10. Una dosis de morfina
Volví!!!!! Ok me callo y sigo
Debía aclarar las cosas, e intentar retomar una relación de amigos con él antes que se de ideas erróneas.
—Chris—yo me paré junto a la mesa, intentando ocultar mi decepción—. ¿Quieres bailar un rato?
Él me miró por un rato, y después se paró de un brinco con actitud animada.
—Claro, bella—él pidió permiso a sus amigos para salir de la mesa, y en pocos minutos ya estaba a mi lado.
La verdad me ponía un poco nerviosa decirle las supuestas verdades en la cara, pero creo que mi capacidad de decirlo todo sin vergüenza ayudó mucho.
A veces me decían que era tan pero tan sincera, que a veces caía mal.
—¿Te gusta, el reggaeton?—pregunté, y él asintió sin tomarle importancia—. Es que si lo deseas puedo pedirle a Roger que ponga otra cosa.
En ese momento sonaba Criminal, y una pocas personas bailaban en la pista.
—No déjalo, yo bailo todo lo que suene—él me sonrió, y yo le devolví la sonrisa. Posteriormente lo tomé de la mano y juntos llegamos hasta la improvisada pista.
Era momento de hablar mientras bailábamos.
—Criminal, cri-criminal. Tu estilo, tu flow, baby muy criminal— empecé a cantar, mientras bailaba a unos cuantos pasos lejos de Chris.
De alguna manera me cohibía bailarle como lo hice con Roger.
Él tan solo se puso a moverse lentamente de una lado a otro, imitando mi canto. Ambos disfrutábamos de la canción estando un tanto separados.
—¿Así que desde hace cuanto estás soltera?—me preguntó él, acercándose para poder susurrar en mi oído.
—Desde hace poco—respondí, intentando ser evasiva—. ¿Y tú desde cuando? A menos que...
—Desde hace poco—él copió mi respuesta y yo reí.
—Bien por ti—solté en una risita—. De seguro hubieras roto mi sensible corazón de cncowner si me decías que tienes alguna novia.
—Por ahora no tengo cabeza para esas cosas—él respondió con una seguridad que me sorprendió.
Esa respuesta solo fue algo que comprobó que Chris no había llegado hasta mi pretendiendo ser un chico que se enamoró a primera vista de una fan, pues de otra manera me habría insinuado que si quería alguien que cuide su corazoncito.
—¿Así que por ahora no te interesa encontrar al amor de tu vida, porque quieres vivir tu loca juventud con tranquilidad?—intenté adivinar con curiosidad.
—Pues, sí... pero eso no quiere decir que me niegue completamente a alguien sentimentalmente. Si el amor llega a mi de casualidad y si no lo puedo evitar, lo aceptaré, pero en cuanto a yo ponerme a buscar por mar y tierra... no... eso no lo haría—dicho eso, el aprovechó para poner su manos en mi cintura.
Él empezaba a pegarse mucho a mi, y aunque no quiera admitirlo me gustó. Es que sentir su olor tan cerca mio, y su calor emanando a poca distancia, solo hacía que me sintiera en alguna especie de paraíso.
El idiota siempre tenía ese efecto en mi.
—Casi pienso lo mismo que tú—asentí sin despegar mis ojos de los suyos—. Eso de complicarse la vida buscando un épico amor no vale la pena. A veces por precipitarte buscándolo, encuentras miles de falsos épicos amores. En cualquiera vez un épico amor, cuando no es así. Por eso creo que es mejor ser exhaustivo y tardar en enamorarte, pues así te ahorras llorar por amor. Creo que esa va a ser mi nueva filosofía.
—Exacto... para que complicarte la vida con sentimientos que te pueden romper el corazón tarde o temprano—él ahora, estaba hablándome de muy cerca de mis labios.
Sin poder evitarlo, empecé a bajar con él al ritmo de la música.
—Apenas voy implementando mi nueva filosofía—le informé en cuanto ya estábamos de nuevo incorporados. No pude evitar poner mis manos en sus brazos—. Me tocó aprender cuando los sentimientos me rompieron el corazón.
Chris me miró por un rato analizando mi cara.
—¿Por qué dices eso?
—Solo vagos recuerdos—suspiré, y después solo me puse a cantar feliz.
En ese momento sentí claramente como Chris empezaba acercar su cara a la mía de manera peligrosa, a medida que sus manos se sujetaban con más fuerza a mi cintura.
¡Me iba a besar!
—La estúpida tenía razón—susurré, sintiendo el aliento de Chris mezclándose con él mio. Yo sin dudarlo más, puse mis manos en su pecho y lo alejé.
—¿Qué ocurre?
Si lo dejaba cerca otro segundo, lo hubiera terminado destrapando ahí mismo.
—Al parecer tú tienes un mal concepto de mi—solté, sin dejar de bailar. Chris por su parte me sostuvo la mirada extrañado—. Mira, te voy a poner las cosas en claro... en buen plan. Primero que nada, debes saber que mi mensajito poco casto de la ropa interior y ni se que otras vainas, no las escribí yo, fue mi mejor amigo. El pretendía joderme la vida.. y... ahm... lo hizo... y.... en fin... no escribí el mensaje.
—¿No fuiste tú?—él desvió su vista incomoda hacia otro lado.
—No fui yo—recalqué, tomando aire para proseguir—. Y ahora con lo que respecta a besarte, y dejar que me coquetees, pues... solo diré que soy fan. Por Dios, con lo mucho que me gustas desde que te vi en la banda, no podía dejar pasar ese momento. Lo único que pensaba cuando lo hacías era que iba acumulando lindos recuerdos. Es que jamás volvería a tener la oportunidad de que mi platónico me acaricie la mejilla, o que me acomode el cabello, fue por eso que solo disfruté y te dejé hacerlo. Y el beso... pues fue un momento de locura, porque... Diablos... ¡tienes uno labios mortales y mi espíritu cncowner me exigió que lo haga aunque sea una vez.
—Entiendo tu punto—Chris parecía divertido.
—¿Entonces entiendes que yo solo quiera conocerte como mi amigo exclusivamente?—le pregunté mirándolo expectante—. Es decir, siendo una linda amiga inocente, que solo llegué a abrazarse contigo como máximo?
Chris me miró sonriente sin quitarme la fija mirada, lo que impulsó a que yo siga hablando por si no entendió. Era como si no creyera mis palabras.
—No soy una cualquiera—aseguré, mordiéndome el labio nerviosa—. No soy del tipo de personas que vacilan, y ya. Es decir...
—Lo sé—Chris se empezó a reír con su carcajada que hasta a mi me contagió.
Era inevitable.
Como en mi subconciente la única respuesta posible a mi rechazo, yo solo lo abracé fuertemente. Si se iba de mi lado para siempre luego de haberle dicho la verdad, al menos le daría un abrazo de oso como despedida. Tenía que aprovechar mientras podía.
—Te quiero mucho, Chris. Eres un chico al que admiro como no te imaginas—susurré en su oído, y en seguida me separé para sacar mi celular—. Ejm... y no es por ser aprovechada ni nada, pero... ¿podrías grabarme un video?
Como dije, le quería sacar provecho a mi encuentro con Chris hasta lo ultimo.
—Claro, bella—él contestó, deteniendo su baile conmigo.
—Es que, a una amigo le encanta la canción que voy a pedir, y... le mataría si se la cantas por medio de un video.
Efectivamente "mi amigo" Andrés, se mataría si ve que estaba en un bar, cantando y bailando sensualmente con el chico por el cual nos peleamos.
—Dale, bella... yo lo hago—él aceptó sin problema.
Como él no parecía estar para nada ofendido con mis insinuaciones de que él era un idiota que me quería para un vacile, asumí que por ende si fue cierto. Si no le dolió fue porque era verdad.
Vaya
Intentando dejar mis pensamientos, yo dejé esperando un ratito a Chris en la pista y me fui corriendo hasta donde estaba Roger. Allí hice un pedido de canción y casi al minuto mi canción empezó a sonar.
Ahora lloras tú, sonaba.
La dedicatoria musical que acabaría a Andrés debido a mi acompañarte, estaba haciendo eco en la discoteca.
—Coge tu vida, tus cosas, tu forma de ser. Que de ti ya no tengo sed. Vete con tus amigos—yo puse mi celular a modo selfie, y empecé a cantar mientras me aproximaba a Chris.
Me puse a bailar delante de Chris, y él solo se movía al ritmo de la música alegremente por detrás. Casi casi que yo me puse a restregarme contra él, pues de alguna manera quería celar aun más al idiota de mi novio.
—Ooh ooh ooh ooh. Ahora lloras tú, ahora lloras tú—dije, mientras señalaba la cámara con una sonrisa maliciosa. Chris me imitaba divertido, con sus manos en mi cintura—. Ooh ooh ooh ooh. Ahora lloras tú, ahora lloras tú
—Sé que ya no te merezco y que me equivoqué . Me avisaste y no te escuché. Sé que no he sido santo—él cantó en mi oído, y sin querer solté una risita de niña boba.
Era simplemente mágico sentir su voz melodiosa tan cerca.
Terminamos de grabar el video, y envié el video por privado a mi novio.
En lo único que pensaba cuando lo mandé, fue que Andrés ya dejaría de ignorarme, y que saltaría mandándome mensajes, diciéndome que me aleje de Chris, porque yo aun seguía siendo suya.
Sí, así de bobos eran mis pensamientos.
En fin...
Sinceramente me quejaba de mi momento de baile con Chris, pues al parecer él entendió mi pedido y solo se mantuvo bailando divertido a cierta distancia de mi. Él respetó mis deseos en cuanto se lo aclaré todo. Ahora solo charlábamos de cualquier cosa, cantábamos y bailabamos como si fuera el fin del mundo cualquier canción que sonaba.
Allí debo decir que descubrimos que nos encantaba bailar el perreo de la "vieja escuela". Nos divertimos mucho bailando aquellos temas.
Iba a empezar a sonar bachata, y yo estaba más que feliz de bailar con Chris pero... mi celular sonó. Mi amigo Fer, llamó y yo me quedé congelada intentando decidir si sería buena o no la llamada.
—¿Me esperas un momento?—le pedí con mi cara de suplica, y él asintió amablemente.
—Claro, te espero
Al instante ambos salimos en sentidos opuestos, él se fue a esperarme cerca de los chicos, y yo salí fuera del bar para poder escuchar la llamada.
En cuando esa llamada me llegaba, nunca presentí que el contestarla, solo provocaría que empiece a cometer error tras error. Simplemente se empezaron a dar una serie de situaciones que fueron pasos previos hacia un objetivo predestinado.
—¿Aló?—contesté, mientras miraba con mala cara a los pervertidos que me piropeaban.
—Cielo, ¿estás bien?—me preguntó Fer con preocupación
—Sip, ¿Por qué?—hablé mientras me detenía al borde la vereda
—No estás bien, yo lo sé—él suspiró pesadamente—. ¿Estás en un bar o algo así, verdad? Vi tus historias, y además oigo como suena música por el telefono.
—Sí, vine al bar y tú ya sabes que... es es mi forma de estar un poquita cuerda—le recordé con cansancio—. Y ahora si no te importa, estaba bailando con un lindo chico, y no quiero...
—Nena... ¿si revisaste tus redes sociales?—él me dijo en voz baja, y al instante sentí mi corazón anticipándose a algo malo. El tono de voz de Fer me lo decía.
—No las he visto, he estado ocupada—respondí, y en seguida tuve miedo.
—Entonces cuando llegues a tu casa hablamos
—¿Qué pasa?—pregunté exasperada
—Hablamos cuando llegues...
—Imbécil, o hablas o mejor busco información con otra persona. Ya llamaste y ya me mataste con tanto misterio, así que en si no me lo dices...
—Carajo, la regué—él soltó en un suspiro—. En verdad preferiría que estés en tu casa...
—Habla
—Bueno.... Preferible que te enteres de mi boca, que de otros que solo te lo dirán por conseguir más chisme—él se resignó, y finalmente dijo la dolorosa y absurda verdad—. Hace unos ratitos alguien subió una foto... bueno... más específicamente, Andrés subió una foto tonta... y no es que sea importante pero...
—¡Al grano, pendejo!—exigí desesperada—. ¿Qué pasó con Andrés?
Él se quedó callado por un buen rato.
—Subió una foto de él... con su nueva novia—él dijo casi en un susurro—. Hasta la etiquetó poniendo puras pendejadas falsas. Así que mejor ni lo veas, y confórmate con saber que eso que publicó solo es producto de su cabezita inmadura que insiste en vengarse de ti. Es un idiota, y te prometo que en cuanto vuelva este sábado a Ecuador, lo muelo a golpes. De alguna manera lo haré madurar, y...
Yo no dejé que termine de hablar, únicamente cerré la llamada para poder mirar con mis propios ojos la estúpida venganza.
Ignorando las llamadas de Fer, abrí mi Instagram y mi Facebook con las manos temblorosas, y tal como me lo contó mi amigo, apareció una maldita foto de Andrés con su nueva chica. Ambos se besaban en un restaurante elegante, y digamos que eso no me dolió tanto, sino más bien el texto al pie de la foto.
Porque a veces la vida te quita algo para darte algo mejor. Mi amor @AnaZambrano eres lo mejor que me pudo pasar. Gracias por ser mi verdadero amor. #SiempreJuntos #TeAmo #TuMiEternaVida #TuEresReal
Soundtrack: Camila Cabello-I have questions//Crying in the club
https://youtu.be/09Gc3rOW7-U
Con lágrimas en los ojos terminé de leer, para luego encontrarme con algo peor. Andrés había respondido al mensaje de video que le mandé con Chris hace varios minutos.
Como puedes regalarte a un chico que ni tu nombre sabe
Cada día me decepcionas más
Tu obseción de fan te va acabar, Cielo
Sin evitarlo debido a la furia que recorría mi cuerpo, solo marqué al numero de Andrés. Ya era momento de aclararlo todo, dejándonos de juegos. Ahora si las cosas entre los dos se habían ido al caño.
Esperé como por tres intentos hasta que finalmente oí su voz, y aunque no me guste admirtirlo mi corazón latió fuerte aun sintiendo cosas maravillosas por él, a pesar de lo mucho que en esos momentos también lo odiaba.
—¿Qué quieres?—él dijo con aburrimiento
—¡¿TE HICITES NOVIO OFICIAL DE LA PROSTITUTA QUE MÁS ODIO?!—grité, sintiendo que mi cara se ponía roja por la ira
—¡No le llames así!—él exigió también alzando la voz—. Esa chica no ha hecho mas que serme fiel y amarme. En cambio, tú...
—¿En cambio yo que?—hablé retadoramente
—Estas paseándote de una lado a otro con ese gil— él exhaló enojado—. No es fácil intentar olvidar lo mucho que me lastimaste, cuando a cada momento me mandas fotos tuyas con él. Al parecer han salido mucho, por cierto. Y sabes que... ya me cansé de estar metido en tus juegos. Yo me retiro... quédate tú sola.
—¡Yo solo hago lo mismo que tú! Así como tú andas viviendo en la habitación de la tal "zorrana", yo también tengo derecho de meterme en la habitación de Chris. Y perfecto, si ya no quieres jamás estar conmigo lo acepto, pero recuérdalo bien... luego de esta noche, ya me perdiste para siempre. Esto es todo Andrés, vete a disfrutar de tu novia, y yo iré a disfrutar de mi vida libre y llena de aventuras, porque aunque nunca te lo dije, mi vida se estaba convirtiendo en algo monótono e insípido contigo. Gracias por liberarme de ti.
—Perfecto, ya puedes largarte hacer lo que se te plaza con ese imbecil—él me gritó—. Me vale un bledo lo que hagas a partir de hoy. Ana se encargará de hacerme feliz en verdad... ella si es una verdadera mujer con la que yo podría soñar con una familia. A ella si la veo permanentemente en mi futuro. Ana es la chica que vino a salvarme de ti. Y francamente no deseaba a una chica que se venda a un tipo...
Quise creer que todo lo que decía eran solo palabras producto de su rabia por mi comportamiento vengativo, pero... extrañamente sentía que si me lo dijo, fue porque una parte de su corazón lo sentía.
—¡Basta!
Tal vez el nunca me vio verdaderamente como la mujer con la que envejecería. Quizás, él dudaba de que yo era la mujer perfecta para él en el fondo de su corazón.
A lo mejor todo el rollo de mi supuesta traición nos sirvió para sacar a la luz verdades que nunca creímos ciertas.
—Es que es la maldita verd...
—Andrés... se sincero conmigo por favor—dije intentando que mi voz no se pusiera temblorosa—. ¿En verdad crees que yo sería capaz de acostarme con un chico sin siquiera conocerlo?
—Yo...
—No me mientas—yo pedí al borde de las lágrimas
Andrés no dijo nada, solo se quedó en la línea bajo un silencio que me rompió el alma
—Entiendo—murmuré al captar la respuesta obvia.
—Cielo, no...
—Me crees un mujercita cualquiera, que tiene mas hormonas que corazón. Que piensa con lo de abajo que con la cabeza. Según tú en mi no hay valores, ni enseñanzas...
—No dije eso...
—Descuida, ahora que sé quien soy—hablé, sintiendo lagrimas rodar por mis ojos—. Gracias por hacerme entender lo poca cosa que soy. Sí, soy una traidora sin corazón que solo sirve para regalarse a todo el mundo. Es más, ahora mismo pienso regalarme a alguien aprovechando mi nuevo titulo...
—Oye...
—Se feliz, Andrés—sollocé con mis manos apretando el celular fuertemente—. Yo intentaré serlo, aunque la verdad como soy una golfa dudo que alguien me quiera amar en serio. En fin no es tu problema ya...
—Yo te amo—él murmuró, y yo solo reí por aquella mentira
—Si me amaras, confiarías en mi pese a que todo apunte a que soy culpable—solté caminando de vuelta al bar—. Tu no me amas, esa es la cruda realidad, y yo la verdad no creo que quiera compartir mi vida con alguien que desconfía hasta de lo que respiro. Ahora mejor me voy, y... perdón Andrés por todo. Cuídate.
Sin permitirle decir más, yo colgué y apagué mi celular. Luego, me dispuse a dar una que otra vuelta por los alrededores intentando aguantar las ganas de llorar como idiota.
Las pocas lágrimas que lograron salir de seguro enrojecieron mis ojos, por lo cual me mantuve parpadeando y respirando mientras caminaba para disminuir los efectos de mi escaso llanto.
Quería gritar, y matarme llorando, pero simplemente la idea de que la gente que estaba en el bar me viera así me obligó a tragarme todo lo que sentía.
En un principio yo misma tomé la iniciativa de besar a un chico, teniendo novio. Yo estaba consciente de que no era lo correcto, sin embargo mis alborotadas hormonas pudieron más. Además, yo misma me restregué a otros chicos, cuando aun tenía la posibilidad de redimirme con mi novio. Yo me hice la victima aun siendo culpable.
Sí, en eso momentos hasta yo me creí las ideas de mi novio. Y en verdad con cada respiración me sentía como un pedazo de basura, que ya no tenía nada que perder. Había perdido a mi familia, mi novio, mis valores, mi dignidad, y hasta la confianza en mi misma. Ciertamente sentía que todo lo que tocara se convertiría en un error.
—Que más da, ya todo se fue a la mierda—susurré, entrado a paso rápido hasta el bar.
Estaba enojada con el mundo, y hasta conmigo misma. No tenía ya nada en el mundo por lo cual sentir la necesidad de ser alguien mejor. Estaba sola.
Las pocas personas que en verdad amaba, se habían ido una a una.
Lo mejor que se me ocurrió en esos momentos, era empezar un nuevo estilo de vida, que llenara el constante vacío gradual que había empezado a agrandarse desde que todos mis seres queridos se iban.
Extrañamente siendo una loca, hallé un tanto de calor... o mas bien dicho... hallé un tanto de olvido temporal. Ahí dolió un poco menos, saber que yo no era importante para nadie. Solo Fer era el único que aun permanecía, ¿pero por cuanto tiempo?
Quizás él también me decepcionaría y tal vez se iría por siempre de mi lado.
En fin... mi drama solo me nubló la cabeza en esos instantes, y lo único que podía pensar era en quitarme el vacío en mi corazón a como de lugar. Quería algun tipo de antidoto a mi rabia, miedo y dolor.
Yo necesitaba una buena distracción, y en esos momentos solo algo se me vino a la cabeza.
—¿Esto está bien?—me dije en voz baja mientras atravesaba el salón
Mi cabeza estaba apagada, por el alcohol y por el sentimiento mismo que me destrozaba por dentro. Quizás fue por ello que hecho un flash, caminé hasta llegar a Chris.
—Hola, bella—él soltó sonriente
Sin siquiera responderle lo tomé de la mano, y la dirigí a la pista de baile a paso rápido. El no se opuso, y sobre todo, no dio ningún tipo de resistencia cuando lo volteé frente a mi bruscamente.
—Ayúdame—murmuré, y sin más me colgué en el cuello de Chris y junté mis labios con los de él.
Sí, con ese beso empecé a perder mi alma.
Con ese beso, empezaron los efectos de mi chico morfina.
Debo admitir que los labios de Chris se convirtieron en mis favoritos. Realmente no había otro sabor que hiciera alterar tanto mis sentidos. Simplemente en cuanto sus labios tocaban los míos, una especie de frenesí emanaba. Yo solo quería cada vez más, y más, y alguna vez hasta me volvía loca pensando en que otra forma obtendría más de él, pues se me agotaban las maneras.
A veces pensaba que sus labios y los míos fueron hechos con dos piezas de rompecabezas que siempre encajarían. Simplemente los tocaba y por instinto los míos sabían como moverse, y con penetrar más ondo en busca de un paraíso mas palpable.
—¿Quieres ir a un lugar más privado?—yo me separé abriendo los ojos a duras penas— Solos.
Él abrió los ojos lentamente, con sus labios aun extendidos hacia mi, como si quisiera seguir buscando de ellos.
—¿Solos?—él me miró pensativo—. Claro, porque no.
—¿Recuerdas lo que te decía antes sobre ser una niña intachable?—yo acariciaba su nuca con mis manos—. Olvídalo todo.
Chris me sonrió de lado, mientras daba toques a mis labios. Simplemente una electricidad me recorría todo el cuerpo con cada beso.
—¿A dónde?
—Se de un lugar muy privado—yo jadeaba en sus labios—. Vamos en mi motoneta.
—¿Y si mejor te llevo en el carro de mi amigo?
—No pienso dejar abandonada mi motoneta, hay mucho choro por afuera—yo me mordía el labio—. Tu dime si lo aceptas o no, así que... te espero afuera. En cinco minutos ya me habré ido.
Glosario/ Choro: Ladrón creo jajaja
Sin más yo me separé de él, y al girarme encontré la mirada atónita de todos los chicos. Laura y Pao me miraban con la boca abierta, y los chicos miraban a Chris con una sonrisa divertida.
—Me tengo que ir—dije sin siquiera verlos, solo me concentré en tomar mi bolso y mi chaqueta.
—¿Ya te vas tan rápido?—Pao protestó
—Si, y... ehm... nos vemos otro día—solté dirigiendo mi vista a todos lados menos a ellas.
Chris por su parte se sentó junto a sus amigos, y algo les empezó a susurrar en el oído. Pude escuchar sus risas admiradas ante lo que haya dicho.
—¿Cielo, estas bien?—Laura me jaló del brazo pero yo me solté.
—Sí, estoy bien... solo cansada—yo tomé un ultimo trago, tosiendo por lo fuerte del líquido. Posteriormente me alejé de la mesa, despidiéndome con la mano—. Nos vemos chicos, si se les ocurre salir solo llámenme.
Sin detenme más me acurruqué con mi chaqueta y salí de allí sin importarme que las chicas gritaran mi nombre.
Debí haberme sentido asustada por mis planes, sin embargo no fue así. De alguna manera ese beso que tuve con Chris, borró mi mente y luego solo pude pensar en obtener algo más. Él me hizo perder del mundo y me dio fantasía con un beso. Fue algo así como la probada de un amnesico.
Obviamente necesitaba en esos momentos más anestesia para el dolor creciendo en mi pecho.
Con mi cabeza hecha una revolución, salí casi que corriendo hasta donde estaba mi motoneta y sin más me subí, acomodándome el canso. Allí me mantuve sentada, mientras los borrachos seguían silbándome.
Al poco rato vi como un grupo de chicos salían a lo lejos, y noté como se daban golpes amistoso por un rato. Dos chicos caminaron en sentido contrario de la calle, mientras uno caminaba en mi dirección.
Chris venía por mi.
—154, 153,152...—yo contaba divertida—. En 151 segundos ya me iba a ir.
—Ni loco llegaría tarde para ti—él me sonrió, deteniéndose a unos pasos lejos de mi—. Por ti puedo ser le hombre más puntual de la tierra.
—Vienes puntual solo cuando te conviene—le dije en broma—. Y ahora, señor interesado... le comunico que está apunto de subirse en mi "pantera rosa"... y asumo que ya se debe de haber dado cuenta que esta es una motoneta rosa de chica, y por lo tanto sus accesorios también son de chica.
Al instante, saqué de la cajuela portátil de mi motoneta un casco fucsia, y se lo extendí.
—¿No había uno azul, rojo o...?
—Motoneta de chica—repetí, y le puse el cascó en las manos.
—Póntelo Chris, el ponerte un casco rosa y viajar en una motoneta rosa no te hace menos hombre. Estoy más que segura que tu hombría la determinas por otra cosa—dije en medio de una carcajada, logrando que Chris también se contagiara.
—Que me habrá querido decir—él dijo bromista, colocándose un casco que por poco no le entra—. Entonces... ¿yo manejó?
—No quiero morir aun siendo tan joven—solté de inmediato asustada—. Además yo soy la única que sabe a donde vamos.
Chris me sonrió y se subió por detrás de mi. Él ni siquiera esperó más y en seguida sus brazos rodearon mi cintura. Creo que hasta me apretó más de lo que debería.
Ni en mis mejores sueños, pensaría que Chris estaría así conmigo.
—¿Me llevarás a un lugar oscuro, para poder secuestrarme?
—¿Que clase de cncowners sería si al menos no lo intento?—yo encendí la motoneta con un tanto de nervios—. Te tengo en mi poder a partir de ahora.
Chris se quedó un momento analizando lo que le dije con clara diversión.
—Suena interesante
Teniéndolo ahí junto a mi, no pude dejar de pensar en algo... ¿en realidad era una buena idea?
Mi conciencia me soplaba la respuesta sin embargo me empeñé en dejarla en la nada, fue por eso que antes que me llegue la culpa, solo puse andar la motoneta y emprendí el viaje hasta mi campamento en la montaña.
Si Andrés y yo no nos hubiéramos impuesto castigos de forma cruel, quizás mi final hubiera sido distinto.
Tal vez mi final feliz no hubiera existido.
Chan chan chan!!!
Jajajaajaja, yo se que esto ya se lo vieron venir desde el primer capitulo jajajaa
Ay... por cierto.... holi :)
Bue... me puse a editar para olvidar que "El chico morfina" está a solo una hora lejos de mi, esperando su vuelo a Chicago jajajaja. Ok, ya me puse a modo drama. Abuuu es tan frustrante saber que los guapetones de Cnco estan tan cerca y a la vez tan lejos.
En fin...
Ya se viene lo bueno!!! Jajaja, y estoy loca por empezar con la fantasía que incluye esta novela, que yo sé que las va a dejar vomitando arcoiris y unicornios jijiji.
Cielo guarda muchos secretitos que quizás le gusten mucho al gato. Jajajaja, y antes que nada no son secretos malos.
Bueno muchachitas, nos vemos en la próxima actualización jejeje.
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