O2.
Especificación.
DongMin tiene quince años y Bin tiene catorce.
¿Ups? ¿Le habían movido sus apuntes y sólo le dijeron «ups»?
Bin frunció su ceño y su molesta mirada se dirigió al rostro de su "compañero", cruzó sus brazos y le reclamó.
—¿Sabes? No estaría de más que me pidieras una disculpa —Moon estaba indignado, no entendía cómo era posible que éste fuera tan grosero.
—No quiero hacerlo, ¿algún problema? —la voz de DongMin sonó neutra, sin muchas ganas de pelear con él; simplemente decía lo que pensaba.
Bin hizo un círculo con sus labios y se llevó la mano al pecho, ¡qué chico tan maleducado! Su mirada bajó unas cuantas filas hasta topar con los cabellos de HaeChan; maldito suertudo, tocó con Mark. Mark era serio también, pero no era tan mala onda como DongMin.
El menor de ambos, con el pecho inflado y las mejillas un poco más regordetas, tomó su lapicero e hizo un rayón en la hoja del contrario. DongMin paró de escribir, para luego dejar escapar un largo suspiro.
—¿En serio me rayaste el libro?
Bin no respondió, simplemente trazó una línea más larga y más fuerte para que DongMin viera de lo que era capaz. Lee rodó los ojos, para luego sujetar su pluma de gel con firmeza y rayonear la libreta de su contrincante.
—¿Qué te pasa?
—Tú me rayaste primero —DongMin se cruzó de brazos y se recargó en el respaldo, mirando a Bin con una ceja alzada.
—Claro que no, tú me rayaste —comenzaron a levantar la voz, llamando la atención del profesor.
—Yo lo hice por accidente, no seas exagerado.
—¡¿Me estás diciendo exagerado?!
—¡Moon Bin! —la expresión del mencionado quedó congelada al escuchar semejante grito proveniente de Mr. Kiwi, y supo lo que iba a seguir.
—... Ay...
Para hacer el cuento más corta, el joven Moon terminó en la oficina del director haciendo planas de "no debo gritarle a mis compañeros".
¿Pero por qué no mandaron a DongMin a la oficina? ¡Él era el de la culpa! Fue DongMin quien le movió la mano, él sólo quería defenderse de la agresión. ¿Y qué se ganó? Que le doliera su mano después de cincuenta renglones de lo mismo y lo mismo.
Ya a la hora del almuerzo, Bin se encontraba masticando con furia un sándwich de tomate que su mamá le preparó, mientras apretaba con fuerza la cajita del ya vacío cartón de jugo de uva.
—Bin-ah —distinguió la voz de HaeChan frente a él, pero no le miró —. ¿Te vas a comer las Oreo?
Moon bajó la mirada al paquete de galletas entero, el cual Lee había estado acechando desde que las puso ahí. Tardó unos segundos en responder.
—Sí —musitó bajito y arrastró con lentitud las Oreo hacia él, haciendo que HaeChan soltara un gemido de protesta.
—No es mi culpa que te hayas peleado con DongMin, no seas malo conmigo —sus labios formaron un mohín.
—Nunca te doy galletas —le respondió Bin confundido.
—Pero me rechazabas de formas más chidas, ahora sólo dijiste "sí" y ya. Te valieron mis sentimientos.
Moon rodó los ojos, qué exagerado.
—Oye —Bin no sabía cuándo rendirse, debía sacarle plática a DongMin o iba a morir —. ¿Te gustan los gatos.
DongMin alzó una ceja, ¿Bin estaba hablando con él después de lo que pasó en la mañana? No lo entendía.
—Más o menos —respondió, comenzado a dejar de prestar atención al palabrerío de Mr. Kiwi y recargando la mejilla en su mano, claramente aburrido.
—Yo tengo uno, se llama Pantufla —a DongMin le causó gracia el nombre de la mascota, más no lo expresó de ninguna forma —. Es muy linda, y gris... aunque suelta mucho pelo. Menos mal que nadie de mi familia es alérgico a los gatos. ¿Tienes mascotas? Cualquier animal cuenta, hasta un pez.
DongMin parpadeó aturdido, él se esperaba simplemente algo como "a mí me encantan" y listo, en cambio se llevó unas palabras veloces y una pregunta que tardó en procesar.
—No me dejan traer animales a la casa.
—Eso es muy triste —Moon hizo una mueca, ¿por qué no le dejaban tener mascotas? ¿Acaso la amargura venía de familia?
—No es triste, estoy acostumbrado.
DongMin se volteó para volver a enfocar su atención en el profesor, dando la pequeña plática por terminada. Bin bufó, iban tan bien.
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