Capítulo 8
Organizo todo lo que necesito en mi bolso. Cargador, celular, el brillo labial que uso casi siempre en mis salidas, una toalla sanitaria, y un chocolate en caso de emergencia. Llevo un abrigo negro pero este lo llevaré en mi brazo, por último me doy una mirada en el largo espejo.
Llevo un vestido negro casual de tirantes finos y atrás pero estos van cruzados, en la cintura tiene varias tiras para hacer un lazo haciendo que se te note la cintura. De estampado tiene varias constelaciones y astros, así como la luna y el sol, en un color blanco para destacar con el vestido. Lo elegí porque es perfecto para estas ocasiones de lluvias. Mi cabello ni me moleste en pasarme el ondulador, lo deje tal y como estaba, liso. Me pase un poco la plancha para esos cabellos rebeldes y listo. Oh, por ultimo unas botas que me llegan mas arriba de la rodilla.
No tengo ni una gota de maquillaje, solo un poco de brillo labial si es que se considera maquillaje. Una vez lista me engancho mi bolso en mi hombro y bajo las escaleras. Veo a mi familia vistiendo de una forma casual pero a la vez muy elegante.
Mi madre tiene puesto un vestido ajustado que le hace relucir las curvas de su cuerpo. Es como si fuese una falda larga que le llega a la rodilla en color blanco y una blusa de mangas cortas también del mismo color. Parece una blusa y una falda larga pero no, es un vestido y unos tacones le adornan los pies.
Mi padre viste con un traje completamente azul a excepción de su camiseta blanca, se le ve el cuerpo fornido y bien cuidado, bueno, a ambos. Ambos van al gimnasio que esta debajo en el sótano. Debes en cuando iba a mantener mi figura pero lo he dejado, mucho tengo con el Pole Dance.
Mi sueño siempre ha sido eso, tener algún día en una habitación o en el sótano mi propio tubo de Pole Dance con espejos y luces Led iluminando el lugar.
Soñar no cuesta nada.
Al poco rato salen mis hermanos, al contrario de lo que pensé, Conor tiene unos pantalones de tela grises y un camisa negra ajustada, Jason va de negro completamente, pantalones de chándal y también una camiseta ajustada, a ambos se le notan los brazos fuertes trabajos del gimnasio.
En conclusión soy la rara de la familia.
—Jason no tenias otro pantalón? —ya empezaron las criticas de mamá Jason solo se limita a respirar hondo.
—No vamos a visitar a la reina Isabel mamá —le dice tomando el pomo de la puerta abriéndola y saliendo de primero. El tiene de vez en cuando esos días en que le da lo mismo todo.
—Te ves bien Conor —le dice mi padre y el le da una sonrisa antes de salir también junto con Jason. Ambos son mayores, Conor tiene veintidós años y Jason tiene veinte anos.
Y luego estoy yo, que llegué de sorpresa cuando Conor tenía cinco Jason tenía tres años. Mi madre no quiso tener mas hijo y se puso ese aparato para no tener mas, pero, ¿adivinen quien dos años después había ganado la carrera?
Exacto, yo.
No me quería tener pero mi padre le había dicho que lo tuviera ya, creo que por ese me tiene rencor y no me trata como mis hermanos mayores.
Mi madre me mira de arriba a abajo —. Me gusta como te queda el vestido.
Solo eso, como sea, no me esperaba más realmente.
Salgo y dejamos la casa completamente vacía, los de la limpieza se han marchado puesto que no estaremos ahí, así que tienen su día libre. Le envío un mensaje a Joshua diciéndole que vaya en su auto, así el plan comienza. Quiero ir a esa fiesta, decirle adiós al verano y disfrutar de mi adolescencia tal y como me dijo Tiffany.
Subimos todos a la Mercedes Benz de mi padre y lo pone en marcha. El día sigue más o menos nublado, las nubes se están despejando dejando alguno que otros rastros del cielo azul. El clima esta de locos.
Recuesto mi cabeza de la ventanilla esperando a que lleguemos al restaurante que esta a algunos veinte minutos de donde vivimos. Más adelante, puedo ver que el cielo esta mucho más claro que donde vivimos, rato después llegamos al restaurante.
El restaurante Taste and Style, es uno de los mejores y mas lujosos de New York, su comida es exquisita y tiene muchísimas variaciones tales como, comida colombiana, venezolana, italiana, dominicana, francesa, rusa y otros más. Lo mejor es que la saben cocinar, nada pasado de quemado ni tampoco crudo, todo a su punto.
Los policías de enfrente nos da un pequeño asentimiento con la cabeza y entramos por la puerta de cristal polarizada y nos recibe la secretaria, Mai. Ya hemos venido varias veces aquí, quedando siempre encantados con la comida, seguimos caminando y los tacones de mamá resuenan en el suelo de forma agresiva. A nuestros lados las paredes tienen varios cuadros de pintores famosos, en cada división de las pinturas hay una planta pequeña colocada encima de una mesa de cristal también.
—Saludos, que placer volver a tenerlos aquí familia Davis Grace —la secretaria nos recibe con enorme sonrisa desde la esquina de su pequeña oficina.
¿Quién no? Yo si trabajara aquí y viera una familia adinerada sonriera siempre.
—Tenemos una reservación —dice mi madre, ella busca su nombre que ya ni hace falta preguntar en la computadora y da un leve asentimiento.
—Claro con la familia Sellers García ——hace una pausa y se levanta de su asiento—. Ya ellos están aquí, llegaron hace algunos minutos —se dirige al ascensor presionando el botón 2. Una vez el ascensor abre sus puertas nos invita a pasar dentro.
Caminamos al ascensor y la secretaria se quita del medio de las puertas haciendo que estas se cierren. Una música clásica sale de los pequeños altavoces de las esquinas y luego las puertas se abren.
El restaurante tiene varias mesas apartadas para que las personas no estén pegadas y con mucha incomodidad, encima de ellas están adornados con los cubiertos enrollados en servilletas blancas, no hay paredes solo cristales blindados dejando apreciar la hermosa vista de la ciudad de Nueva York de tarde.
En la mitad del restaurante hay una barra con taburetes altos donde puedes sentarte a pedirte tus vasos de alcohol o de lo que quieras. Seguimos caminando hasta que podemos ver a los padres de Joshua y él sentados en una mesa mas grande, una vez llegamos nos sentamos y no puedo evitar ver la ciudad por los cristales. Me fijo en Joshua quien tiene unos vaqueros y una camisa negra, me siento a su lado.
—¿Si lo trajiste? —le pregunto en un susurro. Han empezado a charlar tal y como lo hacen siempre. Conor y Jason están sentados al fondo de mesa.
—Si, ¿cual es el plan? —pregunta al cabo de unos segundos.
—Luego te lo digo, solo diré que dentro de un rato, en eso de las seis, les diré que me tengo que ir y tu te iras conmigo —le digo una parte del plan, no vaya a ser que luego me diga, ¿Por que yo? Vete en un taxi.
La mesa se llena de carcajadas y de anécdotas de cuando eran jóvenes. Según sé, ellos se conocen desde la universidad, al igual que los Gray, pero estos se fueron apartando poco a poco hasta que varios años después se formo una rivalidad.
—Según escuche —comienza a decir la madre de Joshua, Eileen—, ellos serán los encargados del próximo edificio policial.
Ellos nunca faltan en esta conversación.
—Tranquila, nosotros tenemos un proyecto mucha mas grande, ¿verdad que si, Sheldon? —le pregunta mi madre con esos ojos brillosos de amor hacia mi padre.
Es bueno que ambos sigan manteniendo ese mismo amor de la universidad, aunque dicen que las personas que tienen el mismo carácter y los mismos pensamientos, son los que "están destinados a un amor duradero".
—Claro, luego sabrán cual será —le responde al momento que llega el mesero para pedir nuestras ordenes.
Todo se ve tan rico y delicioso así que esta vez opto por unos burritos de carne asada, siempre suelo pedir pasta pero esta vez le daré una oportunidad a los burritos. A mi lado Joshua pide una ensalada con trozos de pollo encima, a el le gusta lo saludable, tal vez un día que ingiera una hamburguesa o algo con grasa, mantiene muy bien su porte de chico fuerte y ejercitado.
Luego de unos minutos, vienen cuatro meseros con un pequeño carrito de traer la comida, nos la ponen en nuestras propias caras y me muerdo el labio viendo los dos burritos enormes que me trajeron.
Adoro este restaurante, cocinan bueno y todo es grande.
—¿Te comerás todo eso? —mis hermanos se le salen los ojos y a Joshua por igual al ver mi burrito lleno de carne asada, lechuga, guacamole, pico de gallo y el queso que se desborda.
—Si —sin mas le doy una mordida al burrito, mi estómago se pone alegre al ver lo que ingiero. No comía desde las once, que a esa hora me levanté y me desayuné, que ahora este comiendo no hace más que elevar mi estado de animo.
Saboreo mis burritos y me los como con paciencia para disfrutarlos, burritos así, no se ven todos los días. Cuando termino, espero un rato a que mi estómago baje la comida para pedir mis galletas de avenas con chocolate.
—Siempre pides esas galletas Amber —me dice mi madre.
—Si las probaras tendrías tu respuesta.
Luego de terminar con mi postre y ver que Joshua terminara su helado, que es la primera vez de pocas veces que lo veo comiendo postre, procedo a comenzar el plan. Antes que nada miro el reloj y veo que son las 6:10, perfecto.
—Mamá —la llamo, deja la conversación con Eileen haciendo que sus ojos marrones se concentren en mis azules.
—¿Si? —pregunta alzando una ceja.
—Tengo dolor de barriga —me pongo una mano en mi estómago y poniendo cara sufrimiento. Ella frunce el ceño y papá parece darse cuenta de mi espectáculo.
—Pero es temprano y...
—Si, puede llevarme Joshua, si él quiere —me apresuro a decir, este me mira dándole un leve asentimiento a mis padres.
—Si aparte creo que seria mejor que entre adultos se queden —eso Joshua, sígueme la corriente. Observo al otro lado de la mesa a los antisociales de mis hermanos que no han despegado la mirada del celular.
—Si —sigo con el espectáculo. Tiene que verse muy creíble. Mis padres se miran el uno y el otro para luego dar un asentimiento.
—Esta bien, cualquier cosa nos llama —sin despegar mi mano de mi barriga me levanto y Joshua hace lo mismo. Me despido de todos y por primera vez mis hermanos alzan la vista.
Los miro y me voy con Joshua al lado y tomamos el ascensor. Ya dentro sin que nadie nos escuche procedo a dejar de fingir.
—Deberías de ser actriz.
—Gracias por ese halago pero esto no es lo mío -presiono el 1 y vuelvo a respirar.
—¿Qué pasará después de aquí?
—Esperaré algunas dos horas para decirle a mamá que me siento bien y me quedaré en casa de Tiffany —ella sabe que muchas veces he ido a su casa a hacer pijamadas y pasar algunos fines de semanas juntas, eso no es problema para mi.
—¿Y te creerán sabiendo que te duele la barriga? —por favor, son mis padres. No me toman en cuenta, lo de hoy es porque estábamos enfrente de Eileen y Caden.
—Ya verás que si —le digo al momento que las puertas se abren. La recepcionista levanta su mirada hacia nosotras y frunce el ceno, lo mas seguro esperando a nuestros padres—. Nos vamos adelante, gracias.
Ella asiente con una sonrisa en sus labios y nosotros cruzamos las puertas automáticas. Aparece un hombre dándole miradas a Joshua y este le da un asentimiento.
Al poco rato aparece el auto de Joshua conducido por aquel hombre quien sale de la puerta del conductor y dirigiéndose hacia Joshua con las manos en mano. Se las entrega y caminamos al auto. Una vez dentro pone el auto en marcha y vamos en silencio disfrutando de una música de Dua Lipa.
Physical.
Canto la canción con todo el ánimo del mundo sintiéndome en mi propio concierto así no sepa cantar, el chico de cabello castaño a mi lado solo se limita a mirarme de reojo y concentrar su mirada en el trafico. A veces me hace falta una persona que cante conmigo, bueno Tiffany si lo hace, pero me refiero a una persona así que estemos en el mismo carro cantando la canción a pulmón. Llegamos a casa estacionando su auto en el frente y desmontándonos.
Abro la casa y está completamente a oscura. Busco el interruptor de la sala y la enciendo, rápido me quito las botas y me las cuelgo en la mano izquierda, detrás de mi esta Joshua observando el lugar.
—¿Trajiste ropa para bañarte? —le pregunto llegando a las escaleras.
—No me voy a bañar —arg, aburrido.
—Te traeré uno, creo que eres como mi hermano —abre la boca para hablar pero se lo impido subiendo las escaleras y entrando a la habitación de Conor. Enciendo la luz y rápido busco en las gavetas donde tiene sus bañadores.
Maldigo por no saber donde mis hermanos tienen sus cosas, abro la puerta del closet adentrándome como si fuese otra habitación de tan grande que es. Abro una gaveta y taran, aquí están. Escojo uno cerrando la gaveta, cerrando la puerta del closet, apagando la luz y cerrando la puerta. Todo esta normal.
—Toma —le tiro desde arriba el bañador—. Ahí hay un baño —le señalo echándome un poco adelante para que vea la puerta a la derecha. Él siente y lo veo dirigirse a él.
Yo por mi lado entro a la habitación quitándome todo, el vestido lo tiro en la cama, abro la puerta del closet encendiendo la luz. Las botas las tiro a algún lado y busco un traje de baño que me quede bien.
Tengo que despedir bien el verano.
Aunque habrán muchos chicos un tantos pervertidos, termino por escoger un bikini rojo con lunares blanco, la parte superior cubre mis dos pechos dejando el medio de estos a la vista, la parte interior es de cintura alta así que tengo que buscar unos pantalones cortos de cintura.
Lo encuentro y hago la mochila para quedarme en casa de Tiff, me ha llamado diciendo si la voy a pasar a buscar y le he dicho que si, que nos espere a Joshua y a mi. Una vez empacando todo, me echo una mirada en el espejo.
Llamo a mi madre para decirle que me quedaré en casa de Tiffany a lo que efectivamente me deja.
Mis curvas y mis piernas esbeltas resaltan en el espejo, mi cabello lo tengo hacia atrás cubriéndome la espalda y agradezco que el bikini no tenga que ser amarrado, cualquiera puede venir con una mala broma y hacerte el hazmerreir de todos. Me pongo unas sandalias un poco de perfume en el cuello y salgo.
Bajo las escaleras encontrándome con Joshua quien tiene el bañador azul marino tales como sus ojos, le doy una sonrisa mientras el me recorre con su mirada. Se ve exquisito con esos brazos tonificados, ese cuerpo musculoso y esas piernas de deportista, no se como no tiene novia.
¿Tal vez esperándote a ti?, me dice mi conciencia. Ya le he dicho que no quiero nada de compromisos ahora, no me llama la atención eso de tener novios, tuve uno el cual solo duramos seis meses de relación y lo terminé por haberlo encontrando un día de visita en su casa, lo vi besándose con otra chica en su cama.
Algo casual.
Desde ahí, no me interesa estar con un chico.
—Te ves... bonita —sus ojos se están poniendo un poco mas oscuros de lo que los tiene y solo le doy una sonrisa.
—Tu igual —nos quedamos un rato en silencio hasta que decido hablar—. ¿Nos vamos?
El asiente y cruzamos el lumbral de la puerta poniéndole rápidamente el seguro, entro en su auto y lo pone en marcha.
Esta noche espero que sea la mejor de todas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top