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- Pero... pero entonces los hombres deben tener mucho...

- Si, Jennie. Los sugar daddys generalmente son hombres muy adinerados.

- Si pero... ¿Y el amor?

Yoongi rió enternecido.

- Bueno, al parecer no debo preocuparme porque estes conmigo sin quererme.

- ¡Claro que no! ¡Yo te quiero!

Despues de una cena tranquila en la cual Jennie insistió en querer saber lo que era un sugar daddy y recurrir a la tipica amenaza de buscarlo en Google, Yoongi finalmente se rindió y le explicó con lujo de detalle para que sepa bien en lo que consistían ese tipo de relaciones.

Caminaba por el pasillo con su novia pisandole los talones, aun asombrada de que ese tipo de parejas existan y haciendo preguntas de todo tipo.

Llegaron a la habitación, los dos cansados por el largo dia. Mañana deberían volver a Daegu asique aprovecharon al maximo su ultima noche.

- Debemos despedirnos de los demas antes de irnos, sino me matarán.

- ¿A que hora saldremos? -preguntó buscando sus cosas de aseo.

- Tal vez antes del medio dia para no tener... inconvenientes.

Y por inconvenientes, se refería al obsesivo de Jisung.

- De acuerdo. -lo vio sacarse los anteojos y buscar tambien ropa comoda, sonrió por inercia. -Oppa.

- ¿Si?

- Deberías ducharte tu primero.

- ¿Uh? ¿Tengo mal olor? -dijo fingiendo un puchero y acercando a Jennie para apresarla en sus brazos.

- No, no. -negó riendo. -Pero asi ya estaras listo y relajado para dormir. Mañana tu conduces.

- Tan linda... -susurró mientras se dejaba acariciar por ella. -Bien, me iré a duchar.

- Te espero.

Los dos se separaron y Jennie comenzó a separar su ropa de la sucia, lo que se pondría al dia siguiente y su pijama.

Mientras Yoongi se bañaba, ordeno tambien sus ropas y las dejo perfectamente dobladas en su valija. Tambien acomodó un par de pertenencias que ya sabía donde iban y donde le gustaba tenerlas al mayor.

Esperando su turno y conversando por Kakaotalk con sus amigas -wow, tengo amigas-, no se dio cuenta cuando su novio salió del baño.

Caminó con sigilo hasta ponerse encima de ella y logró leer un poco de su chat con sus compañeras del colegio. Les contaba lo bien que la estaba pasando y las ganas que tenía de quedarse allí. Tambien había leído algunas adulaciones hacia su persona asique abrazó sus hombros y besó su cuello en un ronroneo.

- ¿Y-yoonie?

- El baño es todo tuyo.

Jennie tomó distancia y cuando se dio vuelta con sus ropas se dio cuenta que el pelinegro no llevaba nada arriba. Tenia su torso al desnudo y un pantalon que seguro usaba de pijama.
Nunca lo había visto de esa manera, por lo general era bastante recatado y siempre tenía algo debajo de sus sweaters o sudaderas.

Verlo así la hizo darse cuenta de la clase de hombre con el que estaba saliendo: uno muy sexy y atractivo. 

Se puso roja hasta las orejas y casi corrió hasta el baño para que Yoongi no la vea así.

El mayor se rió por su timidez y comenzó a revisar un par de mails en su notebook hasta que su chica terminara.

Su telefono comenzó a sonar estrepitosamente y al ver quien marcaba, sonrió.

- Jiminie.

- ¡Hyung! ¡Está en Seúl y no me aviso!

- ¿Y los modales?

- Ahhh. -escuchó el suspiro por el parlante. -Hola hyung, ¿como está?

- Bien, Jiminie. ¿Y tú?

- ¡Enojado porqué está en Seúl y yo no!

- Eso te pasa por aceptar el trabajo en Estados Unidos.

- Solo sería un año ¡y no cambie de tema!

- No lo hago. - rió burlandose.

- Taetae me contó algo...

- Ahhh, denme un respiro.

- ¡No! ¡¿Cómo puedo ser el último en enterarse?!

- Y el último en conocerla...

- Hyuuuuung~

- Yah... cuando vuelvas de America prometo que los presentaré.

- Mas le vale, me siento herido y estoy muy enojado con usted.

- Eres mi dongsaeng favorito.

- De acuerdo, perdonado.

Yoongi sonrió y estuvo al rededor de veinte minutos contandole un poco de su relacion a su pequeño dongsaeng. La verdad era que Jimin tenia veintisiete como su hermano y ellos eran mejores amigos pero la conexión que había entre Yoongi y el era cosa de otro mundo.

Yoongi se entristeció un poco al saber que Jimin tendría que estar en Estados Unidos hasta que su contrato expire y luego volvería a Corea pero lo esperaría y respondería todas las entrometidas preguntas que le hiciera.

Se despidió de él cuando la puerta del baño de abrió dejando ver una nube de vapor y el sensual cuerpo de su chica como nunca antes había visto.

Cortó el teléfono sin pensar y su boca se abrió un poco al ver a su chica salir mientras despeinaba un poco su larga y humeda cabellera castaña.

¿Lo estaría haciendo aproposito? Jennie nunca fue de las cosas reveladoras pero ese pijama que él le había regalado para ir a su primera pijamada no le quedaba como pensaba.

Su pequeña novia tenía unas curvas impresionantes y sus shorts rosados se pegaban a su trasero al igual que su camiseta de finos tirantes blancos... wow.

Jennie guardó todas sus cosas en el bolso sin darse cuenta de la mirada que Yoongi le estaba dedicando.

Mierda, cuando se agachó para poner su necesser en la valija, él pudo sentir su ligero pantalón un poco mas apretado en la entrepierna. Esto no terminará bien.

Mientras tanto, la joven se dio vuelta con todo en orden solo para darse cuenta que los ojos profundos de su novio estaban clavados en ella.

Tragó un poco al sentirse avergonzada y se acercó hasta su cama para sentarse.

Yoongi parpadeó y trató de sacar esos pensamientos de su mente. Su novia estaba buenisima pero no podía abalanzarse asi como asi. Tenía que cuidarla y respetarla.

Por otro lado, Jennie se mordió los labios. Desde que subió al auto para venir a Seúl tenía pensado que iban a dormir juntos pero se sorprendió al ver dos camas cuando entró. Yoongi había prometido esperar lo que sea que salga de ella y protegerla y lo estaba cumpliendo al pie de la otra.

Se sintió casi enternecida por el gesto, los gestos, que se tomaba con ella. Aunque de verdad... Tenía ganas de compartir una noche acurrucada con él o mínimamente sentir su calor y aroma por mas que durmieran de espaldas.

- Yoonie...

- ¿Mmh?

- ¿Podemos... uh... - ¿¡por qué es tan dificil!? - ¿Podemos dormir juntos esta noche? -pregunto tan rapido que el mayor casi ni le entiende.

Pero lo hizo.

- ¿Quieres dormir conmigo?

Yoongi sentía su pecho latir y su emocion aumentar a cada segundo.

- Si no te molesta...

- ¿Tienes miedo?

Durante algunas pequeñas siestas o momentos en los que ha disfrutado de verla dormir, Jennie había despertado asustada por pesadillas o en el peor de los casos se negaba a cerrar los ojos justificando que aquello era un sueño y que si los cerraba volvería a estar en casa, con Jisung.

Afortunadamente, este no era de esos momentos.

- No, sólo... sólo quiero dormir contigo... ¿Puedo? -timidamente lo miró y espero su afirmacion. Él nunca podría resistirse a esa mirada.

- Claro, amor. Ven. -abrió su sabana y la invitó a acostarse a su lado.

Completamente emocionada, Jennie casi se lanzó dentro del acolchado esponjoso y calentito y con algo de vergüenza se acercó al pecho desnudo de Yoongi, quien dejó sus cosas y la apresó en sus brazos.

- Mi bebé queria dormir conmigo hoy. -comentó besando su coronilla. -Estoy feliz.

Jennie no contestó, mas solo se dejo mimar y besar por su novio. Un piqueteo en sus labios le hizo dar cuenta que quería ser besada por él, asique haciendo un puchero levantó su cabeza para que sus ojos se encontraran.

- Estas algo mimosa hoy.

Ella junto sus narices y movió la suya de un lado a otro como un beso esquimal y sonrió.

- Solo quería dormir contigo... no se cuando podría volver a tener otra oportunidad de estar asi de cerca. -confesó.

Y Yoongi no pudo aguantar mas. Como un arrebato se adueñó de su boca y lamió sus labios desesperado por volver a sentir la calidez y la suavidad de sus belfos rosados.

Jennie no se quedó atras y comenzó a seguir el ritmo del beso. El pelinegro pensó que la pequeña habia mejorado bastante con sus besos y su ego se infló al saber que era por él. Que nadie tendría su primer beso, que ya la correspondía asi como muchas otras cosas de las que sólo él podría ser poseedor.

Una nube calida y un ambiente romantico se instaló en aquel cuarto mientras sus besos iban subiendo de tono. Las manos de Yoongi, aquellas que Jennie tanto adoraba, comenzaron a tocarla haciendo que su cuerpo se entibiara y con sus dedos temblorosos pero decididos acariciara la nuca y los cabellos de su amor.

El mayor acarició la cintura -ahora desnuda por el movimiento y caricias- de la chica y con sus dedos gentiles comenzó a rozar su cadera. Los dos estaban de lado, abrazados y sin intenciones de separarse.

Yoongi meditó un poco. No la forzaría a nada pero ¡diablos! que deseaba volver a tocar ese respingon y firme pero tierno trasero. No podía con sus instintos.

Bajó sus manos y sintió como Jennie se sobresaltó por el toque pero no se alejó, siguió profundizando el beso y esta vez, sus manos fueron a sus hombros anchos para tocar.

Lamió sus labios y empezó a dejar besos castos en su boca mientras apretaba sus gluteos con hambre y ganas.

En ese momento, Jennie hizo lo impensado. Bajó sus manos pequeñas y suaves para acariciar su torso desnudo. No había señales de incomodidad o timidez, solo ganas de explorar y besar.

El pecho de Yoongi se sintió quemar con su dulce tacto y la yema de sus dedos recorriendo su piel, ardiendo a su paso. Sin preocuparse, apreto y masajeo el trasero de su novia sin problemas.

Un pequeño gritito o gemido salió de sus labios haciendolo sonreir fanfarronamente.

Tomando un poco las de vuelo, bajó sus labios y se dispuso a besar el cuello gracil de Jennie. La castaña gimió mas profundo cuando los dientes de Yoongi la rasparon pero le encantó la sensación. Parecía que esa noche no dormirían temprano.

¿Podría repetirse lo que paso una vez en su departamento?

El pelinegro continuo acariciando sus piernas, muslos internos y cintura de forma urgida y necesitada mientras sus labios no abandonaban el cuello de su chica. Ella, decidió continuar con su labor y empezó a mover sus manos por encima de su pecho duro, pectorales, hombros, por debajo de la linea del ombligo. Cualquier lugar desnudo que estuviera en el paso.

Yoongi no pudo aguantar mucho en esa posicion asique, con los labios pegados se coloco encima de ella y la miró desde arriba.

- No me cansaré nunca de decirte lo bella que eres.

Ella se ruborizó y lo atrajó con sus brazos para que continúe besandola.

De pronto los besos no eran suficientes y la piel expuesta tampoco. Necesitaban mas. Tocarse, sentirse piel con piel, saborearse...

El pelinegro comenzó a sentir que algo le faltaba. Anhelaba mas de ella. Sabía que, obviamente era virgen pero no podía con el sentimiento en su pecho que le gritaba y le rogaba por favor tocarla mas.

Los ojos de Jennie estaban cerrados y de su boca solo salían gemidos ahogados y de puro gozo. Como si estuviera segura, comoda y disfrutando el momento. Yoongi adoró verla asi y deseó brindarle mas placer para que pudiera sentirse bien.

Al diablo.

Sus besos descendieron y su lengua marco caminos que hicieron estragos dentro de su vientre bajo. Se sentía tan bien.

Lejos de sentirse avergonzada, Jennie -por inercia- abrió un poco sus piernas y las dejó en forma de M, con los talones apoyados en el colchon.

Yoongi se detuvo a mirarla, nunca habia visto una imagen mas tentadora que esa. Quería probarla urgentemente.

Con manos habiles y traviesas sacó el short de su novia sin problemas y casi sin que se diera cuenta. Pudo notar una braga de color vino con algo de encaje en los costados y se le hizo agua a la boca. Sacó sus shorts y los tiró en alguna parte de la habitacion dejandola solo con su ropa interior.

Se remojó los labios debido a la ansiedad y empezó a besar por debajo de su umbligo para que Jennie no se asustara ni se sintiera presionada. Ella gimió y cuando su lengua empezó a bajar hasta el inicio de sus panties, un grito ahogado lo hizo parar por un momento.

Frenó y pudo ver el rostro de su novia, completamente entregada al placer de sus besos y la comodidad de sus brazos. Amaba esa imagen, podría tomarle miles de fotos.

Sacó su lengua y se acercó al centro mas íntimo de la chica y pasó su humedo musculo por encima de sus bragas. Jennie gritó y se aferró a las sabanas.

Yoongi, complacido y con los ojos brillantes llenos de ganas, tomó las finas tiras a los costados de su braga y las empezó a bajar.

- Relajate amor. -dijo besando su muslo. -Prometo que te gustará.

Dejo su cara a milimetros de su centro y, asombrado, se adentró a él con su lengua lista para darle todo el placer que su novia merecia.

La castaña solo pudo aferrarse al cabello negro de su novio y se dejó hacer, besar y lamer por aquel hombre que le prometía la luna si quería.

Saboreó con cada parte de su boca, cada centimetro de la feminidad de Jennie. Disfrutando su sabor y acariciando sus piernas, dejó besos, lametazos y algunos chupones por ahí.

Ella continuaba con sus manos en su pelo y él no podía parar. Era como cuando un niño descubre una nueva golosina: simplemente adictiva. No había otras palabras.

De arriba a abajo, moviendo su lengua en forma de espiral, succionando a veces, rozando su clítoris y llevandola hasta la locura. Yoongi no tenía limites, continuaba lamiendo su rosada entrada y en ocasiones metía su lengua, solo por adorar ver y escuchar sus reacciones.

Si alguien se enteraba de esto, iría a la carcel definitivamente. Dios, estaba tan mal pero era tan dulce.

Los muslos de Jennie apresaron su cabeza, sus manos hicieron puños y jalaron sus cabellos y su espalda se arqueó deliciosamente. Yoongi supo que estaba por acabar.

- Dejate llevar, preciosa...

- Y-yo... no puedo... ¡Oppa!

- Anda, vente en mi cara. -rogó mientras seguía chupeteando sus muslos internos y pasando su lengua fina por su centro.

- M-me quemo...

Finalmente, todo su cuerpo se paralizó y Yoongi dejó de mover su lengua para saborear todo el orgasmo que Jennie había dejado salir en su boca. Lo mejor del mundo. Mejor que cualquier comida cara o elaborada.

Jennie continuó dando pequeños espamos con su cuerpo y a respirar dificultosamente. No podía parar de temblar, sus piernas eran de gelatina y sus manos aflojaron el agarre en los cabellos del mayor.

Yoongi se relamió y subió de nuevo para estar a la altura de ella. Pegó sus frentes y tambien pudo respirar en paz. Los dos lo hacian acompasadamente y con los ojos cerrados.

Los parpados de Jennie se sintieron pesados y sus musculos se relajaron como si fuera peso muerto. Él se acostó detras de ella, ignorando su enorme ereccion y la abrazó pegando su espalda a su pecho palido.

Jennie se dejó mimar sin darse cuenta aun que su novio le habia practicado sexo oral. Yoongi acarició sus brazos y besó su mejilla para que pudiera, finalmente, descansar.

Besó su hombro y con el ultimo soplo de su energía, apagó la luz para poder descansar, abrazando a su novia.

- Te amo, Jennie. -susurró para luego poder dormir en paz.

🖋
3/3
ultimo maraton de ¡profesor min!
es importante aclararlo porque ya falta poco para que acabe ♡
pd: lxs amo!
pd 2: pasen a leer y votar mi one-shot, regalo por los 200 seguidores 'save me' muchas graciasss!

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