...
- Por supuesto. Vendría a vivir conmigo, no le faltaría nada aquí y yo puedo cuidar de que ese infeliz no se acerque aquí.
- ¿Entonces la única solución es que ella viva con ese cerdo hasta que cumpla dieciocho? -preguntó Jisoo.
- Faltan 3 meses para que sea dieciséis de enero, el tiempo vuela. -dijo Sunhee. -Pero mientras tanto... se hace muy dificil. -su voz salió triste.
- Que locura...
- ¿Yoon...gi?
Todos voltearon cuando escucharon una voz a sus espaldas y parada en el pasillo. Yoongi la observo usando la enorme camiseta que él le habia puesto y le llegaba hasta un poco arriba de las rodillas.
La madre de Yoongi se levantó mas rapido que su hijo y acarició su rostro dañado. La hinchazon había pasado, por suerte. Ahora solo tenía esos feos moretones en sus mejillas y su labio partido.
- Cariño, estas muy debil, deberías volver a dormir. -la tomó de los hombros con cuidado y la dirigió hasta la alcoba de Yoongi pero ella se dio vuelta y con su mirada llamó a su novio.
El pelinegro se paró y salió disparado detras de su mamá para volver con su novia, ella lo necesitaba.
Sunhee sentó a Jennie en la cama y se colocó detras de ella mientras Yoongi llegaba y se agachaba frente suyo para sostener sus manos.
- Estoy aquí, amor.
- Yoonie...
- No te molestes en hablar, relajate.
- ¿Que hora es? -preguntó al ver el la tarde terminar.
- Son las 8 de la noche, dormiste tres horas. -besó su nariz. -Deberias descansar mas.
- ¿Del lunes?
- No, cielo. -respondió su suegra. -Hoy es miércoles...
- ¿Qué?
- Estuviste inconsciente tres días...
Pudo sentir como Sunhee subía la camiseta que tenía puesta. Fue a buscar algo al baño y volvió con un botiquín. Jennie aun seguía sorprendida.
- ¿Tres dias?
- Si, Jen. ¿Recuerdas algo de lo que pasó?
Mientras Sunhee curaba su espalda de nuevo, reemplazando sus vendajes y cubriendo con otros.
- Me dejaste el domingo en casa.
- Así es...
- Me dejaste en la puerta de casa y Jisung nos vio.
- ¿Qué? -tanto Yoongi como su madre se asustaron.
- Me vio bajar y él estaba en casa esperandome... su auto estaba en el taller, por eso no lo vimos en el garage.
- Dios, Jennie. -la abrazó por la nuca y besó sus mejillas mientras trataba de no llorar. -Perdóname, fue mi culpa, maldicion.
- No me pidas perdón, yo tambien creí que no estaría...
La mujer mayor allí sintió incontrolables ganas de ir a la casa del sargento Kim y decirle unas cuantas cosas... y tal vez lanzarle una sarten. Era inhumano el trato que le daba, esos cortes horribles, esas marcas, esos puños grabados con odio. No merecía tener su custodia ni tampoco verla.
La pareja continuó abrazada mientras Sunhee seguía desinfectando y curando su piel hasta que terminó.
- Gra-gracias. -dijo Jennie avergonzada.
- No, cariño. No me agradezcas. -acarició su pelo de forma dulce y maternal. -Iré a ver a los demas, deben estar ansiosos.
- ¿Podrías decirles que... me esperen un momento? Debo hablar con ellos.
- Claro. -y salió de la habitación para contarles algunas nuevas a los demas.
Ambos se acostaron en la cama. Yoongi apoyando parte de su espalda en el cabecero de la cama y Jennie, boca abajo, abrazando el torso de su novio.
- ¿Cómo te sientes, preciosa?
- Algo adolorida pero ya pasará...
- ¿Quieres algo? Lo que sea, pideme lo que necesites y te lo dare. -comenzó a peinar su cabello sin tocar su espalda.
- No, estoy bien. Solo quedate así.
Fueron un par de segundos en silencio hasta que el mayor no aguanto mas con sus emociones y una lagrima se deslizó, traicionera.
- Lo siento tanto. -soltó sollozando. Jennie se levantó un poco y limpió las escurridizas lagrimas.
- Shhh, no lo sientas. No es tu culpa. -dijo mimando su cara y besando su frente.
- Si te hubiera dejado mas lejos...
- Ninguno lo sabia, Yoonie. Fue inevitable. -ambos se vieron a los ojos y el pelinegro casi se muere cuando ve una sonrisita pequeña en los labios de su novia.
Despues de todo lo que había pasado, ms culpa lo estaba matando y ella estaba allí como siempre. Acompañandolo y siendo su apoyo aunque la que haya recibido la peor parte fuera Jennie.
Nunca estuvo mas decidido.
- ¿Puedo... quedarme aquí hoy?
- Por supuesto que si, amor. Pero...
- Dijiste que es miercoles, ¿cierto?
- Si. -frunció el ceño sin comprender.
- Hoy Jisung tiene partido de poker en la casa de uno de sus amigos, no volverá hasta mañana en la madrugada para ducharse y volver a irse...
- ¿Estas... estas segura?
La verdad es que no deseaba dejar a su novia en la casa con ese tipo pero no queria que le sea peor por haberse ido cuando él no estaba.
- Muy segura, no nos veríamos hasta mañana en la tarde cuando yo llegue de la escuela..
- Bien, te quedarás conmigo esta noche y todas las que vengan.
Jennie asintió con la cabeza llena de sueño. Yoongi se dejó besar, abrazar y acariciar por ella hasta que sintió que se acomodaba en su pecho. Unos minutos despues, llenos de mimos y palabras dulces, Jennie volvía a dormirse sobre su cuerpo.
Seguro de que Jennie dormiría placidamente, se apartó con mucho cuidado y la dejó encima de su almohada. La vio abrazarla y refregar su nariz en ella. Enternecido, besó su frente y salió del cuarto.
Llego al living y todos lo vieron expectantes.
- Se quedará aquí esta noche.
- ¿Seguro? ¿Y si...? -Taehyung fue cortado.
- El hijo de puta de Jisung no esta los miercoles. Sale para apostar y vuelve a la mañana para irse a trabajar.
- Entonces... ¿está segura aquí?
- Si, mamá.
Todas las mujeres respiraron con calma y tranquilidad por fin. Aquello les daba un poco de paz al saber que Jennie estaría bien cuidada.
- Eso es bueno.
- Mañana no irá a la escuela, la dejaré durmiendo aquí. -soltó y varios en esa habitación lo miraron como si estuviera hablando de su hija asique rodó los ojos y trató de cambiar el tema con otro mas importante.
- Hoseok.
- ¿Si, hyung?
- Tienes un amigo banquero, ¿verdad?
- Asi es. -dijo confundido.
- Necesito que le abra una cuenta bancaria a Jennie, lo mas pronto posible.
- ¿Está... bien? -dijo algo confundido. -Te pasaré con el mañana para que le pases sus... datos.
- Perfecto.
- ¿Que tramas, hijo? -preguntó su papá, muy intrigado.
- Ayudarla lo mas que pueda. -respondió simplemente.
Sus padres palmearon sus hombros y decidieron irse, estaban a solo 10 minutos de su casa asique el recorrido era corto y cualquier tipo de ayuda llegaria rapido.
- Enviale un beso a Jennie y dile que la esperamos para comer cuando ella deseé.
- Si, mamá.
Los mayores se retiraron dejando a 10 jovenes adultos mirandose las caras sin saber bien que decir.
- ¿Vas a depositarle dinero?
- Si, nunca se sabe... -puso una mano en su mentón pensando. - ¿Cuanto tardan en mandarte una extensión de tu tarjeta de credito?
- Uhm, algo asi cómo una semana.
- La pediré mañana.
- ¿A nombre de Jennie?
- Si.
- ¿En que piensas, oppa? Me estas poniendo nerviosa. -dijo Lisa abrazandose al brazo de Jungkook.
- En nada, sólo... no sabemos que pueda pasar en un par de semanas, aun tenemos que esperar tres meses para que ella cumpla su mayoria de edad.
- ¿Cuando se graduará? -preguntó Namjoon.
- En febrero. Un mes después de su cumpleaños.
- Entonces supongo que... hay que esperar.
Todos suspiraron frustrados por toda la situacion y mas por como se debería sentir Jennie en este momento.
- Bien, ya es de noche. Supongo que debemos irnos.
- ¿Saldrán para Seúl?
- Nosotros si, tenemos trabajo mañana. -Tae busco el abrigo de su novia y se lo puso con toda la paciencia del mundo.
- Llamaremos y volveremos cuando ustedes lo pidan. -dijo Rosé.
- No hay problema, gracias por venir hoy...
Ambos abrazaron a su hermano y cuñado respectivamente y al resto, aunque Jungkook y Lisa volverían con ellos. Vivian a pocas cuadras y creían conveniente viajar con sus mejores amigos.
- Nosotros pasaremos la noche aquí. -dijo Jisoo. -Reservamos un hotel y volveremos mañana, por si necesitan algo.
- No te tardes en llamar, Yoongi. Avisanos si tienes problemas. -Seokjin abrigó a su novia y le puso su bufanda color bordó mientras ella lo abrazaba.
- Gracias... por todo, chicos. En serio.
- Solo mantennos al tanto ¿si?
- Por supuesto. -respondio agradecido por tener los mejores amigos del mundo.
Se despidió de todos y rapidamente caminó hasta su cuarto, donde encontró a Jennie durmiendo placidamente.
Se bañó y procuró acostarse lentamente, sin provocar disturbios o molestias.
Jennie sintió como el cuerpo calentito de su novio volvía a su lado y, aun en sueños, se acurrucó a él cómo si su vida dependiera de ello.
Yoongi simplemente besó su coronilla y cerró los ojos dispuesto a dormir.
- Te protegeré de todo, siempre. -susurró y se dejó llevar al mundo de los sueños.
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