Capítulo 25
-Vamos chicas, estiren esas piernas -nos grita la maestra.
Estamos practicando algunas posiciones. Una de ellas es abrir las piernas en forma de split mientras nuestro cuerpo esta hacia abajo, rodeo el tubo con mi brazo izquierdo para tener mayor resistencia.
Siento que llevamos dos horas en esto.
-¿Cuánto tiempo tenemos en esto? -pregunto con las piernas temblando.
La maestra mira su reloj-. 30 segundos.
¿30 segundos?
Pero siento que me voy a morir aquí.
-¿Y cuanto es? -pregunta una chica con la voz temblando.
-Un minuto -dice la maestra con firmeza, ella está haciendo lo mismo y lo hace sin temblar ni nada.
Seguimos aguantando hasta que al fin pasa el minuto más largo del mundo. Junto las piernas y me agarro del suelo cayendo como un saco. La castaña a mi lado suena tan duro que me sorprendo.
-¿Tiffany estas bien? -las piernas me siguen temblando.
-Si, pero bien muerta -se cubre los ojos con su brazo.
Después de un pequeño descanso, estiramos los brazos y las piernas y damos por terminada la clase. Me tiemblan las piernas y me agarro de la pared para tener estabilidad, Tiffany ya esta bien, esta caminando como si nada hubiese pasado.
-¿Aún te tiemblan las piernas? -me pregunta arrugando la nariz.
-Que va, camino así para practicar cuando me den duro contra el muro -giro los ojos.
-Y macizo contra el piso -salimos riéndonos. No hay ni un solo carro enfrente así que salimos sin cubrirnos ni nada por el estilo.
-Oye, ¿qué tal vas con Dylan? Un día de estos tus padres te van a prohibir ir tanto a mi casa.
Con Dylan todo va bien, o al menos creo que si. Hablamos por mensajes digamos que de cualquier cosa, en la escuela aveces lo encuentro observándome. Joshua lo ha notado, no soy tonta.
Después del entrenamiento aveces me encuentro con Dylan en los pasillos, hace como si me preguntara algo de teatro, que es la única clase que tenemos en común, pero es mentira. Suele preguntarme sobre que quiere volver a verme y estar conmigo, solo lo ha hecho dos veces, el lunes y ayer, miércoles.
Joshua nos ha encontrado hablando y me rodea los hombros con su brazo atrayendome hacia él, Dylan lo fulmina con la mirada y su estatura más enorme que Joshua, intimida a cualquiera.
-Va todo bien, Joshua creo que comienza a sospechar algo -le digo a Tiffany sintiendo una mirada fija en mi nuca.
Volteo hacia atrás y nada. No hay nadie.
Producto de mi imaginación a de ser.
-Joshua me cae bien, pero sinceramente creo que este papel de la falsa relación que tienen, lo está tomando demasiado enserio.
-A él no le cae bien Dylan -pensando y hablando con Tiffany, estoy llegando a la calle de mi casa.
-¿Y porque a él le caiga mal significa que a ti también? -me dice dejandome en la esquina-. Porque bien que te lo comes y nadie sabe nada.
-Tiffany... -le doy un golpe en el hombro ocultando mis mejillas sonrojada. Se despide con dos besos en la mejilla.
-Mi deber es decir la verdad en todo -me guiña un ojo y se va por la otra calle.
Llego a mi casa abriendo la puerta y cerrandola detrás de mi. Saludo a algunos de las personas del servicio y subo las escaleras. Mis padres deben estar trabajando, Conor también trabajando y Jason en la universidad probablemente.
Subo las escaleras llegando a mi habitación y encerrandome en ella. Veo la hora, son las siete de la noche. Me ducho y cuando termino me pongo el pijamada. Al entrar nuevamente a la habitación, veo que la pantalla de mi celular se enciende anunciado un mensaje.
Es de Joshua.
Joshua: ¿Puedo ir a tu casa?
Algo en mi me dice que es raro que él me esté diciendo que quiera venir, pero vamos, es mi amigo, es normal.
Yo: Claro, te espero.
Bajo las escaleras y los que quedaban de la limpieza me han dicho que se iban, les agradeci el trabajo que hicieron hoy ya que, aquí nadie agradece el esfuerzo que hacen en mantener el hogar limpio y organizado. Ellos me dicen que no es nada, que es su trabajo pero aun así se las doy. La casa ya está sola y estoy sentada en el sillón de la sala esperando a que Joshua llegue.
Siento unos frenos y me asomo a ver de quien es.
Es el auto de Joshua.
Se desmonta cerrando la puerta y le abro la puerta. Me da un beso en la mejilla y chequeo que no haya nadie alrededor.
Seria el colmo.
Cierro la puerta y se sienta en el sillón que estaba sentada. Esta como tenso, tiene sus codos en las piernas y sus manos están entrelazadas.
-¿Qué tienes? -pregunto colocando una mano en su hombro.
-Nada.
Me siento en el mismo sillón, en el otro extremo con la vista enfrente de él. Doblo las piernas y las pongo en mi pecho poniendo mi cabeza encima de las rodillas.
Dura unos cuantos minutos mirando a la nada y hasta que por fin suelta algo desde que llega.
-¿Practicas algún deporte? -me suelta de la nada.
Frunzo el ceño ante la pregunta.
-No -miento. No podía saberlo.
Vuelve y se queda callado unos segundo más.
-¿Por qué lo preguntas? -no me resisto, no puedo quedarme con la duda de esa pregunta.
Me observa de nuevo mirándome fijamente y muevo mis dedos nerviosa.
No lo sabe Amber, de saberlo, ¿crees que le diría a alguien?
No lo haría, Joshua es mi amigo, no seria capaz de hacer eso.
-Te vi saliendo de esa escuela de Pole Dance el día de hoy.
Me quedo fría, mis manos me sudan y en ese momento siento el auto de mis padres llegar.
****************
-Joshua -mis padres saludan a Joshua en cuanto llegan, aun sigo procesando lo que Joshua me ha dicho.
¿Y si se lo dice a mis padres?
-¿Cómo están Sr y Sra Davis? -le pregunta Joshua levantándose del sillón.
-Siempre tan cortés -mi madre sonríe y me mira echándome ojitos.
-Eso es bueno -mi padre le da unas cuantas palmadas en la espalda a Joshua.
-¿Y cenaron? -pregunta mi madre.
Negamos con la cabeza y trato de actuar normal como si no acabaran de decirme eso. Con mi ayuda, llevo la comida a la mesa y Andrea, la cocinera lleva el resto. Mis padres y Joshua están sentados en el comedor esperando a la comida.
-Amber siéntate, Andrea podría hacerlo -me dice mi madre cruzando las piernas debajo de la mesa.
-Tengo dos piernas mamá, puedo ayudarla y será más rápido -le contesto de mala gana. No entiendo la necesidad de que solamente porque le pagan tienen que hacer todo y ellos no pueden aunque pasandole la escoba o algo por estilo.
Joshua es otro que es así.
Andrea me agradece y me siento al lado de Joshua, quedan dos sillas libres y en ese momento, llegan Conor y Jason. Conor se quita el saco y Jason se queda tal cual llego a excepción de que se queda en calcetines.
-Jason te he dicho que... -comienza a reclamarle mamá.
-Mamá llevo el día entero con zapatos, no los tolero -le dice Jason ignorandola y sentándose en una de las sillas libres.
Conor se sienta también.
Comemos en silencio hasta que Conor lo rompe haciéndole preguntas a Joshua.
-¿Qué quieres estudiar?
Joshua termina de tragar su comida y contesta.
-Lo mismo que mis padres, arquitectura.
-¿Planeas estudiar arquitectura? -pregunta mi madre-. Podría recomendarte algunas universidades muy buenas en eso.
-Muchas gracias Sra Davis, pero ya mis padres me han buscado una universidad.
-Amber ni siquiera sabe que estudiar -me dice mi madre.
Giro los ojos sin que se de cuenta pero Jason se da cuenta y se rie por lo bajo.
Conor estudió Administración de empresa, Jason está estudiando Mecardeo y yo no lo sé. Siempre me ha gustado el Diseño Gráfico, increíble lo sé, no aparento gustarme esa carrera pero si me gustaría trabajar en eso.
-Lo sé, pero no lo tengo claro -le digo terminando mi plato.
-A tu edad yo ya sabia que estudiar -me dice mi madre.
-A tu edad, bien lo dijiste -me levanto de la mesa con mi plato.
Andrea llega a tomar los platos y la ayudo también. La mesa termina vacía, mis padres se van al despacho, Jason y Conor se van a sus habitaciones mientras que Joshua y yo nos quedamos en el comedor, de nuevo solos.
Me aclaro la garganta.
-Me viste saliendo de la escuela de Pole Dance? -pregunto.
Él asiente sin mirarme.
-Si, queda casi cerca de la avenida -oh mierda-. ¿Tus padres lo saben?
Niego con la cabeza.
-No. Me matarían lo sabes.
Joshua resopla.
-¿Por qué eso Amber? -pregunta mirandome y en voz alta.
-Shhh -pongo mis dedos en sus labios-. No lo digas alto.
-Perdona -me dice en voz baja-. ¿Por qué Amber?
-Porque me gusta Joshua, a ti te gusta el fútbol y no te juzgo.
-Si pero el fútbol es un deporte... -mueve sus manos como si se le hiciera difícil decir aquella palabra.
-Es un deporte...
-Es un deporte normal.
-¿Estás diciendo que el Pole Dance no es un deporte normal?
-Si, estoy diciendo eso -frunzo el ceño-. Es que ese deporte lo suelen practicar en bares y eso. No es tu mundo Amber.
-Nunca dije que trabajaría en un bar Joshua, solo es un deporte que me gusta y punto. ¿Por qué nadie lo entiende?
-Porque ese deporte no va contigo, Amber mira -toma una pausa-. Eres linda y hermosa, si alguien lo descubre, rápido van a estar las noticias diciendo lo que hace la hija de unos arquitectos reconocidos.
Lo peor es que dice la verdad.
-Pero, ¿por qué todos tienen ese concepto del Pole Dance? -le digo con una expresión seria-. Es un deporte común y corriente Joshua, como el ballet, como el fútbol, como el baloncesto...
Joshua niega sin verme.
-No es un deporte común y corriente Amber -me dice exasperado-. Es algo donde trabajan las mujeres fáciles, las mujeres que buscan ganar dinero fácilmente.
-Dos cosas -le digo con furia estrellando mi mano contra la mesa-. Lo primero, no tienes derecho a decirle de esa forma a esas mujeres, créeme, ninguna quisiera estar ahí y lo hacen por necesidad, ¿sabes por qué? -hago una pausa acercándome a su cara-. Porque personas como tus padres y mis padres no le darian oportunidad de trabajo.
Se queda callado.
-¿Crees que a ellas le darian oportunidad de trabajar aunque sea limpiando? Claro que no Joshua, no son mujeres fáciles, son mujeres tratando de buscar dinero, entiende ese concepto.
-Hay muchas maneras de trabajar Amber, no lo justifiques.
-Lo dices porque sabes que para ti es fácil conseguir un trabajo ya que eres hijo de los Sellers, al igual que a mi. Pero ellas no tienen personas que la recomienden -¿habrá un día en que la sociedad entienda eso?-. Lo segundo es que si es un deporte y me gusta, mis padres no le gusta y al parecer a ti tampoco, pero me importa un bledo.
-El día que tus padres lo sepan, van a matarte y echaran de aquí y yo tampoco pienso apoyarte.
Finjo que no me duele que mi amigo de varios años no entienda lo mucho que me gusta el Pole Dance, se supone que los amigos están para apoyar, siempre y cuando no sea algo malo, pero esto no es malo. Y respeto que no le guste, es su decisión pero tampoco había necesidad de decirme todo aquello.
Se levanta de la mesa enojado y va camino a la puerta. Antes de llegar a la puerta lo tomo del brazo, sus ojos verdes se encuentran con los míos.
-Prométeme que no le dirás a nadie -le digo con la voz casi temblando-. Se que no te gusta que lo haga pero por favor, conviértelo en nuestro secreto.
Él duda un poco y me mira sin decir nada, se muerde los labios y espero una respuesta.
-Está bien -dice eso y sin despedirse de mi cruza la puerta y se sube en su auto. Lo enciende y se va.
Cierro la puerta con seguro y pongo mi cabeza en ella. No puede estar pasando, si Joshua reaccionó así, ¿cómo reaccionarian mis padres? Aunque él no se lo diría, pero tal vez lo sabrian por otra forma, tal vez de la misma forma que Joshua.
-¿Estas bien? -una voz me hace gritar por lo bajo. No me esperaba a Jason bajando las escaleras con su pijama negro.
-Si, estoy bien -nada esta bien.
Subo la escalera y él me mira frunciendo el ceño.
-Amber -me llama, al parecer ha visto mi semblante un poco pálido-. ¿Joshua te hizo algo?
Se que mis hermanos no son perfecto pero entre Conor y Jason, Jason siempre ha sido el más acercado, digamos, a mi. Siempre me pregunta y cuando en la mesa mis padres comienzan a decirme ciertas cosas, no interviene, pero al menos se preocupa y no pasa de largo como Conor o mis padres.
Niego con la cabeza.
-No, solo estoy un poco cansada -él asiente y termina de bajar las escaleras yendo a la cocina.
Termino de subir las escaleras, entro a la habitación y la cierro. Tomo mi celular y veo que tengo muchos mensajes. Los que me impresionan son los de Dylan.
Dylan: Sabes, estaba pensando en que podríamos pasar otro día juntos, así como el sábado pasado.
Yo: Claro, ya veremos cuando.
Ver el mensaje de Dylan me ha dejado de pensar en lo sucedido con Joshua.
La verdad es que, estoy aceptando poco a poco la realidad. Ese chico que tanto decía que era un egocéntrico, que no le importaba nada, que nunca tuvo una relacion seria, ahora mismo estoy enamorándome de ese chico del cual pensaba que nunca lo haría.
Cada vez que miro esos ojos mieles me hipnotizan y siento como si hubiese caído en un hechizo. Su hechizo.
Nunca me he puesto a pensar que pasaría si nuestros padres lo descubrieran. Todo lo que hago siento que si lo descubren me matarían, tengo que vivir de esta forma.
Así como...
Una vida clandestina.
Una vida donde todo lo que hago es oculto antes los ojos de aquellas personas que no me apoyarían.
Y no sé hasta cuando esto se mantendrá de esta forma.
________***________
Bueno, bueno...
Alguien ha descubierto uno de los secretos de Amber.
¿Qué creen que sucederá ahora?
Si han llegado hasta aquí, espero que se estén disfrutando de la historia.
Sin más que decir, gracias y nos vemos en el próximo capítulo.
Besos♡
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