Capítulo 10

¿Estaba coqueteando o no?, ¿te gusta?, ¿le gustas? No dejaban de aparecer preguntas en tu cabeza, ya habías agregado a Rengoku y no sabías que hacer después. Enviarle mensaje no iba a ser una opción al menos que tuvieras una buena excusa... Oh, ¡una idea apareció! Tomaste tu celular y entraste al chat con él para ponerte a escribir, te fijaste en su foto de perfil y te causó sorpresa; si bien había mencionado a su hermano alguna vez, en realidad se parecen demasiado. Negaste múltiples veces para volver a lo tuyo, quizás era una excusa tonta pero la aprovechaste para poder hablarle.

"¿Ya revisó las preguntas? Por favor dígame que no salí mal.

Oh, lo lamento.

Soy _______."

No, no hacía falta escribir tan formalmente pero no querías que se viera feo o extraño. Dejaste tu celular sobre el mostrador al no poder con la pena, alguien entró por la puerta del lugar mientras tu celular sonaba, suspiraste y en seguida pusiste una sonrisa en tu rostro. En cuanto saludaste a esa persona te diste cuenta que se trata de Shinobu, la abrazaste de imprevisto causándole un sonrojo. No la viste pero si lo hubieras hecho te habrías reído de ella.

-Vine a traerte algo para que comas -respondió con una risita. -¡También tengo buenas noticias!

-¡Eso necesitaba! -tomaste la comida de sus manos y le miraste con alegría. -Dilo, dilo.

-Estuve buscando lugares baratos a donde puedas mudarte y encontré uno donde no necesitas ser mayor. -se sentó y tú también.

-No es broma, ¿verdad?

Ella negó con una sonrisita.
Iba a volver a hablar pero tu celular empezó a sonar, te paraste para tomarlo y responderle.

Era tu madre, en cuanto viste su nombre; silenciaste tu celular y lo volviste a dejar ahí.

-¿Ella verdad? -preguntó Shinobu.

Suspiraste volviendo a su lado.

-No pienses en esas cosas negativas, recuerda que pronto pasaremos a tercer año, mira el lado bueno.

-Tampoco hay ningún lado bueno, con suerte y seguiremos yendo en la misma clase -ella rió. -¿Qué es tan gracioso?

-Serás mayor de edad, ese es el lado bueno -respondió. -Podrás hacer muchas cosas más e incluso buscar un buen amor... Entonces ustedes podrán hacer muchas cosas juntos y serás feliz finalmente.

-¿Qué historias te haces? -reíste. -Siempre encuentras la forma de hacerme reír.

-Estoy diciendo la verdad. ¿Qué tal si ya conoces al amor de tu vida?

-Al amor de mi vida...

Murmuraste mientras pensabas. La campana del local sonó, sacandote de tu mundo. Te levantaste para poder atender a la persona que iba entrando, se trataba de un señora ya mayor, alguien muy linda que cada semana iba por flores para su hija. En cuanto la viste sonreíste, le ayudaste a sentarse y Shinobu la saludó. Las tres se pusieron a hablar mientras tu ibas a preparar lo de siempre, había ido ya tantas veces desde que comenzaste a trabajar ahí que no necesita decirte que es lo que comprará. Tú ya sabes y se lo entregas en cuanto lo tienes. Shinobu por lo mientras hablaba con la amable y tierna señora de nombre Oba. Ella trae consigo una bolsa, la cual se la entregó a tu amiga.

-Tengo unas cosas para ustedes -mencionó mientras le pedía a la de puntas moradas que la abriera. -Quería pasar a verte antes pero estabas ocupada con un joven apuesto.

Tus ojos se abrieron a la par, tragaste saliva y no necesitaste otra descripción para saber que se refería a Kyojuro. Ahora no sólo estabas avergonzada si no que Shinobu se daría cuenta de tus mentiras, (pese a que ya las sabía). Ella soltó una risita y te volteó a ver, entonces soltó un comentario sarcástico para molestarte.

-¿Acaso mi ______-chan ya tiene novio? -le preguntó a Oba.

-¡Eso creí! Parecía un joven realmente agradable así que decidí traerles un regalo de pareja -casi pierdes toda tu concentración.

-¡Usted es muy amable, Oba-chan! -exclamó Shinobu. -El amor es realmente lindo, ¿no es así?

-Claro que sí, yo realmente les deseo lo mejor. Ojalá duren más que mi esposo y yo -volteó a ver a la azabache. -¿Te conté que el murió hace 10 años junto a mi hija? Suelo llevarles flores por separado porque las que le gustaban a mi querido crecen en una época diferente.

-Usted es realmente amable, señora Oba -Kocho sonrió.

-Muchas gracias, hija. ¿Por qué tan callada, _______?

Mientras tratabas de procesar la extraña conversación que las dos se encontraban teniendo, intentaste arreglar todo con normalidad. El ramo estaba quedando bien, quitando el hecho de tus manos sumamente temblorosas. Tu cerebro no paraba de crear fantasías sobre como sería ser novia del rubio, ¿una familia linda quizás?, ¿desearías tener hijos con él? Si bien, desde hace un tiempo habías estado sintiendo la necesidad de sentirte amada de una manera romántica, ¿cómo sería una relación con Kyojuro? Él desde un principio se preocupó por ti y hace poco se acercaron mucho más uno al otro... ¿Podrían lograr algo así? Quizás siendo mayor de edad pero se seguiría viendo mal mientras sigas estudiando ahí. Entre tanto pensamiento no pudiste evitar suspirar.

-El amor es realmente difícil de entender, ¿verdad? Amamos por todo y a la vez por nada -volteaste a verlas a las dos una vez terminaste el ramo.

Oba suele pedir cosas simples así que son fáciles de realizar y no tardas mucho. Ella sonrió.

-Estás en lo correcto querida, no todos nacen para amar pero todos aman alguna vez.

-¿Realmente haríamos buena pareja? -susurraste para ti.

-Claro que sí, ______-chan -respondió Shinobu. -¿Por qué no intentas regalarle esto?

Tu amiga sacó de la bolsa dos pequeños muñecos que pueden usarse como amuletos. Los tomaste mirándolos, se veían muy bien y estaban bien detallados pese a ser pequeñas figuras. Tenían un colgante para poder ponerlos en el celular, mochila o distintos lados. Oba entró a la plática para explicar que no solo servían como una linda decoración.

-La leyenda es realmente larga pero suena mejor cuando es contado de boca en boca, no como cuando lo lees en esos lugares electrónicos extraños.

-Estoy realmente agradecida, Oba-san -hiciste una reverencia.

Ella se levantó para poder tomar el ramo, iba a sacar dinero para pagar pero se lo impediste.

-Tómelo como un regalo también, me dejan tomar flores gratis como parte del trabajo.

-Muchas gracias, cuidense las dos.

Se despidió y se fue.

-No te dan flores gratis -Shinobu volteó a verte.

-Para nada pero después de que me regaló y contó una buena historia no iba a aceptar dinero así como así. No me sobra pero tampoco me hace tanta falta.

Shinobu rió.

-Ara ara, realmente eres tú, huh. ¿Qué harás?

-Posiblemente pensarlo, a ti te regaló una pulsera muy linda.

-Son dos, un es para ti -te la puso. -Son de amistad, cuidala bien.

-¿Quién crees que soy? -reíste. -Mira la tuya tiene una flor y la mía una mariposa.

-Complementos -Shinobu sonrió, tú también.

-¿Puedo contarte algo? -ella asintió. -Rengoku me dio su número, pero no sé que hacer con el, o sea con el número no con Rengoku.

-¿Qué esperas para mandarle mensaje?

¡Cierto! El mensaje, volviste a tomar tu celular para poder ver lo que respondió.

"Ciertamente saliste algo mal!
Deberías ir al museo del centro, ¿lo has visto? Tiene una historia muy interesante que contar, deberías repasar más.
Tendrás un trabajo extra, el fin de semana a las 11 en el Museo. <(`^')>"

Shinobu sabía perfectamente sobre que se trataba cuando leyó el mensaje. Definitivamente es una cita pensó. A ti no se te pasó por la cabeza, suspiraste.

-Deberías vestirte y arreglarte bien ese día -recomendó tu amiga. -Sólo por si acaso. ~

Canturreó.

Ay no, q buen esposo sería el solecito 💕💕

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