47. Victimas
Volví!!! Perdónenme la vida jijiji
—Cielo, primero que nada... lo siento—dijo mirándome culpable—. Yo me siento muy mal por todo lo que te debí causar esta noche. Perdóname...
Intenté no mirarlo, pero con el mili segundo que lo vi capté sus ojos culpables, y hasta logró conmoverme.
¡Concéntrate, Cielo!
—¿Tú me mandaste todas esas fotos y videos cierto?—pregunté y de inmediato lo solté de la mano.
—Sí—me respondió bajando la mirada—. Y perdón en serio por eso. Nunca pretendía...
—Me rompiste el corazón, no lo niego—me abracé a si misma, mirando hacia el horizonte relajadamente—. De todas maneras te agradezco por ello.
—¿Qué?—sacudió la cabeza confundido.
Menos mal no vine con los ojos hinchados debido al llanto, pues eso haría menos creíble mi forma de actuar.
—La idea de que me rompas el corazón era que se abriera la barrera, y pues se logró. Pero descuida, el dolor no fue en vano. Gracias a ello al fin somos personas normales con sentimientos reales, ya no hay necesidad de cumplir con la profecía—sonreí suavemente aun sin mirarlo—Hubiera sido un asco tener que casarnos para luego abandonar nuestras carreras. Menos mal me rompiste el corazón así tan sorpresivamente y con algo tan fuerte. Tal vez si estaba en sobre aviso y con alguna pendejadita capaz y no se lograba la caída de la barrera.
—Sí—fue lo único que logró decir—. Y pues de todas manera... perdón, Cielo. Te juro que no quise...
—Estás perdonado. Solo fue algo que debías hacer.
—¿Estas enojada?—me preguntó y negué con tranquilidad.
—No, Chris—mentí con calma, pues aún no se probaba su inocencia—. Como sea... ¿Sabes sobre el origen de... todo lo que pasó hoy? ¿Que exactamente sabes?
Él se quedó un momento en silencio.
—Sé que tu madre un día nos separó porque quería alguien perfecto para ti, y después se que todo se salió de control. Al parecer de alguna manera los hechizos no eran aceptados porque al fin y al cabo querían que estemos juntos, por eso se creó el libro de la profecía para...
—Okey, lo sabes... todo—lo corté, pues no quería seguir oyendo todas las mentiras que Sara y Fat nos metieron. Lo mejor era que él siga creyendo aquello—. En fin, aún no me has respondido—yo alcé mi mirada seria hasta él—. ¿Me hacías el amor con el anillo de compromiso de la chica de las fotos?
Chris se quedó pensativo mirando al frente.
—La chica de las fotos se llama Lucía, y... no es mi novia—me confesó y yo alcé una ceja insegura.
Su cara de culpa aún seguía allí pese a que me afirmó algo que debería aliviarme. Aparentemente su único compromiso era conmigo.
—Tengo curiosidad en saber la razón de que lleves el anillo de tu ex novia. ¿Te gusta su diseño, o te gusta... su significado? Es que...—me mordí el labio queriendo reír—. Supongo que un anillo de compromiso no es algo que se pueda superar fácil, o mejor dicho... un compromiso no es algo que se pueda superar pronto.
—No era un compromiso real—respondió apretando los labios nervioso.
—¿Entonces?
—Fue un regalo que le di a Lucy por nuestro quinto mes de novios—me informó, y sentí una ligera punzada de celos. Cinco meses se podría considerar una relación larga respecto a los antecedes de Chris—. Era su cumpleaños y a la vez nuestro aniversario.
—Oh, ¿entonces se hicieron novios en el cumpleaños de ella en algún momento?
—Sí—aseguró pensativo—. Me acuerdo que ella siempre me decía que quería que compartiéramos algo que nos representara como pareja, así que un día solo se me ocurrió comprar esos anillos y hacerles poner una inscripción. Por supuesto a Lu le encantó, y se puso a presumirles a todos en su mini fiesta de cumpleaños. Ahí su amiga empezó a molestarnos a los dos diciendo que en realidad eran anillos de compromiso, pero... no era así. Era un regalo que le di. Después ella seguía insistiendo en los anillos de compromiso así que... solo le seguimos la corriente. Nos parecía divertido. Recuerdo que ella nos grabó con su celular amenazándonos en son de broma que iba a subirlo a su canal de youtube. Dijo que atraería a mas suscriptores con esa noticia bomba, pero obvio solo jugaba. Esa es la historia detrás de este anillo.
Cielo se quedó mirándome fijamente con cara de póker.
—Curiosa historia. Entonces lo que me mandaste te lo pasó ella, supongo—observé y él asintió —. Te juro que creí que estabas comprometido en serio.
—No, solo llegamos a ser... novios—me soltó en voz baja—. Es que pensé que si creías ese video...
—Me ibas a pulverizar el corazón, sí. De hecho lo lograste perfectamente, gracias—le solté con rencor. De a poco se me empezaba a ir la Cielo controlada que perdonaría un mal necesario.
—Cielo, perdóname por...
—Y... ¿ cuando terminaron?—pregunté mientras me miraba un mechón de cabello.
Era hora de contestar la otra pregunta de fuego.
—Hace casi un mes
Un cosa llegó a mi mente que ocurrió hace un mes. Sin querer miles de teorías empezaron surgir.
"Cuando nos besamos"
—¿Un mes?—lo miré pensativa—. Hace casi un mes nos vimos por primera vez, en la Basílica. Dime... cuando tú y yo... nos besamos, ¿tú estabas con ella?
Chris bajó la mirada y luego de meter su manos a sus bolsillos volvió hablar.
—Pues... en esos días estábamos en... momentos difíciles—respondió y alcé la vista confundida.
—¿Eran novios que estaban peleados? ¿Sin terminar? ¿Es decir que... cuando tú me besaste ya tenías novia?
—No, no—él habló rápidamente, clavándome la vista—. En... en esos días... acabábamos de terminar.
Por un instante temí ser la causante del rompimiento de una relación. Lo hubiera sentido más por esa chica.
—Por un momento creí que te ocurrió lo mismo que a mí con ese beso. Me refiero a la pelea por supuesta infidelidad...
—No te preocupes, Cielo. No fue el caso—él me sonrió levemente y yo me relajé por un instante—. Entre ella y yo las cosas estaban del asco desde antes.
—¿Y porqué terminaron?
—Terminamos porque ella no confiaba en mi. Siempre se creía los rumores sobre mis supuestas infidelidades. Ni aunque muchas veces desmentí esos rumores, ella seguía creyendo cada uno de los que venían. Me recriminaba que era muy difícil confiar cuando casi no nos veíamos y cuando tenía a cientos de chicas detrás de mí. Yo siempre le prometía que la respetaría como novia, pero... ella solo aceptaba mis palabras falsamente. En cuanto llegaba el siguiente rumor me pedía explicaciones y me replicaba que no era fácil ser mi novia. Me repetía que quería un chico que tuviera gran posibilidad de nunca olvidarla. Me decía que yo en algún momento me cansaría de ella, y que con alguna modelo, cantante o actriz la dejaría. Y entonces hizo lo que jamás creí que me haría. Ella terminó conmigo porque aseguró que nuestra relación no encajaba porque eramos de mundos distintos, y que ella no era lo suficiente para mí. Me pidió que solo seamos amigos.
—Lo siento
—Yo lo sentí más, créeme. Nunca me había dolido tanto la perdida de la que supuse era el amor de mi vida—él me soltó con nostalgia. Mientras tanto yo, al ver su reacción y aquella frase "amor de mi vida" sentí como si me hubiera clavado un cuchillo en el estómago.
Sin querer me restregó en la cara que quizás yo nunca podrías ser el amor de su vida.
—Bien, entonces continuando con el tema... —yo solté un suspiro, y una vez más volví a mirar el anillo. Ese pequeño objeto me había dado tantas respuestas indirectas que debía comprobar—. Entonces si ya terminaron, y si ya nada te relaciona con ella más que un pasado como novios, ¿Por qué lo sigues usando? No sé tú, pero a mi me molesta que hayas tenido una parte del recuerdo de tu novia mientras hacíamos el amor. Y sí, puede que no sea un anillo de compromiso, pero es algo muy intimo que guardaste con...
—Nunca te hice el amor con este anillo puesto, lo prometo. Solo fuiste tú en mente y mi corazón cada vez que te tocaba—me aseguró regalándome una mirada sincera—. Sé que sería capaz de muchas cosas que podrían lastimarte pero... el hacer el amor contigo se me hizo algo tan especial que jamás lo mancharía por algo.
—Aunque no lo creas el hacer el amor conmigo no es tan especial como parece—solté con dolor, pues sabía que sus sentimiento conmigo siempre tuvieron influencia de la profecía—. Ahora Chris, no te des tantas vueltas en responder y dime de un vez... ¿Por qué traigas el anillo?
Chris alzó la vista al Cielo y suspiró.
—Por... por si acaso no se haya roto el hechizo. Iba a decirte cosas de un compromiso falso—él me respondió mirando a todos lados—. Solo... solo era para asegurar eso.
—Entiendo—asentí con una sonrisa falsa. De pronto sus ojos esquivos y manera de moverse constantemente contra el auto me hizo sospechar de que algo andaba mal con su respuesta—. Entonces supongo que tu plan se dio porque no has hablado con Fat. ¿Sabes? Se me hace raro que es niñita chismosa no te haya contado, teniendo en cuenta que siempre te mantenía al tanto, gracias a su espíritu de justicia.
—Apenas me lo contó
—Entonces si ya te lo contó, estabas con el anillo porque...
—Olvidé quitármelo—completó con la vista en frente. Lo notaba incomodo.
Siempre he tenido tendencia a captar cuando una persona me mentía. Mi instinto me lo gritaba en la mente y ahora mismo me lo advertía.
—Entonces... supongo que estamos bien—yo alcé la vista filosa hacia él. Por supuesto lo ultimo no lo dije en serio, solo quería comprobar su reacción—. Mañana nos vemos para ir a despedirte en el aeropuerto.
Sin más me empecé alejar con total tranquilidad. Quería que él desembuche por si solo los inconvenientes que tuviera con mis planes "absurdos". Había muchas cosas que decir, sobre todo él al parecer. Y si de alguna manera me dejaba ir, entendería lo falso que Christopher empezaba a ser.
Algo grande me estaba ocultando y su actitud lo decía todo.
—Cielo, espera—él me llamó y yo me giré fingiendo demencia.
—¿Qué?
Chris finalmente dejó de parecer estatua y se acercó a mi a paso lento.
—Te acabo de mentir, perdóname—él trago duro, dándome una mirada recelosa-. Soy un estúpido.
—Fíjate que no me había dado cuenta—solté sarcástica, y de nuevo me puse seria—. Como sea, dime donde exactamente me mentiste. Y desde ya te advierto que me digas la verdad, sin tapujos porque ahora mismo estoy bajo la presión de una decisión importante en mi vida, y si no eres honesto conmigo mi decisión también dejará de serlo. Ahora habla o calla para siempre.
Él me miró fijamente y después de un profundo suspiro alzó la mano donde aún se hallaba el anillo y habló.
—Este anillo me lo quité desde que terminamos con Lu hace como un mes. Fueron dos semanas antes que tú y yo nos encontramos en Quito. Entonces lo que te quiero recalcar es que yo no tenía ningún tipo de relación en ese entonces. Luego seguí soltero, aunque con el corazón roto. Y cuando volvimos a encontrarnos en Loja una vez más, tú llegaste a mi sin yo tener ningún compromiso. Así fue como persistí hasta... ¿recuerdas aquellos días donde tú me botaste? Fue en fin de año, luego de haber peleado por Andrés. ¿Te acuerdas?
—Sí—hablé con incomodidad pues a mi mente llegaron los recuerdos de yo siendo un bruja con él—. Y no es por ser grosera, pero... ¿Qué tiene que ver esto con el anillo?
Chris bajó su vista y empezó hablar.
—Lu, en verdad fue un persona muy importante para mi. La conozco desde hace tres años y más. Trabajamos juntos en una juguetería de New Yersey antes que la locura de Cnco empiece. Y ella fue una verdadera amiga que me apoyó cuando estaba solo sin mi familia. Siempre estaba pendiente de mi, ya sea para no dejarme desolado en fechas importantes, o para sacarme sonrisas cuando estaba triste o cuando a veces necesitaba de dinero. Siempre me había cuidado. Incluso fue capaz de elegir su universidad en Miami. Ella quiso acompañarme en cuanto le conté sobre mi sueño de la banda. Ella solo eligió no dejarme solo y aprovechando que tenía la opción de elegir donde estudiar, ella escogió Miami solo para estar conmigo. Por supuesto mi... mi corazón no pudo ignorar todo lo que hizo por mi. Así que terminé enamorado de ella. Y como no soy de las personas que callan ante sus sentimientos, un día le confesé todo lo que me hacia sentir. Recuerdo que ella solo sonrió y negó con la cabeza. Me aseguró que solo se trataba de agradecimiento, y nada más. Que no podía ser amor. Luego me recalcó que por el momento no quería nada de novios, que debía concentrarse en su nueva carrera en la universidad. También me recalcó que deseaba que seamos amigos y que no dañemos la relación que teníamos. Por supuesto yo no me di por vencido y después de casi dos años conseguí que me aceptara como su novio.
Tres años donde ella lo hizo todo por él.
Internamente me sentí diminuta al comparar mi fugaz relación con él con la que tuvieron en Estados Unidos. No sabía si yo hubiera sido lo suficientemente buena como Lucía. Quizás yo no me habría sentido capaz de seguirlo hacia donde él planeaba solo por no dejarlo solo.
Una vez más comprobaba que ella estaba destinada a ser el amor de su vida.
—Insisto... no sé porque me dices todo esto—yo me crucé de brazos y desvié mis ojos a un lado.
—Porque necesito que entiendas lo importante que fue Lu en mi vida—él me dijo en voz baja—. Así tal vez comprenderás porque hice lo que hice.
Alcé la vista confundida, sobre todo por la ultima oración que dijo pues no sonaba alentadora.
—¿Entonces que hiciste?—yo solté con la boca seca.
—Días después de que rompiéramos... ella me llamó. Me abrió su corazón como nunca antes lo hizo. Me pidió disculpas por desconfiar tanto en mi amor por ella, y... en resumen me pidió una nueva oportunidad para estar juntos. Por supuesto todos mis sentimientos que se habían escondido por ella, volvieron a surgir en cuanto ella me propuso retomar nuestra hermosa relación. Sencillamente no pude...
—Volviste con ella—completé sintiéndome palidecer.
Así que este era el secreto que él me estuvo guardando. Chris por su parte alzó su vista al cielo y se pasó una mano por la cara.
—Sí—soltó la respuesta, que me confirmó que mi decisión con respecto a nuestro futuro era la correcta.
Al parecer yo no me adueñe tanto de su corazón como para evitar que él tomara esa decisión. No logré desplazar a Lu de su corazón.
—¿Cuándo empezaste a ser su novio?—le pregunté con frialdad. Sin querer empezaba a expresar enojo en mi rostro.
—Te acuerdas cuando... fuimos a la bailoterapia con mi abuelita—él dijo como si le doliera pronunciar cada silaba—. Esa noche... luego que te dejé en tu casa, ella... ella me llamó. Y entonces yo...
—Empezaste a ser su novio nuevamente, pese a que tenías como novia a una chica a la cual le hiciste el amor la noche anterior—dije dando un paso desafiante hacia él—. Es así, ¿cierto?
—Sí, pero antes que me odies más quiero que sepas que voy a terminar con ella, siempre estuvo planeado así desde que acepté. Fue un error lo admito. Solo estaba esperando a reunirme con ella a Miami para explicarle todo lo que está pasando. Es que... esto es tan confuso y extraño—Chris se notaba muy nervioso—. Yo... yo estaba muy confundido y tenía mucho... miedo. Fue casi instintivo haber aceptado, y ni yo sé como fui capaz de haberlo hecho—él dijo con la voz temblorosa—. Es que de pronto... yo tenía en Ecuador a una chica a la cual amaba, y con la cual debía formar una familia sea como sea, y por otro lado estaba en Miami otra chica a la cual también amaba, y la cual representó el amor más real que tuve en mi vida. Lo que quiero decir es que... estaba confundido. ¡Cielo, perdón! ¡Soy un idiota que...!
—Creo que entiendo tu punto—yo me mordí el labio—. Tú me dices que ella fue el amor más real, y yo... en cambio solo era la chica con la cual debías formar una familia de manera obligatoria. En resumen... ella es lo que querías, y yo fui lo que tenías que querer.
Sentía nauseas por todo lo que pasaba. Finalmente terminé siendo la otra.
—No digas eso Cielo—él quiso tomar mi mano pero yo la retiré de inmediato.
—¡No te preocupes!—solté un suspiro de alivio falso—. Eso me hace más fácil confesarte lo que te venía a confesar.
Chris se quedó viéndome confundido. Yo por mi parte no le quité la vista mientras mis labios se abrían y cerraban queriendo expulsar las palabras.
—¿A que te refieres?
—Si de algo sirvió que me rompieran el corazón por la barrera, fue porque pude hallar mis sentimientos en aquel momento de insensibilidad. Realmente en ese segundo de no pensar ni sentir nada, me hizo relajar mis emociones que se desbordaban de intensas, y así una vez controladas encontré la respuesta que quizás tú y yo sabíamos.
Tenía que aprovechar esta excusa para alejarlo de mi lo antes posible.
No quería convertirme en el bobo personajes secundario que se queda sin el amor del protagonista. No quería que él me viera con ojos de lastima, y que eso lo incentivara a merodearme para ser amable conmigo y así darme consuelo. No quería que sea lindo conmigo por culpa.
Él no me querría verdaderamente pasara lo que pasara, y yo no me iba a quedar a enamorarme más de él solo para sufrir en mayor proporción un vez pasara el tiempo.
—No te entiendo.
—Sigo amando a Andy—solté con la voz temblorosa—. Nunca lo olvidé.
Mi respuesta tendría efectos muy graves y yo lo sabía. Si de alguna manera él sentía algo por mi, yo lo acababa de mandar todo a la porra.
Pero en fin, si él sentía algo por mi no iba a durar. En cuanto él viera a Lu, querría estar con ella y no conmigo. Solo nos ahorré tiempo e incomodidades. Pero lo más importante... le ahorraba heridas seguras a mi corazón.
Chris se quedó con cara de poker perdido en si mismo, mientras me observaba. Se me hizo toda una eternidad. Yo mientras tanto permanecí fuerte, pareciendo tan rígida y desafiante como pude.
Si él tuvo la cara de tener una novia en Miami mientras yo era su novia también, él podría aceptar que yo amaba a Andrés.
Eramos uno contra uno.
A partir de ese momento, empezó nuestra estúpida relación toxica. Con el tiempo sabrán porqué.
—Me preguntaste porque traía el anillo—él se quedó pensativo.
—Si de hechos sigo preguntándome eso—yo lo seguía mirando con los ojos entrecerrados—. Viniste con ese anillo pese a que sabías que te ibas a encontrar conmigo, y pese a que también sabías que ya entendía el significado de ese anillo. Incluso empiezo a creer que solo te lo pusiste para restregarme en la cara...
—En los momentos donde me sentía perdido solo juntaba algo que me recordara a Lu y a ti y... comparaba que objeto me hacia sentir más... real. Cuando mi cabeza con respecto a las dos se hacia mierda, yo... solo me ponía el anillo y sentía como si ella mismo estuviera a mi lado aprobando o desaprobando mis decisiones. Y lo mismo sucedía contigo.
—¿Y como se supone que me recordabas?
Chris alzó la manga de su chaqueta hasta un poco más debajo de su codo y me puso en frente su muñeca llena de un montón de pulseras.
—Una pulse...
Él calló mis palabras al subir lo más que podía las pulseras y dejando al descubierto la cicatriz de nuestro extraño ritual de compromiso en la montaña. Al parecer esa cicatriz era yo.
—Entonces tú solo nos... "juntabas"—dije con una ceja alzada.
—Sí, y.... aunque parezcas estúpido, me ayudó aclarar la mente. Además me lo puse como recordatorio de que estaba jugando con fuego al tener oculta a Lu. Fue una manera de decirme a mi mismo que debía soltarte toda la verdad ahora. Te lo debía a ti y a ella. Admito que tuve miedo de decirtelo, pero... al ver este anillo y tú cicatriza me armé de valor.
—Pobrecito—solté con lastima fingida, barriéndolo con una mirada asesina—. Se ve que has sufrido mucho.
—Cielo, créeme que todo este asunto de la profecía me está volviendo loco. Tú más que nadie me entiende porque... tú también lo padeciste en carne propia. Dime... ¿acaso no sentías cosas por Andrés mientras también estabas conmigo? Dime, ¿tú siempre me tuviste como él único en tu corazón cuando... pretendimos ser novios por dos ocasiones? Lamento decirte esto, pero... tú no fuiste la única engañada en todo esto. Tú también me engañaste a mi en algún momento.
Con que ahora yo era la culpable.
—Puede que sí, pero.. yo al menos te decía en la cara lo que sentía. Nunca te mentí, siempre te fui sincera aunque te doliera—yo solté alzando una ceja con enojo—. Y además, yo no tenía ninguna relación oculta, así que no te me vengas hacer el santo. Yo no estaba de novia de nadie cuando empezamos a vernos. Yo no metí a inocentes en este asunto que solo nos competía a los dos. Tú en cambio... metiste a una pobre chica inocente que en algún momento te entregó su vida.
Internamente me sentí mal por Lu, y por todo lo que Chris guardaba a sus espaldas.
—Mira, Cielo... yo... admito que fui un imbécil al haber aceptado un noviazgo con Lu en cuanto me lo soltó—él se pasó una mano por la cara con frustración—. Solo sé que todo se hizo una tormenta de sentimientos dentro de mi. Cuando creía que todo lo que sentía por ella quedó superado, en realidad no fue así. No voy a negar que sentí mariposas en el estómago cuando ella me lo propuso. Fue algo casi instintivo aceptar, sobre todo cuando ella me dijo que si no aceptaba vendría a Ecuador a convencerme. Al aceptar lo hice por mis sentimientos ocultos por ella, y por... porque no quería que viniera y... se encontrara contigo, ni con la vida que empezábamos a formular a causa de... la profecía. De ninguna manera la iba hacerla participe de todo esto, no era justo.
—¿Y crees que es justo que ella piense que su novio está en Ecuador siendo santo pensando solo en ella? ¿Crees que es justo que ella te esté entregando su corazón desde lejos, mientras tú estas aquí entregándote a mi en todos los sentidos? A mi me parece que le estas pagando muy mal a todo lo que ella hizo alguna vez por ti. Tú debiste ser honesto en cuando te diste cuenta que estaba mal. Debiste llamarla y decirle que tenías una nueva relación...
—Tuve miedo—soltó cerrando los ojos fuertemente y de nuevo abriéndolos—. No... no quería romper las ilusiones que ella tenía conmigo. Además posiblemente si le decía que no... ella pretendería venir a Ecuador, y... las cosas se hubieran puesto feas en verdad. ¿Recuerdas lo catastrófico que fue cuando tu novio nos merodeó? Pues yo pienso que con Lu las cosas se hubieran puesto aún peor.
—¡Admite la verdad, Christopher! ¡No querías proteger a nadie más que a ti! En cuanto viste la oportunidad de volver a tenerla, no la soltaste. No querías perderla—le dije con rabia—. No quisiste salir perdiendo. Tal vez en tu interior pensabas que si se anulaba la profecía, tú quedarías libre para volver con ella. Solo habrías terminado las cosas conmigo y habrías regresado con Lucia como si nada hubiera pasado en Ecuador.
Chris me miró con los ojos cristalinos.
—Juro que no tuve malas intenciones. De haber querido jugar contigo y con ella, no te habría dicho nada al respecto. O en todo caso, ni siquiera hubiera tomado los videos y chats para enviártelos. Hubiera buscado otra manera para abrir la barrera, si en verdad no hubiera querido que lo supieras. Pero hoy aprovechando que esa verdad era algo muy grave, y al no aguantar más la culpa, decidí que esta era la ocasión que el destino me puso para de una vez dejar las cosas en paz contigo—él tragó duro, queriendo acercarse a mi pero yo no lo dejé—. Mi idea era continuar en esta mentira con Lu hasta que vuelva a Miami. Allá con calma y teniéndola de frente culminaría el ciclo con ella, explicándole de una vez que yo... iba a tener una familia. Cosas como esas solo se podían hablar de frente. No mantuve a Lu en secreto por si la profecía terminaba. Yo solo quería mantenerla a salvo de mi hasta que logre hallarla en Miami, porque yo sabía que pese a que estuviera de novio o no con ella yo debía contarle sobre... lo nuestro porque ella me dejó en claro que sentía cosas muy fuertes por mi. Una familia y una boda contigo no era algo que se pueda ocultar con un dedo.
—¿Y yo donde quedo? ¿Crees que es bonito saber que tu novio al que quisiste tanto te haya ocultado una novia?—yo le di un empujón—. ¡Mierda, Chris! ¡Acabas de terminar con la poca fé que aún guardaba en el amor!
—Obviamente a ti tampoco te iba a decir nada, y no porque fuera a jugar una doble vida, sino porque no quería que supieras de la pendejada que hice al aceptar a Lu. No quería que te sintieras mal por ello. Yo quería continuar mis planes contigo, lo juro.
—Eso antes de que acabe la profecía—solté con dolor. Poco a poco se me empezaba a caer la mascara de frialdad. Hasta ahora él no me había afirmado nada con respecto a sus sentimientos hacia mi y esa duda me atacó en esos momentos—. Somos libres para estar con quien queramos. Actualmente lo único que nos podría estar uniendo es Yuli; lo cual por cierto es muy incierto. Pero de todas maneras eso no debería pesar tanto si en verdad amas a alguien. Tú podrías ser un buen padre sin tener algún tipo de relación sentimental conmigo. Entonces, poniéndote esos puntos sobre la mesa, en el caso de que tuvieras que ir a contarle sobre una supuesta Yuli... ¿Que le responderías a Lu si te preguntara lo siguiente?—yo le lancé la mirada más analítica de mi vida—. ¿Amas a Cielo en verdad?
Él se quedó sin mover un musculo, con su respiración acelerándose cada vez más.
Yo les dije que había cap con esta canción jijij
https://youtu.be/RNsABU2HKuU
—Me hiciste sentir cosas maravillosas, lo juro. Incluso me hiciste creer en que en verdad necesitaba la vida que se describía en la profecía. La idea de tener una esposa, un bebé y un futuro donde cada cosa que planeaba la hacia pensando en la familia... era algo que anhelaba. Pero ahora que la profecía se cayó... yo vuelvo a temerle a esa vida. Y...
—No quiero rodeos. Responde de una vez, que mierda quieres conmigo—solté empezando a entrar en pánico.
—Cielo, llegaste a ser una chica a la que amé mucho... pero... Lu
Chris se quedó en silencio, mordiéndose el labios y desviando siempre su vista de mi. No hacia falta que hablara para responder.
—No me amas tanto como a Lu—solté un suspiro de alivio fingido—. Lo veía venir. A mi me pasó algo parecido pero con Andrés.
Chris me miró con mucha atención, y menos mal yo tenía cierta destreza en la actuación caso contrario hubiera visto lo que yo era internamente.
Pese a que no podía catalogar como amor lo que sentía por Chris, me dolía pensar que mi Christopher amoroso que no dudaba en profesar que me amaba hubiera dejado de existir.
La ruptura de la profecía me lo quitó.
—Cielo... en verdad...—Chris puso sus ojos cristalinos—. Yo... yo lo siento mucho. En verdad quería que todo lo bonito que sentí durante la profecía fuera real. Tú eres una chica muy especial que ni en mis mejores sueños hubiera podido tener. En verdad lo tienes todo para ser una chica perfecta, solo que...
—Tú corazón le pertenece a alguien y siempre le pertenecerá—le sonreí levemente. De inmediato imágenes de mi futuro que se borró gracias la profecía vinieron a mi mente.
—Yo no dije eso—él contrarrestó de inmediato—. Solo digo que... no sé nada sobre mis sentimientos. No me conozco.
Mi futuro alternativo era tan patético, pues mi vida sentimental fue hecha trozos por un amor no correspondido. Tal vez en esta realidad luego que actuó la profecía, tenía una esperanza de ser feliz sin él.
Yo lo sabía mas que nadie. Luego de oír su gran historia de amor con Lu, y luego de haber descubierto que yo no era el amor de su vida, entendía que era inútil guardar las esperanzas de amor con Chris. Debía ser masoquista para dejarme llevar por sus dulces palabras.
Aún estaba a tiempo de salvarme.
—¿Te das cuenta que con esto acabamos de terminar?—solté una risa melancólica, y Chris me dio una mirada asombrada.
Los dos nos miramos por lo que parecieron siglos. Él examinaba mis facciones atentamente, mientras su respiración se iba haciendo profunda con el pasar de los minutos. Yo por mi parte hacia casi lo mismo que él, pero mordiéndome la lengua disimuladamente, para no ponerme a llorar ahí mismo.
Sabía que posiblemente nuestra profecía de un final feliz había terminado. Esa era la ley de nuestro destino.
—¿Entonces esto se acabó?—él apretó los labios.
—Sí, terminamos—solté un suspiro.
—¿Y solo así acaba?—él empezó a mover sus dedos en su pierna como en un tic nervioso.
—Me supongo—yo hablaba en automático—. Fat no me dijo nada más.
Una vez más nos quedamos como bobos asimilando lo que pasaría después.
—¿Y Yuli?—él soltó de una sola el bombazo.
—No sé si ella sea real ahora—respondí con incomodidad—. No me he realizado ninguna prueba de embarazo, ni nada. Y tampoco creo que sea momento.
—Pero y si existe... ¿en serio crees que aquí acabará todo entre los dos? Yo creo que no—él de repente me sorprendió al tomarme la mano. Yo alcé la vista parpadeando de par en par, intentando controlar mis emociones. Juro que en esos momentos no quería profundizar en mis verdaderos sentimientos por él pero su toque tan delicado solo hacía que quisiera lanzarme a besarlo—. Cielo, yo... yo creo que deberíamos considerar opciones con respecto a... Yuli.
—¿A que te refieres con opciones?—me solté de su agarre mirándolo con enojo.
Diablos ni siquiera habíamos confirmado la existencia de Yuli y él ya la quería matar.
—No... olvídalo—él empezó a caminar de un lado a otro ante mi mirada evaluadora—. Es que... no... solo... solo olvídalo.
—¿Pretendes que aborte a Yuli si existiera?—le solté sin tapujos.
—No es eso, es que...
—Entonces cuéntame de las opciones que tenías para ella—le solté poniéndole mala cara.
Quizás mi antigua yo, antes de conocer sobre Niebla tras tu corazón hubiera considerado seriamente eso, pero... en esta ocasión, no lo aceptaba. Si mi madre fue capaz de mandar al caño su vida por dejarme vivir, yo también lo haría. No quería decepcionarla en ese aspecto.
—Cielo, solo olvídalo—él se veía sumamente nervioso—. Fue algo tonto.
Debería haber entendido su manera de pensar. Al final de cuentas él al igual que yo fuimos amenazados con que incluso podríamos perder la vida si Yuli no existía. Él tenía todo un futuro por delante que sin duda se vería truncado por la llegada de un bebé, y justamente quedamos libres para decidir un futuro con o sin Yuli.
—Si no la quieres, yo... podría criarla con Andrés—le dije sin ninguna malicia. Lo juro.
Mi intención solo era liberarlo para que pudiera tener la vida que mi madre nos arrebató por la maldición. Me parecía lo justo, pero... al parecer mi respuesta solo empeoró nuestra situación.
No se ustedes queridos amigos pero... creo que las cosas van hundiéndose cada vez más. Cuando queríamos tapar un hueco se abría otro más grande. A lo mejor no fue buena idea hablar tan apresuradamente.
—¿Entonces pretendes volver con Andrés?—él soltó con su respiración haciéndose dificultosa.
—Sí, por supuesto—solté sin más.
Una vez más no quería dejarme convertir en la victima. Si ahora pretendía convertirme en la madre soltera, al menos quería que él sepa que no lo necesitaba como apoyo. Además el no quería a Yuli.
—Okey—soltó él en voz baja.
Su respuesta creó un efecto negativo en mí, pues me dio a entender que le valía un pepino su hija. Por supuesto yo me enojé, y con total venganza respondí a su aceptación.
—Quiero que sepas que no hace falta que aparezcas en la vida de Yuli. Yo sé que Andrés no se negará en darle su apellido, y procurará que no le falte nada. Andrés es un hombre espectacular—solté con malicia.
—¿Entonces no quieres que me inmiscuya en la vida de mi hija, sino más bien quieres que lo haga el hombre espectacular?—me soltó pasándose el dorso de la mano por la nariz despreocupadamente—. Bien, como tu quieras.
¿Saben algo? Chris y yo eramos tan iguales, ahí radicaba nuestro problema. Él peleaba, yo peleaba. Él se iba yo me iba. Él hacia estupideces, yo hacia estupideces. Él me lastimaba, yo lo lastimaba. Apenas empezamos a notarlo cuando el estúpido hechizo se murió. Al fin con ello sacamos a relucir nuestras verdaderas personalidades.
—Solo intento no estorbarte en tu vida de gran estrella. No pienso que mires a este pequeño fréjol como la causa de tus tropiezos. Además aunque no lo creas es lo justo para ti, porque después de todo... —yo le iba a decir que era lo justo, debido a que mi maldecida madre me heredó un hechizo, donde como parte de la solución para ya no heredarlo era tener un linda bebé. Viéndolo desde otro punto, él tenía derecho de librarse pues solo fue una victima de todo—. Christopher... solo... solo acepta mi ofrecimiento sin... culpa. Descuida, estaremos bien con... Andy y con Fer. Si quieres tampoco le diré a nadie que es tu hija. Entiendo que un rumor sobre paternidad, sería algo muy grave para ti tomando en cuenta que miles de fans a las que se les romperá el corazón. Incluso si quieres podría guardarle el secreto a la propia Yuli. Solo ten tu vida de regreso.
No me di cuenta en su momento, pero él tiraba una bala, y después yo se la devolvía. ¿Y todo porqué? Porque ninguno de los dos quería ser la victima del otro.
Chris abrió la boca queriendo decir algo, pero de inmediato negó.
—Wauu, estás tan deseosa de quitarme de la vida de ese frejol—Chris señaló hacia mi vientre—. Nunca creí que en serio odiabas estar conmigo. No bromeabas cuando hasta llorabas cuando intentábamos hacer el amor. ¿Acaso te doy asco o que?
Y se encendió el foco en mi.
Creo que el pendejo asumió que mi afán por liberarlo de mi y Yuli se debía a que... quería que se fuera de una vez de mi vida dejándome en paz, cuando en realidad lo hacia por mi instinto de justicia.
—¿Qué? Yo nunca sugerí eso. No hables pendejadas.
—No puedo creer que en serio haya querido cambiar a Lu por ti—él me dijo con notable enojo-. Por un instante pretendí darme una verdadera oportunidad contigo. Quería saber lo que era una relación verdadera contigo.
—¿Ibas a intentarlo...?—me quedé sin respiración.
—Estaba confundido pero... gracias a que te empiezo a conocer ya sé que no es lo correcto. Lu dio mucho por mi desde hace tres años, y no puedo dejarla por una chica a la que le desagrado en todos los sentidos—Chris soltó una risita irónica—. Mierda, Lucia es tan perfecta, y yo... yo aquí como estúpido pretendiendo volver contigo. Eres todo lo opuesto a lo que yo siempre quise.
Touch
—Exactamente, tú también eres todo lo opuesto a mi chico perfecto—solté relajadamente—. Me irritabas con tu constante ganas de hacer chiste de todo, incluso en los momentos serios te la pasabas de jajaja en todo. Detesto que todo lo tomes a broma. Y ni se diga esa tendencia tuya a querer cogerte a todo lo que tenga falda. Entiendo porque Lu le tiene miedo a que le seas infiel, ni yo confiaría en ti jamás. Y... y tu tendencia a ponerte de intenso... ¡Dios eso da miedo! Te me pegabas como chicle cuando yo solo quería que me dejes en paz, pero tú...
—Así que yo soy la falla en todo—él soltó con la mandíbula tensa—. ¿Quieres que te recuerde el desastre que eras al inicio de nuestra relación? Diablos, andabas por ahí llorando por la mierda que te había botado. Pese a que a veces hacías hasta el ridículo por un tipo que no te valoraba, tú seguías ahí y ahí arrastrándote por él. Y por cierto... ahora recuerdo tu manera de intentar superarlo. Tú... tú estabas loca. Básicamente me rogabas porque tengamos sexo, y luego pufff solo me mandabas al cairo. Te hacías la santa, cuando en realidad si eras lanzada...
Y entonces no aguanté más y le lancé una cachetada que debió sonar hasta la China.
—Okey, entendí tu punto. Para ti soy un asco, y no me comparo en nada a tu querida Lu—le dije apretando mis manos para no ahorcarlo ahí mismo—. Bien, siendo así me llevaré a mi fréjol de aquí, y me iré ahora mismo de Loja. Pienso que entre más rápido me aleje de ti, menos tendencia tendremos a asesinarnos a causa de nuestras diferencias. No quiero estar cerca de una pedazo de basura como tú.
—Perfecto, si quieres te pago el boleto de vuelta a Quito—él sacó su celular, y empezó a buscar un numero—. Llamaré a la agencia de viajes para que tomes el primer vuelo.
¡Hijo de....!
Bueno... al parecer ya se dieron cuenta que somos un par de inmaduros. Él uno más bestia que el otro.
—Vaya, si que me quieres fuera ya mismo—solté con una risita, y él dejo de monear su teléfono—. Descuida, me iré y por mis propios medios. No necesito de tu ayuda. Si no me hará falta de tu apoyo para criar a Yulieth, menos me hará falta para largarme de esta ciudad.
—Pues bien, vete de mi vida si tanto quieres—él me señaló mi motoneta—. Quieres una vida sin mi, perfecto.
—Exacto, lo que menos quiero en este mundo, es tener un vida contigo—yo le solté con rabia
—¡Pues yo tampoco quiero nada contigo!—él se acercó a mi peligrosamente
—¡Sí, okey!
Chris respiraba con dificultad, sus fosas nasales se abrían y cerraban tenebrosamente.
—No estoy listo para esto—él apretaba los labios fuertemente—. No contigo.
—Perfecto, entonces no te voy a condenar a estar conmigo—yo le dije sintiendo como mi corazón se desgarraba—. Haré todo lo que me dijeron, y en unos pocos días tendrás de vuelta tu vida.
—¿Todo volverá a ser como antes?—él me evaluaba con el ceño fruncido
—Exacto, tú volverás a tener una vida sin mi. Yo misma me voy a encargar de no aparecer en tu nueva historia—dije, con la voz en un hilo, poniendo una mano sobre mi vientre—. Volverás a estar solo, sin nosotros.
—Sin ti—él corrigió, mirando mi vientre pensativo.
—Okey, pero si no me quieres a mi, al fréjol tampoco—yo solté bajando la vista al piso—. Es decir... si no quieres un final feliz conmigo, tampoco existirá el fréjol.
—Espera... ¿que?—él me miraba confundido—. Como que no existirá...
Aquellas ultimas palabra solo tenían un significado muy grande solo para mi. Él no estaba enterado de todas las decisiones que yo debía tomar. Él no sabía que uno de los requisitos para tener a Yuli, era aceptar nuevamente la profecía.
Esa era una de las opciones si Sara no lograba hacer sus arreglos mágicos.
Habían tantos posibles futuros, y los más probables era perder a Yuli dejando libre a Chris o tener a Yuli pero con un Chris enamorado ficticiamente de mi, es decir aceptando otra vez la profecía.
Al parecer él no quería ni a Yuli ni un final feliz conmigo. Creo que mi elección iba apareciendo por si sola para mi gran trato con los espíritus de la maldición.
—Recuerda que si eliges aquella opción donde liberas a Chris del hechizo deberías perder a Yuli. Esa es verdadera dificultad que te vendrá.
Sentí nausea al tan solo imaginarme eligiendo matar a un pobre bebé que no tenía culpa de nada.
—Me voy a mi casa—solté intentando guardar la calma—. Hoy he tenido un día muy pesado.
—Explícame lo que acabaste de decir—él se puso en medio de mi camino, pero yo le di una empujón abriéndome paso—. Cielo...
Pasé de largo hacia mi motoneta a paso firme y rápido mientras él me seguía detrás. Al recordar el pacto que implicaba a Yulieth, olvidé mi pelea idiota con Chris. Tenía cosas más graves en las que pensar, y las ofensas de él era lo que menos debía importar.
No había tiempo para comportarme como una mocosa que se pone a discutir por quien es mejor o peor.
En silencio me puse el casco y sin darle ninguna mirada a Chris me dispuse a encenderla.
—Cielo...—lo oí decirme pero yo solo rodé los ojos.
—¡Solo cierra la boca!—dije con rabia, queriendo poner andar mi motoneta pero él se puso en frente. No tuve escapatoria de sus ojos.
—Perdón—soltó con una sinceridad que jamás vi. Realmente estaba arrepentido.
—El daño está hecho—solté como si nada—. Se acabó.
Con mucho ruido puse andar la motocicleta, e incluso fui tan poco cuidadosa con él que hasta casi lo atropello. Menos mal él avanzó a retirarse justo a tiempo.
Holas muchachillas, ¿como andan? ¿Que tal esa cuarentena?
¿Ya se volvieron locos con sus hermanos y papás las 24 horas?
¿Extrañan a sus amorcitos?
¿Ya se volvieron locas con los deberes online que les mandan los profes?
¿Ya limpiaron toda la casa por sus neuróticas mamás con miedo de que el coronavirus esté escondido por ahí? PD: Mi mamá me hizo limpiar una semana entera la casa hasta el anochecer sin descanso🤣😪😪 Por eso me desaparecí en parte.
En fin, solo espero que estén bien en sus casitas.... recalco... EN SUS CASAS.
Bueno... volviendo al tema de los estrellados, ¿Que creen que pasará con los estrellados ahora? ¿Creen que alguno de los dos intente regresar al otro, o de plano ya dejarán ahí tirada en los suelos toda su posible relación ?
Próximo capitulo: Coff cofff, noche inolvidable. ¿Qué creen que intento decir?
Se vienen los caps más fuertes 😥😥😥
Y ahora cambiando de tema por completo, siento que es adecuado hablar un poco sobre la situación que está pasando el mundo. Ya no es desconocido para nada la pandemia que estamos viviendo. Creo que la mayoría, por no decir todos estamos en cuarentena.
En verdad esta situación parece una especie de película de ciencia ficción. Yo jamás me imaginé ver un mundo donde los países se asilaban, los aeropuertos y transporte dejaban de funcionar, donde las calles de todo el mundo estuvieran desiertas, donde un acercamiento entre seres humanos estuviera prohibido, donde tienes miedo de pisar en cualquier sitio de una calle por miedo a morir (Contagio), y donde hay hospitales abarrotados, y militares cazandote en las calles (Obvio para los necios que no se quedan en sus casas), y hasta un mundo donde por un instante los destrozos ambientales de los seres humanos se detienen. En fin... son muchas cosas que pasan y que jamás creí ver. Las creí tan improbables de que pasaran pero pasaron, y ahora solo nos queda ser fuertes, resistir hasta que las cosas hallen su propia solución. Para todo hay solución, pero mientras tanto solo nos queda quedarnos en nuestros hogares. Tal vez muchas están pasando tranquilamente en sus casa, encontrándose con el mayor inconveniente el aburrimiento, pero también sé que pueden haber chicas cuyas familias dependen del sustento diario de sus padres, y que con esta crisis ya no pueden trabajar por tanto teniendo dificultades económicas (Solo puedo decirte que con salud y vida después se podrá volver a trabajar), también sé que quizás tienen algún familiar cumpliendo su servicio con su país, poniendo así en riesgo sus vidas. Incluso sé que hay chicas que son médico, jejeje una de ellas me ayudó a darle unos toques a los conocimientos de la Abichuela jijiji. Admiro mucho el servicio que hacen, en serio. Y ahora no me queda más que decirles que Diosito cuide mucho de sus familias y de ustedes. Créanme que no estamos solos, eso se los aseguro.
En fin niñas, me despido. Y anímense, que pronto las cosas volverán a la normalidad. Solo tengamos paciencia, que mucha gente está trabajando incansablemente para acabar con este episodio de nuestras vidas, que aunque no lo crean nos dejará grandes enseñanzas.
Nos vemos en una próxima, lindas. Muy pronto porque hay muuuuucho tiempo para escribir jiji. Cuídense #QuédateEnCasa
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