20. Profecía de un final feliz
Solo porque ando libre ando actualizando jajajajaja
La mañana llegó a mi, saludándome con un golpe luminoso en la cara. Realmente estaba muy sensible a la luz, pues mi resaca hacía que mis sentidos se intensificaran. Por esa razón, me protegí la vista metiendo mi cabeza, debajo de una de las almohadas que estaban sobre mi cama.
—Maldito Andrés—yo me quejé, haciendo culpable a mi ex novio de mi estado.
Ese hombre me había dejado cayéndome de borracha la noche anterior por mi depresión a causa de él. Ahora lo único que quería era seguir descansando en mi cama, a la espera de que la resaca se me pase para poder ir al cool Antro a continuar ahogando mis penas.
Pasé allí tirada, insultando a los autos ruidosos que pasaban por la calle, y los cuales me hacían explotar mi cabeza, por lo que me parecieron horas. Realmente ya no podía dormir.
—Te amo, idiota—murmuré con la voz temblorosa al recordar al amor de mi vida.
No podía dejar de pensar en él.
Estaba por ponerme a llorar, cuando de repente oí como el tono de mi celular empezó a sonar haciendo eco en mi vacía habitación.
Realmente no tenía ánimos de contestar, pero a causa de que ese sonido estaba haciendo explotar aun más mi cabeza, extendí el brazo hasta el piso donde mi celular descansaba. A tientas logré localizarlo y lo llevé hasta mi oído.
—Ahora mismo no lo puedo atender, llame después
Iba a colgar, pero la voz de mi mejor amigo me detuvo.
—Hasta que al fin contestas. Yo te necesitaba de urgencia para que me pases el número de tu amiga Laura.
—¿Ya te le vas a lanzar? Pero si ella está a kilometros de ti...
—Dijo que posiblemente venga a Quito a visitar a unos parientes. Y me dio un " no sé qué" por verla. Ya sabes que las chicas difíciles me encantan.
—Vete al diablo—murmuré malhumorada, mientras me sentaba sobre mi cama—. ¿Solo por eso me hiciste despertar?
Enseguida me imaginé verme del asco, así como me sentía.
—No, también era para saber como estas—Fer me habló despacio—. ¿Cómo estas? ¿Ya te sientes mejor? ¿Ayer ya te desahogaste?
—Creo que sí—yo di un bostezo sonoro, y me senté sobre mi cama—. Por un momento creo que Andrés se me fue de la cabeza.
A mi mente se me vino mi solitaria salida de anoche, donde me la pasé recordando cada momento vivido con Andrés durante nuestros años de noviazgo. Tenía que hacer una ultima salida de despecho, para poder sacarlo de mi sistema.
En los últimos días había estado muriendo en depresión, y Fer lo sabía más que bien.
—Bueno, entonces mi niña, es tiempo de avanzar y ser feliz—él soltó una risita burlona—. Podrías ser muy feliz con tu greñudo ñengoso.
Christopher.
Ese muchacho que llegaba a ratos a mis pensamientos, quitándome el dolor que sentía por mi ex novio. Fue raro pero el simple recuerdo de él siendo lindo, riendo conmigo, diciéndome "te amo" hizo que la herida doliera menos. Al menos mi autoestima no era tan bajo, gracias a que sabía que había llamado la atención de un chico como él.
Podría ser muy envidiada por eso.
—Sería más fácil si no supiera que me ama en verdad. Eso presiona mucho— yo me destapé, con el objetivo de ir al baño, pero al hacerlo algo cayó en el piso. El sonido en seco rodeó a la habitación.
Cuando baje la mirada al sitio de origen del ruido, hallé un libro turquesa.
Ese objeto frente a mis ojos, hizo que de pronto una neblina en mi mente que no noté empezara a desaparecer. Pero por más que quise creer que aquellos pensamientos solo eran cosas bobas que imaginaba mi mente a causa de la borrachera de la noche anterior, no pude.
Algo muy profundo me decía que todo los anormales y extraños recuerdos relacionados con el libro eran reales.
—¿Leí el libro?—susurré para mi misma, cuando me pasó por la mente la idea de que todos los acontecimientos de la noche anterior eran solo producto de una borrachera. Algo falso que creó mi mente
—¿Dijiste algo?—Fer me dijo a la vez que yo salía de mi cama, a recoger el libro del piso.
—Sí, es que... tengo la impresión de que ayer leí el libro de que mi mamá me dio para mi cumpleaños. Bueno... la verdad no creo haberlo leído porque... es... algo estúpido. Olvídalo, solo debo haber imaginado cosas ayer por la noche—yo sonreía ante la bobería que hallé en el libro de mi sueño
—¿Que imaginaste?
Divertida por la historia de mi imaginación, tomé el libro y me senté sobre la cama nuevamente.
Aquí voy a recalcar, que estoy a modo "hazte la loca" para no reconocer lo que pasa. Sigo bloqueando la verdad.
—Algo estúpido. Es que supuestamente en el libro mi madre relataba una historia que fue inspirada en mi, que se llamaba "Amor a primera locura". Y resulta que en el libro describía absolutamente todo lo que me pasó con Chris desde que nos encontramos en la iglesia. Y obvio eso no pudo haberlo escrito mi mamá porque ella murió mucho antes que sucediera eso. Fue algo así como si ella hubiera escrito lo que pasaría.
—¿En serio?—él rió divertido—Obvio fue porque te pasaste de tragos
Mi modo "Hazte la loca" estaba empezando a desaparecer de mi mente. Mi corazón empezó a latir con fuerza, sobre todo porque estaba por abrir el libro para comprobar si todo fue la imaginación de una borracha.
—En el libro Chris y yo nos seguimos enamorando. Durante su estadía en Ecuador, pasamos más que pegados el uno al otro, desbordando corazón. Pero todo termina, cuando él se tiene que ir de vuelta a su trabajo con Cnco. Obvio ambos nos tuvimos que despedir, y como toda buena enamorada me quedo esperándolo impaciente hasta que vuelva. Luego según la historia, pasan varias semanas, y... ¿a que no adivinas que pasó?
—¿Qué? Cuéntame amiguis divis—dijo con una voz afeminada.
—Pasa que... ¡nos embarazamos!—le conté soltando una risita de ardilla—. No lo describió en la historia, pero supongo que el bebé es resultado de algún encuentro durante su estadía en Ecuador. Es decir que el bebé se hizo justo antes de que él se vaya del país.
—Aja
—Después de eso, me pongo como lela sin saber que hacer, y pasan semanas hasta que yo me decidí a decirle, y cuando le digo, él se pone neurótico. Básicamente me dejó de hablar, y yo obvio me enojé y lloré. En resumen pasamos una odisea de lágrimas y peleas, pero al final todo cambia.
—¿Cómo?
—Un día, yo estaba en mi casa de Quito, y de la nada llega Chris. Ruega por mi perdón, me jura que jamás nos dejaría. Ahí mismo me informa que dio por concluido su contrato con Cnco, porque quiere dedicarse a cuidar de mi y de nuestro bebé. Que lo pensó mucho, y que quiere ser responsable al cien por ciento con nosotros...
—Así que el idiota dejó Cnco para vivir feliz contigo y el bebé.
—¡Sip! ¿No te parece hermoso?—dije riendo nerviosa. Yo finalmente abrí el libro, pero no me atrevía a leer lo que quedó a la vista—. Dejó sus sueños por amor.
—¡Cosita chiquita!—dijo con acento de niña enamorada.
—Aja—yo di un suspiro entre cortado, empezando a sentir como mis manos temblaban sobre el libro que no quería leer—. Después nos reconciliamos a lo bruto, y para cerrar con broche de oro me pide matrimonio.
—Wou.... Que cursis
—Exacto, todo pasa como un típico final feliz—solté una risita—. Según el epílogo del libro, Chris y yo tuvimos a una hermosa bebé llamada Yulieth, y por ella, los dos dejamos nuestros sueños. Él dejó su sueño con Cnco, y yo dejé mi sueño de ser una chica que viaja por el mundo buscando aventuras y maneras de crecer como escritora en las mas grande editoriales. Ambos sacrificamos nuestros sueños para poder ser una pareja típica al cuidado de una hermosa pequeña que resulta ser lo más bello que tenemos. Él sigue siendo cantante, pero únicamente en productoras del país, y yo únicamente me dedico a trabajar en editoriales locales. Pero pese a que no logramos llegar a ser tan grandes profesionalmente, así como lo queríamos desde niños, somos la familia más feliz del mundo.
—Toda tu historia con el ñengoso termina en un final feliz.
—Si, vivimos felices por siempre—suspiré ante tal cuento ridículo—. Fue una linda historia... creo.
—Una cursi historia, que no me sabe a ti—él soltó una carcajada burlona—. Sinceramente no me imagino viéndote como una ama de casa con bebés. Sobre todo porque no te gustan los bebés. Y lo más anormal ahí es que tu marido va a ser uno de los integrantes de la boyband más famosa de los últimos tiempos. Eso es muy rebuscado.
Dando una ultima bocada de aire bajé mi vista al libro, y como lo más lógico me pareció saber si existía o no una historia llamada "Amor a primera locura" cambié de paginas hasta llegar al inicio del libro.
Creo que yo lo supe todo desde que desperté, pero simplemente me encerraba en que todo era un sueño ridículo producto de una borrachera cuando en realidad no era así. La colorida plana, donde estaba la supuesta portada de la historia me dio un golpe de realidad en la cara.
Todo era real
Todo era real
—Si fue real—yo logré decir en un hilo de voz, al ver la portada. Luego pasé la pagina y encontré el relato que iniciaba con mi salida de casa, rumbo a la Basílica.
—¿Ah?
—El libro de mi mamá se hizo realidad—dije empezando a pasar hojas desesperada, y leyendo con brevedad lo que decía en las paginas. Encontré fragmentos donde contaba exactamente lo que viví con Christopher.
¿Como carajos mi madre pudo haberlo sabido cuando lo escribió? Ella falleció mucho antes de que todo eso pasara.
—Me estas diciendo que... ¿mágicamente todo lo que escribió tu mamá..?
—SE HIZO REAL—solté un grito, y en seguida lancé el libro lo más lejos posible. Era como si este me empezara a quemar.
Fer volvió a quedarse en silencio, seguido de un suspiro sonoro.
—Cielo... ¿Te estas metiendo drogas?—me preguntó de la nada—Estás hablando puras pendejadas—él me informó y luego volvió a quedarse serio—. En serio Cielo... ¿Te estas metiendo algo? O a lo mejor te metieron algo...
—¡QUE NO, IDIOTA! ¡ESTO ESTÁ PASANDO!
—Bueno, en ese caso... solo diré que te volviste loca. Dime...¿ acaso te pegaste muy duro en la cabeza estos días? ¿A lo mejor el golpe te hizo perder la memoria..?
—No estoy loca, y tampoco me he pegado en la cabeza. ¡Estoy bien!
—No estas bien—Fer dijo con una risa nerviosa—. Mujer, estas diciendo puras idioteces.
—¡Esto no puede ser real!—yo me dije a mi misma.
—Mujer, en serio... ¿estás segura de que no te pusieron algo raro anoche? ¿Cómo llegaste a tu casa? ¿Si amaneciste en tu casa?
—No me pusieron nada—hablé en voz baja con la mirada fija en el libro.
De pronto aquel objeto tenía pinta de poder salir caminando en cualquier rato. Me daba miedo en absoluto.
—¡MIERDA!—grité, y en seguida colgué el teléfono. No tenía humor para defenderme de Fer y sus suposiciones de que estaba loca.
Recuerdo de la noche anterior me cayeron como si fuera una cascada. Rápidamente me vi a mi misma quedándome en shock, pues luego de terminar de leer la historia hasta el punto donde Chris supuestamente estaba enamorado de mi, yo me quedé sin reaccionar hasta que amaneció. Realmente ni recuerdo como fue que llegué hasta mi cama. Solo tenía breves recuerdos, de mi llorando y riéndome como idiota por no poder creer algo que parecía tan real.
—¡¿Que está pasando?!—empecé a hiperventilar por el ataque de pánico que se avecinada.
Finalmente los estragos de una realidad fantasiosa creada por un libro se pusieron atacarme.
Desesperada por ello, caminé desesperada por mi habitación hasta que hallé una bolsa platica que tenía envases de comida rápida vacía. Todo el contenido de la funda lo vacié en el piso y enseguida la puse contra nariz y mi boca para empezar a respirar.
Mi pánico a los escritos en el libro estaban llegando a su limite.
No sé por cuanto tiempo pasé allí, respirando en una funda. Solo sé que tenía mucho miedo. No entendía aun como un libro pudo hacerse realidad. Y por más que fuera Chris mi coprotagonista en la historia, igual no me sentía preparada para aceptar algo tan sobrenatural. Yo no estaba dispuesta a vivir eternamente siguiendo un guión que aun se me hacía tan irreal.
Bien queridos curiosos, como ven hemos llegado a un punto clave. Estamos ante el nudo de esta increíble historia que de seguro los va a entretener.
Que inicien los juegos del hambre... es decir... los juegos de Fatima. Luego entenderán porqué son sus juegos.
—¡¿Como hiciste esto mamá?!— murmuré por milésima vez en el día.
Después que me di cuenta de esa extraña verdad me la pasé nuevamente en shock por horas. Por la tarde, ya cuando reaccioné, me la pasé leyendo una y otra vez el libro hasta el anochecer. Lo repasé mil y una vez como intento de hallar algún error que me diera la esperanza de que no estaba viviendo un libro.
Me estaba desesperando ahí en mi cuarto, hasta aproximadamente las 10 de la noche, cuando al fin mi cabeza me permitió obtener una respuesta a mis dilemas, solo un nombre llegó a mi mente en ese momento, y ese era... Sara.
—¡Como mierda, me olvidé de ella!—yo me di un golpe en la frente y en seguida saqué mi celular. No me tomó ni un minuto poner a timbrar mi teléfono hasta que ella responda.
Solo necesité de seis intentos, hasta que ella responda finalmente.
—Hola, preciosa. ¿Cómo estas?—ella me saludó alegremente. Parecía estar en un fiesta pues se oía música sonando de fondo.
—Estoy a punto de ingresarme a un manicomio, nada más—yo solté una risita que hasta a mi misma me dio miedo.
—¿Por qué dices eso?—ella dijo con seriedad
—Solo dime que es lo que sabes del libro
En cuanto dije aquello, Sara se quedó callada. Noté como la música iba disminuyendo en volumen, como si ella estuviera alejando del lugar ruidoso.
—Por tu reacción asumo que sabes de que te hablo—dije con un tanto de alivio.
—Sí, mi nena—ella dijo soltando un suspiro.
—Bien, entonces de una vez dime todo lo que sepas, porque estoy a punto de volverme loca—. murmuré sintiendo mis típicas lagrimas queriendo emerger—. Yo... yo estoy muerta de miedo. Ni siquiera sé si estoy en algún tipo de pesadilla, o no sé si estoy durmiendo en algún tipo de coma imaginándome esto...
—Es real, Cielo—ella dijo de una vez—. Y primero que nada, necesito que te calmes.
—¡No puedo hacer eso! ¡Mierda, como crees que me siento, cuando sé que estoy actuando un guión, y para colmo uno que no me agrada para nada! Estoy dirigiendo ahora mismo mi vida a un destino donde todo lo que quise desapareció. En ese maldito libro que tengo que cumplir, no están mis verdaderos sueños profesionales, o sentimentales, o mis anhelos de vivir mi vida conociendo el mundo, o...
Sin querer nuevamente empecé a entrar en pánico.
—Ese maldito libro solo es una maldición que aparentemente va a quitarme también al amor de mi vida. Andrés es el chico con él que yo quiero vivir mi vida por siempre, pero ahora resulta que lo voy a tener que olvidar, porque me voy a tener que casar con mi cantante favorito.
—¡Mi vida, respira!
—¡No me voy a callar!—yo empecé a hiperventilar—. ¡AMO A CHRISTOPHER, PERO NO COMO PARA COMPARTIR MI VIDA POR SIEMPRE CON ÉL! Es que... ahora mismo... ahora mismo solo vivo para amar a Andrés. Además Chris no se merece vivir esa historia conmigo. Su vida también se va al carajo por ese libro. Mierda... también... también... va a perder sus sueños en esto.
—¡Cielo, respira!
Haciéndole caso, yo empecé a respirar profundamente. Al menos luego de haberme desahogado un poco, volví a retomar mis ganas de no explotar ante cualquier cosa. Ahora mismo estaba mucho más sensible de lo normal.
—¿Ya estas mejor?
—Creo... creo que... si—yo cerré los ojos fuertemente—. Perdón si te alcé la voz.
—No te preocupes, cariño. Es normal que reacciones así—ella dijo suavemente
—Obvio si—yo me levanté del piso en el que había estado sentada, y me fui a sentar en mi cama—. Y ahora, antes que vuelva a convertirme en una loca, ¿podrías contarme de una vez que es lo que está pasando?
—Antes de todo, quiero que sepas que tu madre solo quiso hacerte feliz. Realmente ella solo vivía para hacerte sonreír. Tú fuiste lo que más amó en el mundo, hasta su último segundo—ella empezó y desde ahí ya empecé a sentirme aun peor—. Cuando tu padre se fue, ella sufrió mucho. El perder el amor, solo fue algo que la marcó de por vida. Ella saboreó lo que era tener el corazón eternamente roto, y aunque tú no lo notaste porque ella siempre te lo ocultaba, tú madre siempre siguió amando a tu padre. Nunca lo olvidó.
—Ella creía que no lo sabía, pero si... siempre lo notaba cuando hablaba de él— aseguré—. Eso hizo que él me fuera agradando menos.
Sara permaneció en silencio.
—Como sea... ella experimentó ese tipo de dolor, y ni en sus peores pesadillas ella querría que tú pases por lo mismo—Sara murmuró—. Por eso es que tuvo pánico en cuanto supo que tú seguirías casi sus mismos pasos.
—No entiendo—dije con mi cabeza empezando a dar vueltas—. Como que ... seguir sus pasos.
Sara suspiró profundamente, y continuó.
—Ah estas alturas de la vida, creo que ya nada se te puede hacer increíble, ¿Verdad?—ella dijo con cansancio
—La verdad hasta puedo empezar a creer que Hogwarts si existe.
—¿Hogwarts?
—Olvídalo... solo... solo continua.
—Bien—concordó Sara—. Digamos que un día, ambas llegamos con una... vidente. Realmente no teníamos planeado llegar a conocer a esa persona, pero lo hicimos. Y casi por casualidad llegamos a conocer varias cosas sobre el futuro. Al principio solo quiso saber que tan buena sería tu vida en un futuro y pues...
—¿Qué pasó?—dije sintiéndome palidecer.
—Digamos que tu vida no era tan... buena.
—¡¿Qué?!
—Oh vaya, no sé como decirte esto.
—¿Que cosa?
—Es que...
Sara se empezaba a quedarse callada por mucho rato.
—¿Qué fue de lo que se enteró? ¿Acaso voy morir o que..?
—La razón de no poder alcanzar tu vida soñada era una hermosa y pequeña razón, a la cual amarías infinitamente—ella dijo con suavidad—. Una hermosa bebé, sería la razón de que lo abandones todo.
—¡¿Qué?!—dije, empezando hallarle sentido al libro de mi madre.
Ahí una vez más aparecía Yulieth.
—Lo que esa persona nos dijo, fue que en tu adolescencia encontrarías a un chico, que se convertiría en el amor de tu vida. Ese chico realmente se iba adueñar de ti en cuerpo y alma. Tú lo conocerías, se enamorarían perdidamente, y de ese amor surgiría una pequeña criatura. Y realmente no le veíamos el inconveniente hasta esa parte de la historia, pero... resulta que ese bebé solo llegó a separarlos. Es que...—ella tartaamudeaba.
—¡¿Qué?!
—El muchacho huiría de ti en su momento, y en parte sería por la bebé.
—¿Acaso por no querer aceptar su responsabilidad?
—Más o menos. Es complicado.
—¿Es decir que estoy destinada a encontrarme a un patán como mi padre?. Es decir que....
Al instante se me vino a la mente las sugerencias de Fatima, acerca de un retraso en una procreación. Ella me aseguraba que Chris y yo estábamos retrasados en aquel acto.
—Chris—dije sin aliento—. Eh.... Sara... dime.... Dime quien es el supuesto idiota del que me voy a enamorar. Quiero su nombre.
¿Qué tenía que ver Chris en toda esta historia rara?
—Tú ya lo estabas viendo en estos últimos días, así que me imagino que debes saber de quien hablo—ella murmuró—. Pero por si acaso... su nombre es... es Christopher Vélez.
Ahora las cosas iban teniendo sentido...
Esta vez podía entender porque Chris; el famoso cantante al que amaba estaba metido en el supuesto lío de un final feliz. Aparentemente él iba a ser el amor de mi vida, que me abandonaría con mi supuesta hija.
Diablos, eso no me lo creía.
—Sara—yo quise replicar ante las estupideces que decía, pero me calle al entender que era real—. Ay diablos... ¿Acaso Christopher Vélez; el chico que es mi platónico más grande, es el supuesto chico que me lastimará?
—Era—aseguró ella—. Ya no te lastimará...
—¿Cómo? No dijiste que el vidente predijo que yo iba a terminar en una historia de amor del asco...
—No, porque ahora tienes que vivir un final feliz gracias al libro de tu mamá—ella me dijo de inmediato—. Por todo lo que hizo tu madre, y cosas que aún no sabes es que ahora tienes un buen futuro.
—¡¿Buen futuro?!—dije alterada—Si en verdad el libro se está cumpliendo, ¡¿le llamas buen futuro a casarme con un chico del que no estoy enamorada, y el cual puede que ni me ame en verdad?! ¡¿Le llamas buen futuro a un mundo donde soy un aburrida e insípida ama de casa, que no hace más que cambiar pañales y apestar a vomito y leche?! Además, eso arruina el futuro de Chris en Cnco... y... ¡¿Y porque de tantos chicos en el mundo, precisamente el chico del que soy fan es mi supuesto co-protagonista en esta loca historia?! Es que solo ayer era su fan y...
—Si todo hubiera ido como tenía que haber sido, tú nunca habrías sido su fan. Solo se hubieran conocido en Loja desde antes que él sea famoso, y los dos serían tan normales el uno para el otro.
—¡ME ESTOY VOLVIENDO LOCA!
—No creo que pueda explicarte mucho por teléfono, en realidad hay mucho más de lo que imaginas detrás de ese libro. Fatima será la persona que te pueda ayudar a comprender, ve y búscala. Yo sé que ella ya te conoció y está mas que ansiosa de ponerte al tanto de los hechos. Necesita ahora mismo de que tú y Christopher la ayuden. Es por su propio bien.
—¿Mi propio bien? ¡ No me digas que ahora alguien nos hizo vudú o algo así! Poco faltaría para creer que alguna de las ex novias de Chris lo hizo.
—Mi nena, tranquilízate y ve con Fatima. Ya te paso su numero por mensaje—Sara me indicaba con rapidez—. Solo debes encontrarla donde la viste por ultima vez.
—Esto es de locos, esto...
—Necesito que te calmes, y vayas con ella. Ahora mismo la llamo y le informo que tú vas para allá.
—No quiero... es que... ni siquiera se quien es, o porque debo ir a verla...
—Cielo, esa niña es simplemente la razón de que el final Feliz se haya cumplido hasta ahora. Y sí, se que una parte de ese libro ya se cumplió porque Fatima me lo contó.
—Espera... ¿como que es la causante?
Sara soltó una risita nerviosa, que me heló la sangre.
—Esa niña un poco torpe y simpática, solo es una pequeña brujita.
—¡¿AH?!
—No te vayas asustar, es solo una chica tan normal como tú, pero... con capacidades especiales que aun no puede controlar.
—Sí, claro... normal—dije mientras me ponía de pie—. Sara en verdad tengo miedo, no sé que está pasando, y no sé que es lo que va a pasar con mi vida. Esto... esto es demasiado para mi.
—Lo sé linda, pero créeme que todo lo que está ocurriendo es por tu felicidad.
—Yo no lo creo así
Me sentía actuando en automático, solo siguiendo ordenes sin saber porque. No sabía si el cuento de la supuesta profecía de un fracaso amoroso era cierta, o si en realidad existía tal vidente pues no había pruebas de ello. Tampoco sabía si la supuesta niña, era una especie de "Harry Potter" versión chica. Solo sé que el libro que yacía sobre el piso se estaba cumpliendo.
Chris y yo estábamos protagonizando en la vida real, una historia plasmada en un libro mágico. Ambos estábamos destinados a vivir un típico final feliz.
Holi, holi jeje
Bueno...
Yo sé que ya vieron venir algo así jajaja. A Yuli la ando nombrando desde que inició la nove por poco. Yo sé que van amar a esa enana jajaja.
En fin, no se imagina como estoy de emocionada, porque al fin la historia le hace honor al tirulo de la historia. Ya me moría de ganas por empezar con estos caps claves.
¿Alguien quisiera un final feliz así con Chris? Pues creo que la Cielito no lo quiere tanto.
¿Aceptará su final feliz o quizás hará algo para que no se cumpla?
Por cierto ayer se estrenó Hey dj el video con Megan y Sean!!! Estuvo muy bueno... jajaja solo quería decirles.
Ahora si... me voy... bye, bye, las quiero :)
Pd: Los anteriores capítulos actualicé la multimedia, con imágenes más acorde a la trama jijij. Realmente me demoré buscando esas pinches imágenes y además las edité para que queden más presentables jaja. Si desean, pásense a verlas :)
ANTES QUE SE VAYAN!!! ME AYUDARIAN EN ALGO???
Lo que pasa es que los chicos van a estar en Quito la semana que viene, y están haciendo un concurso para un meet and greet ... y me preguntaba si... ¿me podrían ayudar con un like? El link de mi foto estará en los comentarios jajaja Xfis
Prometo que habrá final feliz para los estrellados si gano jajajajajjaaj ahre
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