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He mirado fijamente a la policía militar de Konoha que se encontraba frente a mí a la espera que respondiera todas sus preguntas.

— ¿Y bien? ¿Qué piensas decirnos acerca del equipo 6? —me preguntó un hombre de aspecto algo extraño. — ¿Por qué has acabado con tu propio equipo?

Solté un suspiro al oír su pregunta para luego comenzar a contar parte de mi historia. Que mientras nos encontrábamos en una misión hemos si interceptados por una persona llamada Kirara, la cual nos había comenzado a controlar ocasionando de esa forma que comenzáramos a atacarnos hasta el punto de terminar con nuestras vidas.

—Me ha dejado con vida porque quería información acerca de cómo obtener un corazón. —le he dicho al recordar como aquella chica me lo había mencionado. —Ella quería mi corazón.

— ¿Cómo has logrado librarte de ellos? —me preguntó esta vez un hombre con unas marcas en su rostro y con cierto olor a perro. — ¿Te dejaron en libertad o alguien te ayudó?

—Mitsuki. Él me ha ayudado a librarme cuando el Profesor Konohamaru se encargaba de destruir los planes de aquellas personas. —les he mencionado con sinceridad. —Luego de eso he ido a ayudar...

Callé mis palabras en el momento en que recordaba cómo había ido a ayudar a Shikadai y su equipo, y en como recordaba la expresión dolida del Nara por oír mis palabras.

Si bien no me gustaba verlo de esa forma y quería estar junto a él, no podía quitar el hecho de que me causó demasiado daño; ya no pensaba perseguirlo.

—Entonces tú no has causado ningún daño. Todo fue en contra de tu voluntad. —me han dicho con calma. — ¿Qué deberíamos hacer con ella, Kiba?

—Naruto...El Hokage tendrá la última palabra. —mencionó con un suspiro el señor Kiba. —Por el momento llevémosla a una celda hasta que este problema sea resuelto, Lee.

El señor Lee me ha dicho que lo siguiera por lo que comencé a seguirlo hasta una de las celdas que se encontraba en el lugar y mientras iba caminando he podido ver a Ryogi, quien al verme se quedó sorprendido por un momento, pero a los pocos segundos me ha dedicado una sonrisa.

Decidí ignorar a aquel chico para así ingresar a la celda que se me había asignado para luego esperar a lo que el Hokage pensaría hacer conmigo.

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Varios días habían pasado y cuando he salido de aquel lugar donde me encontraba encerrada he podido ver a Shikadai junto a sus amigos.

—Nos alegramos de saber que has salido libre. —mencionó Sarada con una sonrisa mientras se acercaba junto a ChouChou. — ¿Qué sucederá ahora?

— ¿Qué quieres decir?

—Fuiste vinculada con la muerte de tu equipo y ahora has salido en libertad, ¿no es extraño?

—Es suficiente, Inojin. —le regañó Shikadai a lo cual Inojin soltó una risa. —No le prestes atención a lo que dice. No sabe cuándo debe de callarse.

—Eh. Ahí está la princesa protegiendo a su príncipe. —decía con gracia Inojin al momento en que me veía. —Como sea. ¿Qué sucederá ahora?

— ¿Te colocarán en un nuevo equipo? —me preguntó Boruto. —Podríamos cambiar a Sarada contigo. Eres menos molesta.

— ¡Boruto! —exclamó molesta Sarada mientras lo miraba para luego cruzarse de brazos. —De ser así te cambiaríamos a ti por ella.

En ese momento ellos han comenzado una pequeña pelea y el verlos de esa forma me hizo soltar una pequeña risa al ver lo bien que se llevaban. Sin embargo, mi risa siseó cuando he visto a Shikadai y el al percatarse de ello realizó una mueca.

—Problemática...yo...

—Voy a irme. —le interrumpí, ocasionando de esa forma que todos los presentes me miraran con sorpresa. —Volveré con mis padres.

— ¿Qué? —decía desorientado Shikadai al momento en que comenzaba a acercarse y al percatarme de ello he comenzado a retroceder. — ¿Cómo que te irás...?

—Digamos que no es una decisión completamente mía. —mencioné con una sonrisa mientras quitaba la mano que él había colocado sobre mi brazo. —El Hokage habló con mi padre y él ha decidido que lo mejor era que volviera.

—Así que Suigetsu ha decidido eso. —decía Mitsuki mientras llevaba una mano a su mentón para luego verme con una sonrisa. — ¿Es eso lo que quieres?

Su pregunta me dejó por un momento inquieta e incluso no he podido evitar mirar a Shikadai. Yo no quería alejarme de él y podía decirles aquello a mis padres para que me dejaran quedarme, pero mi orgullo junto al dolor que sentía en ese momento no querían hacerlo.

Quería irme. Quería sanar el dolor que sentía al tan solo pensar en el Nara...quería olvidarme del dolor que me había causado.

—Sí. Esto es lo que quiero. —le he dicho con una sonrisa a lo cual los demás me han mirado algo inquietos. En especial Shikadai. —Esta noche me iré junto a un Shinobi de Konoha.

Ellos me han mirado algo incómodos por un momento para luego invitarme a comer hamburguesas como una despedida y mientras iba con ellos no he podido evitar sentirme mal por Shikadai, pero sabía que esto era algo por mi bien y posiblemente también por el suyo.

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He mirado la luna por un momento para luego ver al señor Yamato, la persona que se encargaría de vigilarme durante todo el trayecto hasta mi hogar.

—Es momento de irnos.

Asentí ante lo que me había dicho e íbamos a partir en dirección a mi hogar, pero en ese momento he sentido como todo mi cuerpo se quedaba inmóvil y al percatarme que era debido a la técnica del clan Nara me quedé confundida.

— ¿Qué estás haciendo, Shikadai? —pregunté al verme envuelta en su sombra. — ¿Por qué me detienes?

—Sé que no quieres hablar conmigo y por eso he recurrido a esto para que me escuches. —me ha dicho seriamente mientras se acercaba y al estar bajo el efecto de su jutsu he comenzado a imitarlo. — ¿Podría hablar con ella por un momento, señor?

El señor Yamato me miró por un momento para luego asentir ante la pregunta de Shikadai y así dejarnos un momento a solas.

—Déjame ir.

—Tengo el suficiente chakra para retenerte por varios minutos. Así que ni intentes forzarte a liberarte. —me ha dicho mientras soltaba un suspiro para luego verme con melancolía. —Antes de que te fueras quería pedirte disculpas.

—Eh. ¿Disculpas por qué? ¿Por el hecho de causarme daño? —pregunté con una sonrisa burlona. — ¿O por tratarme como si fuera cualquier cosa?

—Tch. Eres problemática... —el oír aquel apodo he sentido como mi pecho dolía. —Sí. Por todo eso y por no escucharte aquella vez.

—Ya está, Shikadai. —le he dicho de manera sombría. —Acepto tus disculpas si eso te hace sentir mejor. ¿Ahora podrías liberarme?

Shikadai me miró bastante inquieto y por un momento he creído que me liberaría; sin embargo, él me ha abrazado fuertemente.

—Sé que me costará bastante hacer que vuelvas a mirarme como antes lo hacías... —me ha dicho con melancolía. —Sé que me tomará bastante tiempo hacer que en verdad me perdones...pero te juro que haré todo lo posible para que vuelvas a verme como antes y que vuelvas a sonreírme con sinceridad.

El oír sus palabras me han hecho sentir nuevamente aquel cosquilleo que sentía cuando me encontraba cerca de él, pero he decidido ignorarlo completamente y a pesar de que me dolía ver actuar a Shikadai de esa forma; sabía que él se lo merecía.

—Debo irme.

—Estos sentimientos son problemáticos. —ha mencionado, ocasionando que lo mirara con sorpresa. —No imaginé que algún día me atrevería a hacer algo tan problemático...

— ¿Qué...?

Shikadai no me ha dejado terminar de formular mi pregunta debido a que había unido sus labios con los míos en un cálido y tierno beso.

Sentir la sensación cálida de sus labios me ha hecho sentir especial por un momento, pero al recordar todo lo que me había causado he reaccionado y al verme ya liberada lo he apartado bruscamente para luego darle una cachetada.

—Me lo merecía, pero no me arrepiento de lo que hice.

En ese momento agradecía el hecho de que le señor Yamato haya interrumpido para dar aviso de que debíamos de irnos porque de lo contrario hubiera dejado ver a Shikadai el sonrojo que me habían causado sus palabras.

Me alejaría por un tiempo de Konoha y cuando el día en que pudiera volver llegara...ellos conocerían a una nueva Hozuki ____.