18. ¿Nueva felicidad?
Como ya saben coff coff.... otro capitulo largo por ausentarme como por un mes, así que tomen asiento y un bocadillo que empezamos jajaja.
Espero les guste :)
Ante lo que me dijo por poco me da un paro. Él solo soltó palabras que ni en millón de años me habría esperado por parte de él.
Vaya, parecía solo ayer cuando yo era la que le decía eso a sus fotos.
—¿Te estás burlando de mi?—dije sin creerle un pepino
—Hablo en serio. En tan poco tiempo te metiste en mi cabeza de formas que ni te imaginas—él se pasó una mano por el cabello sin mirarme.
—Ja... como si eso fuera a ser posible. Apenas nos hemos visto como cinco días—yo solté una carcajada—. Es algo muy bueno para ser cierto.
Chris alzó la vista a mi, y me miró detenidamente.
—¿Porqué nunca tomas en serio las cosas que te digo?—él de pronto se puso de malhumor, algo que me sorprendió—. Es que... ¡Diablos, hablo en serio cuando te digo que no dejo de pensarte! ¡Y cuando te beso, siento que quisiera más y más...y...!—Christopher bajó la cabeza y empezó a restregar sus dedos delicadamente contra sus labios—. Eres algo adictivo...como si fueras algun tipo droga. Es que solo llegas, te inyectas en mi y de repente... todo se nubla, y dejo de estar consciente de mi alrededor. Al principio cuando te conocí todo estaba bien, admito que me gustaste mucho cuando me besaste la primera vez...
—Oh my God— yo me puse una mano en el pecho—. ¡TE GUSTÉ DESDE AHÍ!
—Sí, y solo hasta ahora me estoy dando cuenta de que me gustaste más de lo que creí—él alzó su vista al techo y suspiró. Yo en cambio me quedé petrificada—. Es que luego de besarte, quería seguir besandote y... creo que por eso no me di ni cuenta cuando te pedí que me escribieras. Juro que estuve pendiente toda la noche, pero no me escribiste... y en parte eso me enojó, sobre todo porque planee invitarte al hotel donde nos quedamos con los chicos, pero tú me escribiste al siguiente día, cuando yo estaba por tomar un avión.
El exceso de información me estaba dejando muerta del impacto. Cada frase era algo que parecía un cuento de hadas. Pero por más que parecería romántico que él se haya quedado "clavadísimo" por mi persona, había algo que no cuadraba en todo ello.
—Tu no me ves como para algo serio, ¿verdad?—solté una tanto curiosa—. Es que... vamos. Desde la vez que nos reunimos en el bar, quedó más que claro que me quisiste ver otra vez porque de alguna manera te llamó la atención mi falso mensaje... ese que te mandó mi amigo desde mi instagram. Además, no lo pensaste dos veces para acompañarme a la montaña, donde... bueno... tú ya sabes que casi pasa.
Christopher se quedó mirándome pensativo, y yo no le desvié la vista.
—Por ahora no soy una persona que quiera inmiscuirse en una relación seria. Además el estilo de vida que ahora llevo por mi carrera ni siquiera me lo permitiría, pero... aun así eso no quita que a veces sienta cosas por una persona.
¿Acaso estaba sintiendo cosas por mi?
—Vaya
—No sé que me hiciste—él suspiró—. Admito que quise conocerte y verte de nuevo, aun sin saber con que intenciones quería hacerlo. Y sí, obvio que no planeaba rechazar nada de lo que me propusieras, porque ciertamente me gustaste mucho. Yo lo único que he hecho hasta ahora, es llamar por ti, y responder a tus llamados. Yo no he sido él que propone, tú fuiste la que inició todo esto.
Él tenía mucha razón, en varios aspectos. Casi en la mayoría de situaciones, yo fui la que dio el primer paso.
—Cielo, desde esa noche que pasamos juntos, ya no quise alejarme de ti, y por eso mismo hice de todo para no volver a verte; porque no quería sentirme así con alguien a quien solo había visto unas cuantas veces, pero... pero tú me lo impedías cada vez que llegabas a mi casa. Así fue como tuve que darme por vencido, y aceptar que quería tenerte cerca sin pretender algún tipo de vacile, sobre todo porque me dejaste muy en claro que no deseabas más que algo serio para permitirme tocarte. Y yo... yo no quiero algo serio por ahora... yo...
—¿Aun quieres vacilar conmigo?
—No lo sé—él respondió—. Por eso quise evitarte otra vez... por eso no fui a verte cuando me pediste hacer un mini concurso. Realmente quería espacio para organizar mis pensamientos con respecto a ti. Tú empezaste a hacerme querer... algo serio.
Juro que en esos momentos, no le creía nada. De alguna manera sus palabras se me hicieron tan vacías. O quizás solo era que no sentía esa posible declaración, porque mi corazón tenía otro maldito dueño.
—¿Te das cuenta que... apenas nos conocemos por unos cuantos días?—dije empezando a sentir pánico.
Lo único que se me vino a la cabeza, era que me empezaba a sentir acorralada. Si de alguna manera él me salía con un "te amo", yo iba a salir corriendo. No podía simplemente corresponderle a esas palabras falsamente. Podría ser mi platónico eterno, pero... no estaba en mi corazón corresponderle a algo tan serio.
Diablos, más fácil hubiera sido que él me diga que solo quiere un vacile de una noche conmigo, a que me diga que me quiere en verdad. Así fue como desee solo seguir siendo una invisible fan, que no estaba propensa a lastimarlo. En ese papel de fan desconocida, no estaba propensa a sentirse incomoda nivel dios.
—Créeme que yo también tengo la misma cuestión—él bajó la mirada
Podría ser emocionante que tu platónico famoso se obsesione contigo, pero... me estaba empezando abrumar. El sueño romántico de cualquier fan de Chris, no fue tan bello como creí que alguna vez sería.
Díganme, ¿como le puedes decir "no estoy interesada" al chico por él que suspirabas, y amabas con amor de fan? ¿Como evitar sentir que estas desperdiciando la mejor oportunidad de tu vida? Me sentía como una idiota que dejaba abandonando tan valioso oro.
En fin... si de algo estaba segura, era de que no me sentía preparada para corresponder a algo tan grande, con alguien tan grande.
—¿Sabías que sigo en crisis por un rompimiento?—dije con una risita nerviosa
—Lo sé—él dio un paso hasta mi—, y perdón por ser tan expresivo, pero... debía decírtelo. Si no lo hacía sentía que me iba a ahogar. Fue algo así como una rara urgencia que estaba teniendo en estos días. Es la primera vez que siento la necesidad de explotar sentimientos ocultos en la cara de alguien. Es extraño al decir verdad.
—Chris en verdad, siento que quisiera gritar de emoción por tener tanta atención de tu parte, pero...
—Lo sé. No tienes porqué responderme a mis estupideces—él suspiró—. Solo... solo olvídalo, ¿okey? Y no vayas asustarte de mi, o algo por el estilo...
—No digas eso— yo me lancé a sus brazos, y lo apreté fuertemente.
Solo algo estaba picoteando mi cabeza en ese instante, y era... ¿Realmente sería capaz de no corresponder a alguien como Chris ?
Diablos, tenía en mis manos mi más grande sueño de fan, sin embargo una parte de mi me decía que no lo tome. Realmente esa parte me alertaba a no tomar algo así, y era una alarma muy ruidosa que hasta me dio miedo.
—Si te vuelvo a ver, procura acercarte a mi—él se separó de mi y me sonrió, sin embargo no se podía disimular muy bien su molestia conmigo—. Si nos confirman fechas para el tour en Quito... te puedo meter a trasvestidores para que conozcas a los chicos... solo... escríbeme.
Era una ganga lo que él le ofrecía a la "Cielo fan", pero ahora mismo me importaba un bledo ella. Ahora solo era la Cielo perra que le había roto el corazón a un chico.
Era la primera vez que me enfrentaba a no poder corresponder a alguien.
¡No sabía que hacer!
Él me soltó rápidamente, y lo vi como iba caminando hasta la puerta del garage aun abierto.
—Chris—yo cerré los ojos fuertemente—. No te vayas por favor.
—Para no hacer todo más incomodo, creo que mejor dejamos todo hasta aquí. Y... y te agradecería si no comentas esto con alguien.
—Me siento muy mal por esto—yo fui hasta él y lo tomé del brazo—. No es justo que te haga esto. Tu eres un chico que muchas chicas quisieran, sin embargo estoy como idiota rechazándote. Mierda, nunca creí que en verdad esto pudiera pasar, pero...
Chris de pronto no me dejó hablar, solo me había besado así como así.
—Tenía que hacerlo por una ultima vez—él susurró y sin más salió por la puerta.
Una ultima vez
Mierda esas palabras me asustaron demasiado. Yo no quería aceptar que aquel toque fuera el ultimo que obtendría de él. Un impulso muy dentro de mi, hizo que el temor a nunca más volver a tener la oportunidad de tenerlo para mi me impulsó a moverme.
Quería arreglar el desastre, así que sin pensarlo más, corrí hasta él y de un jalón lo hice volverse hacia mi. Él me miró confundido.
—¿Aceptarías ser mi nueva oportunidad de ser feliz?
Consternada por haber hecho algo tan apresurado bajé la mirada confundida. Chris en cambio sonreía suavemente, a la vez que me miraba con tanta atención que se me encogió el corazón. No me esperaba que le alegrara tanto mi aceptación.
—No te arrepentirás—él soltó y en seguida atrapó mis labios con los suyos.
Él y yo empezamos a besarnos con demasiada dedicación. Todo fue realmente tierno en un principio pues sus toques parecían ser lo más cuidadosos, como si no quisiera lastimarme, pero con el pasar de los minutos las cosas fueron cambiando.
Realmente todo cambió de un segundo a otro. De pronto la manos de Chris habían bajado hasta mi cintura, y la mías habían bajado hasta su pecho, donde agarraban su camisa con fuerza.
Cofff, coff, extrañamente mis ansias de sentirlo cerca fueron tomando pensamientos turbios, y solo en unos días me daría cuenta porqué tal cambio violento a mis pensamientos con un simple beso.
—¿Qui... quisieras un poco de pastel?—yo me separé de él rápidamente, corriendo hasta la puerta del garage. Pude notar que Chris me miró un poco curioso por mi reacción un tanto asustadiza.
—Claro, bella—él me respondió animadamente.
Cuando ya quedamos encerrados en el garage, lo analicé por un rato con miles de preguntas en mi cabeza. Realmente no me creía que Chris aceptara ser el remplazo para un chico, al cual era obvio que aun amaba. Apenas tenía unas horas de haber terminado definitivamente con él.
Hasta parecía un sueño un tanto ridículo.
—Me sobró un poco de pastel del perdón en la cocina, querida estrellita—yo sacudí mi cabeza, y fui abrir la puerta interna del garage.
—Espero también mi medalla—él dijo bromista
Ambos entramos a mi casa, y yo lo dirigí rápidamente hasta la cocina. Menos mal mi bobo amigo Fer, no estaba para hacerme caer en cuenta de la barbaridad que hice, al haber aceptado darme una oportunidad, con un chico para él que no tenía más que amor de fan.
—Mi amigo Fer, está pasando algunos días en mi casa—le informé mientras me retiraba la chaqueta y la dejaba sobre el mesón de la cocina—. Pero me dijo que no regresaría hasta mañana. Según sé iba a salir con una amiga.
—Bien—Chris admiraba mi casa con curiosidad.
Por la sala ventajosamente solo habían, muebles adornos, fotografías y cosas por el estilo. No había ninguna cosa vergonzosa o muy personal que él encontrara.
—¿Quieres, té, leche o café para acompañar a tu pastel? O si prefieres otra cosa...
—Leche por favor—él me pidió y yo asentí, entrando a la cocina.
Atendiendo a los pedidos de Chris yo entré a la cocina, y en seguida me puse a entibiar la leche en el microondas. Posteriormente destapé la caja que contenía mi pastel a medio comer.
—¿Entonces esta casa es para ti sola?—me preguntó mientras se sentaba en una de las sillas altas de la cocina.
—Sí—respondí en medio de un bostezo—. Fue la herencia que me dejaron mis abuelos. Ahora tengo una casa aquí en Loja y una por parte de mi madre, allá en Quito.
—Wou, con solo 22 años ya tienes dos casas—él se quedó admirado.
—De hecho son tres... o bueno, dos casa y un departamento—le informé mientras sacaba la jarra de leche del microondas—. Mi madre solía viajar mucho a Estados Unidos pues tenía un puesto en una editorial muy importante. Allá compró un pequeño apartamento donde solíamos pasar cuando tenía algo que hacer con la editorial. Casi siempre me la pasaba las vacaciones de verano allá.
—¿Y en que parte exactamente?
—En New York—le informé sentándome frente a él.
—¿Tienes tantas casas y aun así me quieres cobrar los gastos de tu motoneta?—él me preguntó con los ojos entrecerrados—. Eres demasiado coda.
—Mira quien habla—yo rodé los ojos, a medida que le servia un vaso de leche—, el chico famoso que gana cientos de dólares, y que no quiere pagarme un arañazo en mi moto. Además te recuerdo que tú tienes la culpa.
—No, en realidad tú tienes la culpa—él subió los codos sobre la mesa, y entrelazó sus manos, donde posicionó su barbilla—. Si dejarás de ser tan hermosa, no habría tenido el impulso de verte así sea con una persecución en auto.
—¿En serio querías verme con tanta urgencia?—sonreí como idiota. Ya saben, mi típica cara de estar a punto de babear por mi platónico
—Ajap—él me confesó sonriéndome suavemente.
Hasta parecían tan reales y románticas sus palabras.
—¿Así es como conquistas a todas las chicas que te gustan?—yo imité la posición de Chris—. Rayos, hasta Fer se enamoraría de ti, y eso que él es un super macho.
Mientras servia el pastel noté su mirada en mi cara. Realmente parecía muy interesado en ella.
—¿Podrías dejar de mirarme? Es un alago, pero me empieza asustar
—Es que... no puedo creer que no haya podido recordar tu rostro en la actualidad. Eres mi primer beso, y la chica que me rompió el corazón por primera vez, y no puedo creer que no recuerde a una persona tan importante.
—Quizás por ser tan enanos no lo podemos recordar—yo le di un trozo de pastel de chocolate en un plato, acompañado por frutas y crema de leche—. Aunque admito que eso me resultó muy raro. Por lo general soy buena recordando cosas.
—¿Y alguna vez ya te habías encontrado conmigo? Es decir antes de todo el asunto de la Basílica, ¿alguna vez ya nos hemos visto cara a acara? Quizás estuviste en algún meet and greet y yo nunca te vi.
—No—respondí sirviéndome pastel—. Esa fue la primera vez que te vi. O bueno... la primera vez luego de tantos años. Por lo general cuando quería verte, algo pasaba. Una vez fui al aeropuerto a recibirte pues una amiga me filtró la información que venías de vacaciones, pero no pude ir. Tuve una emergencia con mi mejor amigo, el idiota se chocó y tuve que ir a verlo al hospital de urgencia. Otra vez, me gané un meet and greet para conocerte en el concierto, pero cuando quise entrar... mi madre sufrió una recaída a causa del cáncer. No me bastó dos veces para correr a verla, dejando tirado mi lugar en el meet. O recuerdo una vez que quise encontrarlos en New York, pues ustedes iban a cantar en Times Square, pero mi madre no me dejó Ir. Recuerdo que ese día se enojó mucho porque yo pretendía dejarla sola para año nuevo, solo por ir a verlos. Ella sabía que deseaba conocerlos, pero ella se puso de terca en que no iría conmigo, por eso me enojé ese día con ella.
—Lastima—él jugaba con el pastel en el plato—. Quizás desde esas épocas ya me hubieras pedido matrimonio, y para esta fecha ya nos hubiéramos casado.
—Ni tanto, porque para esas fechas estaba más que enamorada de Andrés—dije sintiendo un vacío en el estómago, pero creo que el vacío se intensificó más cuando miré a Chris. Todo sabía a falsedad en el ambiente—. En fin, esa no fue la única vez que no te logré ver, porque cuando estuve por ir a verte junto a Cnco en un meet and greet gratis en Guayaquil, mi madre me prohibió ir. Dijo que tendría que salir de viaje a Colombia justo el día que ustedes estarían y planeaba llevarme con ella. Casi a rastras me llevó a una premiacion de editoriales que tenía en Colombia. A veces hasta pensaría que adelantó el viaje solo por no dejarme ir.
—Estaba en contra de nuestro gran reencuentro—él dijo bromista.
—Muy en contra. Aunque siempre disfrutaba de mis ataques de fan en casa, y de hecho siempre me compraba cosas de colección de CNCO, pero cuando se trataba de ir a verlos, ella no me ayudaba. Mi madre tenía muchos conocido en el medio, que me podrían llevar a ustedes pero ella no me tomaba en serio cuando le pedía que hablara con alguno. Solía decir que le daba vergüenza pedir esa clase de favores.
—Que mal
Con suerte logramos terminar nuestra comida luego de una buena conversación. Así fue como me terminé enterando de que Chris volvería a su trabajo con CNCO a mediados de enero. Además me contó unas cuantas anécdotas de sus giras, mientras yo le conté unas cuantas anécdotas de mi vida como "chica campista aventurera".
En fin, estábamos muy entretenidos en nuestra conversación, pero por alguna razón la mirada intensa de Chris sobre mi, estaba causándome estragos. Era extraño, pero se me hizo ver cierta oscuridad en sus ojos, que lograron de alguna manera quisiera comérmelo a besos, y si es posible llegar a mayores instancias.
¡ME IBA A VOLVER LOCA!
Tantas cosas fuera de lo común estaban pasando en una sola noche.
—Iré a ver tu medalla—yo aclaré la garganta luego de darme cuenta del silencio prolongado y las miradas intensas que nos habíamos estado dando por mucho tiempo.
Todo el ambiente era tan bipolar, lo juro.
No sé porque, pero en cuanto mis pies tocaron el piso de mi habitación, me sentí por completo vacía. Dolía pensar en Andrés, y saber que él tal vez aun sentía algo por mi. Además, ahora que sabía que estaba solo, caminando hacia sus sueños, hacia que no sintiera mi sed de venganza que tuve cuando sabía que estaba con Ana. Esta vez, no sentía rabia, sino más bien dolor por su partida. Y si, se que no quería dejarlo ir, pero después de finalmente enfriar mi cabeza, pude comprender que era lo mejor para su vida. Y así él ya no tenía nada que ver conmigo, igual me sabía a traición el correr a otro chico, cuando yo aun lo amaba a él.
En fin...
Quizás Andrés fue una muy buena razón para sentirme tan vacía, pero de alguna manera el saber que Chris sentía algo por mi, me hacía sentir un vacío aun más atrapante. Era como si su casi declaración no fuera para mi.
Diablos, quería llorar por tal vacío que empezaba a doler.
—Te tardas mucho—oí su voz, seguido a un abrazo por la cintura desde atrás, por parte de Chris.
Un tanto sorprendida por su repentina presencia, lo regresé a mirar. Él me sonreía suavemente, mientras sus labios tocaba suavemente el costado de mi cuello, lanzando escalofríos por todo mi cuerpo.
—Es que no se aparecía la medalla—mentí, sin saber si era o no correcto poner mis manos sobre las de él.
Lentamente fui dándome la vuelta, quedando frente a él, y claro que Chris no desaprovechó la ocasión para besarme. Realmente sus besos empezaban a nublar mi mente de los conflictos sentimentales. Solo eso bastaba para hacerme olvidar absolutamente todo.
Maldito efecto morfina.
—Mira, yo en realidad siento mucho lo del concurso...
—Solo bromeaba—él soltó una risita-. Obvio no te odio por haberme ganado, sería una estupidez si lo hiciera.
—Pero bien que te pusiste hacer berrinche cuando pasó eso—le recordé con una ceja alzada—. Y sabes que... si hubiéramos llegado hacer lo del mini concurso de "pequeñas estrellitas 2017" tu me habrías dado palo. Ni en mis mejores sueños podría ganarte. Es que... mírate... eres Christopher Vélez, y....
—Yo no lo creo—él suspiró—. Aunque no me guste admitirlo, podría ser que... tal vez, solo tal vez que... tienes mas talento que yo.
—Diablos... tú lo que quieres es matarme de ternura—dije con cara sentimental—. Nunca creí que alguna vez te gustara mi voz, o... al menos algo de mi. Esto aun no me lo creo.
Chris negó divertido, en cambio yo saqué de un estuche de terciopelo mi regalo simbólico de pequeñas estrellitas.
—Sea como sea, no creo que ese concurso haya sido para ti—yo levanté la medalla, y se la mostré—. Tú no puedes ser la mejor pequeña estrellita, de hecho... tú no podrías ser nunca algo pequeño. Siempre y desde siempre serás una gran estrella.
En esos momentos Chris tomó la medalla entre sus manos, con una sonrisa enorme que me llenó el corazón.
—Nunca serás una pequeña estrella—él me miró confundido.
Chris miró entusiasmado la medalla entre sus manos, y sin esperar a más se la puso con una sonrisa de niño en navidad.
—¿Te gustó?—le dije dando palmaditas de emoción—. Es que como en el fondo ya venía resignada a perder en el concurso de hoy, decidí perder con glamour. Por eso me adelanté con los regalos y...
Y de pronto no pude seguir hablando, porque Chris me había plantado un beso. Esta vez solo me había dejado un pico en mis labios.
—Me encantó, gracias bella.
Realmente no sabía a donde pretendía ir con todo esto. Aunque internamente en mi interior estaba la frase "aprovecha mientras puedas". Calma tu curiosidad y disfruta del momento. Además estaba soltera, y no había nada de malo con disfrutar de una buena tanda de besos con un chico que al parecer sentía algo por mi, aunque... se sentía tan incorrecto.
-Yo... yo... ¿Podría tomarte una foto con mi cámara?- le pregunté sacudiendo la cabeza como intento de calmar mi confusión.
La fotografía era un buen distractor.
—¿Ahora recuerdo que te gusta la fotografía—él me informó, y yo enarqué una ceja.
—Como sabes eso?
—Es que...—Chris miró incomodo a otro lado—. Es que vi fotografías muy buenas en tu perfil. Además al pie da cada una ponías el hashtag "La fotografía mi alma"
—Vaya— dije con la boca abierta—. Así que... así se siente cuando alguien te acosa. Menos mal mi acosador es alguien a quien amo. Caso contrario ya habría llamado a la policía.
Ante lo que dije, Chris sonrió nerviosamente.
—Por favor no te vayas asustar o algo así...
—¿Bromeas?—exclamé en medio de una carcajada—. El ser acosada por mi amor platónico es una de las cosas más emocionantes que me ha pasado. Tú siéntete tranquilo stalkeandome todo.
—Interesante propuesta—él bajó su vista lentamente por mi cuerpo.
—Okey... ya—fingí que no noté lo que hizo, y me senté frente a él apuntándolo con mi cámara—. Si no es mucho pedir, y como pago al pastel y la medalla... ¿podría tomarte una foto?
—Claro, guapa—él se alejó de mi, y se recostó sobre mi cama, acomodando su medalla en su pecho, y colocándose en pose de Rouse en Titanic. Con la cara de seriedad extrema que puso, casi logra que escupa un pulmón. Obviamente yo exploté en risas.
—¿La escena del retrato en titanic? ¿Es enserio?—dije entre risas—. Yo te pedí una fotografía, no una retrato desnudo.
—Eso me recuerda que aun no estoy desnudo—él se sentó de una sola, y empezó a quitarse la chaqueta.
—Hey... calmado, hombre—yo le di un empujón contra el colchón—. Y ya que tanto quieres foto al mayor estilo titanic, entonces posa para mi. Hoy serás mi musa de gorra.
Christopher con su cara de payaso, en seguida se tumbó en su anterior posición, y me miró con una fingida cara de modelo. Realmente se estaba esforzando por parecer modelo de Zoolander.
Juro que estaba muriendo de la risa. El siempre lograba esos efectos en mi. Chris era el único chico que siempre sería el dueño entero de mi sonrisa, aunque hasta yo mismo dijera lo contrario.
—¿Así está bien señorita Dawson?— él reía divertido—¿Todo listo para el gran retrato?
—No, aun falta algo—yo saqué mi celular y enseguida me puse a buscar algo en youtube.
Como gran payasa que también era, decidí ambientar nuestra situación por lo que decidí buscar el soundtrack de Titanic hecho por James Horner. Para ser más específicos, puse "Rose"
—¡Ya te pasaste!—Chris explotó en risas, en cuanto empezó a sonar la tonada característica de la escena del retrato.
—Si hay algo que debes saber de mi, es que me tomo muy a pecho lo de los soundtracks. De hecho para cada cosa que sucede en mi vida, tengo una canción—yo enseguida puse mi camara frente a mi rostro—. Ahora si quieres que tu fotografía quede inmortalizada por siempre, para que alguna civilización del futuro te hallé retratado, más te vale que poses bien.
Sin más mi cámara empezó a trabajar, lanzando flashes. Obviamente Chris no se quedó en pose de Rose, sino que empezó hacer muecas dándome así fotos divertidas.
—Debería hacerte un book ahora mismo—le dije divertida, mientras el besaba a su medalla para que lo capte así en la foto—. Yo creo que ya debes saber que tienes pinta de modelo. Al menos cuando pones tu cara de enojón....
—Sí, ya se que con eso causo que medio mundo femenino suspire por mi—él me miró con su maldita cara de "emputado" y sin evitarlo me mordí el labio.
Debía aprovechar ese rostro, por lo que sin dudarlo más empecé a fotografiarlo de todos los ángulos posibles.
—Me haré un poster con estas fotos, palabra que si—suspiré, y él finalmente se sentó normalmente sin hacer ninguna pose—. Vaya, realmente eres bueno para esto de las fotos. Si algún día te llega a faltar dinero, deberías dedicarte a ser modelo, te iría muy bien. Solo haces un poquito de ejercicio para aumentar cuadritos y brazos y...
—¿Me acabas de decir escuálido?—él se puso una mano en el pecho—. Eso dolió.
Con cara de ofendido, él se alzó la camiseta y se puso de pie mostrándome su abdomen.
—Okey, sí... sí tienes cuadritos—dije mirándolo divertida—. Si entrecierro los ojos...
—Me dueles—Chris se retiró su chaqueta y se sentó a mi lado, mostrándome sus biceps que en cierto punto, tenía una masa muscular suficiente para que desee tocarlos.
No era el hombre musculoso, pero si atraían su brazos en cierta manera.
—¿Y que dices de mis brazos?—él me miró retadoramente
—Digo que ya deberíamos cambiar de soudtrack—yo desvié mi vista de él, y enseguida me puse a buscar otra canción—. Ya dejamos la escena de Titanic así que...
—¿Vas a ponerme "que guapo que soy"?
—Aja sip—yo solté una risita, plantándole el celular en frente.
Ahí sonaba You can leave your hat on
Christopher al oír mi nuevo tema de soundtrack se puso a reír a carcajadas, lanzándose para atrás en la cama.
—¿Acaso quieres que te haga un striptease o que?—él se sentó, mirándome con su mejor cara de chico escandalizado—. Aunque si tanto insistes...
—¡Creo que mejor pondré la Vaca lola!
En seguida el se puso de pie y en medio de risas se quitó de un jalón su camiseta.
—¡Oye no!— me puse de pie, y le arrebaté la camiseta antes que la lance lejos—. Hombre, ponte la camiseta antes que agarres un resfriado—yo le metí la camiseta por la cabeza y empecé a luchar por ponérsela de nuevo.
Chris claro se retorcía para impedirlo.
Diablos si solo por fotos por poco que me ponía a babear, muchas más sensaciones causó teniéndolo en frente. Es que hasta sentir su piel, su olor, y... ¡solo diré que todo era tan intenso!
—Tú tienes la culpa por poner un soundtrack tan indebido—él dijo entre risas.
—Yo que culpa tengo de que siempre quieras sacarte la ropa—contrataqué divertida lanzándole la camiseta.
Vaya, de apoco la incomodidad y el vacío que sentía solo se iba con su sonrisa.
—Okey, si. Pero eso es culpa tuya—él me guiñó un ojo.
—¿Que me habrá querido decir?—yo lo miré con una risa nerviosa, pues se me vino a la mente cierto día en la montaña.
Y aquí íbamos a otro momento de cambio bipolar.
—Espera un rato—él sonrió alzando la cejas juguetonamente, y al instante me quitó mi celular. Se sentó a mi lado, procurando que no vea lo que el movía en la pantalla de mi celular.
—Tengo el soudtrack perfecto que te hará sentir culpable de mi situación—él puso mi celular a un costado suyo, y me regresó a ver. Poco después empezó a sonar una canción que no me la esperaba.
https://youtu.be/NGPK44en2ME
La canción que empezó a sonar, hizo que tragara duro, pues no hacía falta ser idiota para descubrir el mensaje oculto en la canción.
—¿Mamita?—yo abrí los ojos como platos, ante la sonrisa traviesa de Christopher.
—Cuando me miras así. No sabes lo que te haría—él acercó más su rostro, mientras cantaba melodiosamente—. Un poco por acá, un toque por allí... Del mundo te olvidarías
Sinceramente no sé como le hice para no morirme ahí mismo.
—¡Carajo!—yo tragué duro sin siquiera tener la capacidad de moverme.
—No te lo guardes mami. Qué ganas si desconfías. En esta noche si me la das a mí, te sacas la lotería—él puso empezó a decender su índice por índice desde mi barbilla hasta mi clavícula.
La música continuó, y yo solo me quedé sintiendo los dedos de Chris recorrer los bordes de mi ropa.
¿Así de lanzado era?
Bueno, de que me quejo, si yo también hice lo mismo cuando lo llevé a mi tienda de acampar.
—Diablos, jamás creí que podría llegar a ser la "mamita"—suspiré, mientras Chris acercaba su rostro al mio
Él se mordía el labio a medida que examinaba mi cara, luego solo apegó su frente a la mía, y susurró algo que me sorprendió mucho.
—Yo sé que piensas en él, pero... si quieres, podríamos borrarlo—él dijo, acariciando mi mejilla—. Déjame ser la morfina que alguna vez fui en esa montaña.
Mi pulso se estaba acelerando de a poco.
—¿Crees que funcionará?
—Si, claro—él me sonrió, y enseguida me besó. No fue más que eso, para yo terminar cediendo a sus deseos. Además quería olvidar que todo era incorrecto, y más bien darme una verdadera oportunidad de ser feliz.
Si ya no podía ser Feliz con Andrés, con Chris si podría. Además la forma en que él quería empezar la felicidad no me parecía nada mal.
Bueno...
Yo sé que muchos de ustedes queridos lectores deben estar pensando, "estos muchachos ya se lanzaron a la olla con todo". A lo mejor están pensando que vamos demasiado rápido. Es decir, solo ayer la boba Cielo era solo la fan y Chris el platónico, y ahora resulta que ya están por destapar el corcho por un supuesto amor, y... pues... tienen razón... suena hasta tonto.
Pero que culpa tenemos.
Nosotros solo somos piezas de un juego de ajedrez de papel y tinta. Ambos solo seguimos ordenes sin saberlo. Todo estaba fríamente calculado.
Yo sé que se deben preguntar como es que un par de calenturientos contribuyen a un final feliz. Y siendo así, solo diré que un chico más una chica, da como resultado un bonito premio.
Vamos, solo sumen. Y si no se dan cuenta, pues... vayan un busquen el cuento de la abejita y la florecita y entenderán.
—Dime que si tienes preservativos—dije mientras mis manos desordenaban su cabello. El estaba sumido en besar mis labios fuertemente.
—Ajap—él respondió mientras iba colocando su peso sobre mi.
De a poco las cosas se iban acelerando, pues de lo tierno que empezó todo, de a poco se iba haciendo más intenso.
Él se desesperaba por explorar con sus manos mi cuerpo aun vestido, y hallar más piel que aun no haya descubierto. Yo mientras tanto, deseaba sentirlo más cerca de manera inmediata.
Diablos, así de violento quería tenerlo todo de él y con suma urgencia. Todo era tan intenso que hasta me sentí muy abrumada.
—¿Qué me hiciste?— él besaba mi cuello fervientemente, y yo solo lo abrazaba fuerte para que no se aparte de mi.
Me sentía en las nubes, ni siquiera podía pensar en nada más, aparte de lograr completar todo el acto. Esta vez no quería interrupciones, ni una sola vacilación.
—Te pregunto lo mismo—yo lo empujé de manera que él quedó recostado conmigo encima—. Siento que se me sale el corazón y... no puedo respirar.
Apresurada por seguir sintiéndolo, me desabroché mis pantaloncillos cortos, y de paso ya que estaba por allí abajo también desabroché los suyos.
—Como... es... que ... me dejé convencer con solo una canción—reí, mientras Chris besaba mis labios.
Mientras yo bajaba sus pantalones, pude sentir como de pronto como una de sus manos habían llegado a territorios muy peligrosos por debajo de mis pantalones.
—¡Ay mierda!—solté un suspiro ahogado que más parecía gemido.
¡Insisto, todo estaba pasando tan rápido que apenas podía asimilarlo!
Solo pensaba " hazlo ya!
Allí mientras Chris tocaba mi cuerpo, una vocecita me susurraba que me detuviera. Podría ser que hasta casi nos hubiéramos declarado amor, pero extrañamente todo se sentía tan falso.
"Tu serás la madre de mis hijos"
Escuché de pronto la voz de Andrés en mis pensamientos.
"Nuestros bebés serán tan lindos como tú, amor"
—No... otra vez—murmuré con la voz entrecortada y al ver que Chris no se detuvo, asumí que no me oyó.
—Te necesito tanto—él se separó de mi con los ojos ligeramente oscuros y sus labios un tanto hinchados.
Esto se sentía particularmente mal, sobre todo porque la voz de Andrés seguía llamando por mi. Realmente lo empecé a extrañar, pues solo él alguna vez me había hecho sentir con el corazón lleno mientras hacíamos el amor. En cambio con Chris... me sentía... vacía.
Aquella noche, más cosas anormales siguieron pasando en mi vida, y otra prueba de ello, fue que mientras intentaba buscar mi felicidad durante mi sesión de besos y caricias con Chris, se terminó "Mamita" y pasó a reproducirse una canción sugerida por youtube. ¿Y saben que? Esa canción era nada más y nada menos que la canción que decía "Andrés" en todos los sentidos.
Como siempre el destino estaba en mi contra. Y a veces el destino, estaba en contra del mismo destino. Así de caprichoso era.
Después entenderán mis filosóficas palabras.
—Don't reserve you—murmuré, quedandome como piedra ante la canción de Plumb. Chris solo seguía besando mi cuello.
https://youtu.be/Z34ufHr34V8
Sin saber que más hacer, solo me quedé escuchando la canción con la cabeza perdida, mientras sentía los labios de Chris recorrer mi cuerpo.
Mi corazón simplemente se aferró a la canción, por lo que hasta me parecieron horas.
A este punto debo decir que mi vida nunca la sentí mía. Incluso después de haber pasado toda mi historia fantasiosa con Chris, sigo sintiendo que nada de lo que hice fue porque así lo quise. Toda mi vida y la de Chris era una falsedad.
Y sí, sé que puede confundirlos esto, pero ya mismo comprenderán mi dilema.
—No puedo—yo lo empujé levemente al reaccionar a lo que pasaba, y él se quedó mirándome confundido.
De la nada, mis estúpidos ojos empezaron a derramar lágrimas. Fue inevitable no hacerlo, pese a que no quería hacerlo.
—¿Que pasó?
Despacio escapé de su agarre y me recosté a un lado de la cama. Él tomó su lugar en el otro lado, mirándome con curiosidad, sobre todo porque tomé mi celular y después de quitar la canción, lo lancé al piso.
—Esa canción se la canté a mi novio... es decir... ex novio—susurré con la voz temblorosa—. Esa canción es él, y...
—Lo recordaste—él completó, mientras quitaba un mechón de cabello de mi cara—. Entiendo.
Nos quedamos por un rato solo mirándonos, o más bien dicho... él me miraba llorar silenciosamente el recuerdo del "amor de mi vida". No dijo nada, solo me observaba mientras acariciaba mi mejilla.
Realmente no sé porque se quedaba con una chica que amaba a otro chico. Sinceramente no veía a Chris aguantando a alguien así, ni haciendo cosas tan de "Romeo".
Se me fue la noción del tiempo realmente, más aun cuando Chris se abrazó y me sostuvo en sus brazos susurrando palabras que me tranquilizaron. Todo el tiempo se pasó sin saber en que momento se escapó.
—Mira... ya son las 5 de la mañana—él habló llevando su mirada al señor Cucu, colgado en la pared—. Hermosa me tengo que ir.
Christopher se dispuso a recoger su ropa, alistándose para irse, pero yo lo detuve con mi llamado.
—¿Podrías quedarte conmigo por favor?—dije casi que al borde de la desesperación.
Él alzó la vista a mi, y se movió un poco incomodo.
—Solo un rato, prometo que... que... no lloraré—dije lo primero que se me vino a la mente—. Y tal vez si.. ya se me pasa esta lloradera podríamos volver a intentar... hacer el amor. Por favor... por favor...
Señoras y señores, así es como siempre terminaba diciendo burradas.
—No tienes que suplicar jamás—él me sonrió amablemente y en seguida se dirigió hasta mi cama luego de apagar la luz.
Entusiasmada por su compañía, yo alcé las sabanas y me metí debajo, mientras Chris entraba conmigo.
Bueno...
Creo que el haber tenido sexo con Chris me hubiera atado menos a él, que ese momento donde solo nos recostábamos, abrazados el uno al otro en la oscuridad. Sinceramente, el sexo hubiera sido más superficial, que su inocente compañia en medio de un abrazo.
Muchachas, las extrañé!!!!
Wouu, creo que es la segunda vez que me desaparezco así jajaja
Bueno, créanme que siempre me acordaba que no actualizaba, y me sentía culpable. Y pues no les voy a mentir... más o menos así serán mis actualizaciones por una buena temporada. Pero, espero que para las vacaciones de navidad, tener más tiempito para hacer aunque sea un maratón jejeje.
La verdad es que yo amo mucho esta historia, por eso no me he puesto en planes de pausarla o cosas por el estilo. Cuando digo que aun hay mucho que ofrecer con estos estrellados, es mucho jajaja. Aun no empieza en drama, y las escenas donde moriran de amor, aunque de a poquito ya empecé en los anteriores capitulos, incluyendo este.
Espero que les esté gustando, porque creanme que a mi me encanta todo lo que se viene jeje.
Solo diré... Pobrecito Chris bebé jejeje.
En fin, gracias chicas por su apoyo. Espero seguir viéndolas por aquí.
Pd: Alguien más ya vio la coreo de "Estoy enamorado de ti" y "Noche inolvidable" del nuevo tour!!!! Yo estoy muriendo por verlas en vivo en noviembre jejeje.
Bien ahora si me voy chicuelas, que les vaya bien. Bye bye :)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top