10-Junio-13AD

El tiempo se le iba muy rápido, y su vida privada cada vez se quedaba más en el olvido, si pudo aprovechar tener uno que otro amorío en sus misiones ninguno llegó a más, ese día tenía algo de tiempo libre, le asignarian una compañera, parte de su "Maravilloso asenso"

No tenía nada que hacer y gracias a su terquedad terminó nuevamente en un hotel, preparo sus chaqueta y su cartera, sin planes nuevos decidió ir a emborracharse a algún bar que esa nueva ciudad le ofrecía, justo al salir de la habitación recibió una llamada de la que fuera su todo en uno en su vida (Asistente personal, secretaria, intermediaria, amiga, compañera de misiones entre otras)

-¿Que ocurre honey? 
-¿Tienes planes para hoy, además de ir a un bar y beber hasta morir? 
-¿Cómo sabes que.. 
-Ay por favor, te conozco desde que eras novato,esa pregunta es casi un insulto- Termino con tono teatral. 
-Tu ganas, estoy libre, ¿tienes alguna idea? 
-Ya que lo mencionas, si, por que no sales y lo averiguas en el camino. 

Sin colgar la llamada miro por una de las ventanas del pasillo notando a la hermosa chica que siempre estaba tras su comunicador esperándolo en un auto plateado, terminó la llamada y bajó con una sonrisa ante la ocurrencia y previsión de su amiga. 

Al estar frente a ella le dio un amistoso abrazo, no siempre tenían oportunidad de verse fuera de la diminuta pantalla. 

-¿Sabes bailar no? - musito con tono divertido
-Claro, aunque no he podido practicar en algunos años. 
-No creo que haga falta. 

Las luces de afuera resplandecían en neón, un cartel discreto mostraba la entrada, algo irónico en su opinión, adentro la música resonaba, las luces de colores parpadeaba intercaladamente pudo reconocer a unos cuantos de una organización con la que ya habían trabajado, las personas bailaban y se movían al ritmo disfrutando la canción. 

La chica de gafas tomó su mano y lo llevó mas adentro del lugar haciendo que ambos se mezclaran en aquel grupo de gente, ella se contoneaba siguiendo la melodia él la imitó, dejó atrás los pensamientos que le torturaban y se dejó llevar.
Así estuvieron por varias canciones y mientras bailaba un pensamiento nostálgico llegó a él "Si tan solo nada de eso ubiera ocurrido mi vida pudo ser asi" sacudió su cabeza intentando deshacerse de aquello miró a la chica frente a él, realmente se estaba divirtiendo y de no ser por ella tal vez se habría dado un tiro hace mucho. 

-¡Honey!-also la voz para que ella pudiera oírlo. 
-¿Que pasa? - Respondió con un tono igual pues la fuerte música opacaba sus voces. 
-¡Gracias por todo!-Y enseguida se acero a ella y deposito un casto beso sobre su frente, el no solía tener demostraciones de afecto con las personas por lo que sabía el valor de aquel acto. 

Continuaron bailando un rato más hasta que el cansancio les hizo sentarse en una de las mesas del rededor. 

-Sabía que no te hacía falta practicar-sonrió calidamente, se notaba muy animada. 
-Debiste verme hace unos años, cuando era cadete fui muy popular en los bailes. 
-¿Eras tan buen bailarín? 
-No, era terrible, pero algunos chicos me enseñaron y bueno no he pisado a nadie. 

Ambos pidieron un par de cervezas mientras recuperaban energías para regresar a la pista, sin embargo gracias al cálido ambiente y la gran charla se convirtieron en dos y luego tres más hasta perder la cuenta. 

11-Junio-13AD

La madrugada se acercaba y ellos continuaban ahí sentados bebiendo, un mensaje le hizo revisar su teléfono, no había sido nada importante pero le hizo darse cuenta de la hora, se levantó extendiendo una mano a la chica quien se apoyo para ponerse de pie, ella lo miró y se acercó a su oído para no gritar tanto

-¿Una última canción antes de irnos?- él asintió con una suave sonrisa pues aquello no era un gusto que pudiera darse tan seguido, regresaron a la pista, por la hora la música estruendosa había bajado, habían puesto música tranquila para preparar el cierre del lugar. 

Ya no había nadie bailando más que ellos, se abrazaron y como si un par de adolescentes se tratara bailaron lentamente haciendo suaves movimientos, por un momento ambos recuperaron un poco de su pronta juventud perdida, así estuvieron meciendose hasta que la música terminó, pidieron un taxy hasta el hotel donde él se encontraba hospedado, subieron hasta su habitación y dejaron caer sus cuerpos descuidadamente sobre el colchón. 

-Gracias por acompañarme. 
-No fue nada, además me divertí. 
-Sabes, desde que entre a este trabajo supe que mi vida sería absorbida por ese monitor, asi que me alegra que fueras tu a quien me asignarán. 
-Yo...  Es irónico pero creí que mi vida terminaría cuando me convertí en un sobreviviente y cuando ellos me contactaron espere lo peor... Pero trabajar contigo ha sido mejor de lo que ubiera creído cuando llegue - Giro su rostro para verla de lado y estiró su brazo para sujetar su hombro - Me alegra que seas mi amiga, Hunnigan.