18

Me:
Estoy lista.

Min Yoongi:
Te estoy esperando.

Jennie mordió sus labios con nervios y ansiedad. Eran las 11 de la mañana y se encontraba en su habitación, con su mochila puesta y su celular bien guardado.

Bajó tratando de no hacer ningun sonido pero aun sin un plan de respaldo. Es decir, Jisung podría negarle la salida si estaba pero si no se encontraba en la casa podría irse y volver en la noche... aunque de seguro eso le costaría una dolorosa paliza.

Los fines de semana tenía una especie de toque de queda y era la primera vez que trataria de violarlo.

Una vez en el primer piso, se dispuso a buscar a su padrastro. Lo encontró rapidamente, estaba en la cocina guardando cervezas.

- ¿Qué pasa?

- Uh... yo... -tambaleó un poco pero finalmente se animó. -Quería saber si podía ir a la casa de una compañera del colegio, me asignaron trabajar con ella y cuenta como parte de la calificación final. -sus dedos temblaban y sus rodillas igual pero aun asi lo dijo sin una pizca de tartamudeo.

Jisung levantó una ceja pero asintió luego.

- Asegurate de hacer un buen trabajo.

- Por supuesto.

- Y hoy vendrán los muchachos, cuando llegues no te quiero ver.

Abrió los ojos sorprendida. ¿Acaso ese sería el mejor dia de su vida? Volvió a asentir esta vez mas contenta e hizo una reverencia. Llevaba su mochila ajustada y en ella, una cartulina para aparentar mas. No queria ser descubierta de una forma tan pobre.

Salió de la casa y caminó una cuadra para despues girar a la izquierda y encontrarse con el coche de su novio.

Abrió la puerta del copiloto rapido y se sentó mas contenta de lo usual.

- ¿Todo en orden?

Volteó su mirada para encontrarse con el hombre mas bueno y apuesto de todos, Min Yoongi.
Se acercó algo timida porqué aun no estaba acostumbrada a besarlo con total libertad pero trató de hacer un esfuerzo y besó su mejilla de forma tierna.

Yoongi cerró sus ojos con gusto y cuando ella se separó, la agarró de la nuca para que sus labios se encontrarán.

Se besaron varios segundos, ambos moviendo sus cabezas para intensificar el beso y se separaron de forma lenta y romantica. Jennie sonrió mirando hacia abajo, como siempre, y Yoongi acarició su mano.

- ¿Como está mi novia?

Se mordió el labio y lo miró fijo.

- Fue mejor de lo que esperaba.

- ¿Ah si? -encendió el auto y arrancó.

- Me pidió que me quede el tiempo necesario para aprobar. -lo miró sonriente. Yoongi posó su vista en ella con el mismo gesto.

- Entonces hagamos caso.

En un par de minutos ya se encontraban en la entrada del complejo de apartamentos del mayor.

Los dos entraron y subieron por el ascensor. Llegaron hasta el tercer piso y caminaron hasta el departamento 212. El edificio se veía muy bien cuidado y nada barato. Era uno de los mejores en "la mini-ciudad".

Yoongi tecleó su contraseña pero recordó un detalle asique volvió a cerrarla.

- Jennie. -la llamó con su cabeza. -Esta es la contraseña.

Anotó de nuevo la fecha de su cumpleaños y abrió la puerta por fin, dejandola pasar primero.

- ¿Por-por qué me la mostraste? -preguntó sorprendida.

- Puede que algun dia necesites escapar y sabes bien que mi casa siempre sera tu refugio a partir de ahora... quiero que la sepas, ahora que eres mi novia, puede que algun dia no este aquí y tu necesites un lugar donde quedarte.

La castaña mordió su cachete interior y trató de ocultar su sonrojo pero no pudo. Se sentía avergonzada pero también cuidada y no sabía como mostrarse frente a el.

- Yo... yo... uh...

- No digas nada. -besó su frente haciendo que ella cerrara sus ojos. -Vamos a almorzar.

Los dos caminaron juntos hasta el living-comedor donde él le quitó su abrigo y lo puso en el perchero. Jennie inspeccionó el departamento de forma rapida. El comedor era abierto y estaba al lado del living, sofá, un librero, una enorme television y mas muebles con libros. Muy sofisticado por cierto.

La cocina era separada del comedor por una barra desayunadora, una linda isla de granito y una amplía mesada con alacenas que ocupaban toda la pared.

A Jennie le gustó mucho el lugar y solo habia visto la mitad. Sintió unas manos que la abrazaban fuerte por la cintura y la barbilla de Yoongi apoyada en su cabeza.

- ¿Te gusta mi casa?

- Si, es muy linda. -se dio vuelta para sonreír y derretir el corazón de Yoongi.

- Ven, vamos a almorzar.

Ambos llegaron a la cocina y ella se dio cuenta que los platos ya estaban puestos.

- Pronto estará, lo puse a fuego lento para poder ir a buscarte. -ella asintió y se quedo parada algo rigida al lado de la mesa.

- ¿Por qué no te sientas? -rió un poco.

- Porqué... no me... diste permiso...

Sus risas pararon y su rostro se volvió serio. En serio, cada dia odiaba mas al hijo de puta de su padrastro. Era obvio que Jennie estaba muy traumada por sus tratos abusivos.

- Jennie, siéntate.

- Si señor. -contestó rapido mientras se sentaba y bajaba la mirada, sumisa.

El pelinegro suavizo su mirada y se arrepintió por ser tan brusco. Estaba enojado con Jisung y terminó hablandole mal sin darse cuenta.

Se acercó y se agachó, mirandola desde abajo y tomando sus manos.

- Hey, mirame. -ella le hizo caso instantáneamente. -Lamento haberlo dicho asi, es que la situacion con tu... padrastro me pone furioso. No tienes porque bajar tu mirada o contestar asi, no eres una sirvienta Jennie. -acarició sus mejillas. -Quiero que cada vez que estes en esta casa, hagas lo que quieras, digas lo que quieras, comas lo que quieras, toques lo que quieras, ¿si?

- N-no lo se... se-señor...

- Oye. -la miró directo a sus ojos. - ¿Que dijimos de esa palabra? ¿Tan viejo soy?

- ¡N-no! ¡No, no lo es! ¡Es muy joven!

Yoongi sonrió y besó su nariz.

- Somos una pareja ahora, deja de hablarme asi. Somos iguales, eres mi novia y puedes llamarme como quieras ¿lo recuerdas?

- S-si...

- Yah, deja de tartamudear y dime oppa.

Jennie hizo un tierno eyesmile y besó la mejilla izquierda de su novio.

- Oppa.

- Puedes venir cuando quieras y hacer lo que quieras, ¿está claro? La casa de oppa es tu casa.

- Esta bien...

- ¿Te gustan las papas fritas?

- ¡Si! -su sonrisa se agrandó.

- ¿Quieres ayudarme a terminar el almuerzo?

- ¡Si, si! ¡Por supuesto!

- ¿Por supuesto...?

- Por supuesto, oppa.

🎹

- No se como te gusta.

- Uh, cómo esté...

- Jennie. -suspiró. -Creí que habia quedado claro, debes dejar de tener miedo aquí. No me enojare contigo, de verdad. -la chica bajó su cabeza de nuevo y Yoongi, levantando su barbilla hizo que lo mirara. -Estoy tratando de consentirte. ¿Puedes al menos decirme cómo te gusta tu café?

- Con leche. -dijo bajito.

- ¿Cuánta?

- La que quieras.

El mayor chasqueó su lengua y negó.

- No es como yo quiera, es como a tí te guste. Te dije que mi casa era tu casa, ¿no es así? -la chica asintió finalmente.

- Más leche que café...

- ¿Como un latte?

- Si.

- Ya vuelvo. -acarició su cabeza y caminó hasta la cocina para preparar su bebida. Un café a media tarde era ideal para acurrucarse en el sofá y poder conversar mas.

Le había sacado bastante informacion. Sabía que le gustaba el color negro, los perros pequeños pero Jisung no la dejaba tenerlos, era muy mala con la tecnologia ya que no podía usarla libremente y hacia mucho no miraba la televisión. Tenia años de no mirar una película.

En resumen... no tenía la vida de una adolescente normal.

Volvió con el latte y su café amargo para poder sentarse juntos en el mullido sillon frente al televisor.

- Oh, cierto. Queria preguntarte algo.

- ¿Si?

- ¿No te gusta usar Kakaotalk? Es mas comodo que los mensajes de texto. A no ser que de verdad no te guste la aplicacion.

- ¿Que es Kakaotalk? -movió su cabeza al costado como perrito dandole ternura a Yoongi.

- Es... una aplicacion de mensajería, debes descargarla en la tienda.

- ¿Queda lejos?

El pelinegro no aguantó con la ternura y la risa asique largó una de sus tipicas carcajadas silenciosas que mostraban su brillante sonrisa. A Jennie le encantó, era la primera vez que lo veía reír asi.

- No, no. -se secó las lagrimas. -La descargas en tu celular, como Spotify y las demas aplicaciones que descargaste.

- Oh, no hice eso.

- ¿No?

- No, solo tengo la que pusiste para mi.

Yoongi se dio cuenta el grado de ignorancia que tenia Jennie hacia la tecnología y las redes. No la culpaba, recordó que era por culpa de Jisung y se enojó consigo mismo por reírse cuando el trasfondo era grave.

- La descargaré para ti.

Jennie le dió su telefono y 2 minutos despues ya tenia Kakaotalk en su iPhone. Yoongi le enseñó como usarlo y Jennie, por supuesto, aprendió rapido. De todos modos, era su unico contacto.

- ¿Me pusiste Min Yoongi?

- Eh... si.

- No es para nada romántico.

- Oh, lo siento. -se sintió mal y le volvió a dar el teléfono.

- Bien, no se si poner un nombre mas romántico o con swag, ¿tu que dices?

- ¿Que es swag?

- Por Dios, tu y yo tendremos una larga charla.

🎹

- Quería enseñarte algo antes de que te vayas.

- Claro. -los dos se levantaron del sofá luego de ver una muy interesante película sobre un loco que comía personas y Yoongi le tendió su mano para que la siguiera. Con gusto lo hizo y caminaron hasta el pequeño pasillo.

- Debí mostrarte el resto del departamento antes, lo siento.

- No hay problema.

- Allí es el baño. -señaló. -Esta es mi habitación. -apuntó y éste es mi santuario.

Abrió una de las puertas y Jennie pudo apreciar un calido y comodo estudio de musica. Habia pantallas, teclados, bocinas, libros y demas en ese pequeño pero comodo lugar.

- Vaya...

- Aquí paso la mayoría del tiempo cuando no trabajo.

- Me gusta. Es... calido.

Todos los colores eran terrosos y la biblioteca llena de libros y probablemente partituras le daba un toque pintoresco y hogareño.

Pudo observar todos los teclados de musica, las pantallas planas y los enormes parlantes arriba de éstas. De seguro valían una fortuna.

- Sientate. -ella obedeció y se sentó en la comoda, grande y mullida silla de escritorio. Era enorme y Jennie se veía pequeñita allí.

- ¿Compones tambien?

- Claro, es uno de mis hobbies, aunque espero que algun dia se vuelva mi trabajo.

- ¿Como un... uh... como se dice...?

- Productor. -rió. -Si, me encantaría trabajar en una gran empresa de musica.

- ¿Por qué viniste aquí si en Seúl tenias mas... oportunidades? -intrigada preguntó.

- Quería juntar un poco de dinero antes para poder vivir bien. No es seguro que cuando vuelva me acepten en cualquier empresa, de seguro será una larga busqueda y no me rendire hasta conseguirlo. Por eso, debo tener un respaldo para poder mantenerme.

- Suena logico.

- Lo es. -acarició sus cabello y ella cerró los ojos del gusto. - ¿Y tú?

- ¿Yo?

- ¿A donde te gustaría ir?

- Bueno... he pensado en irme, es lo que mas quiero pero... no se si será posible.

- Independientemente de lo que pase, ¿a donde te gustaría escapar?

- A Seúl. -se sonrojó. -Es la ciudad mas grande y habitada. Nadie me conocería, sería solo una mas del montón.

- No eres una mas del montón.

- No ahora. -suspiró.

- Claro que no, yo puse mis ojos en ti desde que te conocí.

Jennie se sorprendió y boqueó como un pececito fuera del agua. Yoongi aprovechó para besar su boca con cariño y se tomó su tiempo mientras acariciaba sus cachetes con sus pulgares.

- ¿Es en serio? -preguntó agitada por el beso.

- Claro que sí. No te mentiría nunca.

La menor mordió sus labios y se acercó de nuevo, él creyó que lo iba a besar pero se sorprendió cuando sus narices se frotaron de un lado a otro.

Tierna.

- ¿Te gustaría escuchar una de mis canciones?

El rostro de Jennie se iluminó y asintió repetidamente.

Él agarró el mouse e hizo doble click en una de sus carpetas. Dio play y Jennie se deleitó con el ritmo de la cancion.

- ¿Te gusta? -preguntó

- Mucho, es... tranquila pero tiene un lindo ritmo. Nunca habia escuchado algo asi, eh... se que no escucho musica con frecuencia pero esto es genial. -se dio vuelta para verlo desde abajo y le sonrió como una niña pequeña.

- Me alegra que te guste.

Continuaron escuchando un par de borradores que tenía el mayor en su computadora hasta que dejó de entrar luz solar por la ventana.

- Ya son las 7 de la tarde.

- Si. -puchereó triste y él apretó sus cachetitos.

- No te preocupes, nos volveremos a ver... todos los dias.

- En la escuela. -frunció el ceño. -Yoongi.

- Oppa.

- Yoongi oppa. -llamó con vergüenza. -¿Por qué?

- ¿Por qué que?

- ¿Por qué yo?

Se miraron fijo hasta que Yoongi suspiró.

- ¿Y por qué no?

- No tengo nada especial. No destaco, no soy inteligente y mucho menos linda... solo estoy allí.

- ¿Quién te dijo eso?

- ¿Eh?

- ¿Quién te dijo eso y por qué le creiste? -su mirada se enfureció y Jennie se estremeció un poco. ¿Asi era Yoongi enojado? -Si no quieres decirmelo esta bien pero se que fue el idiota de su padrastro. -se mordió el labio. -No puedes creer en esas cosas. ¿Que no eres inteligente? Tienes el mejor promedio de tu clase. ¿Que no eres bonita? Eres la chica mas hermosa que he visto y dejame decirte... soy mas viejo que tú y he conocido mucha gente.

- ¡No eres viejo! -se sobresaltó.

- Y tú no eres lo que acabas de decir. Eres preciosa Jennie y muy especial, tal vez no para ti, ni para el imbecil de Jisung pero lo eres para mi. Y si nadie puede apreciar lo bella que eres pues bien, mejor. Mas para mi.

Aturdida por la repentina muestra de cariño, puchereó de nuevo y se lanzó desde su silla hasta la de su novio.

- Gracias. -dijo en su cuello pero él negó y la separó.

- No me agradezcas, no es caridad. Es... cariño puro. De verdad te... te apreció Jennie y quiero verte sonreír mas seguido.

Ella sonrió contenta y aceptó los dulces halagos que Yoongi le profesó durante la siguiente media hora hasta que tuvieron que separarse para que Jennie volviera a su casa.

Como era de noche, estacionó el auto a media cuadra y bajó las luces. Lo dejó en marcha e hizo un tierno puchero cuando su novia se sacó el cinturon de seguridad.

- Dijiste que nos veríamos en la escuela.

- Lo sé, es solo que no me gusta que vuelvas allí.

Ella solo se encogió de hombros pero besó su mejilla.

- Estaré bien.

- Hay muchos autos allí.

- Oh, son sus amigos del cuartel. Algunos sabados vienen.

- ¿Segura que...?

- Segurísima. Siempre me dice que me encierre en mi cuarto cuando estan ellos, si algo pasa prometo decirtelo por Kakatalk.

- Kakaotalk. -rió.

- Es lo mismo. -rodó los ojos con confianza y él la atrajó con su mano para besarla de forma tierna.

Dejó varios besitos en su rostro y uno ultimo y cortito en sus labios hinchados.

- Ve con cuidado.

- Adios, oppa. -se sonrieron y ella caminó hasta su casa.

Yoongi no pudo evitarlo. Se quedó al menos media hora estacionado a media cuadra de la casa de su novia con el celular en mano.

Cuando vio que una de las luces del costado se apagaron, volvió a conducir un poco mas tranquilo hasta su casa. Justo en el semaforo, su telefono vibró.

Estuvo dispuesto a dar vuelta y a pisar el acelerador pero el mensaje solo lo hizo reír.

Kakaotalk (1)
Jennie (2)

Jennie:
Se que estuviste esperando
afuera. Estoy bien, no te
preocupes por nada.

Gracias por todo, la pasé
muy bien contigo.

Me:

Jennie:
¿Como haces éso?

Yoongi volvió a reir y le enseñó a su novia como mandar emojis por Kakaotalk.

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