18.
Cuando Noya se conectó a la llamada, no vio más que un techo blanco y solo escuchaba un par de voces distorsionadas hablando bastante rápido. Mientras la conexión iba mejorando, conseguía distinguir que una de ellas se trataba de Suga y la otra era Daichi.
—¿Hola? —intentó, pero no le hicieron mucho caso a pesar de que había sido Suga quien había llamado—. ¡Hey!
—No está bien decir... Espera, creo que se ha conectado.
Ambos se acercaron a la cámara, y Noya arqueó una ceja mientras cruzaba los brazos.
—Buenos días —rio.
—Lo siento, es que Daichi me ha distraído —se disculpó Suga.
—Ya, claro —sonrió.
—Pero yo ya me iba, que es bastante tarde —Daichi apareció en la pantalla, sacudiendo la mano en señal de despedida.
—¡Adiós, Daichi! —se despidió Noya, y finalmente oyó la puerta del cuarto de Suga cerrarse antes de que la cámara se volviese a enfocar en el colocador—. ¿Ya os habéis reconciliado?
—Podría decirse —se encogió de hombros—. ¿Y bien? ¿Qué tal estás?
—¿Bien? —se extrañó Noya—. ¿Por?
Suga suspiró resignado, lo que hacía que Noya entendiese aún menos a su amigo.
—En serio, Noya, puedes ser completamente sincero conmigo.
Nishinoya miró fijamente su pantalla. Llevaba en ese plan mucho tiempo, con indirectas poco o nada claras referentes a él.
—¿Se puede saber a qué te refieres?
—Ya sabes. Si te gusta alguien, no importa quién sea, puedes contárnoslo. A mí y a Daichi, por supuesto. Podemos ayudarte y...
—Espera. ¿Cómo sabes que...?
Noya calló. ¿Entonces estaba confirmado? ¿Suga sabía que estaba enamorado de Asahi? ¿Cómo, desde cuándo...?
—¡Me enteré sin querer! De verdad, entiendo que pienses que no puedes contarlo a nadie por...
—No tengo ningún problema —aclaró. Al fin y al cabo, ya lo sabía—. Pero tienes que prometer que quedará entre nosotros.
—Por supuesto.
Noya suspiró y luego tomó aire.
—Está bien, sí, me gusta Asahi, ¿vale? Pero no se lo pienso decir hasta que esté seguro de que...
—Espera, ¿¡qué?!
—Que me gusta Asahi —parpadeó sorprendido—. Pero eso ya lo sabí...
—¡¿No?! A ver, empieza a explicar desde el principio.
—No hay mucho que explicar realmente pero cuando estaba en primero...
—¡No, eso no! ¡Bueno sí, pero no! —Suga se sacudió el cabello con una mano—. ¿Qué pasa con Yaku?
—¿Yaku...? ¿Qué tiene que ver él en todo esto? Solo somos amigos.
—Pero Kuroo y yo os escuchamos. Tú le dijiste que te gustaba. ¿Qué demonios, Noya?
Noya echó a reír.
—¿Cuándo habéis...? Un momento, ¿pensabais que estábamos liados? Esto lo tiene que saber Yaku. Por favor, dime que lo sabe.
—¡Claro que no! ¡Nosotros pensábamos que lo manteníais en secreto!
—¿Por eso estabas tan raro en Tokyo? —Noya no paraba de reír—. Y yo que pensaba que era porque estabas peleado con Daichi.
—¡Deja de reírte! Al menos esto me deja más tranquilo —suspiró.
—¿Y eso? —preguntó curioso—. ¿Tan malo hubiera sido si de verdad hubiera estado con Yaku?
—No, no me refiero a eso... Pero no te lo puedo contar, así que no preguntes. Pero entonces... ¿Akane y Alisa tenían razón?
—¿En qué?
—Ellas pensaban que Yaku y Lev debían estar juntos... De hecho se pusieron en nuestra contra y planeaban unirlos ellas mismas pero no sé hasta dónde llegó eso.
Noya volvió a echarse a reír. Agradecía en esos momentos realmente ser hijo único.
—Ya entiendo muchas cosas.
—Deja de reír tanto y dime, ¿cómo es eso de que te gusta Asahi?
La sonrisa pasó de Nishinoya a Suga, quien apoyó su cabeza en una de sus manos, divertido.
—¿Y bien?
—Ya he dicho que no tiene mucho que contar...
—Ajá. Y yo tengo el pelo rosa.
—¡Es verdad!
—Cuando estabas en primero...
—¡Suga!
Esta vez fue el vicecapitán quien echó a reírse.
—¿Cuántos lo saben?
—¿Del equipo? Ryu lo averiguó por sí mismo en primero, de ahí solo tú ahora.
—Y Yaku, supongo.
—Sí, hemos estado hablando bastante.
—¿Y cuándo piensas decírselo a nuestro Asahi?
—Cuando esté seguro.
—¿Nishinoya Yuu hablando de seguridad? —arqueó una ceja—. ¿Quién eres y qué has hecho con nuestro líbero?
—Déjame —se sonrojó—. Yo no digo nada llevando dos años viéndooos a ti y a Daichi.
—Daichi es mi mejor amigo. Es diferente.
—Ya. Claro.
—Y no estamos aquí para hablar de mí, sino de ti. Así que puedes conti...
—¡Yuu! —la voz de su madre sonó junto a golpes en su puerta—. ¡A dormir ya!
—¡Sí, mamá! —respondió, y volvió a mirar a su compañero—. Lo siento, Suga, mi madre biológica me reclama.
—¿Qué quieres decir con...?
—¡Buenas noches, Suga!
Lo último que vio Suga fue la sonrisa de Noya antes de que este colgase.
***
—¿¡Cómo que Nishinoya y tú no estáis juntos?!
Eso fue lo primero que Yaku escuchó cuando aceptó la videollamada de Kuroo. Parpadeó sorprendido ante el repentino grito y tras analizar las palabras, arqueó una ceja.
—¿Por qué íbamos a...? Un momento, ¿por qué estás tan alterado, si se puede saber?
Kuroo estaba hecho un desastre. Tenía el pelo muchísimo más revuelto que de costumbre, los ojos abiertos como platos y cara de "me he despertado del susto", además de que su voz estaba muy ronca. Eso le llevaba a pensar que se acababa de despertar repentinamente. ¿Habría tenido alguna pesadilla o algo?
—¡No puede ser! ¡He perdido! ¡He perdido! ¡No!
Yaku sí que estaba cada vez más perdido.
—A ver, imbécil, cálmate para hablar porque no entiendo lo que me estás diciendo. Y responde.
Esperó a que a Kuroo se le pasase la pequeña crisis que estaba teniendo (y la cual no entendía), pero cuando parecía que iba a empezar a hablar, escuchó un grito de la habitación de su hermana. Segundos después, Akane entró de repente con una gran sonrisa.
—¡Te lo dije!
Yaku pronto comprendió que su hermana no le hablaba a él precisamente. La muchacha se puso a bailar en medio de su habitación con alegría mientras a Kuroo le volvía a dar algo al otro lado de la pantalla.
—Akane, ¿qué demonios pa...?
—¡No sabes cuánto te quiero, hermanito!
La chica se lanzó sobre él, tirándole al colchón de nuevo. Yaku la rodeó con sus brazos, aún sujetando el móvil en su mano.
—¿A qué viene este repentino...?
—¡Qué asco que das, niña! ¡Tú lo sabías!
Akane se dio la vuelta en brazos de su hermano, miró a la pantalla y sacó la lengua a Kuroo.
—Nosotras te lo dijimos. Otra cosa es que no nos hayas creído.
—Akane, ¿se puede saber de qué hablas?
—Que te lo explique tu capitán, hermanito —sonrió—. Yo ahora me voy a dormir con la alegría de que por fin veré a mi cantante favorito en directo.
Y tan repentinamente como había venido, se deshizo del abrazo de su hermano y se fue.
Escuchó a su madre regañarla por hacer escándalo a esas horas, porque Yaku estaba de exámenes y no debía molestarlo cuando estaba descansando.
—¿Y bien? ¿Hablas o qué? —dijo cuando escuchó a su madre bajar las escaleras.
—Empecemos por el principio. ¿Qué demonios es eso de que Nishinoya y tú no estáis liados?
—Sí, empecemos por el principio, ¿por qué razón se supone que creías eso?
—¡Por tu actitud! Siempre mirando al teléfono, hablando con él todo el rato, que si "me gustas mucho", que si "a ver cuando nos vemos", que si no duermes, llegas tarde...
—Vale. ¿Entonces Kenma y tú estáis liados?
El rostro de Kuroo se encendió como una cerilla.
—¡Por supuesto que no!
—Bien, porque tú haces eso y más con él. Aunque bueno, no ha sido el mejor ejemplo que he podido poner dada la situación pero me sirve —se encogió de hombros—. Mi punto es que eso también lo haces con un amigo... Excepto lo de "me gustas mucho". No sé cuándo has oído eso, pero ni yo ni él lo hemos dicho.
—¿Entonces te gusta Lev?
—¿Perdón?
Ahora era Yaku el que estaba rojo, pero a diferencia de Kuroo, sabía ocultarlo mejor.
—Akane y Alisa dicen que te gusta Lev... y bueno, Alisa también piensa que a Lev le gustas. Y...
—¿Y?
—No me mates, ¿vale?
—Habla y me lo pienso.
—En fin... Hicimos una apuesta. Si Alisa y Akane ganaban, Bo y yo les comprábamos entradas para el cantante que les gusta. Si nosotros ganábamos, ellas nos compraban un balón nuevo a cada uno.
—¿Me estás diciendo... que apostasteis acerca de mis relaciones con una chica de catorce años, que aparte es mi hermana, y otra de diecinueve?
—Algo así... —rio nervioso.
—Te voy a matar.
—Pero bueno, si no estáis Lev y tú juntos, entonces... ¡Mierda!
—¿Qué te pasa ahora?
—Que tu hermana es una enana muy lista.
—Primero, no la llames así porque solo yo tengo el derecho a hacerlo. Segundo, sí, claro, es mi hermana.
—La apuesta era demostrar que tú y Noya no estabais juntos... ¡Argh, he perdido! ¡Mi dinero! ¡Mi balón!
—Esa va a ser la menor de tus preocupaciones ahora mismo. Y Akane me va a oír. Aunque lo de ella pasa...
—¿Cómo que pasa? ¡Ella también ha apostado!
—¿Sabes cuál es la diferencia? —arqueó una ceja—. Que es una niña que haría cualquier cosa por ver a su cantante favorito, y aparte es mi hermanita, lo que le confiere una gran ventaja respecto a un idiota del voleibol de dieciocho años que encima se encarga de ser el capitán de un equipo.
—Eso es injusto, y lo sabes.
—La vida no es justa, y tú eres un idiota. Ahora, me voy a dormir, y tú será mejor que reces para que mañana me levante con buen pie. Buenas noches.
Y colgó sin que Kuroo pueda decir nada más. Yaku suspiró y luego sonrió resignado, iba a extrañar las tonterías de su capitán cuando estuviesen en la universidad y tuvieran cada vez menos tiempo para compartir.
Revisó sus redes sociales durante un cuarto de hora antes de irse a dormir, pero justo cuando iba a apagar el móvil, un mensaje le llegó. Era de Lev.
"Sé que es muy tarde, y no hace falta que me respondas ahora, Yaku-san, pero me gustaría quedar contigo mañana antes del entrenamiento, detrás del gimnasio. Tengo que contarte algo."
Yaku se sorprendió, nunca Lev le hablaba con semejante seriedad. ¿Habría pasado algo malo?
"De acuerdo".
Dejó el móvil en su mesilla y cerró los ojos, aunque ahora con la intriga de saber qué querría Lev decirle.
En fin, se dijo, ya se enteraría mañana.
⏩ To be continued
¡Hola!
Para amenizar un poco la cuarentena, os dejo un capítulo (espero que me dé para más, pero sigo con tareas y algún examen). Espero que os haya gustado.
Con respecto a la nueva temporada de Haikyuu, como este fanfic ha sido escrito desde antes que saliese la animación de la s4, se basa mayoritariamente en las apariencias del manga (como el caso de Alisa, que tiene heterocromía en el manga) y por tanto puede ser ligeramente diferente a las del anime. Como ya he dicho, la hermana de Yaku es un personaje ficticio propio y por tanto no tiene una apariencia definida más allá de la que le di yo (error mío haberle puesto el mismo nombre que la de Yamamoto, pero de verdad que fue el primer nombre que se me ocurrió y me di cuenta tarde XD). Esto ya lo he dicho, pero lo repito por si acaso alguien se lía.
En fin, espero volver a leeros pronto, ¡y cuidaos!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top