22. Próximamente Yuli
¿Recuerdan cuando decía que no me gustaría arruinar mi vida de fan enamorada "Chrisvelnática" por inmiscuirme con Chris de una manera que no debería?
Pues precisamente "inmiscuirme" era mi deber a partir del día en que supe la rara verdad. De hecho, gracias al supuesto encantamiento o maldición, yo tuve que adentrarme en la vida de Chris de una manera tan profunda, que a la final me hizo prisionera.
No sé como le hizo para atraparme de tal forma en su vida, solo sé que al final de todo... él solo me quiso sacar.
Sí... él solo dijo "Bye, Bye"
—Creo que él debería saber sobre esto— le dije a Fatima pensativa—. Yo creería que a él no le gustaría seguir "embrujado". Y según lo que tú me has dicho, y si lo comparo con el comportamiento que últimamente ha estado teniendo conmigo pues... ¡El pobre está cegado por mi! Algo así como si le hubiera dado aguita de calzón.
—¿En serio crees que esté bien.. bien encantado?—ella dijo con una sonrisa trinunfal, mientras hacia anotaciones en un cuaderno.
—Obvio—afirme con un tanto de disgusto. De pronto ya no me agradó la idea de que él se sienta atraído por mi, solo por un hechizo—. Es que me parece lógico, porque desde que fui compartiendo más tiempo con él; y me refiero a unos chullas días... él pues... casi que me pide que me case con él. Y eso no puede hacerlo... es que... ¿Quién da propuestas de matrimonio con una semana de conocer a alguien? Eso es... de locos.
—Pues que más da. ¿Tú eres fan de él verdad?—ella me dijo rodando los ojos—. Tú deberías estar feliz porque vas a tener un bebé de él, y además vas a casarte y vivir feliz por siempre con tú amor platónico. Tú madre pensó que no te costaría nada aceptarlo todo sin pensarlo dos veces. Y la verdad me extraña que no te dejes llevar. Si tan solo te hubieras dejado llevar desde él inicio, yo... yo no hubiera tenido que forzar las cosas. Simplemente no hubiera tenido que romperme la cabeza haciendo hechizos. Chris no me dio problemas, pero tú...
—Espera... ¿Qué?—yo me quedé mirándola analizadoramente—. ¿Cómo que hechizos? ¿Cómo que forzar las cosas? Dime... ¿Qué cosas has hecho durante toda esta etapa en la que empezó lo que dice en el libro? No me vayas a decir que a más del supuesto hechizo del libro hay... ¿más?
—Bueno... que caso tiene. Mejor te lo digo para que tú misma seas la que me ayude y así ya no tengamos que recurrir al plan B.
—¿Cuál plan b?
—Es que...—ella bajó la mirada, mirando a sus manos como si hubiera hecho algún tipo de travesura—. Lo que pasa es que... ¡Les puse un poquito de... de... lujur....lujuria a sus vidas! Ya sabes... para poner más sazón y rapidez a la historia del libro.
—¡¿Qué?!
Eso explicaba muchas cosas...
Diablos, debo confesar que desde que anduve de calenturienta en la montaña con Chris... pues... había tenido ciertos sueños. Si no fuera por que Andrés estaba en mi mente... yo... tal vez hubiera hecho caso a mi curiosidad y quizás... Tal vez hubiera hecho existir a Yuli sin querer queriendo.
¡Rayos!
—Te voy a explicar—ella aclaró la garganta y me miró cual filosofa—. Lo que ocurre es que... ustedes por poco y hacen que el "hechizo bueno", por así decirlo; el del libro... casi se anule. Al principio, cuando empecé a ser alertada de que inició el hechizo, su encuentro fue explosivo. Fue como que... wow... estos chicos aceptaron el hechizo a ojo cerrados. Supuse que con el supuesto primer beso, entre los dos las cosas se pusieron intensas. Casi pude decir que se enamoraron ahí mismo, pero... luego solo se separaron. Se suponía según el libro, que tú y él iban a empezar a pensarse a la distancia. Se iban a extrañar a lo... "bestia"—ella rió—. Y realmente si se pensaron... pero fue tan leve ese sentimiento de extrañarse.
Hice una recapitulación y sí pudo tener lógica lo que ella me dijo. Al principio lo extrañe, admito que hasta estuve muy tentada a ir a visitarlo a su hotel solo por calmar mis ganas de verlo otra vez, pero... llegó Andrés y pufff.... Chris se fue de mis pensamientos. Y al día siguiente pasó lo mismo, y el resto de días. Yo pasé metida con Andrés y mi casa, en plena luna de miel, y nunca tuve tiempo de estar sola pensando en Chris.
—¿Y que hiciste?
—Mira... descubrí que se puede hacer cierta mezcla... que al ser lanzada en el fuego, invocando la imagen de dos personas... puedes crear... ciertas sensaciones o sentimientos. Así que como vi que quizás no iban a permitir que las cosas se den porque ustedes básicamente se empezaban a repeler pues... decidí echarle un poquito de esa mezcla, para que... para... para... ¿Cómo decirlo?—ella alzó la vista a mi, con la cara roja—. Para que... les de por querer hacer un bebé. ¿entiendes?
—¡Estas loca!
—Es que era la manera más rápida de llegar al punto crucial del final feliz. Y... y... no te quejes, porque así disminuí las probabilidades de que cosas malas pasen. Recuerda que hasta nuestras vidas pueden estar en peligro porque ustedes... Bueno... ¡Porque no se ponen a fabricar a Yuli!
Ella ahora me miraba hecho un tomate, y yo tuve que reprimir mis ganas de reír porque la verdad sentía susto por mi supuesta tarea.
Carajo... ¡Tenía que hacer un bebé con Chris lo más rápido posible!
Esto era demasiado para mi... y es que... la manera de hacerlo, quizás podría ser aceptada. Pero... y cuando ya exista el bebé.
¡Yo no estaba preparada para ser mamá!
—¡Necesito que me quites ese hechizo de calentura o como sea...!—le dije de una sola—. No... no... quiero que de pronto... un día... quiera hacer... ¡No quiero hacer un bebé!
—Debes hacerlo—ella me miró nerviosa—. Y no te preocupes, que solo les hecho un poquito de mezcla y ni van a tener tiempo de pensar en si quieren o no ser papás. Solo pensarán en... "Hacer a la bebé" y ya, así de simple. Se les nublará la mente...
—¡Esto es mucho para mi!—yo me lancé para atrás en el sillón—. Y... y Chris debería saber que es lo que está sucediendo. Lo justo es que él también decida si se deja o no dejarse llevar...
—Ese chico ya se dejó llevar hace rato. El peso de la resistencia solo la tienes tú.
—¿Solo yo soy la que no está cooperando con el dichoso libro?
—Sip
—¿Y porque yo? ¿Acaso Chris no se está oponiendo, ni un poquito?—pregunté y Fatima negó—. ¿Porque él si cayó rendido y yo no?
—No lo sé—ella se quedó pensativa—. Tal vez porque... él no tiene a nadie a quien amar, así como lo haces tú. A lo mejor él no tenía su corazón ocupado, así que sin poder replicar solo llenó su vació contigo. Tú, en cambio te niegas a sacar a Andrés, y no dejas entrar a Chris.
¿En verdad Chris no tendría a nadie en su corazón? ¿Y será verdad que yo no dejaba ir a Andrés?
Okey, lo admito... para esta parte de la historia, yo estaba más que prendida con el pobre Andrés.
—En resumen, el peso del éxito en todo este contra hechizo... soy yo. Todo depende de mi ahora—murmuré mientras me desordenaba el cabello desesperada—. ¡NO PUEDO HACERLO! Básicamente me estas diciendo que a partir de ahora, solo tengo que ser la causante de que él futuro de Chris y el mio de arruine. Yo no quiero ser mamá, y no quiero dejar mis sueños por un bebé, y Chris... ¡Él tiene una gigantesca carrera que no pienso sabotear! ¡Él apenas está empezando a recoger sus éxitos con Cnco! Ese sueño que él tiene, es uno en un millón.
—Puede que si, pero... recuerda que algo malo puede pasar si no dejamos que las cosas sucedan como en el libro—ella me miró cansada—. Ay Cielo... ya no hagas drama. Es que... es una bonita historia que cualquier fan de Chris podría querer. Solo acéptala y sé feliz. Eso es todo.
Como si fuera tan fácil.
—¿Qué se supone que es lo más próximo que debo permitir que pase?—yo me quedé con la mirada en el piso.
—Pues... lo que medio recuerdo es que... en esta semana deben pasar acaramelados. Recuerdo que leí algo de una cena, salida al cine, unas cuantas veces durmiendo juntos, una competencia de pequeñas estrellitas y... creo que también una salida nocturna el fin de año. La verdad eran muchas salidas las que tenían, no recuerdo.
—Solo debo dejar que todo ocurra, ¿verdad?—dije pensativa—. Okey, eso lo hago con gusto. Sería lindo compartir con él. Pero... ¿Cuándo tendría que suceder, aquello de..? Bueno lo de.... Lo del bebé. Solo sé que leí que yo le cuento de mi embarazo unos meses luego de que se le terminaron sus vacaciones. No recuerdo que en el libro se haya dicho en que momento ocurrió todo.
Y menos mal, porque hubiera sido un trauma psicológico, que mi madre escriba una escena así de Chris y yo.
Eso sería el colmo de raro.
—Se asumiría que sucede antes que él regrese a sus trabajos con Cnco—ella no me miraba, solo reía con incomodidad—. Es decir que... tal vez en unas semanas.
De inmediato se me vino a la mente el itinerario de Cnco para él nuevo año. Así fue como recordé que la primera actividad con la que ellos volverían al trabajo sería el 16 de enero.
—Tengo como unas dos semanas y media—dije tragando duro.
Realmente me ponía nerviosa, tener fecha limite para "fabricar" bebés con Chris.
De repente se me vino a la mente aquella noche en la montaña, o la noche en que estuvo en mi casa, y de pronto me recorrió corriente eléctrica por el cuerpo al recordar todos las sensaciones que causó con sus toques y sus besos.
Aun ni habíamos completado todo el acto, y yo ya estaba loca de deseo por él. Por momento solo quería pertenecerle y nada más.
Quizás esa entrega que me nacía, era por... Fatima y sus "pociones" o quizás... solo era yo y mis hormonas.
Pero de algo si estaba segura... y es que Andrés no me permitía hacer caso a las posiciones, o a mis hormonas. Él no me permitía dejarme "amar" por Chris.
—Se supone que en casi tres semanas ya debo llevar a una bebé en la barriga—susurré, mientras por instinto ponía una mano sobre mi vientre.
—Exacto
Al bajar la vista noté mi aplanado estómago, y de pronto me entró terror al imaginar que en semanas allí habitaría un ser vivo. Una pequeña personita empezaría a formarse en mi.
¡Dentro de mi tendría una parte de Chris!
—¡NO PUEDO HACER ESTO!—salté de golpe, y me puse caminar de un lado a otro por la habitación—. Debe haber una forma de evitar que esto pase.
—Mira... no te quiero dar falsas esperanzas, pero hay una manera de anular hechizos... solo que no lo comprendo aún del todo—ella me mostró unos cuadernos desgastados de cuero—. Hay muchas cosas con respecto a eso, pero no he podido decifrarlas así que ni puedo explicartelas. Solo sé que... hasta yo descubrir como anular tus hechizos tú debes mantenerte a salvo con Chris manteniendo en pie la profecía.
—Confío en que conseguirás quitarnos estos hechizos—yo la miré con suplica—. Sé que lo lograrás. Debes hacerlo, por favor.
Podría ser linda la historia, pero... definitivamente Chris y yo no estábamos preparados para algo así.
La linda historia para nosotros podría ser más castigo que bendición.
—Eso intento—ella me señaló sus párpados inferiores—. Esto, Cielo... es el fruto de tantas noches experimentando.
Y sip, ella parecía panda.
—Realmente quiero ayudarlos—Fatima me dijo con tanta sinceridad que le creí—. Esta vez ayudarlos en serio, no algo a medias como el libro.
Fatima era una niña brillante, eso era lo único que puedo decir.
(...)
Nunca había sentido tanto estrés en mi vida como en ese momento.
Cargaba sobre mi las vidas de muchas personas. Incluso sobre mi pesaba hasta la vida de un ser que aun ni existía.
Allí mientras atravesaba el bar donde gente bailaba en cámara lenta, según mi percepción. Me puse a imaginar en algo que no había visto venir, y era que... tal vez... solo tal vez, si las cosas tuvieran éxito, y Fatima lograra evitar que yo me embarace... quizás yo sentenciaba a una personita a no existir.
Le estaba negando la existencia a mi propia hija.
—¡Me quiero volver chango!—me dije restregándome el cabello.
Ya debía parecer una leona por tanto alborotarlo.
Al calmarme un poco, enfoqué mi vista al frente. Y creo que hasta en eso se puso de acuerdo el destino, porque Chris estaba enfrente, al final de un camino dejado por las personas que bailaban. Era como si todos se hubieran apartado para que vaya rumbo a mi futuro.
Ahora él era mi futuro... mi inesperado futuro.
Me acerqué a él con un tanto de lentitud, pues la verdad me daba un poco de nervios su compañía. Ahora que ya sabía toda la verdad, él pasó a ser alguien distinto.
Ahora solo lo veía como el futuro padre de mi hija.
Ahora Chris era el hombre que sería mi esposo.
Ahí mirándolo con esa bella y contagiosa sonrisa, cuando él me miraba con tanta devoción, me imaginaba como luciría en nuestro final feliz.
—Se vería tierno con un bebé—dije para mi misma en cuanto llegué.
Él no escuchó lo que dije.
—Creí que escapaste de mi—él dijo un tanto cansado—. Por un momento creí que debía ir acosarte a tu casa.
—Me llegó el Karma al parecer—yo me paré frente a él, con una sonrisa nerviosa—. El acosado, ahora es mi acosador.
—Y de acosador soy un verdadero dolor de cabeza, así que no me provoques—él me respondió sonriente.
Inevitablemente lo imaginé a él jugando con una bebé con sus características mezcladas con las mías. Lo vi siendo un niño grande junto a nuestra futura hija. Lo imaginé siendo mi amoroso esposo, que envejecería conmigo.
Y fue lindo...
Sentí como el corazón me latió fuerte ante ese lindo futuro.
Sea como sea, podría ser hermoso todo, pero al analizar las desventajas del libro, sentí como todo lo lindo se arruinó todo. Sencillamente, recordé las cosas que perderíamos por el final feliz. Nuestros sueños profesionales serían rotos por una familia.
—Tengo que hablar contigo—yo le extendí mi mano—. ¿Podemos ir a un lugar mas privado?
Chris analizó mi mano por un rato, pero luego con una sonrisa dichosa la tomó. Aún era increíble que él muriera por mi atención.
Y pensar que todo podría ser tan falso.
—Voy donde tú me lleves, bella—él sacó de su chaqueta con su mano libre, las llaves de un auto—. Si quieres te llevo.
—No, gracias—yo lo jalaba conmigo—. Tengo a mi pantera esperándome, y no la pienso dejar aquí. Pero si quieres... podríamos manejar juntos.
Los dos atravesábamos el bar tomados de la mano.
Chris y yo salimos del lugar, y afortunadamente nadie que parezca fan se nos apareció. Se podría decir que tuvimos privacidad, lo cual fue un alivio. Después cada quien subió en su vehículo. Yo en mi motoneta y Chris en su auto, para posteriormente emprender el viaje a un lugar mas privado.
—¿A dónde iremos?—me preguntó Chris deteniéndose a mi lado.
Yo había estacionado mi motoneta a media calle, hasta que él salga con su auto. Ahora él estaba a mi lado mirándome con interrogación.
—Mi casa—dije en un suspiro—. Si quieres puedes seguirme o... o tal vez aún recuerdes como llegar.
—Te sigo—él me dijo animadamente—. Si hubiera recordado como llegar, ya hace rato que te habría caído en tu casa.
—Que sincero—reí poniendo andar mi motoneta—. Ahora ve aprendiéndotela bien que... tal vez tu novia vaya a requerir urgentemente una visita de su novio.
Por lo que dije, sentí un tensión que me aplastaba. No sabía si iba rápido, pero que mas daba... al cabo de dos semanas ya debería estar embarazada de él.
Lo mejor era empezar a preparar el terreno de una vez. Ya era tiempo de dejarme llevar.
—¿Cómo que novia?—Chris me miró con los ojos bien abiertos.
Parecía no creer lo que decía.
—Dijiste que me amabas, ¿cierto?—yo lo miré con una risita nerviosa, mientras me colocaba el casco—. Y... y... yo... yo... tambien, y mucho.
Lo amaba como fan... pero algo es algo.
—Acaso me estás proponiendo...
—¿Quieres ser mi novio?—le pregunté a la expectativa.
Chris abrió la boca con sorpresa, pero pese a eso se le notaba una ligera sonrisa en el rostro.
—Yo... —él se quedó en silencio.
—No quieres, ¿verdad?—dije con la cara roja—. Bueno.. entiendo que no quieras algo serio conmigo. No creo que quieras a una fan de novia. Es que... yo no soy modelo, o cantante famosa, o...
—Contigo hasta me caso—me soltó de golpe, y yo no tuve más remedio que sonreír como idiota.
¿Acaso el hechizo lo hacia así de dulce?
—¿De verdad aceptarías ser mi esposo?—le dije con una ceja alzada—. Naa... a duras penas creo que aceptaste ser mi novio.
—Solo dame una iglesia y un anillo y verás que tan en serio hablo—él me dijo retadoramente.
Que más daba si nos casábamos al día siguiente. De todas maneras... ya estábamos sentenciados a eso.
—¿Y porqué yo lo debo conseguirlo todo?—le dije cruzándome de brazos, con una sonrisa burlona—. Se supondría que el anillo lo pone el novio.
—Estamos en una era donde hay igualdad de género. Yo creería que la mujer, también tiene igual responsabilidad con el anillo—él me dijo alzando una ceja de una lado a otro.
Si tan solo hubiera igualdad de genero en lo que respecta a dar a luz a un bebé. De seguro a Chris le hubiera dado ese trabajo.
Mierda, yo estaba sentenciada al doloroso labor de parto con Yuli.
—Hagamos algo—le dije bromista—. Ni para ti, ni para mi. Optemos por la ley del mas débil... así que... el que tarde más en llegar a mi casa... consigue el anillo.
—¿Lo dices en serio, amor?—él cuestionó.
Podría acostumbrarme a que me trate como amor.
—Muy en serio chiquito bebito mi amor—aseguré en medio de una risita, y él se dejó contagiar—. El que llega...
Ni acabé de decir la frase, y de pronto él ya había desaparecido de mi vista.
El muy desgraciado, ya se había pegado tremenda carrera a toda velocidad, dejándome a mi sin tiempo ni para reaccionar.
—¡Que tramposo!—exclamé indignada, mientras ponía andar a mi motoneta a toda velocidad.
Chris ya ni aparecía en el camino.
Resignada a que posiblemente iba a tener que comprar el supuesto anillo de compromiso, aceleré más la velocidad, pero resulta que mi celular de pronto empezó a molestar en mi chaqueta.
El muy inoportuno sonaba a diestra y siniestra.
La verdad no iba a contestar debido a que estaba en competencia, pero un vocecita en mi cabeza me dijo que lo haga. Esa vocecita aunque leve, después de unas cuantas cuadras, hizo que yo decidiera detenerme, para contestar.
Creo que yo tenía un instinto para saber que algo importante iba a pasar.
—¿Hola?—dije contestando el teléfono.
Ni me molesté en analizar de quien podría ser el numero desconocido que me llamaba.
—¡Cielo!—me dijo Fatima agitada.
—¿Fatima?—cuestioné extrañada—. ¿Qué... pasó?
Fatima solo representaba cosas raras.
—Cielo, perdón—ella de pronto empezó a reír como ardilla—. Es que... yo.. yo... quizás intentaba... intentaba tirar la mezcla de la que te hablé pero... digamos que... que...
Ella se quedó profundamente callada.
—¿Mezcla?—pregunté sintiendo un escalofrío en mi cuerpo—. ¿Hablas de esa que me convierte en una urgida?
—Si—ella dijo volviendo a reír
—¡¿Qué ocurrió con eso?! Explícame mejor que no estoy entendiendo que pasó.
—Es que como dijiste que ya no querías que siga usándola con Chris y tu, pues... yo quise tirarla, pero... resulta que estaba haciendo varios experimentos con otro hechizo en ese momento, y mi.. mi hoguera estaba abierta y...
—Al grano—exigí con la voz firme
—Digamos que tropecé y... y...
Ella se quedó en silencio.
—Casi toda la botella cayó en el fuego, y si eso pasa...
Yo sabía la respuesta a eso.
—¿Me estás diciendo que en estos momentos Chris y yo estamos por convertirnos en dos caleturientos de primera?
—Creo—ella se empezó a reír a todo pulmón—. Hasta más...
—¡¿Porqué?!
—Porque... cuando les aplicaba esa mezcla yo... solo usaba una cuantas cucharadas, y ahora... ahora...
—¡Nos pusiste casi toda la botella!
—Pues si—ella siguió riéndose a carcajadas—. Pero mírale el lado bueno. Si ahorita les urge, quizás ya logren hacer a Yuli.
Bebé a bordo en tres, dos, uno...
—¡FATIMA, TE VOY A MATAR!
Holas!!!
Jejeje, ¿Extrañaron esta novela?
Bue... espero que les haya gustado este cap.
Y antes que todo, y sabiendo que este es el ultimo cap del año, y mi ultima actualización del año, paso a desearles un feliz año 2019. Realmente espero que Diosito les llene de miles de bendiciones. Les mando una abrazote a la distancia :)
En fin...
Continuando con la novela... ¿Creen que el accidente de la poción provoque la existencia de un baby? ¿Será que hay una masacre el siguiente capitulo? jajajjaja
Como sea, esperemos al siguiente capitulo para saber que es lo que en realidad provoca la dichosa poción en los estrellados.
Nos vemos, pronto... bye bye :)
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