Capítulo 51

Los días de espera fueron una tortura, Kyojuro tuvo que aguantar las ganas de proponerte matrimonio en algún momento lindo que tuvieron, también casi descubres el anillo y eso lo asustó demasiado. Su discreción parecía haber desaparecido, eran más las miraditas que te daba o las palabras que decía; normales para los demás y con mucho significado para ti. Estaba que no aguantaba su emoción, hasta que el día por fin llegó.

Te fue difícil dormir la noche pasada, aunque tu novio se durmió en un instante sólo para que el tiempo se hiciera más rápido, quería despertar, verte, besarte y mirarte con orgullo mientras te entregan ese diploma. Por tu lado, no dejabas de dar vueltas en la cama, hubo un punto donde mejor decidiste levantarte e ir a escondidas a la sala para ponerte a ver la televisión hasta que te diera sueño. No hace falta mencionar que una vez que el rubio despertó, te encontró tendida en el sillón, abrazando uno de los cojines mientras usabas otro de almohada. Era demasiado temprano así que decidió ir por una cobija y cubrirte con ella, no te cargó hacia la cama porque no quería despertarte y que no pudieras volver a dormir, sólo de verte en el sofá pudo entender lo difícil que debió de haber sido para ti conciliar el sueño.

Te despertó cuando faltaba solo una hora para ir al colegio, lo demás es historia; lo único importante a mencionar es que hoy sí llegaron juntos a la escuela.

Caminaste hacia tu aula, un suspiro salió de tu boca, te sentaste en tu lugar y Yuu se acercó a ti para hablar.

—El tiempo pasó volando, ¿verdad? —volteaste a verlo.

—Demasiado rápido —una sonrisita nerviosa apareció en tu rostro.

Más de tus compañeros comenzaron a entrar, todos tomaron sus lugares y en seguida entró su tutor. No pudiste apartar tu mirada de él, no sólo por la manera en que está vestido, sino que se ve demasiado bien, pero también se ve radiante; rebosando de alegría que les contagió a los demás en cuanto lo observaron.

—Estos 3 años debieron de haber sido muy largos para ustedes, es probable que pasaran lento para algunos o más rápido para otros... ¡Hoy por fin lo lograron! —exclamó feliz.

Continuó diciendo palabras de apoyo.

—¡Como su tutor me siento feliz de haberlos tenido bajo mi cuidado! es probable que no nos volvamos a ver, así que sólo quiero pedirles una cosa —se aclaró la garganta. —¡Nunca se rindan sin importar qué suceda! Sigan su camino y luchen por sus metas hasta conseguir lo que desean, ¡todo es posible con esfuerzo!

Todos comenzaron a aplaudir, respiraste profundo sintiéndote afortunada en su totalidad, tener a un hombre como Kyojuro es un verdadero tesoro que se debe de cuidar. Luego de ese momento, Rengoku explicó cómo sería la ceremonia, pidió que salieran de forma ordenada hacia el auditorio, los siguió saliendo detrás de ustedes y fue el primero en entrar para tomar su lugar junto a los demás profesores. Tu amigo tomó asiento a un lado tuyo, no pueden estar cerca de Shinobu debido a que son de diferentes clases, pero tener la compañía de Yuu ya es mucho consuelo y comodidad para ti.

La ceremonia empezó, Kagaya, el director dio la bienvenida.

—Me siento alegre de verlos aquí reunidos, alumnos míos. Hoy es un día para celebrar, lograron avanzar en esta etapa de su vida para aspirar a ser algo mejor. Esta mañana nos reunimos para despedirnos de ustedes, y a la vez felicitarlos por el gran logro que consiguieron.

Tomaste la parte baja de tu falda y la apretaste con tus puños, tus nervios aumentan con cada palabra que escuchas de su parte. El evento comenzó hace un momento, pero sabes que aún faltan cosas por presentar y la entrega de diplomas va a tardar, aumentando aún más tu tortura.

Un rato después inició el momento que tanto esperabas. El director comenzó a llamar alumno tras alumno para entregarles su certificado y diploma, el grupo de Shinobu va antes que el tuyo, así que ella fue una de las primeras en pasar y apenas mirándola sentiste tus manos temblar, Yuu te dio unas palmaditas en la espalda al verte tan intranquila, si pudiera habría hecho una broma para intentar relajarte, pero no quiso hablar por temor a que alguien lo escuchara. Luego de que el último chico del grupo de tu amiga recibiera sus documentos, pasó tu primer compañera, agradeciste estar en medio para este tipo de cosas, aún tienes que prepararte mentalmente para estar ahí arriba y no te sientes lista.

El azabache se fue de tu lado, lo llamaron y se levantó, los latidos de tu corazón comenzaron a ir más rápido, al menos durante el minuto que estuvo contigo se sintió una eternidad.

Pasaron tres compañeros más y fue tu turno. Acomodaste tu uniforme antes de pararte, caminaste con un paso normal hacia donde se encuentran todos. Hiciste una reverencia hacia los profesores y luego a Kagaya, él sonrió, te leyó algunas cosas para luego darte las felicitaciones.

—Muchas gracias... —murmuraste tomando tus papeles.

Él sonrió, al darte la vuelta para regresar a tu asiento volteaste a ver a los profesores y tu mirada se cruzó con la de Kyojuro, sonrió; giraste la cabeza de inmediato mientras caminabas con la mirada baja y el rostro completamente rojo, no sabes que tan discreta fuiste o si todos se dieron cuenta de ello. Tomaste tu lugar al lado de Yuu, apoyando los codos en tus rodillas ocultaste tu rostro entre tus manos, el azabache empezó a darte palmaditas en la espalda para tranquilizarte, estás que te mueres de la vergüenza.

La ceremonia concluyó tiempo después, una vez salieron del auditorio, corriste hacia Shinobu al verla entre la multitud, la atrapaste en tus brazos.

—Estás muy emotiva a pesar de que nos seguiremos viendo, ________-chan —bromeó acariciando tu cabello.

—Está nerviosa —confesó tu amigo.

—Cállate Yuu —te quejaste en voz baja.

—Estás impaciente por lo que hará, ¿no? No sabes dónde está, y tampoco...

—Shinobu, no digas nada —la tomaste de los hombros mirándola a los ojos. —Estuve todo este año haciendo cosas con él y ahora siento pena...

La de puntas moradas rió, Yuu las miró a las dos sin entender de qué estaban hablando, suspiró rascándose la nuca. Iba a preguntar, pero se detuvo al ver que tu amiga te empujó se detuvo.

—¿Qué haces, Shino-? —ella le indicó que se callara.

A lo lejos se veía a Kyojuro platicando con un grupito de alumnos, Kocho te dijo que te le acercaras y preguntaras directamente qué pasó con la propuesta de matrimonio, mencionó que eso te daría la victoria a ti pues darás el primer paso; no querías hacerlo, pero ya era muy tarde cuando te había hecho caminar hacia tu novio. Te arrepentiste apenas diste algunos pasos, ibas a darte la vuelta, pero Tengen apareció a un lado tuyo.

—¿De dónde demonios saliste? —diste un brinquito hacia atrás.

—¡Estabas tan concentrada que no me viste! —rió. —¿Sabes? Me había ofrecido a conversar con el director para que lo dejara hablar en frente de todos con el micrófono y así poder pedirte matrimonio, pero dijo que no sería muy cómodo para ti, ¿eso te hubiera gustado, verdad? Así la mayoría habría dejado de perseguirlo, pero se negó.

—Por fortuna... —Uzui frunció el ceño.

—¿Cómo que tú no querías? —frunció el ceño. —Ven aquí.

Se puso detrás de ti haciendo que comenzaras a caminar delante de él, se detuvieron donde el rubio, quien volteó a verlos en cuanto se acercaron; los jóvenes con quienes se encontraba platicando también los miraron, tragaste saliva dándole un codazo a Uzui.

—Ya no vas a ser mi profesor, así que si sigues así olvídate de mi respeto —le murmuraste.

Tus palabras solo lo incitaron a cometer la mayor tontería en todo el tiempo que supo de tu relación con su amigo.

—Kyojuro, debe ser realmente importante lo que estás hablando con esos chicos para que dejes a tu novia sola después del logro que consiguió...

Dramatizó su queja colocando uno de sus brazos alrededor de tu hombro, mientras con su otra mano acaricia tu cabeza. Todo tu rostro se puso rojo, sólo reíste por los nervios.

—¿Novia de Rengoku-san? —cuestionó uno de ellos.

—¡Así es! Bastante extravagante, ¿no? —respondió. —Aunque claro, si estás ocupado bien puedo mantenerla entrete-...

—¡No hace falta, Uzui! Te lo agradezco mucho.

Respondió sonriendo, pero es una sonrisa como esas que pone Shinobu cuando está molesta y no se nota, bastante aterrador considerando que usó el mismo tono de siempre. Te tomó de la mano apartándote del más alto, tiró con cuidado de ti haciendo que te acomodaras a un lado suyo, puso una de sus manos en tu cintura y la otra en tu hombro derecho, tragaste saliva. Tu rostro está demasiado caliente, encima tienes la mirada de 5 de tus compañeros juzgándote con sorpresa.

—¡Mi bebé es capaz de entender cuando alguien está ocupado!, sabe que los dos tenemos cosas que hacer, así que no te molestes mucho en hablar por ella; me entiende y por eso somos tan unidos.

«¿Es alguna clase de tortura o simplemente está jugando? No soporto esto... De seguro estoy muy roja, mi cara no deja de arder» pensaste, el plan de Tengen en ningún momento fue quejarse porque no aceptaron su plan, sólo quería avergonzarte a ti, tal vez como venganza por las cosas que le dijiste. ¿Tanta falta hacia el apodo? Claro que estás feliz de que te haya llamado de esa manera, pero estás demasiado avergonzada por el tono que Kyojuro usó, ni siquiera le importó la presencia de los otros 5.

—Nosotros nos pasamos a retirar —miró a sus compañeros e hicieron una reverencia.

Rengoku los volteó a ver sonriendo con amabilidad.

—Gracias por darnos su tiempo —mencionó otra chica.

Se fueron más para chismear que por otra cosa, si por ellos hubiese sido, se habrían quedado ahí. El peliblanco sonrió victorioso, hacer que te avergüences y un extra; lograr que se expanda el rumor de que Kyojuro tiene pareja, la probabilidad de que aquellos muchachos le cuenten a sus amigos lo que vieron es muy alta.

Tu novio volvió a poner atención en ti, te miró de frente y besó tu mejilla.

—Al parecer Uzui se encuentra demasiado ansioso porque te conviertas en mi prometida —bromeó acariciando tu cabello.

—¡Si lo harás hazlo de una manera romántica! No aceptaste la extravagancia enton...-

—Cállate, Tengen.

La manera en que llamaste a su amigo hizo que Kyojuro riera.

—¡No te preocupes por eso! La conozco bien, sé que es lo que le gusta a _________.

Él bufó, se cruzó de brazos.

—Yo quería esperar a que Hana llegara con las flores, pero al parecer tendré que adelantarme un poco, ¡así que hagamos esto bien!

Se arrodilló, metió la mano en su bolsillo para sacar una cajita azul marino, la abrió y quitó el anillo de ahí.

—Hemos pasado por mucho en el transcurso de estos meses, yo te amaba desde antes, pero me fue imposible no caer a tus pies, quizás esto no signifique más que mis acciones, pero me harías el hombre más feliz del mundo si te casas conmigo, __________.

De nuevo usando tu nombre para darle más seriedad a sus palabras, las lágrimas se acumularon en tus ojos, él ya sabía que dirías sí de cualquier manera en que lo pidiera; pese a ello se tomó la molestia de decir palabras tan hermosas. Las lágrimas se acumularon en tus ojos y nublaron tu vista, quieres responder, deseas responder con todas tus ganas, pero el sentimiento te está ganando; en lugar de poder decir algo tapaste tu boca con la mano, asentiste con la cabeza y tus lágrimas comenzaron a escurrir de tus ojos, Kyojuro se dio cuenta de esto, se levantó atrapándote en sus brazos, acarició tu cabello y espalda, guardando el anillo en su puño, ocultaste tu rostro en su pecho.

—No llores así o también lloraré... —murmuró en tu oído.

Respiraste profundo tratando de calmarte, pudiste cesar un poco tu llanto dejando de hacer ruido, sin embargo, eres incapaz de controlar las lágrimas que siguen cayendo de tus ojos.

—Déjame ponerte el anillo, ¿está bien, bebé?

Cuestionó con una voz suave, está susurrando en un tono que solo tú puedas escuchar, se alejó de ti y limpió tus lágrimas con su pañuelo; una risita entrecortada se te escapó de la boca luego de su acción.

—N-nunca tienes ese tipo de cosas... —lo miraste.

—¡Curiosamente es parte del traje! —respondió esbozando una sonrisa.

Tomó tu mano, deslizó el anillo con cuidado, ¡encajó a la perfección! Dejó un beso en el dorso de la misma antes de volver a abrazarte, quiere besarte, a pesar de desearlo; no está seguro de que tan cómoda te sentirás si lo hace en un lugar como este, y con gente que puede verlos. En este momento sólo son ustedes dos, no existe nadie más en el mundo que tú y él. En un increíble acto de "valentía" de tu parte, estiraste tu brazo para ponerlo en su nuca y unir sus labios con los tuyos, el mayor colocó una mano en tu espalda y con la otra te tomó de la mejilla, presionaste tus labios sobre los suyos sintiendo como tu corazón se acelera a la par que su boca se mueve con suavidad.

Se separaron al escuchar aplausos (probablemente iniciados por Uzui), ocultaste tu rostro en el pecho de tu pareja, él te acarició con cariño mientras veía a los demás y les sonreía, en efecto, vieron la manera en que se besaron.

—Lamento que no llegáramos en el momento justo —Hana se acercó a ustedes.

Te alejaste de Kyojuro e hiciste una reverencia con la mirada baja ante la mujer de 30 y tantos años. Ella sonrió y revolvió tu cabello.

—Susumaru, tu hija creció demasiado rápido —suspiró colocando su mano debajo de su mentón.

El azabache tocó el hombro de tu jefa, una risita salió de su boca.

—Por lo menos sé que lo está haciendo para bien, y que sobre todo está bajo el mejor cuidado —miró al rubio. —Gracias por seguir cuidándola, Kyojuro.

Suma no tiene razones para hacer el deber de padre por ti, dejó a tu madre y no tienen ningún lazo más que los una de cualquier manera aún sigue aquí, para ti; los ojos se te volvieron a llenar de lágrimas.

—Créame que el placer es mío, ¡la protegeré como si de mi vida se tratase! —respondió recibiendo las flores por parte de la castaña.

Cuando te las entregó se dio cuenta de que estabas llorando de nuevo, una sonrisita dulce se formó en su rostro, abrazaste las flores con cuidado mientras él volvía a acariciar tu espalda para que te relajes; no estás sentimental por la graduación, sino por la cantidad de grandes personas que tienes en tu vida, es lo que te hace sentir tan alegre que no puedes soportar el sentimiento.

—¡No puedo esperar a saber cuándo será la boda! —fue el turno para hablar de Shinobu.

—Realmente esperaba esto desde hace tiempo —Yuu rió.

La de mechas moradas le dio un codazo, se disculpó de inmediato y también los felicitó.

Las personas cercanas a ustedes les dedicaron unas palabras, uno que otro alumno del coro, compañero graduado y chico chismoso también los vio, buena manera de asegurarse de que casi todos se enteren de su relación una vez los de segundo pasen a tercero, y los de primero a segundo; afortunadamente esta vez no habrá nadie más que tenga el amor de Kyojuro más que tú y su familia.

Regresaron a casa juntos, no podías dejar de ver el anillo, es realmente hermoso y sigues sin poder creer lo sucedido; Rengoku bromeaba con esto desde hace tiempo, hoy por fin, luego de 11 meses se pudo cumplir, ahora solo esperas que sea su aniversario para poder celebrarlo de una manera romántica.

Entraste al departamento primero, dejaste tus documentos encima de un mueble en la sala, tu pareja entró luego de estacionar el auto, al cerrar la puerta se acercó a ti y te dio un abrazo por la espalda; besó tu mejilla con emoción.

—¡Me siento realmente feliz de que por fin te hayas graduado! —exclamó cuando volteaste.

—Todas esas cosas que dijeron me pusieron sensible —murmuraste desviando la mirada.

Lo apretaste con fuerza, recargando tu cabeza en su pecho, te concentraste más en él y debido a la tranquilidad de la situación pudiste oler de mejor manera su perfume, cerraste los ojos.

—Hoy te ves más linda que en otras ocasiones, ¿sabes? —lo miraste.

Te tomó del mentón.

—Tus ojos brillan más —acercó su rostro al tuyo. —Si vuelves a llorar, me aseguraré de que sea de felicidad...

Unió sus labios.

—Haré... Lo posible para que... Siempre estés feliz —habló entre besos.

Se separó de ti para poder verte, se miraron a los ojos durante unos segundos; rodeaste su cuello con tus brazos volviendo a besarlo. Kyojuro redujo el espacio entre los dos, sus manos tomaron la parte inferior de tu suéter para luego comenzar a subirlo poco a poco, cuando se separaron para tomar aire te lo quitó. Te tomó de los brazos de manera delicada y se acercó a tu oreja.

—Me quedé con ganas desde el sábado, amor... —murmuró.

—¿Por qué no hiciste el trabajo tú solo? —bromeaste.

Se acomodó para mirarte a los ojos, frunció el ceño, un leve rubor apareció en sus mejillas; fue una broma tonta, pero al parecer la manera en que lo dijiste logró avergonzarlo.

—¡No es lo mismo! —exclamó cruzando sus brazos al soltarte. —Contigo se siente mejor, aparte tú estás aquí y...

—¿Qué tiene que esté aquí? —preguntaste haciendo un puchero.

—Que si quieres verme debes pedirlo apropiadamente.

Toda tu cara se calentó debido a la vergüenza que te dio escucharlo, esperabas una respuesta linda, no algo tan atrevido; lo dijo de manera seria, tragaste saliva. Llevaste una de tus manos a su mejilla, acariciando su piel.

—Pero quiero pedir algo... —desviaste la mirada.

—¡Lo que quieras, cariño!

Abrió sus brazos en cuanto vio que querías esconder tu rostro en su pecho, una sonrisita apareció en su rostro al ver la manera en que te pusiste, ¿qué es tan embarazoso para que te pongas así? Sus manos acariciaron tu espalda, deslizándose hasta la parte baja.

—Quiero que... Seas rudo.

Fue un murmullo apenas audible para ti.

—No te escuché, amor, ¿podrías decirlo más alto por favor?

—¡Sé rudo! —dijiste más alto.

Tomaste la tela de su saco entre tus puños, apretándola; tratando de aguantar la vergüenza que te dio decirlo. Una dulce risita salió de la boca de tu ahora prometido, detuvo sus suaves movimientos en tu espalda, sus grandes manos te tomaron acercándote a él para abrazarte con cariño. Pasó sus dedos por tu cabello, acariciando tu cabeza, no respondió de inmediato más si te dio caricias lindas.

—Lo seré, pero no lo suficiente para lastimarte demasiado, ¿está bien, bebé?

Tratándote bien antes de tratarte mal, que gran hombre, la comunicación siempre es una gran arma. Apretaste las piernas aflojando el agarre en su ropa, «¿dijo “no lastimarte demasiado”?» Tragaste saliva, esas tres palabras hicieron volar tu imaginación, ahora esperas cualquier cosa de tu parte. Se alejó un poco sin soltarte, una de sus manos fue a dar a tu rostro y como la vez anterior, su dedo pulgar recorrió tu labio inferior de manera lenta y sensual. Metió uno de sus dedos en tu boca, sin siquiera recibir la orden lo chupaste pasando tu lengua alrededor de él.

Toda tu cara está roja, no creíste que lo tomaría de manera seria, pero al parecer Kyojuro está seguro de lo que pediste. Al sacar su dedo de tu boca, sus labios atacaron los tuyos, inclinó su rostro abriendo un poco más la boca, sus manos bajaron a la camisa de tu uniforme; la desfajó y aflojó el nudo en tu corbata. Su lengua tocó la punta de la tuya, succionó con suavidad, esto provocó que aprietes su ropa en tu puño, se alejó para poder dejarte respirar, un sólo beso hizo que te agites demasiado, los latidos de tu corazón van muy rápido en tan poco tiempo. Te quitó la corbata y la tiró al piso, comenzó a caminar acercándose a ti, retrocediste a la pared más cercana hasta que te acorraló.

Desabotonó tu camisa, en el acto volvió a besarte hasta que tu prenda se abrió dejando al descubierto tus pechos ocultos tras tu sujetador.

Recargó su antebrazo en la pared para apoyarse y acercarse más a ti, se inclinó comenzando a besar tu cuello, su otra mano libre se deslizó desde tu espalda hasta tus glúteos, lo rodeaste con tus brazos, Rengoku movió el brazo donde se apoyaba para también llevarlo hacia tu trasero; apretándolo por encima de la falda, un gemido se escapó de tu boca cuando sentiste al rubio morder tu cuello sin mucha fuerza.

—Es la primera vez que me tocas así... —murmuraste agitada.

—Y a pesar de eso tu cuerpo ya está reaccionando —te miró a los ojos.

—No es mi culpa que lo hagas tan bien...

Kyojuro volvió a besarte, levantó poco a poco tu falda, frotó tu clítoris por encima de la ropa interior, ahogaste un gemido en el beso. El mayor se separó unos segundos más tarde.

—No hemos hecho casi nada y ya estás haciendo expresiones tan lascivas, _________... —desviaste la mirada. —Bien, si deseas continuar, dime qué es lo que quieres que te haga.

Tus ojos se abrieron en par al escuchar sus palabras, desabotonaste su saco, bajando la mirada aflojaste su corbata; no te quitó la mirada de encima y eso te puso más nerviosa.

—Quiero que me hagas sentir bien como sea —murmuraste.

—Aférrate a mí, te voy a cargar.

Obedeciste, agarrándote de él diste un pequeño salto y te sujetó con fuerza para cargarte. El rubio no dejaba de darte besitos en la mejilla, hasta que llegaron a la habitación, tomó el pomo para abrirla y la empujó con su pie. Te dejó encima de la cama, jalándote un poco hacia él, colocó tus piernas en sus hombros y subió tu falda para que no le moleste. Creíste que directamente te daría sexo oral, pero no fue así, humedeció sus labios con saliva para besar el interior de tus muslos, agarró el borde de tu ropa interior; una vez se alejó, te la quitó de una.

Sabes que no está siendo rudo y es probable que sólo te esté preparando para lo que viene después.

Se quitó el saco dejándolo a un lado, tomó su corbata deshaciendo el nudo en el momento y subiéndose a la cama pidió que te acomodaras, te sentaste mirándolo. Kyojuro envolvió su corbata alrededor de tus ojos para cubrirlos; tragaste saliva. Tienes un conflicto con no ver nada, a la vez lo quieres porque será excitante, pero no podrás mirar a tu pareja.

—¿Y si te quiero ver? —preguntaste buscando su mano.

—Tendrás que aguantar —tomó tu mano entrelazando sus dedos con los tuyos.

Dejó un beso en tu mejilla, fue bajando hasta llegar a tu cuello, se apoyó colocando una de sus manos a un costado de ti, sus labios dejaron un camino de besos hacia tu clavícula, sentiste como Rengoku te soltó; su mano buscó el broche de tu sujetador por debajo de la camisa y en cuanto lo encontró, te lo quitó. Hizo que te recostaras sobre la cama, se subió encima de ti abriendo tus piernas para acomodarse en medio de estas, sus labios tocaron tus senos, regalándote beso tras beso sin tocar tus pezones, no obstante sí se rozaron entre sí, el mayor lo hizo a propósito.

Desabotonaste su camisa en cosa de nada, te habría encantado verlo, pero no se puede, las yemas de tus dedos se deslizaron por sus abdominales; hasta llegar a sus pectorales. Aunque no fue mucho lo que pudiste tocar porque en cosa de nada Kyojuro ya tenía sujetas tus manos por encima de tu cabeza.

—¿Ahora que estamos así quieres tocar? —preguntó murmurando en tu oreja. —Vas a tener que aguantar, cariño, al menos que lo pidas apropiadamente.

—¿Apro...? Mmmhp...

Te interrumpió a media oración con un beso, no esperó para jugar con tu lengua, los ruidos que salen de la boca de los dos está provocando que quieras sujetarlo; moviste tus manos, pero el de puntas rojas las apretó con fuerza, no la suficiente para lastimarte, pero si provocó que gimieras.

—No seas una mala chica, bebé —se separó de ti.

Soltó tus muñecas, te quitó su corbata de los ojos, tomándola para amarrar tus manos, tragaste saliva una vez pudiste verlo.

—Eres muy atractivo, Kyojuro... —susurraste sin quitarle la mirada de encima.

Las palabras salieron de tu boca sin que las pensaras, te escuchó y debido a que fueron tan espontáneas la expresión seria y calmada de su rostro cambió, apareció una sonrisa seductora en su lugar; tus mejillas se tiñeron de rojo, tu cara comenzó a arder.

No dijo nada más, se echó hacia atrás y metió su rostro en tu entrepierna, colocándose boca abajo sujetó tu cintura levantándola un poco. Su lengua tocó tu clítoris, temblaste al sentirlo, querías deshacerte del nudo para tan siquiera poder agarrar el cabello de tu novio. No pudiste contener tus gemidos cuando lo sentiste succionar, fue suave, pero está alternando entre intensidades, de repente paró.

—¿Por qué...?

Ni siquiera te dejó terminar hablar, metió dos dedos dentro de ti, moviéndolos con una velocidad considerable.

—No te contengas, dulzura, o yo también lo haré —te miró.

Lo dijo al ver que estabas intentando no hacer demasiado ruido, asentiste. Metió uno de tus senos a su boca, la calidez de la misma te hizo temblar, su lengua recorrió el contorno de tu pezón para después lamerlo y chuparlo, succionó haciendo demasiado ruido; tu excitación creció considerablemente por eso.

—¿El hecho de no poder tocarme te excita tanto? —cuestionó con una voz suave en un tono seductor. —Tan sólo mira lo mojada que estás, amor.

Sacó sus dedos de ti, los metió a su boca lamiéndolos. Los latidos de tu corazón se aceleraron mucho más, tragaste saliva. Abriste la boca para hablar, pero sólo salió un suspiro, los labios de Kyojuro volvieron a unirse con los tuyos, mientras frota tu clítoris.

—Kyo... Estoy por terminar —te separaste para poder hablar.

—¿Justo ahora?

En cuanto asentiste él se alejó de ti, apartó su mano y te dejó con la respiración agitada, los latidos de tu corazón son muy rápidos combinados con las ganas de venirte. Ni siquiera pudiste quejarte debido a todo el placer que continúas sintiendo.

—Kyojuro, ¿por qué hiciste eso?... Quiero terminar —soltó una risita al verte.

—¿Esas son maneras de pedir las cosas? Sí lo pides bien, lo haré por ti.

—Solecito, por favor quiero tener un orgasmo... Por favor, Kyo. No seas malo, te necesito, quiero que me toques...

La sonrisa en su rostro se hizo más grande, desató tus manos. Apenas lo hizo rodeaste su cuello con tus brazos y lo besaste. Una de tus manos bajó hacia su entrepierna, tocaste su erección por encima del pantalón, tu pareja metió dos dedos en ti, los movió con velocidad; te aferraste con fuerza a él, sentiste tus músculos contraerse y comenzaste a temblar. Una ola de calor invadió tu cuerpo, gemiste con fuerza, de tu boca salió un suspiro; Rengoku sacó sus dedos de ti, caíste a la cama, estás respirando demasiado rápido tratando de calmarte.

—Bien, es hora de jugar en serio. ~

Canturreó, se quitó el cinturón del pantalón y bajó el cierre de su pantalón junto con su ropa interior, también se quitó la camisa.

—¿Jugar en serio?... —preguntaste agitada.

—Así es, cariño.

Te sacó el resto de ropa que te quedaba, los dos ahora están completamente desnudos. Tomándote de la cintura ayudó a que te voltearas, levantó tus caderas, agarrando con una mano su miembro lo frotó en tu vulva mientras sus dedos recorrían tu espalda hasta llegar a tus glúteos para acariciarlos.

—Deja de jugar conmigo... Si no vas a penetrarme entonces déjame... ¡Ah!

Soltaste un gritito en cuando sentiste que te dio una nalgada, mordiste tu labio.

—Se una buena chica o tendré que castigarte, __________. Recuerda pedir las cosas de una manera apropiada.

Usó un tono serio, pero a la vez le dio un toque seductor.

—¿Sólo contigo?...

—Solo conmigo, princesa.

El nuevo apodo sólo aceleró aún más los latidos de tu corazón, te tragaste el poco orgullo que tienes cuando estás con Kyojuro y hablaste.

—Te quiero dentro de mí, Kyo... Por favor, te necesito.

Las últimas dos palabras salieron como un suspiro, el rubio sonrió, se acostó a un lado tuyo mientras te ponías de lado, levantó una de tus piernas y acomodó su pene en tu vagina, entró de golpe; te agarraste con fuerza a las sabanas. Rengoku apartó tu cabello haciéndolo a un lado, comenzó a dejar besitos en tu cuello, mordidas por tus hombros y guió una de tus manos hacia tu pierna para que la sujetes en su lugar. Te tomó de las caderas para atraerte hacia él; cada vez que se movía tu mente se perdía, se está tomando muy en serio las palabras que le dijiste, es evidente por la cantidad de ruido que están haciendo.

—¿Te gusta de esta manera, bebé? —preguntó en tu oreja.

—Sí, Kyo... ¡Me encanta! Úsame como quieras.

Él también suena agitado, está gruñendo con cada embestida que te da, el hecho de escuchar que también está disfrutando te hace sentir mucho mejor; escuchar sus gemidos con esa voz suya... Realmente te emociona mucho.

Su mano se movió hacia tu vientre, las yemas de sus dedos acariciaron esa zona con suavidad, lo apretó un poco.

—Esta tarde voy a llenarte tanto, amor, que vas a rogarme que pare...

«¿Por qué me gusta tanto cuando habla así?» te preguntaste.

—Incluso te pusiste más apretada —una risita salió de su boca. —A veces eres un tanto obscena, dulzura, ¿tanto te excita que te hable de esta manera?

—Bésame, por favor... —cambiaste el tema.

—Lo que mi bebé pida.

Salió de ti, se sentó en la cama e hizo que te sientes encima, tú sola lo volviste a meter dentro de ti para después atacar sus labios con deseo. Abriste bien la boca, los dos jugaron con sus lenguas, Kyojuro te tomó de la nuca para estar mucho más cerca, mordiste el labio inferior de tu pareja, este gruñó y en consecuencia sus movimientos se hicieron más rápidos.

Te separaste jadeando, un poco de saliva cayó por un extremo de tu boca, aferrándote a Kyojuro comenzaste a acariciar su cabello.

—Te amo, Kyo, te amo, te amo... —exclamaste.

—También te amo, _________...

Besó tu cuello, succionó lo suficiente para no dejar marcas, pero sí para hacerte sentir un poco de dolor.

—Estoy por correrme, ¿dónde lo quieres, amor? —preguntó sujetando tu trasero con fuerza.

—Hazlo adentro, lo quiero dentro de mí —moviste tus caderas.

—Como gustes, cariño.

La velocidad que está usando sumado a los movimientos de tu cadera lograron que por primera vez, luego de tanto tiempo, los dos consiguieran llegar al clímax juntos. Caíste a la cama, jadeando, respirando rápido y con los latidos a 100, tu prometido salió de ti; te sentaste en la cama, estás casi toda sudada, al sentarte sentiste como su semen salió de ti manchando las sábanas. Te pusiste a gatas, acercándote a él tomaste su miembro el cual aún no perdía su erección por completo. Lo metiste en tu boca, provocando un gemido de placer por parte del rubio, agarró tu cabello con una de sus manos para que no te moleste mientras lo haces.

—Querías hacer esto hace rato, ¿verdad? —su otra mano fue a tu mentón.

Subiste la mirada para verlo a los ojos.

—Chi pero ño... —respondiste cuando tu boca aún estaba ocupada. —Parece que te gusta cuando lo hago, me siento bien al verte disfrutar.

—Siempre tan considerada, _________ —acarició tu rostro.

—¿Cómo es que aún sigue así de duro? —preguntaste apretándolo.

El mayor gruñó ante tu toque, se mordió el labio frunciendo el ceño.

—Eres muy traviesa a veces, ¿sabes? —una risita salió de tu boca. —Si sigues así te voy a castigar, amor.

—¿Así cómo?...

Preguntaste ladeando la cabeza para lamer el tronco, lo sentiste palpitar en tu boca, bajaste tus manos hacia sus testículos masajeando con cuidado; Rengoku sabe porque estás intentando provocarlo de esta manera, es más fácil hablar con acciones que con palabras, así que durante un rato va a disfrutar de los estímulos que le das. Volviste a meterlo todo en tu boca, el de puntas rojas entrecerró los ojos al ver la expresión en tu cara, está aguantando las ganas de tomar tu cabeza y empujar hasta tu garganta. Recordó las palabras que le dijiste hace muchos minutos.

—¿Está bien si vas más profundo? —cuestionó.

—¿Eso quieres? —preguntaste devuelta.

Asintió.

—Adelante, pero hazlo tú —le sacaste la lengua.

Dejaste un beso en la punta de su miembro, tu pareja suspiró al sentirlo, le diste permiso, pero aún así está luchando por sus ganas de hacerlo.

—Si quieres que te deje respirar, golpéame o pellízcame. Relájate, ¿sí? —avisó antes de tomar tu cabeza y empujarla hacia su entrepierna.

Controlaste tu respiración intentando que no te den náuseas, Kyojuro lo mantuvo dentro por unos segundos, se acumularon algunas lágrimas en tus ojos, en cuanto lo sacó comenzaste a toser.

—Se llenó todo de saliva... —reíste limpiándote la boca con la mano.

—Eres un amor, _________, te amo mucho...

El de puntas rojas te tomó del rostro, te acomodaste y se besaron, no dejaste de mover tu mano en su genitales; acariciando el glande de su pene y también sus testículos. Sabes que tu novio lo disfruta por la manera tan ruda en la que te está besando.

—Ponte en cuatro —te ordenó.

Obedeciste, acarició tu trasero para después darte una palmada suave, la siguiente vez que te nalgueó lo hizo con más fuerza, la sensación de ardor en esa zona te hicieron ser muy ruidosa. El mayor te tomó de las caderas luego de acomodar su miembro en tu entrada, te embistió vez tras vez, con una velocidad constante y un ritmo normal, sin embargo luego de tener dos orgasmos estás demasiado sensible.

—Kyo, ve más rápido, por favor...

Hizo caso omiso a tus palabras.

—Por favor, Kyo, ve más rápido... Te lo ruego.

Por tus palabras y la súplica al final, creyó que de nuevo estabas por terminar, está vez te escuchó, te tomó de la cintura y comenzó a empujar en ti con más fuerza, puso su mano encima de la tuya apretándola para no perder el ritmo.. Sentiste una serie de espasmos por todo tu cuerpo, tus piernas te temblaban y terminaste cayendo de cara a la cama, te tiemblan mucho las piernas y tu respiración está muy agitada. Debido a esto Rengoku salió de ti, pero poco después estando acostada boca abajo, él volvió a entrar en ti.

—Kyojuro, estoy muy sensible... Ah, por favor... —te aferraste a las sabanas.

Apretando la tela entre tus puños no pudiste contener tus gemidos, sentiste como la calidez del cuerpo de Kyojuro cubrió el tuyo, apartó tu cabello para dejar besos en tu cuello; ya no puedes más, tu mente está totalmente nublada y no puedes pensar en algo más que no sean los movimientos de tu pareja, ni siquiera puedes callarte o hacer menos ruido.

—Estás apretando mucho, cariño... Voy a correrme, nggh...

Cuando llegó al clímax, dio un par de embestidas más hasta salir de ti y salpicar tus glúteos con su semen; él también tiene la respiración agitada, pero en menor medida que tú.

—¿Estás bien? —preguntó acostándose a tu lado y acariciando tu rostro con su dedo índice.

Lo miraste aún jadeando, una sonrisita apareció en tu rostro.

—Estoy cansada, ni siquiera sé que hora es... —respondiste. —Mis piernas aún siguen temblando y...

Un suspiro salió de tu boca.

—Te amo mucho, _________ —cuestionó acariciando tu cabello.

—Me encantan todas tus facetas, Kyojuro —ocultaste tu rostro en su pecho. —Me encanta todo de ti.

Dejó un beso en la coronilla de tu cabeza, acariciando tu cabello.

—¿Cuánto dura tu carrera?...

—¿Quieres hablar sobre formar una familia en 6 años? —una risita salió de tu boca.

Las mejillas de Kyojuro se pintaron de un rojo intenso ya que habías adivinado sus intenciones.

—¡Lo voy a considerar! No quiero que tengamos hijos y seas demasiado viejo para cuando crezcan —él rió.

—¡Tampoco me veo tan viejo! —se quejó entre risas.

—No, de hecho te ves joven —respondiste dándole un besito en la mandíbula. —Si llegamos a tener hijos, me sentiré muy orgullosa de ver como se vuelven adultos.

—Los dos estaremos orgullosos —besó tu frente. —¿Quieres ir a darte un baño?

—Aún estoy cansada, mis latidos apenas regresaron a la normalidad... Ni siquiera sé cómo es que aún tienes energía.

El rubio esbozó una sonrisita, se sentó en la cama, volteando hacia ti mientras apoya sus manos en el colchón.

—¿Quieres que te cargue y nos bañemos juntos?

Tus ojos se iluminaron, estiraste los brazos, el mayor se paró inclinándose hacia ti para después cargarte, salieron por la puerta de la habitación que se había quedado abierta desde que entraron, Kyojuro te llevó hacia el baño. Sacó una sillita para que pudieras sentarte y no tengas que mantenerte de pie.

—¡Sin importa qué, el Kyojuro dulce y tierno siempre será mi favorito! —exclamaste con una sonrisita en la boca.

Te dio un beso rápido en los labios y fue a preparar el agua.

—Por cierto... Debo estudiar para el examen de la universidad, ya no eres mi profesor, pero... ¿Me ayudarías?

Giró su cuerpo para verte, hay una sonrisa en su rostro.

—¡Por supuesto!

Reíste.

—¡Te amo!

—¡Yo te amo más! —respondió de vuelta.

Este no es el fin de la historia, solo el inicio de una nueva y bella etapa en la relación.

Aún queda el epílogo jijiji
Y one shots (aprox 3) para explicar que sucedió luego de esto y... ✨la boda✨ sin embargo ya no actualizaré cada 2 días, tendrán que estar atentas a la historia o a mi perfil si quieren saber sobre el verdadero final de esta historia.

SEGÚN YO XD Kyojuro sí fue rudo acá, según yo XDD

Hubieran visto, ventana tras ventana tras ventana... Jajajaja, espero que les haya gustado el lemon! El capítulo en sí, fue difícil escribirlo u.u

Desde aquí doy fe de la conclusión de esta etapa. Gracias por apoyarme en este camino. ❤

Algunas personas pidieron segunda temporada y me temo que no es posible. Para ello serán los one shots, terminé de contar esta parte de la historia más no el libro en sí, es únicamente que al ser este el final, ya no actualizaré como antes, pero aún hay cosas que contar. 🥺❤

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