Nuevamente Shun era objetivo de miradas, no eran de compasión, ni de tristeza, eran de preocupación pero obviamente ante la situación –Eso significa que Hades regresara— Seiya gruño entre dientes mientras apretaba los puños hasta que los nudillos se le pusieron blancos.

—Seiya...— pronuncio Saori con tristeza, y bajo su mirada.

Shun agacho la mirada apenado –Shun— el nombrado dirigió la mirada a Shiryu quien le había llamado –Perséfone dijo que estabas enamorado, ¿eso que tiene que ver?

Shun se sonrojo y volvió a mirar al suelo –Es simple... mientras Shun ame a otra persona, Hades no podrá manifestar sus sentimientos y no podrá resurgir— respondió Saori animada pensando que eso relajaría el ambiente.

— ¡Perfecto! – Grito Seiya — ¡Shun! Tienes que declararte a esa persona— lo tomo por los hombros mientras sonreía, pensaba que con eso "Pum" problema resuelto.

— ¿Qué?— el peliverde nuevamente se sonrojo pero esta vez estaba más morado que rojo.

— ¡Si te casas con la persona que te gusta seguramente Hades no surgirá! Y todos felices— explico, tratando de dar a entender su punto, ¡Dios era un genio!

— ¡Seiya, no puedes obligar a Shun a que haga eso!— le reprendió Saori

— ¡Vamos Shun es buena idea!— solo a Seiya se le ocurriría semejante idea.

—No puedo...— cabizbajo espero que Seiya entendiera.

— ¡¿Por qué?! ¡Eres guapo! ¡Además eres muy gentil! Seguro que accede— Seiya trato de dar a mostrar todas las cualidades que tenía, seguramente con eso accedería y recapacitaría.

—No lo creo. — Seiya gruño, ¿Hablaba enserio? ¿Qué tan jodidamente falto de autoestima debía de estar para que ni así llegase a pensar posible estar con una persona? Lejos de molestarlo más bien estaba muy confundido.

— ¡No te hagas el misterioso! Dinos quien es ¡Te ayudaremos!— grito Seiya mientras lo sacudía por los hombros ya en sus últimos golpes de ahogados.

—No, es que...— Shun ya no sabía cómo dar por terminada esta incómoda situación.

—Basta Seiya— dijo el rubio mientras lo empujaba lejos de la cara de Shun.

—No es correspondido...— susurro para sí mismo aunque fue más que audible para el resto, el menor se llenó de lágrimas y salió huyendo a su habitación — ¡Seiya eres un tonto!

— ¡No, Shun espera!— Seiya iba acorrer tras de él sin embargo fue interrumpido por Saori.

—Quiero que sepan...— el trio de caballeros se giró atentos –No estoy de acuerdo como están tratando a Shun.

—Pero él es...— el castaño hablo entre dientes

— ¡Es Shun! Un amigo nuestro, aliado y compañero de batallas, jamás no abandono y nunca lo hará, dejen de tratarlo como un enemigo— el trio de chicos se avergonzó –Hoy... hoy más que nunca necesita su apoyo... necesita saber que están para él, necesitamos protegerlo.

—Saori tiene razón— el azabache del grupo hablo fuerte mientras se cruzaba de brazos.

—Shiryu...— el castaño le miro dudoso.

—Shun es la persona más pura en este mundo, después de todo Hades lo escogió por ese motivo, no tiene caso dudar de él, vengan vamos— el azabache camino en dirección a las escaleras.

— ¿A... a dónde?— pregunto el castaño.

—Con Shun, seguramente estará llorando en su habitación sintiendo una culpa que no merece.

El trio de chicos se dirigieron a su habitación, tocaron la puerta sin obtener respuesta, una vez más y nada, otra más y otra más –Shun, somos nosotros abre— el rubio toco una vez más esperando que con ese argumento abriera la puerta.

—Shun... ¿Está todo bien?— el azabache giro el pórtico de la puerta y se asomó pero no encontró al menor en su puerta.

El trio de chicos entro pensando que estaría oculto, las ventanas estaban cerradas, el cuarto de baño abierto al igual que vació y el closet donde era otro posible escondite solo era ocupado por las pocas ropas que tenía.

—No está aquí...— dijo el rubio extrañado.

—Pero corrió hacia arriba, ¿Dónde más puede estar?— el castaño le respondió igual de extrañado.

—La mansión no es tan grande, hay que separarse caballeros— el azabache salió de la habitación y lo busco en ese mismo piso.

—Hyoga, ve arriba, yo buscare afuera, quizá salió por la ventana— y este obedeció.

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Busque en todo el piso de arriba, la biblioteca, el salón de conferencias, la zona de entrenamiento e incluso en el estudio de la señorita Saori, estaba por darme por vencido cuando me percaté de que la puerta de la azotea estaba abierta, esta era la entrada a un gran balcón lleno de flores que la señorita Saori utilizaba cuando quería meditar, ¿Cómo no lo había pensado? Sería el primer lugar al que Shun correría.

Camine hasta la entrada y pude ver a Shun mirando por la barandilla del balcón, lo había encontrado, camine hasta que me pregunte ¿Qué le diría? Me oculte detrás de una columna con enredaderas mientras pensaba detenidamente que decirle, pero termine siendo un "chismoso"

—Shun...— Ese suena a Shiryu ¿No buscaría en la planta de abajo?

—Actué de manera infantil ¿no? Si mi hermano estuviera aquí seguramente me reprimiría por eso.

—Afortunadamente yo no soy tú hermano.

—Shiryu... ¿Qué debería hacer? Eres el único que no me ha tratado mal... ¿Por qué?

— ¿Qué porque...?— el silencio reino unos segundos y yo quería saber porque, asome un poco mi rostro y Shiryu le tomaba el rostro a Shun mientras este le miraba asustado ¡¿Pero qué?!

—Shi... Shiryu.

—Sera porque... eres importante para mí— ¿Qué quiere decir con eso?

Shun lo abrazo y Shiryu solo le correspondió con otro abrazo más fuerte –Quisiera corresponderte... pero yo...— ¿corresponder?

—Lo sé, lo amas a él...— ¿¡Él?! Pensé que June y Shun tenían algo... ¿Eso quería decir con que no es correspondido?

—Si... pero él ni me nota... me ignora— Shun... no deberías sufrir por un estúpido... deberías estar con alguien que te valore... Yo te protegería con mi vida, no me gusta verte triste.

—Olvídalo... olvídalo y enamórate de mí...— Shiryu... no... no hagas esto, Shun... no lo mereces.

—Pero... es inevitable yo... ¡Amo a Hyoga!— si él ama ah Hyoga... ¡¿Espera que?! ¡¿Qué?! ¡¿QUE?!

—Yo lo sé... pero ya lo has dicho tú... él te ignora— ¡Yo no...! Es verdad... a pesar de que lo quiero más de lo que puedo comprender... luche por reprimir estos sentimientos... pensé que siempre estaría conmigo... pensé que jamás miraría a alguien más y en estos momentos está a escasos milímetros del rostro de otro hombre...

—Aún tengo...— Shiryu acaricio su rostro lo que hizo que Shun se silenciara, vi como estaba a punto de darle un beso y ¡Jamás permitiría eso!

Fingí que apenas llegaba a la azotea — ¿Shun... estas aquí?— pude escuchar como el menor se sobresaltó y dio un salto de Shiryu –Aquí estas... ¿Shiryu, no buscarías abajo?— intente sonar lo más tranquilo posible y no verle con molestia.

—Saori dijo que había buscado ella abajo y que no estaba, por eso pensé que estaría en otro lugar— Shiryu lo había dicho sin titubeo alguno, se notaba que sabía mentir, posiblemente él sabía que Shun estaba aquí desde un principio y no quería admitirlo.

— ¿Qué... necesitas Hyoga?— Shun me pregunto avergonzado, quizá era porque estuve "apunto" de sorprenderlos o porque se avergonzaba al hablar conmigo.

— ¿Cómo Shiryu no te lo dijo?— mire a Shiryu dudoso.

—Quería que los tres se lo dijéramos— nuevamente lo dijo con ese tono de seguridad en sus labios, posiblemente decía la verdad o no, no lo sabría.

—Entiendo...— Shun estornudo y se abrazó a si mismo mientras frotaba sus brazos intentando darse calor.

— ¿Shun cuanto has estado aquí fuera?— esta era mi oportunidad.

— ¿Eh?— me quite mi sudadera y se la puse a Shun.

—Vamos dentro...— le rodee el hombro con mi brazo pegándolo a mi costilla, antes no lo habría notado pero vi cómo se sonrojo y una disimulada sonrisa salió de sus labios.

—Esta tibia...

— ¿Mmmm?

—No... nada.

—Bien, vamos Shiryu que no tengo chamarra para ti. — sonrió mientras le miraba sobre el hombro.

Shiryu me miro con completa normalidad, no había celos en su mirar o emoción alguna, solo indiferencia, ¿Realmente te gusta Shun?