16. ¿Me olvidaste?
—Dime que no te fuiste con Christopher luego que te despediste la otra noche—Laura me dijo en cuanto me vio entrar al bar. Ni siquiera me saludó—. Es que solo después que te fuiste, ese chico también se fue con sus amigos. Ah... y... ¿porque viniste en pijama?
Sip, yo aun quería evitar que Chris me siguiera viendo como un pedazo de carne.
—Holi, Laura. Estoy bien, gracias por preguntar—dije bromista, caminando hasta la barra directo a Roger.
—No te hagas la loca—Laura me miraba desesperada—. No me digas que te dejaste endulzar los oídos por un niño bonito calenturiento.
Yo más bien diría que la persona endulzadora calenturienta fui yo.
—Si lo que estás pensado es que luego de salir del bar Chris y yo hicimos cosas indebidas, no temas—yo solté con una risita nerviosa—. No pasó nada entre nosotros. Todo sigue tan frío como desde un inicio.
De eso último no estaba muy segura, por alguna extraña razón.
—Ay menos mal—ella me dio una palmadita en el hombro.
Internamente sabía que no hubo sexo casual, pero si hubo algo parecido aunque no tan comprometedor.
Bueno...
Ese sería nuestro secreto entre Chris y yo.
—Hola Cielito—Raquel llegó a mi lado, dándome un beso en la mejilla. Detrás llegó Pao, y me saludo igual que Raquel.
Según Roger me contó, era extraño que alguna de las tres dejara de ir al bar.
—¿Lista para otra noche, anti hombres?—me preguntó Pao, bailando al ritmo de la música que sonaba en alto volumen.
—Creo que solo por hoy vengo en son de paz
—¿Por qué? Mujer debes sacar toda la furia, así que no te acomplejes si quieres mandar a la caca a cualquier pendejo
—Ganas no me faltan pero... por hoy prefiero darle un descanso a mi locura. Es que entendí que hacer shows tan borracha y tan despechada, no era algo que me haría precisamente bien, sobre todo por mi dignidad de cual por cierto queda muy poca. Mi querido mejor amigo me hizo entender que Andrés no se merece tanto, por lo cual me recomendó que si quiero sufrir mejor lo haga secretamente, sin armar tanto alboroto. Ah y por cierto... él vino esta noche conmigo.
—¿Vino tu amigo?—Pao preguntó haciendo una mueca de desagrado
—Sip, de hecho allá viene—yo señalé a sus espaldas, donde mi amigo entraba caminando galantemente con mi caja secreta. Él la había llevado durante todo el camino que vinimos en mi motoneta.
Luego sabrán que contenía mi caja secreta.
—Acabas de arruinar nuestra noche de chicas—Laura bufó malhumorada sin prestarle atención a mi guapo amigo.
Tal como lo vi venir, las demás chicas se quedaron mirándolo de pies a cabeza mientras él se acercaba. De todas ellas, Pao parecía ser a la que más se le escapaban las babas.
Al parecer había caído una del podel femenino.
—Solo por hoy no será noche de chicas—dije mientras daba palmaditas a mi costado, indicándole a Fer que se sentara en el asiento continuo a mi—. Además, hace falta otro chico más.
—¿Quién?—dijo Raquel desviando su vista de Fer
—Christopher—murmuré, mirando el reloj de mi muñeca—. Debe estar por llegar
—¿Qué?—Laura me miró con una ceja alzada.
En ese momento, llegó Fer sonriéndoles a las chicas matadoramente. El muchacho con pinta de motociclista, estaba por matar al podel femenino.
—Hola preciosas—Fer se sentó a mi lado.
—Hola—dijeron las tres al mismo tiempo.
A partir de ese momento todos empezamos a charlar sentados en la barra, de a poco en poco empezamos a beber en medio de risas. Por un momento creí que iban a odiar a Fer por el simple hecho de ser hombre, pero la verdad es que se llevaron muy bien.
Menos mal le advertí a Fer que dejara sus galanterías de macho para otro día, y que las dejara en paz. Hasta el momento todo iba bien pues él no intentaba coquetearle a ninguna de ellas.
Yo estaba dividiéndome mucho en verdad, pero por más que las horas pasaban y pasaban, iba sintiéndome decepcionada porque Chris no aparecía. Y aunque sea aun más deprimente yo estaba muriendo por verlo de nuevo.
¡Estúpidos sentimientos de fan!
De a poco me iba a resignando a que quizás él ya se aburrió de mí, y que quizás jamás volvería a encontrarse conmigo. Pensé que él a la final nunca tomó en serio nuestro enfrentamiento.
Bueno, hasta aquí llegaba la ilusión de verlo otra vez. Hasta aquí había llegado el asunto de las pequeñas estrellitas.
—No vino—suspiré, mirando como el reloj apuntaba las 3 de la mañana.
—Mandale otro mensaje candente y verás como esta aquí en un tronar de dedos—Fer se me burló.
Yo tomé prestado el celular de Fer, debido a que no tenía el mio, y abrí el chat que tenía con Chris. Allí es que descubrí que ni siquiera había leído mi ultimo mensaje.
Hola Chris
¿Listo para ganar "pequeñas estrellas 2017?
Decepcionada miré la caja secreta que preparé sobre la mesa del minibar. Esa contenía nada más y nada menos que "el pastel de perdón".
No sé porque pero de alguna manera me sentí culpable por haberle ganado a Chris, causarle llorar y además robarle su primer beso. Además notaba como él enserio estaba dolido por un premio tan tonto como el de "pequeñas estrellitas", y quizás para mi no fue importante, pero para él si, y yo le arrebate ese sueño.
Con el pastel que preparé con mis propias manos, quería que él se olvide de la niña malvada. Ya no quería más competitividad con él, pues extrañamente se activaba mi espíritu competitivo cada vez que lo veía.
—Tampoco ha visto mis mensajes—suspiré triste—. Menos mal que no lo hice con él, porque a estas alturas ya me hubiera sentido tan pero tan abandonada.
Fer pasó su mano por mi hombro, y espiando a que las chicas siguieran bailando como locas en la pista, él me habló.
—Yo me comeré todo ese pastel que le hiciste a tu Vélez—él dijo sonriéndome suavemente—. Estaba guardando la línea, pero solo por ti me tragaré toditito ese pastel.
—Gracias compadre—yo lo abracé por la cintura, y le planté un beso en la mejilla—. Ay, diablos, aun no puedo creer que en serio me creí el cuento, de que él vendría a verme para hacer un ridículo mini concurso de canto.
—Si te hace sentir mejor, creo que eres una de las pocas fans que ha logrado citarlo a un lugar. Pese a lo improbable que hubiera sido lograr que te venga a ver a un bar, la otra noche lo hizo, y lograste bailar y destramparte con él. Pese a que era improbable que él te acompañe a solas a una montaña donde casi te lo tiras, lo hiciste. Él dejó hasta a sus amigos por ir contigo. Y pese a que es muy pero muy improbable lograr que te reciba en su casa, lo hiciste. El muchachito salió como perrito faldero apenas oía que tú estabas en la puerta. Aquí la que va ganando de los dos, eres tú.
—Buen punto—sonreí pensando que realmente tuve mucha suerte.
Muchas otras fans quizás me estuvieran envidiando por el simple hecho de haber logrado estar cerca de Chris tantas veces.
—Además tú sabías que el tener su atención no era algo eterno. Tarde o temprano él se iba a marchar de tu vida, ya sea no volviendo hablarte porque no quiere o simplemente porque se va del país para seguir en sus asuntos de Cnco. Estos días que estuviste con él, tómalo como un buen recuerdo.
—Pues sí, tienes razón—suspiré resignada—. Bueno... al menos lo besé unas cuantas beses.
—Muchas veces—Fer corrigió con cara picara—. Y a más de disfrutar de esos labios de niñita, disfrutaste de más partes de su anatomía. ¿Si ves porque no tienes que ponerte sad ahorita?
—Supongo—yo me separé de él y me puse de pie para poder buscar a Roger.
No me iba a quedar deprimida por otro chico, así que decidí pasar la noche bailando y riendo.
—¿Amiguito, puedes ponerte un buen set de salsa?—le pedí y él sin esperar a más me puso lo que pedí.
—¿Hoy también vas a grabar tus videitos?—Roger me dijo mientras tenía su atención en la computadora desde la que dirigía la música.
—No, hoy no vine en plan despecho—le sonreí y en seguida le tomé de la mano a mi amigo—. Hoy solo vine a disfrutar y pasarla bien. Ya no más llanto.
—Así se habla—Fer se dejó llevar por mi.
No nos tomó mucho tiempo llegar a la pista de baile, así que ni medio nos juntamos en pose de baile, empezamos a movernos.
Allí mientras me movía como toda una bailarina profesional con mi amigo, no pude evitar sentirme como tonta al pensar que Christopher tomaría en serio las invitaciones de una simple fan. Imaginaba que solo atendió de inmediato a mis pedidos, porque en su coquina mente, estaba que al final de todo, yo terminaría cumpliendo con mis promesas de "hacerle cositas ricas"
(...)
Al día siguiente, muy temprano en la mañana, yo me había puesto manos a la obra con el desayuno.
Como la noche anterior, no había bebido mucho, estaba lo suficientemente bien como para lucirme cocinando. Es por ello que estaba atareada en la preparación de panes de yuca y bizcochos.
A medida que cocinaba, no pude evitar ponerme a cantar a todo pulmón todos los éxitos de High School musical, acompañada de mi parlante extra ruidoso que estaba a máximo volumen opacando mi voz.
En el soudtrack de mi vida actual, ya no estaban las canciones deprimentes. Y la mejor opción para ya no sufrir por mal de amores, fue oír canciones que eran mi banda sonora en épocas donde aun no sufría por chicos.
Definitivamente era muy feliz, viviendo sin preocupaciones cuando era una niña Disney.
—¡Celi, apaga esa cosa!—Fer entró restregándose los ojos con los puños.
Ignorando por completo su pedido, me acerqué a él y le empecé a gritar en el oído la letra de now or never.
—The way we play tonight. Is what we leave behind. It all comes down to right now, it's up to us— canté en medio de risas, y él solo salió corriendo lejos de mi con cara de "guacala"
Fer odiaba la música Disney.
—Cielo, prefiero oírte cantando a los "ciensos", antes que a esa porquería de High school musical—él encontró el parlante y le rebajó el volumen.
—Es la única música que no me recuerda que tengo que llorar por amor—le dije con simpleza, agachándome a mirar por la ventana del horno—Y ya, ve a ponerte algo encima y baja a desayunar. Ya mismo saco la comida del horno.
Mi amigo estaba con el cabello alborotado, y únicamente vistiendo un bóxer en extremo corto.
Él solo me ignoró malhumorado por la música, y fue hasta el grifo donde se llenó una vaso de agua.
—Pareciera que no dormiste toda la noche—yo me le burlé, a medida que colocaba sobre la mesa vajilla para dos personas—. Hombre, ni siquiera bebiste mucho.
Cuando me iba a retirar para ir a revisar el chocolate ambateño recién hecho en la cocina, mi amigo me detuvo de la mano. Traía una cara de niño travieso que yo ya conocía.
—Deberías poner platos para una persona más—él se empezó a reír alejándose de mi
—¿Porqué?— hablé sin entender nada
—No pensarás dejar a tu amiga muriendo de hambre. La pobre debe estar que se come una vaca—dicho eso, él miró hacia la parte de arriba de la casa, donde estaban las habitaciones.
—¡¿Qué amiga?!—yo me puse una mano en el pecho—¡¿Y porque miras arriba con cara de puerco?!
No tuve que esperar a que él me responda, pues mi amiga Pao salió risueña hasta el inicio de las escaleras, y empezó a descender vistiendo solo una camiseta hasta llegar al baño de visitas al final de las escaleras.
—¡Oh por Dios!—yo me puse una mano en la boca— ¿Cuándo pasó esto? Ambos vinimos solos después del bar.
—Se dio un pequeño brinquito hasta acá luego que tú te fuiste a dormir—Fer contestó con simpleza, analizando a Paola de pies a cabeza.
—¡No puede ser!—yo me pasé una mano por el cabello—¡Ahora entiendo los ruiditos extraños!
Sin más, solo le di un golpe en la cabeza a mi amigo que sonó incluso más que la música, y me dirigí hasta mi cocina.
—¡Acabas de quitarnos a una miembro del podel femenino!—yo rodé los ojos
—Seamos sinceros Cielo, eso del poder femenino o poder masculino no existe—él se me burló mientras salía por la puerta—. Cualquiera cae en cuanto las hormonas son más. Tú casi caes con tú Vélez, pese a lo mucho que amabas a las mujeres al podel.
—Idiota, te dije desde que llegaste que no quiero chicas en mi casa—le advertí bajando la voz para que Pao no oyera lo último—. Y la única manera en que pueda proporcionarte mi perdón es si me consigues un celular. ¡POR FAVOR, POR FAVOR NECESITO UN CELULAR!
Desde que supe que Chris posiblemente nunca más aparecería con mi celular, entré en desesperación. Ya hasta parecía disco rayado, quejándome por no tener un celular por el cual subir mis historias de instragram. Lastimosamente con el emulador de mi computadora, no podía subir historias, solamente fotos al perfil.
Eso era muy grave para mi, pues yo era adicta a subir cada cosa en las historias. Si hasta cuando me salía un grano lo publicaba.
—Tienes una grave problema con la tecnología—Fer me miró con aburrimiento—. Cielo, lo único que debes hacer es ir a la casa del ñengoso, y pedirle tú celular de regreso. Sería estúpido si lo sigue reteniendo, además él fue el que no se presentó al "enfrentamiento" por lo tanto se rindió sin haber participado. Con eso él perdió contra ti, así que puedes ir a su casa y...
—No—interrumpí malhumorada—. Es que... estoy enojada con ese platilla. Me dejó esperando como idiota, y no quiero ir como pendjea a buscarlo luego de lo que hizo. Al menos quiero un tiempo de luto para mi escasa dignidad que murió anoche. Extrañaré a mi negrito, pero valdrá la pena esperar. Otro día luego de haberme dado mis días de espera, iré a buscar a mi celular. Mientras tanto...
—¡Cielo, no te daré mi celular!
—¡Por favor Fer!
—La espera no te va a durar Cielo. Tú y yo sabemos que no vas aguantar mucho sin querer ir acosar a ese chico. Estás tan traumada con verlo y con besuquerte con él, que tarde o temprano vas a ir a su casa a perder más dignidad. Mejor ve ahora y pierdela de una vez, pero recuperando tu celular como precio.
—No, Fer—dije mirando con cautela su celular junto a su plato—. Llegó la hora de dejar de arrastrarme. A menos que él me busque, yo no pienso ir a verlo.
—Sí como no—él rodó los ojos, y se puso a comer de sus huevos revueltos.
Aprovechando que él estaba concentrado en su comida, yo le arranché el celular.
—¡Cielo!—él me miró con la boca abierta—. Pasa ese celular
—Solo préstamelo unos días, al menos hasta que te vayas a Quito otra vez—le supliqué arrodillándome frente a él, cosa que a él le hizo reír—. Además tú tienes otro celular. El del trabajo lo puedes ocupar.
—Pero..
—Te di comida y techo mientras estabas aquí, ¿y así es como me pagas?—yo puse mi cara de dolor. La misma con la que siempre obtenía todo lo que quería—. Soy tu mejor amiga, ¿y así es como me auxilias en un momento de crisis? Hombre no seas egoísta...
—¡ERES LA REINA DEL DRAMA!—él me lanzó un trozo de huevo en la cara con cansancio—. Y ya, deja de poner esa cara de bruta llorona. Te prestaré mi celular, pero solo mientras estoy por aquí. Y si ves que llega alguna llamada, me pasas enseguida o les das el numero de mi otro celular para que me localicen por ahí. Ah... y si llegan mensajes de whattsapp... ni se te ocurra abrirlos.
—¡SIIII!—yo me paré de un salto, y en seguida corrí a darle un beso en la mejilla—Acabas de salvar a una pobre alma sedienta de redes sociales. Mi instagram es mi vida entera. Oh por Dios, mis seguidores me deben estar extrañando. No he publicado por casi dos días.
—No lo creo. Dudo que la gente haya extrañado tus historias en el baño—él me dijo burlón
—Ashh—yo moneaba el celular. Estaba loca por subir una foto de mi comida, y de mis acompañantes.
De pronto vi como Pao llegaba junto a nosotros, y obviamente la invité a desayunar. Así que mientras ellos comía, charlaban y se besaban, yo aproveché para revisar mis abandonadas redes sociales.
—¿Sera que ya apareciste?—yo desbloqueé la pantalla y en seguida me puse a trabajar en abrir mi cuenta.
Sin esperar más, abrí la casilla de mensajes en mi instagram, encontrándome así con varios mensajes pendientes de parte de Chris. El corazón se me quería salir del pecho.
Lamento no haber ido ayer 😅😅
¿Podríamos vernos hoy? 😢😢
No sabía que pensar en esos momentos. Me sentía emocionada, pero también me sentía ofendida porque luego de haberme dejado esperándolo toda la noche, él pensó que podía verse conmigo cuando le plazca.
Quise decirle que no estaba interesada, pero de pronto recordé que el hecho de que Chris quiera verme era una improbabilidad que no podía desaprovechar.
Tuve que tragarme mi maldito orgullo por mis bobos sentimientos de fan.
Ok
Gracias bella 😘😘
Nos vemos hoy en el Cool Antro
A las 10 ✌
Yo no le respondí nada más, solo lo dejé en visto. Y aunque estaba emocionada, en esos momento estaba más enojada por tener que hacer lo que él quisiera.
Como único escape a mi rabia, fue cantar una canción feliz y justamente en ese momento sonaba You Are The Music In Me.
—Na na na na (oh). Na na na na (yeah, yeah, yeah). You are the music in me—empecé a cantar a todo pulmón y con rabia.
—¡Cielo cállate!—Fer se tapaba los oídos con dos panes.
(...)
10 de la noche, y yo estaba alistándome aún para ir a ver a Chris. Realmente todo lo hacia en cámara lenta y con paciencia. Ya que él me tuvo esperando toda la noche, él podría tener la decencia de aguantar una hora de espera.
—Cielo—oí a alguien llamando a la puerta de mi habitación y enseguida apagué mi lampara y me metí debajo de mis cobijas.
—Pasa—dije, mientras me cubría por completo con las sábanas.
Me sentía como una adolescente queriendo escapar a escondidas de su casa. Y todo porque no quería que Fer descubriera que había vuelto a caer con Chris. De seguro él me escupiría en la cara un "te lo dije".
—Ya me voy—él abrió la puerta de mi habitación que estaba a oscuras—. Regreso a las... Realmente no se a que hora.
—¿Vas a ir otra vez con Paola?—pregunté rodando los ojos
—Sip—me respondió—. La nenita creo que tiene ganas otra vez.
—Puerco—yo bufé—. Bueno, espero que sea la ultima vez que salgan en ese tipo de planes. No me gustaría que se encariñe demasiado contigo. Apenas está superando su corazón roto, y odiaría ver que tú se lo vuelves a romper. Hombre, no le vayas a pulverizar el corazón.
—Esta bien— él dijo con aburrimiento—. Pero toma en cuenta que ella mismo es la que me está buscando.
—Entonces solo no te dejes encontrar a la próxima—le advertí
—Okey, bien—oí sus pasos acercarse a la cama—. Ahora si me voy, no quiero dejarla esperando.
—Cuídate—susurré en medio de un fingido bostezo. Pude sentir como él daba un beso sobre las sabanas a nivel de mi cabeza.
Escuché claramente el sonido de la puerta de mi habitacion cerrarse, seguido de las demás puertas en la casa. Tiempo escuché como un auto arrancaba por afuera, supuse que era su taxi.
—¡Bien, hora de enfrentarse al estúpido que amo!— murmuré mientras me sentaba sobre la cama. Ya estaba perfectamente vestida con unos shorts jeans cortos, un body blanco con encaje y una chaqueta de cuero negra.
Yo me puse de pie poniéndome mis botas de caña corta, y caminé hasta la guitarra de mi abuelito que estaba arrimada a la pared.
—¡Si querías enfrentarte a mi, pues prepárate para morder el polvo!—dije malhumorada colgándome la correa de la guitarra en su estuche.
En fin...
Llegué aproximadamente a las 11 de la noche al bar asignado, y antes de entrar revisé mis casilla de mensajes en Instagram. Felizmente para mi, hallé unos cuantos mensajes de Chris.
Ya vienes? 🤔🤔
Donde estas?
Ya pasó media hora
Ya pasaron 45 minutos 🤨🤨🤨
Ya pasó una hora 😒😒
Cielo!!!
Ya no me sigas dejando en visto 🙃🙃
Vas a venir o no?
No me gusta que me dejen en visto!!!
Riendo por haber recuperado un poco de dignidad al haberlo desesperado, me bajé triunfante de mi motoneta.
Yo caminé campante y con mucho glamour hasta llegar al bar. Ni siquiera me importó que los borrachos de turno en la calle me chiflearan y me comieran con la mirada. Estaba más que feliz a causa de haberme hecho esperar por Chris. Se lo merecía.
—¡Cielo!—Roger gritó en cuanto me vio entrar al bar.
Esta vez él tenía mucha afluencia de gente.
—¡Roger, hola!—le saludé con la mano, buscando con la mirada a Chris.
Al ver la hora, mi cabeza me decía que era imposible que Chris aun estuviese esperando por mi. Si eso era ilógico para una persona normal esperar tanto, más aun sería para un chico famoso, que se hacia esperar por las fans. Además eran sus vacaciones, donde él podría ocupar su tiempo con gente importante para él, como su familia y amigos.
—¿Buscas a Christopher?—Roger me preguntó mientras miraba atento su computadora donde mezclaba la música.
—Sí, aunque siéndote sincera, no creo que siga aquí. Sería tonto pensar... —ahí mismo me callé porqué caí en cuenta de algo—. ¿Y como sabes que busco a un Christopher?
—Es que hace una hora llegó un tal Christopher preguntando por ti. Dijo que como la ultima vez te vio muy amistosa conmigo, pensó que yo te pude haber visto por aquí.
—Ah—dije sorprendida, pues al parecer Chris me había estado poniendo mucha atención la ultima vez—. ¿Y... sigue aquí?
Yo me senté en una de las sillas altas del bar, mirando entre la gente algún rastro de Chris.
—Sí, de hecho acaba de ir al baño—él me contestó y yo suspiré aliviada—. Oye Cielo, ¿porque no me contaste que tu amigo era famoso? Hace rato unas chicas se le acercaron y se tomaron fotos con él. Por ellas fue que me enteré que Christopher era parte del grupo que canta reggaeton lento.
—Ah, sí. Es que no se me hacia necesario ponerme a decir a todo el mundo eso. No sería educado, sobre todo teniendo en cuenta que él no quisiera que la gente lo ande acosando.
—Bueno en eso si lo comprendo. Creo que por eso mismo se fue al baño. Es que las chicas que estaban por aquí encima de él, no se le despegaban ni por un segundo. Una de ellas incluso se puso intensita.
—¿En serio?—dije escandalizada—. ¿Y sus amigos no hicieron algo?
—¿Amigos?—Roger se quedó pensativo—. No, él vino solo según lo que me contó.
—¿Solo?
—Ajap—él aseguró viéndose sorprendido—. Vaya, ni yo me creía que ese chico de ese grupo tan famoso estaría en el cool antro. Yo lo veía en lugares más... digamos que mejores.
—No digas, eso... el cool antro es muy cool—dije bromista—. Y ahora que ya lo reconociste, espero que no te vayas a desmayar si te habla.
—Eso te lo dejo a ti, y mi hermana— él sonreía mirándome divertido—. Mientras te esperaba, pudimos hablar un poco, y me dijo que tú morías por él. Que eras una fan loca, así como mi hermana.
—¡¿Yo morir por él?!—exclamé ofendida—. Okey, quizás lo ame un poquito. Y... ¿Cómo que tu hermana? ¿Tienes una hermana cncowner?
—Sí, y ella es la que me convenció de poner a las canciones de esos chicos en el bar.
—Ahm... bueno—yo asentí—. Pues tu hermana te mataría si no le llevas un autógrafo y un saludo de Chris.
—Ya lo hice, de hecho el mismo fue él que lo sugirió. Cuando le conté que mi hermana era ciowner...
—Cncowner—corregí
—Como sea—él le restó importancia—. Bueno, la cuestión es que él mismo me dijo que le gustaría mandarle un saludo a Dome. Es un tipo muy agradable al decir verdad, me cayó muy bien.
Ese era mi Chris del cual decidí ser fan. Uno chico dedicado atender a sus fans, listo para siempre sacarles un sonrisa, pese a que se pueda meter en problemas por correr con sus cncowners. Él era mi chico humilde, que tenía los pies bien puestos sobre la tierra. Amable, y cariñoso con todo el que se le cruzaba. Que amaba con todo su corazón a su familia, y hasta daría su vida por ellos. Un chico soñador, que luchaba sin descanso por llegar a sus metas.
Bueno, podría escribir una novela completa solo dedicándome a describir sus cualidades que lo hacen un ser humano bello. Pero así como era lindo cuando quería ser lindo, también podía llegar a ser un pendejo completamente odiable. Como todo humano, también tenía defectos. Y esos defectos los conocí cuando decidí conocerlo como hombre
Ahí fue cuando conocí los defectos que no tenían porque ser descubiertos por una fan. Era su vida privada, y yo decidí inmiscuirme.
Me inmiscuí tanto que terminé conociendo sus más decepcionantes defectos. Esos defectos me lastimaron, y no sé si podrá sanar mi corazón por aquello.
—Bueno mientras lo espero... ¿podrías traerme una cerveza fría?
—Claro, ahorita mismo te lo traigo—Roger me sonrió amable.
Internamente todo parecía ir bien, pues Chris me había esperado, no había sido descubierta por mi mejor amigo, la noche estaba estrellada, toda la gente parecía sonreír a mi alrededor, bueno... todo iba bien. Realmente todo iba demasiado bien, hasta que una llamada de un numero desconocido entró al celular de Fer.
Como mi deber era contestar y dar a cualquiera que llamara el otro numero de Fer para que lo pueda localizar, yo salí del bar rápidamente para atender.
—¿Hola?—dije al abrir la llamada.
—¿Ci...Cielo?—dijo la voz de Andrés y yo me quedé como estatua escuchando el sonido de la música en el interior del bar.
Ustedes recordarán que pasó la última vez que tuve una conversación con Andrés, así que no creo que sea necesario adelantarles las locuras que podía llegar hacer por estar sentimentalmente lastimada.
Extrañamente siempre Chris estaba cerca cuando algo me pasaba.
Holi!!!!
¿Como estas chicas bellas? Me alegra que estén por esto lares jejeje.
¿Que creen que la sentimental Cielo haga con el pobre Chris en el siguiente capitulo? Bueno... solo diré que todo lo que pasa en el siguiente capitulo tiene un propósito.
Uy, y tal vez haya una confesión que dejará loca a Cielo jajaja.
Bueno, chicas me despido. Ah y por cierto gracias por apoyar mis novelas, fue muy grato descubrir el otro día, que el primer capitulo de los abichuelos alcanzó el 1k. Omg, nunca creí tener un capitulo con tantísimos votos. Es que... ¡Es solo un capitulo!
Mil gracias, chicas. Habrá recompensas :)
Me despido ahora si jejeje, bye bye.
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