Cuenta la leyenda que en los nuevos tiempos de paz, nacerán dos luceros tan brillantes como la misma luna. Más serán diferentes. Sus vidas se verán trucadas por planes intrusos que las alejarán de su universo.

Una representará al alba. Su alma guardará paz y tranquilidad. Será un ser de luz mañanera que encontrará su camino entre las suaves aguas del río "Fred". Allí perecerá y de sus restos nacerá el primer espíritu en forma lobuna.

La segunda representará la noche. Su cabello será tan blanco como la misma luna llena y sus ojos avellana brillarán cargados de poder. Esta será la que acabará con esa distancia que la separa de su alma gemela y logrará juntar ambos espíritus en un solo cuerpo.

Dicen aquellos hombres de manada :  Cuando la luna de la noche aparece, los lobos caen rendidos ante ese aullido.

Ese aullido que los dejará a merced de un espíritu nocturno que rondará por los bosques como un guardián magistral, pues su objetivo no es pertenecer al mundo de los vivos. Ellas nacieron para morir en nombre de todos los que tanto lucharon por conseguir la paz. Ellas son la representación del día y la noche. Ellas son las elegidas para portar el poder de la protección y seguridad.

— Últimas palabras del
Ángel Solangel