★☆𝟎𝟐‧ 𝐖𝐞'𝐫𝐞 𝐠𝐨𝐢𝐧𝐠 𝐨𝐧 𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐬𝐢𝐨𝐧, 𝐢𝐭'𝐬 𝐬𝐮𝐢𝐜𝐢𝐝𝐞...
★。・゜☆ 𝐈𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐦𝐢𝐬𝐢𝐨́𝐧, 𝐞𝐬 𝐮𝐧 𝐬𝐮𝐢𝐜𝐢𝐝𝐢𝐨...., 𝐠𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐋𝐮𝐤𝐞‧ ★。・゜☆
. . . . . . . . . ╰──╮ "𝒀 𝑴𝒊𝒄𝒉𝒂𝒆𝒍 𝒅𝒊𝒄𝒆: «¡𝑺𝒊 𝒏𝒐 𝒕𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒂 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆𝒔 𝒃𝒆𝒔𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒆𝒍 𝒄𝒂𝒓𝒄𝒂𝒋!», 𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒓𝒂𝒔 𝑳𝒆𝒆 𝒏𝒐𝒔 𝒗𝒆 𝒄𝒐𝒏 𝒉𝒐𝒓𝒓𝒐𝒓, 𝒉𝒊𝒋𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝑨𝒑𝒐𝒍𝒐, 𝒅𝒊𝒗𝒊𝒏𝒐𝒔 𝒚 𝒓𝒖𝒃𝒊𝒐𝒔 𝒑𝒓𝒐𝒃𝒍𝒆𝒎𝒂𝒔"╭──╯ . . . . . . . . .
★。・゜☆‧ 𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑, 𝐀𝐫𝐚𝐜𝐞𝐥𝐢
Estoy emocionada por capturar la bandera el viernes y quitarle los laureles a los de la cabaña 5, hijos de Ares. No tuve tiempo para los juegos de guerra en el campamento Júpiter así que sería bueno tener algo que hacer además de vigilar a Percy Jackson.
Cada mañana él tomaba Griego Antiguo con Annabeth, y hablaban acerca de los dioses y diosas en el tiempo presente, que era un poco extraño.
El resto del día, tuvo que alternar a través de las actividades al aire libre, en busca de algo en lo que fuera bueno. Quirón trató de enseñarle tiro con arco y yo lo ayude pero todos nos dimos cuenta muy rápido que no era nada bueno con un arco y flecha.
Quirón no se quejaba, incluso cuando tuvo que sacar una flecha perdida de su cola. La única cosa en la que realmente destaco fue en canoa, y esa no era el tipo de habilidad heroica que esperábamos ver al chico que había vencido al Minotauro. Todos lo observamos con atención especial.
-¿Que te pasa? -Los ojos azules de Lee me examinaban con detenimiento.
-No lo quieres saber. -Le prometí a mi hermano.
-Quiero ayudar...
Lo miré fijamente, asentí. Lo hice jurar por el Estigio que no diría nada, sabía que no debía contarle de Luke, Hera y Jason: que eran mis problemas principales pero si en alguien podía confiar era en él, mi sonriente y cantante hermano. Le conté sobre los dioses y sobre papá; excepto la parte de lo que le paso a Halcyon Green nuestro hermano mayor, obvie la parte de lo que Luke estaba en problemas y yo también si descubrían que robo el rayo. Le conté sobre Jason y lo que sea que pasa entre nosotros también le dije sobre Luke y de nuevo, lo que sea que pasa entre nosotros.
Quiero a Luke pero también ciento algo por Jason, sin embargo se que estar con Luke Castellan me distraerá de mi propósito y si algo le pasa, y si algo le pasará... Cuando le pase mientras yo estoy con él, mientras soy su novia y estoy involucrada con él creo (SÉ) que no lo soportaría.
-Guau.
-Bienvenido a mi mundo, Lee. -Murmuró mientras me colocaba mis lentes de sol, estamos cerca del gran escenario circular donde todo el mundo de la cabaña once estaba reunido así podía espiar todo un poco y tener una sesión psicológica.
-¿Que hacen?-Michael Yew, mi segundo hermano mayor; un año menor que Lee, que tenía una gran bocota y nunca tenía miedo de decir lo que pensaba saltó frente a nosotros-. ¡Ya se, ya se! Araceli espía a su querido novio, Luke Castellan.
-¿Por qué todo el mundo piensa que somos novios?-Pregunté mientras me levanta de la hierba.
Antes que Michael contestara, Luke que instruía en el manejo de la espada a los chicos de la cabaña de Hermes gritó:
-¡Ly, ven a practicar con nosotros!
-¡Yo...!
-¡Mi hermana menor no va para ningún sitio contigo, Castellan! -Michael me interrumpió-. ¡Ya te dije que no te le acercaras!
Lee Fletcher y yo empezamos a caminar hacia Michael que se disponía a ¿golpear a Luke?
-Tu no le puedes prohibir nada, Yew. -Luke sonrió sarcástico.
Lo hubiese detenido pero Michael se veía muy cómico porque Luke es más alto. Mi hermano medía 1.55 metros, con otros 50 cm de actitud. Me recordaba a un hurón, con su nariz puntiaguda.
-¡Es mi hermana! -Gritaba, parándose de puntillas para alcanzar la cara de Luke- ¡Si
no te gusta puedes besarme el carcaj!
Alrededor del sitio la gente trataba de no reírse: los hermanos Stoll, los gemelos Castor y Pólux de la cabaña de Dioniso, Katie Gardner de Deméter. Incluso Percy Jackson.
-¡Basta los dos! -Decidió intervenir Lee, se acercó a Michael y lo tomo por el hombro para sacarlo de ahí, pero se detuvo al escuchar unas risitas-. Y con respecto a ustedes -Señaló a los presentes-. Haré que hablen solamente en rima si no se detienen inmediatamente.
La última vez que un hijo de Apolo maldijo una cabaña, tomo una semana para que dejaran las cuartetas en verso, casi todos teníamos esa habilidad, Apolo es el dios de la poesía así como de la arquería. Y lo había escuchado recitar en persona. Prefería que me dispararan una flecha, los demás opinaban lo mismo así que se callaron de mala gana.
-¿Por qué me odia?
-Podría hacer una larga lista, Luke Castellan.
Realmente no podía, no sabía muy bien que tenía Michael en contra de el hijo de Hermes.
-Creo que deberías hacer pareja con Percy para los duelos. -Recomendé para cambiar el tema.
Luke asintió y yo me senté por ahí para ver la práctica, recordé que debía escribirle a Jason; prometí informarle pero lo haría luego o lo haré ahora, tome una hoja de mi carpeta (la traía desde hace un rato) y saque un lápiz.
-Buena suerte -Le dijo uno de los chicos a Percy y yo sonreí a sabiendas de lo que seguía:-. Luke es el mejor espadachín de los últimos trescientos años.
Luke le enseñó golpes, paradas y bloques de escudo a la manera. Con cada golpe, dejaba al chico un poco más maltratado y golpeado.
En el momento en que él llamó a un descanso, estaba empapado en sudor. Todo el mundo pululaba por las bebidas frías. Luke echó agua helada en su cabeza, Percy hizo lo mismo. Al instante, mejoró, definitivamente era hijo de Posy, Poseidón. Luego Luke se sentó a mi lado intentando averiguar qué escribía.
-Largo. -Lo golpee con la carpeta y deslice la carta en mi bota para colocarla fuera de su alcance.
-¡Está bien, todo mundo al círculo! -Luke ordenó luego de sonreír burlón, yo sabía que intentaría robar la carta y él sabía que yo sabía-. Si a Percy no le importa, quiero darle una pequeña demo.
Los chicos Hermes se reunieron alrededor. Ellos estaban sorprendentemente sonrientes. Todos habían estado en los zapatos de Percy antes y no podían esperar a ver cómo Luke lo usaba para saco de boxeo. Les dijo a todos que iba a demostrar una técnica de desarme: cómo girar la espada del enemigo con la superficie plana de su propia espada a fin de que no tuviera más remedio que soltar el arma.
-Esto es difícil -Subrayó-. He tenido que utilizarlo en mi contra. No riéndose de
Percy, ahora. La mayoría de los espadachines tienen que trabajar años para dominar esta técnica.
Demostró el movimiento en cámara lenta. Efectivamente, la espada estrépito fuera de la mano de Jackson.
-Ahora, en tiempo real-dijo, después de haber recuperado el arma del hijo de Poseidón-. Seguimos en combate hasta que uno de nosotros se lo quita. ¿Listo, Percy?
Él asintió, y Luke lo siguió. Cuando parecía que el hijo de Hermes le iba a ganar, Percy intento la maniobra de desarme.
Clang
La espada de Luke se sacudió contra las piedras. Los otros campistas guardaron silencio, yo no sé que pensar, si sonreír porque Jackson sabrá cómo defenderse o asombrarme de su habilidad.
Percy bajo la espada.
-Ummm, lo siento.
Por un momento, Luke estaba demasiado aturdido para hablar, lo entiendo, no todos los días un chico dos años menor que tu te gana.
-¿Lo siento? -Su rostro lleno de cicatrices se rompió en una sonrisa-¡Por los dioses, Percy, ¿por qué lo sientes? ¡Muéstrame otra vez!
Percy no quería pero Luke insistió, quería ver cuáles eran sus capacidades, yo también. Esta vez, no hubo concurso. En el momento en que sus espadas se conectaron, Luke golpeó el puño de Percy y envió su arma arrastrando por el piso.
Después de una larga pausa, sugerí:
-¿Suerte de principiante?-Sonreí suavemente.
Luke se limpió el sudor de su frente. Él evaluó a Percy con un interés completamente nuevo, sabía que estaba analizando, buscando una debilidad o algo que le fuera de ayuda.
-Tal vez -Dijo-. Pero me pregunto qué podría hacer
Percy con una espada equilibrada...
★。・゜☆ ★。・゜☆
Ya era viernes. Está noche, después de la cena, había mucho más entusiasmo del habitual. Por fin, llegó el momento de capturar la bandera.
Cuando los platos estuvieron fuera, el caracol sonó y nos quedamos todos en nuestras mesas. Los campistas gritaron y aplaudieron cuando Annabeth y dos de sus hermanos corrieron en el pabellón con una bandera de seda. Era aproximadamente de diez pies de largo (3.048 m), gris brillante, con una pintura de una lechuza encima de un árbol de olivo. Desde el lado opuesto del pabellón, Clarisse, una hija de Ares y sus amigos corrieron con otra bandera, de idéntico tamaño, pero de un rojo llamativo, pintado con una lanza ensangrentada y una cabeza de jabalí, demostrando que tienen un magnífico gusto, nótese la ironía.
Veo que Percy conversación tiene una con Luke, el hijo de Hermes le dio una mirada socarrona, como si supiera algo que él no hice. La cicatriz en su rostro le hacía parecer malvado en la luz de las antorchas. Sabía que algo tramaba, suspire, Lee me dio una palmada en el hombro; comprendía perfectamente mi situación, me centré en tomar mi arco: una obra maestra de roble dorado, tallada con enredaderas doradas que brillaban a la luz como si ardiera. Su tensa curva zumbaba con poder. La cuerda del arco estaba tejida de bronce celestial y los hilos de los telares del Destino (los cuales... dios, no tenía idea de dónde vinieron, según mi padre no los robo pero no estoy segura). El arco no pesaba casi nada.
-Eso ha estado en la sala del tesoro principia durante siglos, -Me dijo Teresa, la pretora de la Legión el año pasado- Nadie puede manejarlo. Es demasiado pesado para disparar. Créeme, lo habría hecho si hubiera podido. Como originalmente era un regalo de tu padre para la legión, parecía correcto que si dijo que te lo entregaramos, te lo entregaramos. Apolo piensa que podrías darle un buen uso.
Los equipos fueron anunciados. Atenea había hecho una alianza con Apolo y Hermes, las dos grandes cabinas. Los privilegios habían sido comercializados -los horarios de ducha, los horarios de tarea, los mejores espacios para las actividades- con el fin de ganar apoyo. Ares se habían aliado con todos los demás: Dionisio, Deméter, Afrodita, y Hefesto.
Mi casco, como todos los cascos en el lado de Atenea, tenía una pluma de pelo de caballo azul en la parte superior, no me pregunten de donde sacaron un caballo azul. Ares y sus aliados tenían plumas rojas. Annabeth gritó:
-¡Equipo azul, adelante!
Ello se animaron y sacudieron sus espadas y la seguimos por la ruta de acceso a los bosques del sur. El equipo rojo nos gritó insultos, mientras ellos se dirigían hacia el norte.
-¡Vamos! -Llamó Lee a nuestros hermanos para dispersarse entre los árboles.
-Michael -Lo detuve-. Luke planea algo, creo que tiene algo que ver con Percy. -Sabía que Yew le sacaría un ojo al hijo de Hermes si me hacía algo, aunque fuera el mínimo desprecio hacia mi.
-Lo voy a apalear si hace una tontería. -Prometió antes de irse.
Mientras yo me fui a subir a un árbol para salvarle el pellejo a Percy Jackson.
-Entonces, ¿cuál es el plan? -Preguntó el chico a Annabeth-. ¿Tienes algún objeto mágicos que puedas prestarme?
Su mano se desvió hacia su bolsillo, como si temiera que le hubieran robado algo. Me imagino que buscaba su gorra, que era un regalo de su madre, Atenea, diosa de la sabiduría. Hacía al portador invisible. Luego le recomendó a Percy evitar la la lanza mágica de Clarisse.
-... De lo contrario, no te preocupes. Tomaremos la bandera de Ares ¿Luke te ha dado tu trabajo?
-Patrulla Fronteriza, lo que sea que significa.
-Es fácil. Párate por el arroyo, mantén a los Rojos fuera. Déjame el resto. Atenea siempre tiene un plan.
-Itini simpri tini in plin. -Gruñó ya desde el árbol.
Ella siguió adelante, y lo dejó ahí. El plan obviamente era un complot con Luke.
Lo coloco ahí porque sabía que Clarisse iría después de él, mientras que a Luke iba por el flanco y mis hermanos los cubrían. Era una noche cálida y pegajosa. El bosque estaba oscuro, con luciérnagas dentro y fuera de vista, observe que alguien se deslizaba hacia la cabaña de Apolo (por las pisadas), bajo del árbol de mala gana, no sé quién o porque va para allá y eso significa que patearé a alguien hoy.
-¡Ey, tú! ¿Qué haces? -Me preparé para atacar, quien sea que fuera se detuvo.
Hubiese seguido el interrogatorio pero me devolví ya que a Percy lo iban a pulverizar los chicos de Ares...
Entonces oí gritar, gritos eufóricos, y ví correr a Luke hacia la línea fronteriza con la bandera del equipo rojo levantándola en alto. Estaba flanqueado por un par de tipos Hermes para cubrir su retirada, y unos pocos Apolos detrás de ellos, luchando contra los niños de. La gente de Ares se levantó, y Clarisse murmuró una maldición.
-¡Un truco! -Gritó-. Fue un truco.
Se tambaleó después de Luke, pero ya era demasiado tarde. Todo el mundo se reunió en el arroyo como Luke corriendo en territorio amigo hasta que una flecha apareció frente a él, supe por el efecto que era de Michael pues la flecha hizo un sonido como de grito mientras volaba.
Cuando aterrizó, liberó un estallido como un poderoso acorde de guitarra eléctrica amplificado por las bocinas más grandes del mundo. Los campistas se llevaron las manos a los oídos con dolor. Algunos corrieron. Los que menos sufrieron daño fueron mis hermanos, Lee nos miro a Michael (que iba saliendo del bosque) y a mi; inexpresivo, íbamos a tener problemas con él.
-Esa era mi última flecha sónica -Dijo Michael-. Pero valió la pena.
-¿Un regalo de tu querido padre? -Pregunto Luke, levantándose del suelo, furioso-¿El dios de la música? ¡Y la molestia!
Michael asintió con expresión traviesa.
-La música estridente puede ser mala para ti. Desafortunadamente, no siempre mata -Sonrió burlón.
Nuestro lado estalló en aplausos al salir del aturdimiento. La bandera roja brillaba y se volvió plata. El jabalí y la lanza fueron sustituidos por un gran caduceo, el símbolo de la cabina once. Todo el mundo en el equipo azul tomó a Luke y comenzaron a llevarlo alrededor sobre sus hombros. Quirón galopó hacia fuera de los bosques y sopló el caracol. El juego había terminado. Habíamos ganado.
Yo estaba a punto de irme ver que pasó en nuestra cabaña cuando la voz de Annabeth, justo al lado de Percy, en el arroyo, dijo:
-Nada mal, héroe.
Miré, pero ella no estaba allí.
-¿Dónde has aprendido a pelear así? -Preguntó ella. El aire brillaba, y se materializó, con una gorra, como si acabara de quitársela de la cabeza.
Percy empezó a discutir con el fastidio que es Annabeth, ella se encogió de hombros.
-Te lo dije. Atenea siempre, siempre tiene un plan.
-Un plan para que me pulvericen.
-He venido tan rápido como pude. Estuve a punto de saltar, pero... -La hija de Atenea se encogió de hombros-. Pero no necesitabas ayuda.
-Claro porque yo lo ayude, Chase. -Gruñí, aireada.
-Bueno, para variar sirves para algo. -Uno chica dio un paso adelante: alta, con el cabello moreno ensortijado que lograba que los vaqueros y la camiseta naranja parecieran glamurosos. Era una hija de Afrodita.
-¿Que me dijiste, Drew?
Di un paso adelante, dispuesta a darle una bofetada, pero Percy dijo:
-Ella no vale la pena.
Lo ignore y avance a Drew para sacarle los dientes pero Luke me tomo por los hombros y me alejo.
-Percy ya lo dijo, no vale la pena.
-Por favor. -Insistió Percy, entonces me di cuenta de su brazo herido.
-¿Cómo te hiciste eso? -Pregunté mientras Michael alejaba a Luke de mi y Lee lo alejaba a él de Luke.
-Cuchillada. -Respondió.
-No. Es una estocada. Míralo. -Interrumpió Annabeth.
La sangre se había ido. Cuando el corte había sido enorme, había una larga marca blanca, e incluso que se estaba desvaneciendo. Mientras observaba, se convirtió en una pequeña cicatriz, y desapareció. Al final Annabeth intentaba descifrar de quien era hijo Percy.
Lenta. Pensé.
-OH, Estigia -Maldijo ella-. Esto no es bueno. Yo no quería... pensé que sería Zeus...
A continuación un grito desgarrado a través del bosque. La animación de los campistas murió instantáneamente. Quirón gritó algo en griego antiguo, que había entendido perfectamente: "¡Listos! ¡Mi arco!"
Annabeth sacó su espada y yo preparé mi arco. Allí, sobre las rocas, justo por encima de nosotros había un perro negro del tamaño de un rinoceronte, con ojos rojos como lava y colmillos como puñales. Estaba mirando directamente hacia Percy. Nadie se movió excepto Annabeth, quien gritó, "¡Percy, corre!"
El perro golpeó al hijo de Poseidón y casi se lo come de no ser por mi y Quirón. Desde el cuello del perro surgió un grupo de flechas. El monstruo cayó muerto a nuestros pies. Quirón se acercó a nuestro lado, el arco en una mano, y el rostro sombrío.
-Ese es un perro del infierno de los Campos de Castigo. No... No se supone que... -Annabeth dijo, que inteligente.
-Alguien lo llamó. -Murmuró Quirón-. Alguien dentro del campo.
Luke se acercó; podría jurar que fue él que lo hizo, la bandera en la mano olvidada, su momento de gloria se había ido. Clarisse y Drew gritaron:
-¡La culpa es de Percy!/¡Araceli lo convocó!
-¡Silencio, niñas! -Les dijo Quirón.
Vimos el cuerpo del perro del infierno fundiéndose en la sombra, empapando el suelo hasta que desapareció.
-Estás herido -Annabeth le dijo-. Rápido, Percy, métete en el agua.
-Estoy bien.
-No, no lo estás, anda por favor -Dije suavemente, usando el mismo tono que él conmigo-, Quirón, mira esto.
Me alegré cuando Percy me hizo caso a mi y no a Annabeth. Dio un paso atrás al arroyo, el campamento entero estaba a su alrededor. Al instante, mejoro. Se intento defender pero estabamos mas interesados en el signo sobre su cabeza: un holograma de luz verde, hilado y reluciente. A punta de lanza de tres: un tridente.
-Tu padre -Annabeth murmuró-. Esto no es realmente bueno.
No lo era, hace unos años, los Tres Grandes acordaron que no señor, no más héroes. Sus hijos eran demasiado fuertes. No más aventuras con mujeres mortales. Todos ellos juraron sobre el río Estigia. Aunque Zeus no lo cumplió, Thalia y Jason eran prueba de ello, ahora Percy es prueba de la falta de Posy.
-Está decidido. -Quirón anunció.
Todos estábamos arrodillados.
-¿Mi padre? -Le pregunté Percy, perplejo.
-Poseidón -dijo Quirón-. Agitador de la Tierra, Atraedor de Tormentas, el Padre de los Caballos. Salve, Perseus Jackson, Hijo del Dios del Mar.
Bien, me tendré que encargar luego del intruso.
★。・゜☆ ★。・゜☆
Viento desplegó las alas e inclinó la cabeza.
Que presumido, pensé mientras desmontaba.
Mi pegaso se llama Viento Gris o Vientos de Invierno; llamale como quieras, aun seguimos esperando el penúltimo libro, pero todos le decimos Viento. Él está conmigo desde que era pequeño, apareció un día en el campamento Júpiter y me lo quede; eso en parte se lo debo a Jason, el hijo de Júpiter me ayudó a conservarlo pues los caballos eran solo para los oficiales o la caballería bárbara, no para los legionarios romanos.
El caso es que los romanos
siempre luchan a pie. A la caballería la desprecian un poco.
Aunque luego de que Teresa y Newt (ambos pretores) aceptaron que me lo quedara todos quisieron un pegaso, incluso mi ridículo familiar descendiente de Apolo; Octavio, y discutimos sobre cómo se llamaría. Su pelaje era del color del humo oscuro, con reflejos que eran como oro fundido recordaba a Viento Gris; el lobo de Robb Stark, pero también tenía betas blancas; como el Invierno, aunque dependiendo la luz podía parecer un rayo de sol; como me llama papá, su pelaje gris tenía motas cobres y doradas. Al final Jason recomendó llamarlo Viento para dejar a todos contentos y yo acepté.
-Eres terrible, no sé cómo lo haces pero es terrible, ¡No tenías derecho a hacerle pasar esto a Percy! -Le grité a Luke mientras se acercaba a mi, por suerte no había nadie cerca-. Tú invocaste al perro del infierno en el bosque ayer en la noche.
-Teníamos que hacer creer a Quirón que el campamento no era seguro para él, así lo iniciará en su misión. Teníamos que confirmar sus miedos de que Hades iba tras de Percy. Y funcionó ¿Cual era tu plan?
-¡Amenazar a su padre para que hiciera algo útil! ¿Que nos hace mejor que los dioses? ¡Estas jugando con él! -Protesté.
Viento se acercó a Luke trotando y le acarició la cara con el hocico, y acto seguido giró la cabeza inquisitivamente, sabía que estaba molesta.
Percy se sentía miserable, el ataque había espantado a todo el mundo. Envió dos mensajes: uno, que era el hijo del Dios del Mar; y dos, que los monstruos no pararían hasta matarlo. Ellos podrían incluso invadir un campamento que siempre había sido considerado seguro. Los otros campistas se mantenían alejados de él tanto como les era posible.
-Viento -Dije-, estoy molesta con Luke, hoy puedes golpearlo.
El caballo relinchó en plan: "vale". Luke lo miro y suspiró:
-Eres un traidor. -Poso la mano en el pescuezo del corcel con cariño.
De nuevo, el caballo relinchó en plan "Mira quien lo dice: el ladrón del rayo". Yo me eche a reír, no lo pude evitar, y Viento se fue volando hacia el cielo oscuro, era de mañana pero el sol no salía. Los pegasos prefieren estar libres, ir y venir por su cuenta pero Viento siempre estaría ahí para mi.
-¿Ya se te pasó?
-No -Gruñó.
-¿Ni un poquito? -Él hizo un mohín, se veía adorable.
Luke se inclinó y me dio un beso: un beso de verdad, sin nadie delante que mirara, ni griegos por ninguna parte, ni hermanos mayores gritones.
El hijo de Hermes se apartó.
-Te echaré de menos, rayo de sol -Lo abracé y me aferré a él, Luke me correspondió-. Te quiero mucho.
No lo dejaré. Pensé. Me aferraría a él con garras y dientes, no permitiré que la muerte o el destino me lo arrebaten. Le sonreí suavemente. Yo me encargaría de solucionar todo y de hacer que reaccionará.
-Te quiero, mucho aunque yo no olvido lo que hiciste. -Fruncí el seño confundida recordando lo primero que me dijo- ¿Para donde voy?
Los truenos retumban al otro lado de las montañas, me estremecí en brazos de Luke. Se estaba formando una tormenta. Yo no había soñado eso, pero si soñé con Poseidón y Zeus peleando.
-El Sr. D quiere verte.
-¿Por qué? -No había hecho nada para molestar a Dionisio, el Dios del vino, él es el director del campamento por un castigo.
No me agrada pero tampoco es mi tío favorito, ese en ese caso sería Hermes, nada que ver con que es mi casi suegro.
-Él quiere matar... es decir, será mejor que te lo cuente él.
-Más vale que Percy no muera por tu culpa ¿Si?
-Uhmm -Luke sonrió cansado.
Me di cuenta de las ojeras que tenía y le pase un dedo por ellas, preguntando en silencio.
-El señor de los titanes...me me castigó con pesadillas. -Murmuró después de un rato.
-Nos vengaremos. -Prometí, le di un casto beso en los labios.
Esto me hizo entender que lo quería, más de lo que me gustaría admitir, y bueno, Jason, quizás el sentimiento es más fraternal ¿No? Así debe ser.
★。・゜☆ ★。・゜☆
-¡Hermano menor! -Saludé a Will Solace, un joven alto, de cuerpo atlético, cabello rubio greñudo y ojos azules, al igual que la mayoría de mis hermanos, excepto yo, por ejemplo.
Will me hace recordar mucho a Jason, pero los parecidos entre ambos no van más allá de su color de cabello y ojos; pues Jason era un guerrero y eso se notaba en la intensidad de su mirada o en su constante estado de alerta, mientras que Will parece un gato larguirucho tirado al sol, sus movimientos son relajados y nada amenazantes y su mirada ed suave y distante. Su aspecto es el menos agresivo que un semidiós podría lucir.
-No ha habido avances con la investigación de la identidad del intruso. Sólo conseguimos un anillo. -Will me entregó un anillo de oro con precaución, era un anillo universitario.
-Esto es algo que tendría un hijo de Atenea. -Annabeth por ejemplo, sólo que no tengo pruebas para acusarla.
-Araceli, deberíamos decirle a Quirón. -Ofreció Will a sabiendas que tomaría el asunto en mis propias manos. Podrán decir lo que quieran de la paternidad ausente de los dioses pero sus hijos heredan la mayoría de los mejores rasgos de personalidad, por ejemplo mi padre es terriblemente vengativo y yo soy siete veces peor.
Además según padre, Atenea nunca había superado su "pequeña riña" durante la guerra de Troya, que los hijos de la sabiduría y los hijos del sol nos lleváramos mal era normal.
Negué mientras entraba a nuestra cabaña, pasando por un lado de donde crecían unas alegres flores amarillas de Delos, de la isla sagrada de papá, solo crecen dentro y en los alrededores de la Cabaña Siete. Por cierto Michael y yo logramos expandir la cabaña de Apolo obteniendo un segundo piso (los hijos de Hefesto ayudaron) que no era visible para nadie que no fuera un hijo de padre.
-¿Entonces no falta nada? -Pregunto Lee a Michael que se movía frenéticamente por la estancia amplia y luminosa.
Las literas estaban todas pegadas a una pared. La mayor parte de la estancia se hallaba ocupada con bancos, mesas de trabajo, herramientas y armas (principalmente cuchillos, arcos y unos carcaj). Al fondo había una enorme biblioteca llena de viejos rollos de pergamino, libros encuadernados en piel y
ediciones en rústica (algunos nos interesábamos en cosas no típicas de hijos de Apolo).
Había una mesa con infinidad de instrumentos musicales y cosas para hacer todo tipo de artes. El techo estaba cubierto de mapas enormes de guerras antiguas. Había armaduras colgadas bajo las ventanas y sus planchas de bronce destellaban al sol que entraba por los enormes ventanales que tenían las cortinas de seda dorada, recogidas.
-Sólo falta lo que sacaron del cuarto de Araceli. -Respondió mi hermano mientras se quitaba el cabello negro de la cara.
Y se preguntaran ¿Qué sacaron de tu habitación? ¡La carta de Jason! O eso supongo, había una pluma de águila por lo que pienso que esta ave dejo la respuesta de la carta que le envié a Jason y se la llevaron. Subí a mi habitación (empuje la puerta hacia las escaleras al segundo piso que estaba detrás de las armaduras) y Michael me siguió.
Entre y me quedé mirando las vigas de bronce del techo luego de lanzarme en mi cama, indispuesta. El colchón y las almohadas estaban rellenas de plumas de pegaso (Me había asegurado que ningún pegaso había sufrido daño en la fabricación de los productos), de modo que eran comodísimos. Generalmente me levantaba con el primer rayo de sol pero hoy no quería hacer nada, a través del ventanal el cielo parecía una sopa a punto de hervir. Una cortina de lluvia venía en nuestra dirección.
En el campo de voley, mis hermanos estaban jugando a un partido matinal contra los sátiros. Los gemelos Dionisio estaban caminando por el campo de fresas, haciendo crecer las plantas. Todo el mundo estaba con sus cosas habituales, pero parecían tensos. Mantuvieron sus ojos en la tormenta.
-¿Qué es tan importante como para que estés así?
-Me quitaron algo muy... -Me detuve al ver quien se acercaba a nuestra cabaña.
El hombre era pequeño, pero gordo. Él tenía una nariz roja, ojos llorosos grandes, y un cabello crespo tan negro que era casi púrpura.
-¿Por que el Sr. D viene para acá? -Michael tenía razón, es más, parecía que nos observaba a través del vidrio lo que debía ser imposible pero él me señaló y luego hizo un gesto para que fuera-. Estamos en graves problemas, si está viendo el segundo nivel...
-Corre. -Lo tomé por el brazo y lo arrastre por las escaleras, cerré la puerta y me di cuenta que la cabaña estaba casi vacía, me alegro de que Lee se haya ido, salvándose del problema.
-¡Para Ly, si nos va regañar bueno, que lo haga! -Se quejo Michael soltándose de mi agarre.
-Me alegro que seáis muy valiente señor Yew, siempre me agradó vuestro carácter; te quejas menos que tu padre, pero más que tus otros hermanos. -Dioniso camino hacia nosotros. Advertí que en realidad andaba por el aire: sus gomas se deslizaban a un par de centímetros del suelo. Supuse que quería hacerse el dramático-. Anda, vete, quiero hablar con tu hermana pero al parecer el muchachito de Hermes no la convenció de ir.
-Sr. D -Saludé, el hizo un ademán para que lo siguiera y ambos caminamos.
-Me haré que no vi nada con respecto a su «modificación» en la cabaña pero necesitaré que me ayudes en algo, es una cosa de Quirón no tiene nada que ver conmigo, pequeña celebridad.
-¿Y si no qué?
Él giro su mirada directa hacia mí, y ví un tipo de fuego purpúreo en sus ojos, un indicio que este hombre pequeño llorón, regordete sólo me mostraba el
pedacito más diminuto de su naturaleza verdadera. Ví visiones de vides ahogando incrédulos hasta morir, guerreros borrachos dementes con deseos de batalla, marineros gritar mientras sus manos se volvían aletas, sus caras expandiendo en hocicos de delfín. Supe que si le empujara, el Sr. D me mostraría peores cosas.
-¿Te gustaría probarme? Estoy dispuesta a oír los lloriqueos de el solecito sobre que dañe a su hija. -Él dijo quedamente.
-No. No, señor ¿Que es ese «algo»?
El fuego murió un poco, luego dijo:
-Si estuviera en mis manos. Haría que las moléculas del hijo de Poseidón estallaran en llamas. Barreríamos las cenizas y se acabarían tantos problemas. Pero Quirón parece pensar que eso iría en contra de mi cometido en este campamento: el manteneros a vosotros, mocosos, seguros de daños.
-La combustión espontánea es una forma de dañar, Sr. D -intercedió Quirón cuando llegamos a la Casa Grande donde nos encontramos con Percy al que le sonreí y él se sonrojo, también estaba el sátiro Grover.
-Tonterías -Dijo Dionisio-. El chico no sentiría nada. No obstante, he acordado contenerme. Estoy pensando en convertirte en delfín en lugar de eso, enviándote así de vuelta con tu padre.
-Sr. D -Advirtió Quirón.
-OH, está bien -Cedió Dionisio-. Hay una opción más. Pero es una locura mortal. Me voy al Olimpo por una reunión de emergencia. Si el chico sigue aquí cuando vuelva, le convertiré en un delfín mular Atlántico. ¿Entendido? Y Perseus Jackson, si eres lo bastante listo, verás que es una decisión mucho más razonable que lo que Quirón siente que debes hacer. Una última cosa -Me observó-.¿Sabes, Afrodita está interesada en ti y el hijo de Hermes? En fin, ayuda al niño -Señaló a Percy.
El aire pareció plegarse y rodearlo. Él se convirtió en un holograma, y a continuación en viento, después, se marchó, dejando solo el aroma de uvas frescas tras de él. Quirón nos sonrió, pero parecía cansado y algo tenso.
-Siéntate, Percy, por favor. Y Grover, tu también Araceli.
Lo hicimos.
-Cuéntame, Percy -Dijo él-. ¿Qué se hizo del perro del infierno?
-Me asustó. Si no le hubieran disparado, estaría muerto.
-Encontrarás de peores, Percy. Mucho peores, antes que acabes.
-Acabar ... ¿con qué?
-Tu misión, por supuesto. ¿La aceptas?
Iremos de misión, es un suicidio, gracias por todo Luke. Pensé ya que obvio, él tenía la culpa.
Quirón le explicó todo esto del robo a Percy. El hijo de Poseidón debía encontrar el rayo y llevárselo a Zeus. Consultó al Oráculo, y la profecía fue esta:
Irás hacia el oeste, y verás al dios quien ha recurrido.
Encontrarás lo que ha sido robado, y lo devolverás de forma segura.
Serás traicionado por el que te
llama amigo.
Y no salvarás lo que más
importa, al final.
Sus deducciones fueran tan brillantes que el supuesto culpable de todo esto es la Muerte en Pasta, es decir, Hades cuando es Cronos.
-Entonces déjame aclarar esto-dijo Percy a Quirón-. Se supone que tengo que ir al Inframundo y enfrentarme al Señor de la Muerte.
-Correcto.
-Encontrar el arma más ponderosa del universo.
-Correcto.
-Y llevarla de nuevo al Olimpo antes del solsticio de verano, en diez días.
-Así es.
Miro a Grover el que después aceptaría acompañarlo.
-¿Y tu?
-Lo haré Percy, vamos a patear a algunos inmortales. -Encima de nosotros un rayo crepitó. Y un trueno retumbó.
También Annabeth vendría. Esto va contra las antiguas leyes. A un héroe sólo se le permiten dos acompañantes, cuatro es arriesgado pero necesario.
Un rayo destelló. La lluvia caía en los prados donde se suponía que nunca tenían climas violentos.
-No hay tiempo que perder - Dijo Quirón-. Creo que deberíais todos hacer las maletas.
-Se Acerca el Invierno-Sonreí, quizás en el viaje perdiéramos a cierta hija de Atenea.
🌻
✨
☀️
~Isabel~
Edit 15/1/24
🌻
✨
☀️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top