Capítulo 53
Terminaste de escribir y dejaste el bolígrafo a un lado, al bostezar cubriste tu boca con tu mano.
—Últimamente te ves algo cansada, ________-chan —comentó una de tus amigas.
—¿Has estado durmiendo bien? —preguntó otra.
Shinobu iba llegando en el momento en que te cuestionaron, así que mientras dejaba sus bebidas sobre la mesa, ella esperó tu respuesta para poder hacerte burla después.
—He estado viendo algunas cosas para mi boda, así que... Entre la tarea de la universidad, mi trabajo y los preparativos ya casi no me queda tiempo para nada.
—Hace poco cumpliste 20 años, ¿no eres muy joven aún?
—Cuando el amor toca la puerta, llega para quedarse ~ —una risita se escapó de la boca de Kocho.
—Ah, qué envidia —exclamó una de ellas. —Quiero una historia de amor tan bonita como la tuya, pero con alguien de mi edad... ¡Oye!
—No lo digas de esa manera, suena feo —la otra chica le dio un leve empujón.
—No, para nada —reíste.
—________-chan se siente realmente cómoda con ustedes, antes era una tortura siquiera hablar sobre él; ya que a la mayoría les gustaba demasiado.
Las dos chicas esbozaron una sonrisa al escuchar esas palabras, se inclinaron hacia ti y cada una tomó una de tus manos por encima de la mesa, te ruborizaste debido a tan repentina acción; Shinobu no dijo nada especial para que se pusieran felices o alegres, por ende también se te hizo raro tal acción. Aunque por más raro que se te haya hecho tú eres quien se siente afortunada de haber encontrado nuevas buenas amigas.
—¡Nosotras estamos agradecidas de conocerte! —confesó una.
—¡Eres una gran chica!
Sus palabras solo lograron que tu rostro se caliente más, tragaste saliva, de verdad se nota que son hermanas mientras se complementan entre sí. Te soltaron con suavidad.
—¡Tu prometido es atractivo, pero no es nuestro estilo o alguien que nos pueda llegar a gustar! —informó.
—Vaya, que honestas —la de puntas moradas rió.
—¡Es que ahora sí no hay otra manera de decirlo! Rengoku-san es guapo, pero muy masculino y maduro.
La chica del broche de mariposa y tú se empezaron a carcajear, las dos jóvenes frente a ustedes no entendieron el porqué de su acción, creyeron haber dicho algo malo o gracioso; negaste limpiando una lágrima que salió de uno de tus ojos, tus labios se curvaron formando una gran sonrisa en tu rostro. Es probable que sea porque las llevas conociendo casi un año, pero en todo este tiempo te han demostrado lo buenas chicas que son, siendo respetuosas cuando te llegaron a ver con Kyojuro, incluso le hablaron de una manera demasiado formal; ahora bien, crees que eso fue por la diferencia de edad, aunque una vez te vieron junto a Himaru, a él sí lo halagaron e incluso pidieron su número.
—¡Muchas gracias, chicas! Las quiero un montón.
Luego de pasar un lindo momento con tus amigas, regresaste a casa para descansar, Rengoku te recibió con un gran abrazo y una cena; Waka también se alegró de verte.
Tuviste que esperar un par de semanas más para salir de vacaciones, vas a aprovechar todo este tiempo para poder arreglar todos los preparativos junto a tu prometido, así también podrán platicar sobre uno que otro detalle.
Hoy es martes, estás en la sala escribiéndole un mensaje a Kusa, una de tus amigas. El rubio se sentó a tu lado y dejó un beso en tu mejilla derecha, volteaste a verlo, él aprovechó el momento para darte un besito en los labios; no pudiste evitar sonreír. Dejando de lado el celular pusiste atención en tu pareja, tomó tu mano y acarició el dorso con las yemas de su pulgar, se está comportando algo misterioso y lo puedes notar por la expresión que tiene en su rostro; esa miradita ocultando algo, el brillo en sus ojos y la manera en que está sonriendo.
—¿Qué sucede? —preguntó rompiendo el silencio entre los dos.
—¿Qué ocultas? —interrogaste.
Una risita juguetona salió de su boca.
—¡Adivina! ~
Levantó tu mano entrelazando sus dedos con los tuyos, sabes que es algo relacionado a los dos, sin embargo, no se te ocurre nada debido a las evidentes pistas que te está dando.
—Eres cruel, Kyo —hiciste un puchero.
Volvió a reír revolviendo tu cabello, su mano bajó hacia tu otra mano y la tomó.
—Ya tenemos los anillos, ayer fui con Uzui a comprarlos, ¡son verdaderamente hermosos! Sabía que su buen gusto serviría en esta ocasión, ¡a ti también te encantarán!
—¿De verdad? —tu entusiasmo se hizo notar. —¡A ver, a ver, a ver!
—Por ahora tendrás que esperar, dulzura, quiero que sea una sorpresa para que de verdad te alegres.
—¡Eso es cruel! —te quejaste.
Negó cerrando los ojos, te soltó y rodeándote con sus brazos te apretó con cariño, correspondiste el abrazo.
—Para nada, de esa manera te vas a emocionar más... ¡De verdad quiero ver tus ojos deslumbrantes de emoción! Estoy impaciente por verte en un hermoso vestido que se ajuste a tu figura. ~
Exclamó, tus mejillas se ruborizaron, el rubio se alejó un poco para poderte ver a la cara, su rostro se acercó poco a poco, y en cuestión de segundos sus labios se posaron sobre los tuyos, ejerciendo una leve presión; lo tomaste de los hombros acercándote más para profundizar el beso. Al alejarse dejó toda tu cara llena de besos, te dio cosquillas causando que te rieras.
—También quería preguntar otra cosa —mencionó deteniéndose.
—¿Qué es?
—Tengen quiere saber cuándo irán a ver tu vestido, ¿por qué no aprovechas que estás libre esta semana? Elige algo bonito y que te guste, ¡no te preocupes por lo demás!
—De verdad estás emocionado, ¿cierto? —preguntaste acariciando su rostro. —¡Pues...! Le mandaré un mensaje, es seguro que vayamos mañana.
—Bueno, es porque... Esto no representa todo nuestro amor, pero me siento bendecido de tenerte conmigo y que hayas aceptado la boda desde el primer momento. Unir mi vida contigo, ser uno contigo... ¡Siempre seré sólo tuyo!
Usó un tono suave, algo delicado y volvió a entrelazar los dedos de su mano con los tuyos, sus palabras subieron tu nivel de alegría más allá de lo posible, no solo te sientes como alguien suertuda; tener a un hombre como Kyojuro a tu lado es algo que muchas desean, y ahora que lo tienes con una relación bellísima en su totalidad, de verdad te sientes realizada; fácilmente podrías morir mañana y lo harías feliz de haber conocido a tu prometido. Te quedaste en silencio durante unos segundos, el mayor dejó libre tu mano, le diste un fuerte abrazo haciendo que él cayera acostado al sillón y tú encima suyo, colocó sus dos manos en tu espalda sujetándote; levantaste la cabeza, tus ojos fueron a dar directo a los de él.
—¡También te amo demasiado! —soltaste. —Siempre eres quien dice cosas lindas y así de bonitas...
Volviste a bajar la mirada, escondiendo tu cara en su pecho. Tus manos fueron hacia sus hombros.
—Dices que estás agradecido de conocerme, pero... Yo soy quien debería de agradecerte todo, Kyo. Eres un gran pilar en mi vida, lo fuiste y lo sigues siendo, eres alguien con una personalidad preciosa, mi tesoro...
Una sonrisa involuntaria se formó en los labios del mayor, no se lo esperaba, pero lograste avergonzarlo, siente su rostro caliente y agradece que no lo estés viendo porque es probable que se le note demasiado cuando tu confesión lo puso nervioso. Empezó a darte caricias en el cabello mientras te sujeta cerca de él.
—Sólo tuyo —afirmó poco después.
—¡También soy sólo tuya! —levantaste un poco la cabeza para mirarlo.
—Así es y te cuidaré como lo que eres.
—¿Cómo?
—Mi vida —respondió.
Tragaste saliva, te acomodaste sin quitarte de encima y lo besaste, mordiste sus labios con suavidad, tu lengua recorrió su labio inferior hasta encontrarse con la de él. Rengoku metió una de sus manos por debajo de tu camisa con la intención de quitarte el sujetador, pero cuando estaba por tocarlo, un ladrido los interrumpió. Tomaron distancia, los dos voltearon a ver a su mascota, un suspiro salió de sus bocas.
—¿Quieres ir a dar un paseo? —preguntaste quitándote de encima.
—No queda de otra —respondió riendo.
—A veces eres malo, Waka —te agachaste para acariciar al perro, te ladró.
Disfrutaste pasando tiempo de calidad con tu mascota y tu prometido el resto del día.
En la noche le mandaste mensaje a Uzui para hablar sobre el vestido, también preguntaste si se encontraría disponible al día siguiente, respondió tan rápido que parecía estar atento a tu chat; te dijo que pasaría por ti, luego de eso le avisaste a Shinobu y aceptó también verte en el departamento. Esa noche casi se te hace difícil dormir, fue gracias a las suaves caricias de tu pareja y a la canción que te cantó que pudiste conciliar el sueño con rapidez, dormir en sus brazos y junto a la calidez de su cuerpo funcionó como un somnífero efectivo.
Al día siguiente te cambiaste para ir junto a tus dos amigos, Tengen y Kocho llegaron juntos, Kyojuro los saludó, se acercó a darte un beso antes de que te fueras y luego saliste junto a los dos.
—¡Bien!, ¿ideas? —cuestionó el peliblanco mirándote.
Negaste.
—Típico de ti —la de puntas moradas rió.
Continuaron caminando hacia la tienda de vestidos, Uzui no dejaba de hacerte preguntas a las cuales no podías responder correctamente.
—Buenos días, bienvenidos —saludó una empleada cuando entraron a la tienda. —¿Hay algún modelo que tenga en mente o está buscando algo en específico?
—Eh... No —dudaste.
—¿Qué te parece uno estilo de princesa? Tienes buen cuerpo así que... ¡Auch, Shinobu!
Lo pellizcó.
—Me encanta tu sensatez al hablar de la novia de tu mejor amigo, Uzui-san —le sonrió.
Que aterradora, la joven que los está atendiendo no sabe cómo reaccionar.
—A lo que me refiero es que si elige un vestido corte de princesa le quedará bien y será extravagante a la vez —se acercó a ti. —Podrías usar un escote en forma de "v" y si no te sientes cómoda, algo menos revelador. Algo con encaje y que brille te vendría bien, incluso podría tener mangas bajas dejando ver tus hombros.
—¿Entonces desean ver vestidos así?
La mujer les preguntó teniendo que guardar la calma, se supone que ella debía ser quien recomendara las cosas de ese estilo, pero la reluciente presencia de Tengen la está opacando en su propio trabajo. Tu amiga respondió de manera afirmativa hacia la pregunta de la joven, ella los llevó hacia un lugar donde habían vestidos voluminosos, brillantes y muy bonitos. Tragaste saliva, de un momento a otro tus nervios subieron, es sólo que te imaginaste caminando hacia al altar al lado de Kyojuro; es hasta probable que te pusiste roja. Sentiste la mano de Shinobu en la tuya, Uzui se adelantó para ver los vestidos e hizo que la empleada se los mostrara, también pusiste atención a lo que veía y elegía; tus ojos se detuvieron en un vestido que tomó acercándose para enseñartelo.
—¿Te parece bien este? —cuestionó.
Tiene un escote considerable, también se sujeta por tirantes, el pecho está cubierto de bordado de flores el cual llega hasta la cintura y de ahí cae una tela con más bordado recubriendo la parte inferior del vestido. Los hombros están descubiertos como él recomendó, tiene mangas que se ajustan a tu muñeca, sin embargo no están unidas al vestido. Te quedaste callada considerándolo, es realmente hermoso.
—¡Me lo probaré! —exclamaste.
—Sígame al vestidor.
—Quédate aquí —le dijo la azabache al de ojos fucsia, él rió.
Caminaste al vestidor siguiendo a la mujer, ella colgó el vestido y te dejó sola para que pudieras cambiarte. Tomando asiento comenzaste a desnudarte, dejaste tu ropa a un lado para después tomar el vestido; no está tan esponjoso como para que necesites ayuda, adentro se siente cómodo y se ve bonito; volteaste al espejo, viste tu reflejo mientras colocas al mangas en tus brazos, un suspiro salió de tu boca; de verdad te ves linda. «Quiero escuchar los halagos de Kyojuro cuando me vea así...» pensaste ocultando tu rostro con tus manos, una risita salió de tu boca al imaginar todas las cosas que te dirá, tragaste saliva volviendo a la realidad; te diste un par de palmadas en las mejillas y saliste para saber la opinión de los otros dos.
—¡Te ves fantástica! —exclamó Shinobu.
—Agradécemelo a mí —el mejor amigo de tu novio se cruzó de brazos.
—¿Cómo fue que supiste que se vería bien? —interrogaste con curiosidad.
—Soy un artista, considera a los artistas como personas que saben un poco de todo para crear armonía en sus obras —respondió con orgullo.
—Le queda un poco grande, pero si nos permite tomar sus medidas lo arreglaremos, es cosa de nada así que será fácil —comentó la encargada de atenderlos.
—¡Por favor!
—¿Entonces ahora sí me dejas hacerle una despedida de soltero a Kyojuro?
Era plan con maña, lo sabías perfectamente. Una risita se escapó de tu boca.
—Como gustes —respondiste para después volver al vestidor.
Claro que Uzui no iba a desaprovechar una oportunidad así, en cuanto aceptaste puso su plan en marcha para hacerle una fiesta a Rengoku.
A pesar de eso, no todo salió como esperaba.
Pasaron un par de semanas más, en unos días te entregarán el vestido y en tres semanas más por fin será tu boda. Kyojuro y tú lo hablaron ese día que regresaste de la boutique, preguntó si querías tener luna de miel o simplemente un fin de semana especial, saliendo de la ciudad para hospedarse en un ryokan y así estar solo los dos. Elegiste la segunda opción, una "luna de miel" demasiado exótica no te viene bien, aparte sigues estudiando; la universidad consume más de tu tiempo y hacer un viaje digno de una luna de miel típica, no puede entrar en tu horario. Fue Rengoku quien sugirió lo del ryokan con un onsen privado para los dos, la idea te pareció espléndida ya que el lugar no queda tan lejos y sólo será el fin de semana, así que ese fue su acuerdo.
Ahora te encuentras viendo películas junto con Shinobu y tus otras dos amigas, mientras Kanae y Hana platican. Están pasando una noche tranquila de chicas, por otro lado...
Tengen está intentando hacer que el rubio tome más, aceptó amablemente los primeros tragos para no ser grosero, sin embargo ya siente que el alcohol está haciendo efecto y no quiere continuar. Básicamente casi todos en el lugar están borrachos y medio cuerdos, el de puntas rojas aún puede mantenerse algo consciente ya que Tomioka también lo está cuidando.
—¡Eres una escoria aburrida, Giyu! —Sanemi le gritó al azabache.
—¡Oye Sanemi! —esta vez le gritó Uzui. —No le digas así al mejor amigo de mi hermano o te golpearé... ¡Yo por Tomioka, eh!
—¿Cómo fue que aceptaste esto? —cuestionó al rubio.
Kyojuro rió.
—Me dijo que sólo íbamos a convivir normal.
—Por lo menos no trajo pros...
—¿Quién te crees que soy, Giyu? Podré ser un imbécil, pero respeto la relación de Rengoku, yo realmente esperaba verlo crecer y por fin casarse... Era difícil que consiguiera una chica y aunque él se esforzaba y daba todo de sí, terminaban a los meses...
Fingió llorar.
—Es por eso que me siento orgulloso de que su relación sea extravagante, ¿quién diría que terminaría encontrando el amor con una de sus ex alumnas?
—Suena feo si lo dices así —el ojiazul frunció el ceño.
—Shhhh... Por cierto, ¿cómo fue que se enamoraron?, ¿hacían algo más que estudiar o...?
El azabache golpeó a Uzui para que se callara.
—Fue casi a finales de segundo año donde comencé a mentir para pasar más tiempo con ella —respondió.
—¡Hombre! Si lo dices así, eso sí suena feo —Uzui rió.
—También le di mi número primero, le robe un beso y... Aún así ella fue quien se me declaró primero. Pensar que le dejé de hablar durante las vacaciones para entrar a tercero —se recostó sobre sus brazos.
—¡Nunca habías contado la historia bien! —exclamó Uzui. —Espera... ¡Lo recuerdo! Esa vez que salimos todos juntos, cuando Tomioka dijo que se pensaría lo de salir con una de tercero, te referías a ________, ¿verdad?
Todo el rostro del rubio se pintó de rojo, sintió como el de orbes azules comenzó a darle palmaditas en la espalda.
—Era cuando le había dejado de hablar, fue porque después de que le robé el beso ella se puso demasiado nerviosa —suspiró. —¿Por qué tiene que ser tan tierna? Es demasiado linda...
—Debió de ser difícil en ese momento —Giyu habló esta vez.
—¡Lo fue!
Levantó la mirada dándole un trago a su bebida, respiró profundo.
—Un día antes de su cumpleaños llegó tarde a clase, su uniforme estaba mojado y para colmo mis alumnos querían debatir sobre el amor. Al parecer _________ escuchó, frente a todos dijo que si yo quería podía salir con ella... ¿Saben lo difícil que fue no hacer nada sospechoso? Estaba completamente avergonzado, decir esas cosas sin pensar en las consecuencias...
Suspiró.
—Oh, ¿pero qué fue lo que te gustó de ella? Es hermosa, eso lo entiendo, pero las demás mujeres que te presenté también lo eran.
—De seguro fue porque tú no se la presentaste —respondió el azabache.
Kyojuro comenzó a reír.
—¡Eso mismo! Pero también era muy linda cuando estudiábamos, me refiero a su personalidad, es una gran mujer. Le propuse mantenerla, ¿saben? Lleva trabajando desde segundo año y ahora que está en la universidad continúa rechazando mi propuesta. Las mujeres que tú me presentaste, Tengen, eran realmente interesadas.
—Era para que mejoraras tu instinto —se excusó.
Se escuchó un ruido en otra habitación, Uzui tuvo que ir a revisar, no vaya a ser una de las pinturas en las que había estado trabajando últimamente y si, sí era eso, se iba a enojar por completo con los demás. Dejó a sus amigos para irse.
—¿Quieres que te lleve a casa? —preguntó el azabache.
—¡Está bien! Ella no está en casa, se quedó con sus amigas y Kanae por eso acepté venir aquí. ¿Quieres jugar shōgi?
—¿Shōgi?
—¡Sí! Estoy seguro de que Tengen lo guardó en algún lado.
Rengoku tuvo que conseguir permiso para que lo dejaran faltar jueves y viernes, tú sólo vas a necesitar un justificante para esos dos días, Shinobu dijo que lo conseguirá. Hoy es jueves, son las 2 de la tarde, estás en casa de las hermanas Kocho, arreglándote para después poder ir al jardín que rentaron para el evento. Tus manos están sudando de los nervios, Kanae tomó tu cabello para hacer un peinado lindo, hizo un par de trenzas y las amarró junto con tu demás cabello; tomó un listón e hizo un moño, lo colocó adornando tu cabello.
—Eres tan linda que dudo que el maquillaje te haga justicia —una risita se escapó de la boca de Shinobu.
—Vamos a ponerte algo que se vea natural, ¿te sientes nerviosa?
—Sólo un poco... Nunca imaginé este momento y aquí estoy.
—No dudo que Rengoku-san se encuentre igual o más nervioso que tú.
—No creo que Kyo esté nervioso...
Para nada, él lo está incluso más que tú.
Aún falta un tiempo para que comience la ceremonia, él quiso llegar con antelación para revisar que todo esté bien, Uzui le acompañó, es sólo que no puede con su entusiasmo tan exhaustivo. Es la sexta vez que dan una vuelta por todo el lugar, esto acabó por completo con la paciencia de Tengen, detuvo a su amigo y tomó el botonier; luego de mucho tiempo por fin pudo acomodarlo en su traje. Kyojuro suspiró, respiró profundo al darse cuenta de que estar tan exaltado sólo iba en su contra.
—Acomoda tu pañuelo —el peliblanco se cruzó de brazos. —Si _________ llega a verte así de nervioso ella se pondrá igual o peor, sé que estás emocionado, pero guarda la calma para que ella pueda estar cómoda.
—¡Tienes mucha razón! —exclamó.
Acomodó su pañuelo como dijo su amigo.
—Incluso me hiciste venir más temprano, estás ansioso por verla en ese vestido, ¿verdad?
—¡Creo que se verá realmente hermosa!... Estoy seguro que me será difícil apartar la mirada de ella.
—Eres todo un adulto y estás igual de nervioso que un niño.
Uzui se burló mientras le daba unas palmadas suaves en la cabeza del rubio. Rengoku cerró los ojos exhalando, frunció el ceño al pensar bien en las palabras de su acompañante; no debe tener demasiados motivos para ponerse nervioso, dejando de lado el hecho de verte, le preocupa que algo salga mal, son pensamientos intrusivos está claro, pero, después de tanto por fin puede disfrutar de este momento; ya no será una broma, ya no será un juego, hoy tu anhelo desde hace 3 años por fin podrá cumplirse, disfrutar de una vida a tu lado.
—Mantener la calma, lo entiendo.
—Aunque si aún no te sientes lo suficientemente calmado, ¿por qué no la llamas y se lo cuentas?
—¿Eso no sería más contraproducente?
—Ah... Tomando en cuenta la probabilidad que hay de que ella también esté nerviosa, supongo que no. Quizás te alegre saber que no eres el único con ese sentimiento.
El de puntas rojas esbozó una sonrisa al escuchar las palabras de su amigo, se alejó mientras sacaba su celular del bolsillo de su pantalón. Tengen rió al darse cuenta de que Kyojuro en verdad va a seguir su consejo, pero por más estúpido que suene; de verdad parece una buena idea, ahora solo falta que respondas. Tomó asiento en una silla del lugar, no dejó de ver su celular esperando a que aceptes la llamada, tuvo que sonar 3 veces, pero lograste contestar a tiempo antes de que colgara. Tu prometido tragó saliva una vez escuchó tu voz, sus labios están levemente curvados con nervios, mordió su labio inferior buscando la manera en la que contarte que le sucede; habló rápido cuando por su cabeza pasó el pensamiento de que una llamada sin motivo o explicación previa pudiera preocuparte.
—Hola amor... Llamé sólo porque quería escuchar tu voz, estoy algo nervioso y creí que escucharte me calmaría —confesó en voz baja.
En cuanto a ti, esas palabras te sorprendieron, sonreíste. "Yo estaba igual, debo admitir que tu voz me gusta tanto que ahora estoy más tranquila, siempre es un placer escucharte y hablar contigo, Kyo". El rostro del rubio se puso rojo, se quedaron hablando un tiempo más; algunos minutos hasta que tuviste que colgar para terminar de prepararte.
El tiempo pasó, los invitados comenzaron a llegar y tú también. Caminaste junto a las hermanas Kocho hasta la entrada en el jardín, si antes estabas nerviosa por llegar, ahora lo estás por las miradas (nada malas) que están encima de ti. Susumaru se acercó saludándote y diciéndote lo bien que te ves, tomaste el brazo de Suma caminando juntos hacia el altar; el padre de Kyojuro dejó a su hijo en el mismo lugar. Se acomodaron, sus miradas se cruzaron y te regaló una sonrisita tímida, los dos voltearon hacia enfrente.
—Hoy nos encontramos aquí reunidos para unir en matrimonio al señor Kyojuro y la señorita __________. Ante todo, muchas felicidades por haber decidido dar un gran paso que supone unir sus vidas. En este feliz momento prueban ante sus seres queridos que ustedes dos han encontrado en el otro a esa persona que los completa y con la que merece la pena pasar el resto de sus días.
Todos están atentos a ustedes dos. "Estoy feliz de haber sido la primera en casarlos..." murmuró Shinobu haciendo que su hermana la mirara.
Tu prometido y tú se voltearon mirándose de frente, luego de firmar el documento, llegaron para entregarles los anillos y él tomó tu mano.
—Yo, Kyojuro Rengoku me entrego a ti como tu legítimo esposo, prometo amarte más allá de lo posible, siempre abrazarte con ternura, serte fiel y respetarte, mantendré encendida una llama de pasión en mi corazón para complacerte todos los días de mi vida.
Tragaste saliva intentando contener tus ganas de llorar, ¿por qué dice cosas tan bonitas? Te sientes agusto, estás feliz, pero no quieres arruinar el momento con lágrimas tan tontas, sin embargo es imposible aguantar con cosas lindas como estás. Colocó el anillo en tu mano.
—Yo, ______ ________ me entrego a ti como tu legítima esposa, prometo amarte y entregarte mi vida para disfrutar de nuestra felicidad juntos, te seré fiel incluso en las situaciones más adversas. Viviré en el calor de tu corazón y siempre lo llamaré hogar.
También tomaste su mano colocando el anillo en su dedo.
—Por el poder que me confiere la legislación, los declaro unidos en matrimonio. Puede besar a la novia —miró al rubio.
Aunque tú te adelantaste por un poquito, presionaste tus labios contra los suyos, una de sus manos fue a dar a tu cintura y la otra en tu nuca; se inclinó un poco moviendo sus labios con suavidad. Todos empezaron a aplaudir, abrazaste a Kyojuro con fuerza, escondiendo tu rostro en su pecho.
—Te ves muy guapo y hueles delicioso —murmuraste.
Una risita salió de su boca.
—Tú también te ves preciosa, dulzura —respondió. —Te amo.
El resto de la tarde se la pasaron festejando; comiendo y bailando algo lento, la mayoría tuvo que irse temprano pues, aunque mañana será viernes estarán ocupados con el trabajo o estudios. Cuando la celebración terminó, te cambiaste a algo más cómodo antes de volver a casa junto con tu ahora esposo, durante 5 horas no se separó de ti, se la pasó halagándote; murmurando elogios en tu oreja provocando que te ruborizaras, no dejaba de recordarte lo hermosa que eres para él. Al llegar a casa te acostaste en el sillón mientras el mayor va por sus maletas, miraste el anillo en tu mano y entendiste porqué Rengoku dijo que te gustarían tanto, no tuviste la oportunidad de emocionarte demasiado cuando te lo puso, pero ahora que todo es más calmado puedes entenderlo.
Las lágrimas se te acumularon en los ojos al ver el nombre de tu marido grabado y atrás las iniciales de los dos.
—¡Ahora toca descansar todo el fin de semana! —exclamó volviendo con dos maletas. —Me alegra que no necesitemos tantas cosas...
En cuanto lo viste te levantaste de golpe y corriste a abrazarlo.
—¡Te amo mucho, Kyo! —exclamaste.
—Me encanta cuando te pones cariñosa de repente —una risita se escapó de su boca mientras acaricia tu cabello. —Te amo más, _________.
—Quiero pasar una buena noche contigo...
El rostro de Kyojuro se calentó.
Eso no era precisamente a lo que te referías.
Llegaron al ryokan yendo directo a su habitación, lo primero que propusiste fue ir al onsen, Rengoku no pudo negarse al ver la emoción que tenías y también quería relajarse durante un rato; el día fue algo cansado. Los dos entraron al onsen y se sentaron.
—Esto es realmente relajante, ~ que bueno que consiguieras uno sólo para los dos.
—Después de la restauración de Meiji en 1868, las autoridades prohibieron los onsen mixtos, así que la única opción que queda son los onsen privados. ~
Tomaste su mano.
—Que alivio —suspiraste. —No me habría gustado estar sola, mucho menos después de hoy.
Tu mano se dirigió a su mejilla, lo acariciaste acercándote para luego rozar tus labios con los de él. Kyojuro se volteó y tomó tu rostro para besarte bien.
—Kyojuro... —lo miraste a los ojos una vez se separaron.
—¿Sí, amor?
—¡Si tenemos una niña quiero que se llame como tu mamá! —exclamaste entrelazando tus dedos con los de su mano.
Los ojos del rubio se abrieron más, alzó sus cejas su boca tomó una forma de "o" levemente abierta, no se esperaba para nada lo que dijiste, pese a que lo tomó por sorpresa esa expresión de inmediato cambió a una de felicidad; en su rostro se formó una sonrisa grande, el agua chapoteó cuando hizo un movimiento brusco y rápido para abrazarte.
—¡Cómo desees, bebé! Nada me haría más feliz que eso...
Se entusiasmó tanto que poco le importó tomarte entre sus brazos mientras los dos se encuentran desnudos, te ruborizaste.
—¿Podemos ir a comer? Quiero acostarme un poco también.
—¡Por supuesto!, ¡hagámoslo!
Al soltarte se levantó de repente, todo tu rostro se puso aún más rojo al verlo, desviaste la mirada mordiendo tu labio inferior. Tomaste la toalla para luego levantarte junto a él y enredarla en tu cuerpo, también le diste una para que se tapara, rió.
Después de comer pasó un rato para que durmieran, apenas tocaste el futón y te atrapó con sus brazos te quedaste dormida.
EL SIGUIENTE YA ES EL EPILOGO Y HASTA PRONTO EN ALGÚN OTRO LADO. ((๑ 丷๑)))
Muchas gracias por leer, espero les haya gustado, me esforcé un montón de verdad 😭🙏🏻❤
Hay algunas cosas que quiero decir y es que... Ya lo olvidé.
Pueden considerar esta parte como el verdadero final, les daré la libertad de considerar este el final (sí, si tienen hijos) o de plano quedarse con el epílogo. Nomás digo esto pq sí, no se preocupen XD
Escribir la boda es lo que más se me dificultó, nunca he estado en una y todas las que vi eran nmmms 😔🤙🏻 mezclé la religiosa con la civil XD
Sisisi, había espacio para lemon, pero lamentablemente no se hizo 😭
Gracias a aniexte por ayudarme hasta el final uwu
Vestido de referencia aquí jiji (chequen el comentario)
Unas últimas palabras de apreciación para la belleza de tremendo solecito, admiremos lo hermoso que se ve en el onsen y con un yukata. >\\\\\<
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