Capítulo XLI

Decir que estaba estresado era poco, ya no podía dormir nuevamente, por lo que pintaba unos lienzos para pasar el tiempo. Se sentía mal por lastimar de aquel modo a su novio, esa mirada le había dado un choque en su corazón. Necesitaba terminar con ese embrollo con Ume, tenía que hacerlo. ¿Cómo lo haría? Chasqueó la lengua y mandó la cabeza hacia atrás. Ella le había mostrado una foto que los delataría y que provocaría la expulsión de ambos. ¿Acaso debería seguir su juego para hacerse con esas evidencias? No quería nada con esa chica más que apartarla. Sería un poco difícil borrar la 'evidencia', tal vez podría no solo tener una foto, sino más.

—  Zenitsu... —

Ya faltaba poco para el amanecer, tenía que preparar las cosas para ese día. Nuevamente vería a su chico, eso le animaba un poco, pero tendría que evitar lastimarlo más. Se acercaba la hora de tener una salida más con ellos y los chicos de último año. Cómo le fastidiaba ir con ese otro grupo, ¿quién hizo esa distribución? Entornó los ojos. Tal vez no era mala idea seguirle el juego a Ume, así tal vez podía persuadirla y si tenía suerte, dejarla sin esa 'evidencia'.

Ingresó a su salón y se ubicó en el centro de la clase, ladeó la cabeza y soltó un suspiro involuntariamente sonoro. - Buenos días - saludó con una sonrisa encantadora. - Hoy tendremos nuevamente una salida con los profesores de historia y música, hmm, iremos al teatro esta vez, sin musicales. En fin, prepárense. Los veo en la entrada, allí estaremos esperándolos con los demás chicos - se apuró en hablar para salir rápidamente de allí.

— ¿Qué demonios fue eso? — Inosuke despertaba recién, hizo una mueca de desagrado y se acomodó el cabello. Había estado durmiendo un poco sobre su mochila, por lo que llevaba unas marcas sobre su rostro.

—  Ya estoy harto — Zenitsu lagrimeó y junto sus manos sobre el escritorio. No podía creer que tendrían que volver a salir, si bien, parecía algo divertido para sus amigos. Tanjirou estaba animado por tener la atención de Rengoku sensei, pero para él todo era un infierno. — ¿Qué hice para merecer esto? — exageró tristeza. Tanjirou lo consoló.

—  Me lo esperaba, Rengoku sensei me había dicho algo así por mensaje — eso llamó la atención de sus dos amigos, quienes lo miraron con el ceño fruncido y pensativos. Tanjirou se encogió en su asiento.

Inosuke estaba impresionado. Se levantó de su asiento y recorrió el salón ante las miradas extrañadas de los compañeros que seguían allí. Señaló a Tanjirou. — Parece que si no te lo digo no te vas a dar cuenta. —

Zenitsu los miró con diversión, codeando a Tanjirou. — Te quiere comer — su amigo de cabellos burdeos abrió la boca escandalizado y negó con la cabeza incontables veces.

—  NO — se apresuró en decir. — Solo es en plan de amigos, además, no entiendo por qué cambió de número — se defendió. Infló las mejillas y se levantó de su asiento.

— Amigos dice. Quién lo iba a creer, Tomioka y Rengoku sensei compitiendo por un amor — habló con ilusión, juntando las manos. Tanjirou salió del aula, siendo seguido por sus amigos. — ¡No corras! — Zenitsu rió con ganas al ver cómo su amigo se adelantaba de ellos.

— Demonios, Monjirou, qué galán — sonrió con burla. — Cambió de número para tener más privacidad al pasar su pack, por cierto, ¿y el pack? — pidió pegándose a su amigo. El de cabellos burdeos resopló, sabía que se arriesgaba al mencionar que sus dos profesores le escriben mensajes. Obvio que nada indebido, pero de igual forma es un poco excitante. Ahora era el centro de las burlas de sus amigos de nuevo.

Compraron algunos bocaditos con la esperanza de que Inosuke no se los coma antes de tiempo y se encaminaron hacia la entrada. — Deja vú mode On — comentó Zenitsu entornando los ojos. Sus amigos solo asintieron y le dieron la razón. — ¡Esto ya no es divertido! ¡Es triste! — se quejó con exageración al ver a Kaigaku a un lado de su profesor de artes. Los dos parecían estar reteniendo las ganas de discutir. Estaban con un aura amenazante alrededor, alejando a los demás compañeros y a los propios profesores.

— Uzui, no te tomes con un estudiante. Eso está mal. — habló Iguro, tratando de acercarse a su compañero. Los separó con una flauta que tenía en su bolso, colocándola en medio de los dos. El albino entornó los ojos y se cruzó de brazos, se alejó de allí y se colocó a un lado de Kyojuro.

Kaigaku se acercó rápidamente a su hermanastro con una sonrisa ladina en el rostro. El rubio desvió la mirada y observó un árbol que estaba en la otra calle. Hizo unos gestos de impresión, ignorando al azabache, quien solo se ubicó a su lado. — Bien, si ya están todos, podemos irnos. El teatro es otro, así que caminaremos un poco menos ya que está más cerca. — habló el albino, quien se giró para empezar a caminar hacia su destino. Rengoku sensei lo siguió, ubicándose a su lado y sonrío con cinismo para saludar a la chica que estaba del otro lado de su amigo.

No contaban que con caminar 'menos', significaría cruzar toda la ciudad. El trío andaba quejándose, además de que ese día había un sol que los lastimaban con sus rayos láser. — Debieron alquilar un bus para llevarnos, ¿es que no ven que solo somos simples mortales y unos niños? — se quejó el rubio llevándose el flequillo hacia atrás.

— Ni ganas de comer me da. Creo que me dio algo... — comentó Inosuke con una mueca abatida. Tanjirou asintió.

— Creo que moriremos antes de llegar. —

—  Si me muero, solo déjenme por ahí. El sepelio está caro. — señaló el de hebras azuladas, ganándose las miradas confusas de sus amigos. — ¿Qué? — preguntó entornando los ojos.

Finalmente llegaron. Un teatro más pequeño que el de ayer con un diseño antiguo, tanto por fuera como por dentro. Ingresaron por la puerta de atrás, donde se encontraban los camerinos y los pasillos para los artistas. Recorrieron un poco más hasta llegar al escenario. — Al menos esto se ve lindo — opinó Inosuke ladeando la cabeza y aprobando la vista.

No perdieron tiempo en jugar con las cortinas rojas, divirtiéndose como si tuvieran cinco años de edad. Rengoku sensei los veía con diversión y se acercó a ellos para acompañarlos. Ahora estaban allí, enredándose con las cortinas y jugando con el profesor de historia que también parecía niño en un parque. Iguro sensei los miraba con fastidio. Su compañero seguía siendo un idiota.

Uzui trataba de alejarse de los abrazos empalagosos de Ume, quien lo seguía de cerca. Quiso acercarse también a su compañero que parecía muy entretenido jugando con sus alumnos, pero eso solo acabaría con la diversión a causa de la chica que tenía al lado.

— ¡Vamos a ver los vestidores! — sugirió el de hebras azuladas saliendo de su escondite dentro de la cortina. Sus amigos asintieron y lo siguieron, el profesor de historia también los iba a seguir, pero Uzui lo frenó.

Ingresaron a un camerino vacío, porque en los otros estaban los actores, y empezaron a husmear todo lo que había. Era como en las películas, había un espejo grande con luces en sus marcos, trajes, disfraces y maquillajes. Los tres se miraron cómplices. Inosuke puso su playlist y comenzaron con el descontrol.

— Hi, Barbie — Inosuke imitó la voz del cantante, sentado en su asiento con un traje azul, un sombrero y portando un bigote falso en el rostro. — Hi, Ken — se unió Zenitsu, girándose y acomodando su peluca rubia. Se había puesto unos collares con perlas, se pintó un poco los labios y el párpado para parecer una chica, se puso unos tacones que le quedaban grande, pero que de igual modo servían. — You want to go for a ride? — respondió el de hebras azuladas con una pipa falsa en la boca. — Sure, Ken — Tanjirou también se había puesto una peluca azul, estaba peinando los largos hilos falsos y también calzaba tacones. Se había maquillado sí. Inosuke había puesto su cámara para grabar. — I'm a barbie girl, in a Barbie world. Life in plastic ¡It's fantastic! — cantaron Tanjirou y Zenitsu al unísono.

— Come on, Barbie let's go party — Inosuke se había levantado de su asiento para colocarse al lado de sus amigos, que estaban cantando frente al espejo. — Ah ah ah, yea - Oh oh oh —

Cambiaron nuevamente de atuendo para seguir jugando, esta vez Inosuke se les unió colocándose unas bufandas de plumas verdes y agarrando unos abanicos también de plumas azules. Sus amigos también estaban con accesorios similares, solo que con distintos colores. Decidieron ir un poco más allá, utilizando unas pincitas de flores extravagantes en el cabello ya sin pelucas — Where's all my soul sistas? — inició Inosuke. — Lemme hear ya'll flow, sistas —

— Hey sista, go sista, soul sista, flow sista Lemme hear ya'll flow, sistas — se unieron Tanjirou y Zenitsu. El hebras azuladas quería hacer un video para su cuenta de TikTok, así que un compilado de diferentes videoclips sería una buena idea. — Voulez-vous coucher avec moi, ce soir? —

—  Voulez-vous coucher avec moi —  Todo lo grababan frente al espejo, imitando las voces y exagerando los movimientos de hombros, tratando de parecer sensuales. — Creole Lady Marmalade — bailaban mientras cantaban. Había un sinfín de disfraces, así que aprovechaban todo al máximo. Se habían olvidado de la obra de teatro, ahora estaban concentrados en sus interpretaciones. No querían sacarse los uniformes, pero las vestimentas se veían tan tentadoras.

—  ¡Mira, soy Hannah Montana! — dijo Zenitsu, colocándose nuevamente esa peluca rubia con flequillos. — hahaahaha — Imitó la típica risa del personaje que da al final de su canción de la serie, provocando las risas de sus amigos.

— ¡Y yo soy John Travolta! — exclamó Inosuke, colocándose una chaqueta de cuero. Se peinó con un peine que encontró, mandando sus flequillos hacia atrás y exagerando con los gestos en el rostro. — I got chills they're multiplying, and I'm looosing the control. Cause the power you're supplying ¡IT'S ELETRICFYING — Cantó señalando a Tanjirou. El de cabellos burdeos estaba con una peluca rubia también, se había colocado una blusa negra y una chaqueta de cuero para asemejarse a la protagonista de esa película. Tenía una pipa falsa en la boca y miraba fijamente a su amigo para luego seguirle la canción.

—  You better shape 'cause I need a man, and my heart is set on you — Zenitsu solo los grababa aún con ese traje de Hannah Montana, siguiendo el baile de sus amigos y haciendo de coro. — You are the one that I one. Uh uh uh ¡HONEY! —

Volvieron a cambiarse al ver unas ropas extravagantes. Colocaron la canción de Maroon Five 'Moves like Jagger' al ver la similitud que tenían con sus atuendos. Mick Jagger era un hombre muy extrafalario y sensual, por lo que vistieron unos chalecos animal print, unos pantalones de cuero y calzaron unas botas iguales a las que tenía Genya.

Zenitsu estaba concentrado en su baile mientras miraba su reflejo en el espejo. Tenía los labios color rosa y una cinta roja que separaba sus flequillos de su frente. Se recorría con la mirada, viendo esas cadenas sobre su cuello. Estaba incómodo con esos pantalones negros muy ajustados, por lo que se los estiraba a cada tanto.

Siguieron cantando y jugando hasta que la puerta se abrió de golpe. Frenaron y solo miraron por el reflejo del espejo al intruso.

Uzui los había estado buscando desde hace tiempo. Sus alumnos se habían perdido y la obra ya estaba por iniciar. Tuvo que deshacerse un momento de las garras de Ume para salir a buscarlos con desesperación, que si no los encontraban, no sería una grata salida. Él tenía la responsabilidad sobre ellos, así empezó a buscarlos camerino por camerino hasta que escuchó una canción en uno de ellos. Ahora estaba allí, mirando sus reflejos a través del espejo, con una expresión descolocada. Frunció el ceño y desvió su mirada a un punto en específico, no pudo evitar ruborizarse al ver a su chico vestido de ese modo. Sintió cómo alguien lo empujaba. — Tengen, ¿ya los encontraste? — metió medio cuerpo para mirar la habitación. — Ohh — dijo cuando también vio aquello que descolocó a su amigo.

Se apuraron en quitarse los atuendos y desmaquillarse, escucharon un flash proveniente del celular de uno de sus profesores y se giraron a mirarlos con asombro. Se quitaron los collares y las botas mientras murmuraban maldiciones. ¿Por qué no se van de allí y los dejan solos para que puedan cambiarse con tranquilidad? Pensó el rubio echando humo. El maquillaje era tan complicado de sacar, por lo que empeoraron sus rostro cuando restregaron unos pañuelos para borrarlos. - Ahhh - se quejó Tanjirou con desesperación, a cada que pasaba el pañuelo con fuerza, el maquillaje se desvanecía sí, pero esparciéndose por todo su rostro. Inosuke ya estaba listo, esperándolos ya que él no se había puesto esas cosas, aunque se había dejado el bigote falso que Uzui le quitó con fuerza luego.

— Déjame que te ayude — se ofreció Rengoku acercándose a su alumno, Zenitsu frunció el ceño al ver que sólo se ofrecía a ayudar a Tanjirou. Al parecer solo lo estaba mirando a él. Tanjirou se sobresaltó al ver a su profesor acercando su mano hacia su rostro, así que se quedó estático. Kyojuro trató de sacar esa mancha roja con sus dedos, pasándolos por encima de los labios de su alumno y haciendo lo mismo con sus mejillas.

Uzui vio la oportunidad de acercarse a su rubio, quien también estaba trabajando duro para quitarse esa mancha. Zenitsu chasqueó la lengua y maldijo en lo bajo, provocando una sonrisa enternecida por parte de su maestro. El albino se colocó frente a él y acercó rápidamente sus manos al rostro de su chico para evitar que reaccione al instante. Zenitsu se tensó y aún no levantó la mirada, dejando que su profesor de artes lo ayudara a limpiar su rostro. Sintió los dedos pasando delicadamente sobre las comisuras de sus labios, ruborizándose en el acto. Uzui lo miraba con fascinación, su chico era hermoso. Sonrió, inclinándose hacia su rostro, agradeciendo que el chico no ponía resistencia, pero hizo una mueca de dolor al sentir unos dientes clavándose en sus dedos. — ¡ZENITSU! — reclamó.

El rubio había reaccionado tarde sí, pero no tanto como para dejar que su sensei se salga con las suyas. Mordió con fuerza esos dedos que estaban sobre sus labios y empezó a forcejear con el albino. — Ahhh, voy a gritar — amenazó mientras seguía haciendo fuerza para apartarlo de él. — ¡Aléjate! —

—  ¡Zenitsu! ¡Ya basta! — se quejó el albino. — ¡Bien! ¡Ya! Toma, ¡aquí hay toallitas desmaquillantes! — las había visto antes sobre el espejo, pero no había dicho nada para aprovechar el momento. Solo que no había salido como él quería. El rubio se apresuró en quitar ese paquete de las manos de su profesor para empezar a limpiarse el rostro.

—  Qué divertido es esto — comentó Inosuke con una sonrisa burlona mientras comía de una bolsa de papas fritas y sorbía su jugo instantáneo que había guardado en su mochila, entreteniéndose con las dos escenas.

Uzui salió de aquel camerino, siguiendo a su rubio que se había apresurado en alejarse de ahí. Estaba con una sonrisa a pesar de las mordidas que tenía en sus manos, admitía que eso le encendía mucho más. Tanjirou estaba ruborizado, siguiendo al profesor de historia. E Inosuke salió último, porque quería ver cada detalle de la situación. — Hay dos tipos de pasivos, uno que parece tierno pero es agresivo y el otro que es tierno y sumiso — dijo frente a la cámara de su celular que había grabado absolutamente todo.

Se integraron al grupo que los estaban esperando, Iguro sensei estaba enfadado y fue directamente a encarar a sus compañeros, tachándoles de irresponsables. Uzui perdió su oportunidad de sentarse al lado de su chico a causa del profesor de música. Entornó los ojos, escuchando sus reproches. Se sentaron en los asientos vacíos de la primera fila, colocó una mueca fatigada al ver nuevamente a la chica acosadora allí.

El trío se ubicó en la última fila para poder comer sin que nadie se diera cuenta. Tenían sed y la situación anterior les dejó un vacío en el estómago. Tanjirou estaba muy risueño, Zenitsu tenía una cara de pocos amigos e Inosuke empezaba a sacar los bocaditos a escondidas.

La obra teatral comenzó poco después de que ya todos estén presente. Era, por suerte, una comedia para levantar los ánimos del rubio que estaba molesto. Comían a escondidas y trataban de disimular a cada vez que Iguro sensei se giraba a observar a sus alumnos. - Siento que solo nos está vigilando a nosotros - susurró Inosuke.

—  Creo que estamos causando muchos problemas... — respondió Tanjirou haciendo un mohín de desagrado. Zenitsu resopló. — Al menos no nos reprendieron —

No podían evitar soltar algunas lágrimas a causa de las risas que provocaba la obra. A veces aguantaban carcajearse con los comentarios de Inosuke, pero finalmente fracasando en ello. Aprovechaban que no eran los únicos que reían con ganas, pero sí que a veces llamaban la atención cuando lanzaban risas durante escenas dramáticas que en realidad tenía la intención de conmover.

Zenitsu estuvo ignorando que su 'profesor' había estado sentado al lado de esa chica durante toda la función. Cuando terminó la obra, volvieron a salir por donde habían ingresado. Recorrieron los pasillos después de que la mayoría ya se haya ido, así que eran los últimos aún dentro del teatro. El rubio frunció los labios y agudizó el oído al escuchar la voz de su profesor de artes dentro de un camerino. Dejó que Inosuke y Tanjirou se adelantaran, sin que se percaten que dejaban atrás a su amigo. Tragó saliva y se acercó a la puerta de donde provenía aquella voz. Frunció el ceño y arrugó la nariz.

— A ver, déjame ver tu teléfono para ver tus fotos. Seguro tienes muchas donde puedas mostrarme todo tu encanto — su voz salía dulzona. Zenitsu bajó la mirada y se mordió el labio inferior.

— Oh, sensei. ¡Qué picarón! ¡Claro que las tengo! Todas para ti — respondió aquella voz tan odiosa y que le causaba náuseas. Hubo un breve silencio.

—  Wow, esto es más de lo que me esperaba. ¿En serio eres tú? ¡Esta es mi favorita! — habló nuevamente el profesor.

—  Aw, sip. Si quieres te la paso, para que te haga compañía durante las noches en que no pueda acompañarte — eso rompió algo dentro del rubio. Chasqueó la lengua, sintiendo cómo su rostro iba enrojeciéndose.

— Eres muy hermosa, Ume. Déjame ver más — habló con esa voz que ya se volvía odiosa para Zenitsu, quien se había marchado rápidamente para buscar el baño.

Inosuke y Tanjirou estaban desconcertados. Habían perdido al rubio y ahora no sabían dónde podría estar. Decidieron ir a buscarlo nuevamente, ya que estaban a punto de regresar. Se cruzaron con Uzui sensei y esa chica estúpida en el pasillo, fruncieron el ceño y entornaron los ojos. Evadiendo la mirada curiosa de su profesor, quien se giró a verlos. Zenitsu no estaba con ellos.

Buscaron camerino por camerino hasta llegar al baño, donde lo encontraron frente al espejo, con una mirada perdida y con la nariz y los ojos rojos. Lo abordaron sin perder tiempo y se ubicaron a su lado. Podrían hacerse la idea de lo que había pasado, ya que recientemente se cruzaron con el imbécil ¿ex novio? de su amigo. Volvieron a consolarlo, pasándole una botella de agua y acariciando su espalda.

—  Zenitsu, debemos volver — comentó Tanjirou, rompiendo el silencio. Qué ironías de la vida, jugaba con las emociones del rubio. De estar riendo a carcajadas durante la obra, ahora se encontraba desolado.

El rubio se había puesto nuevamente los lentes negros de Inosuke y actuaba como si no hubiera pasado nada. Sentía una presión en su pecho y arcadas en el estómago, rechazaba toda comida que le ofrecía su amigo y se dejaba guiar otra vez por ellos.

Rengoku sensei reprendió a su amigo con la mirada luego de ver al trío acoplarse al grupo. Negó con la cabeza y lo estiró del brazo, apartándolo de esa chica que se encontraba enredando sus manos en la bata del profesor de artes. Uzui frunció el ceño y desvió la mirada. Ya lo había visto. — ¿Cuántas lágrimas dejarás que caigan de los ojos de 'tu chico'? — Kyojuro le susurró en el oído.

Uzui chasqueó la lengua. Estaba perdiendo a Zenitsu, lo sabía, era consciente, pero sentía que estaba avanzando para poder acabar con su problema. Reseteó el celular de la chica luego de que haya visto aquella 'evidencia' que tenía guardada en su galería. Había utilizado la excusa de ver sus 'fogosas' fotos para encontrar aquella que lo delataba. Reinició el teléfono, eliminando toda información sin que la chica se diera cuenta, pero primero se pasó esa foto 'indebida' de él con Zenitsu a su celular. Era una buena foto, la quería sí, porque se veían muy enamorados los dos. Ahora solo esperaba que la chica no fuera tan inteligente para haber multiplicado esa foto a otros dispositivos. Rezaría con la ayuda de Himejima sensei.



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