Probabilidad

Desde niño tenía muy en claro que era lo que deseaba y estaba al 10 millones por ciento seguro que lo lograría y eso era ir al espacio.

Durante años construyó modelos a escala de cohetes, siendo una labor de prueba y error que logró desarrollar y completar con éxito siendo un estudiante de preparatoria.

Para Senku, todo lo que pasaba día tras día tenía una explicación lógica que podía ser contestada por su fiel amiga, la ciencia. Desde que tenía memoria había comenzado a interesarse en ella, siendo sus primeros pasos el devorarse libros que, para simples niños que iban a la primaria eran muy complicados de leer, pero que para él, eran mucho más interesantes que estar perdiendo su tiempo en las cosas comunes que hacían los niños de su edad, era aburrido y poco productivo.

Por esa misma razón pasó un par de años de su etapa estudiantil llamando la atención de diferentes maneras como también siendo ignorado, pero eso no le importaba realmente mientras pudiera desarrollar sus habilidades y conocimientos científicos.

Un día, mientras construía alguno de sus inventos en un parque, unos chicos de la secundaria se acercaron a molestarle y destruir el progreso que estaba teniendo en su invento, de un momento a otro, un niño que nunca había visto apareció para defenderlo terminando en negativos resultados que de alguna manera se esperaba. El nombre de aquel niño era Taiju Oki, tenía su misma edad y desde entonces se convirtió en su amigo y ayudante de sus experimentos.

Unos meses después- más específicamente durante las vacaciones de verano durante su penúltimo año en la primaria-de comenzar a acostumbrarse a la presencia del ruidoso y enérgico Taiju en su vida, un evento extraño pero agradable para él sucedió mientras intentaba encontrar el error de sus cálculos para que su cohete llegara al espacio.

Una niña que distinguía ya que iba a su misma escuela pero a diferente grado, se le acercó mientras estaba disfrutando de la sombra de un árbol con los ojos cerrados, calculando todas las posibles rutas y opciones que podía tomar para mejorar su invento. Al sentirse observado, abre los ojos encontrando unos expresivos ojos color (...) que le miraban con atención.

- ¿Qué quieres niña?- le pregunta tosco por verse interrumpido en su trabajo.

- Tengo un nombre- le responde ella estando un poco a la defensiva- Yo si conozco el tuyo, Sen-ku- le dice separando su nombre, mostrándose arrogante por un momento, pero todo eso desapareció cuando le mostró ligeramente la lengua en una mueca infantil.

- ¿Ja?- frunce el ceño- No recuerdo al 10 millones por ciento haber hablado contigo- habla cruzándose de brazos- ¿Cómo sabes quién soy?

- Realmente debes ser un tonto para relacionarte con las personas- dice la niña para suspirar con pesadez, cambia su ligera decepción a una sonrisa- ¿Quién no va a conocer al chico que siempre está hablando de ciencia y leyendo libros enormes en todo momento?

Aquella descripción no era suficiente información para él, era muy vaga para considerarse real y definitiva. Al notar la expresión incorforme del ojicarmesí se vió en la obligación de ser más clara.

- Sé tú nombre por la feria de ciencias que hubo en la primaria- responde haciendo un pequeño puchero- Fuiste el único que llevó un prototipo de cohete que terminó explotando sin alcanzar su objetivo, pero aún así arrasaste con el primer lugar.

Senku no pudo evitar reír ligeramente por ello, era la primera vez que demostraba a sus compañeros, familiares y personal de la escuela su trabajo, había hecho varias pruebas antes, donde esa última que presentó, era la que había conseguido que llegara lo más alto posible antes de explotar y evitar generar algún daño colateral.

- Realmente me sorprendió- continua hablando la niña desconocida- Puedo preguntar... ¿Por qué un cohete?

- Creo que deberías presentarte primero- responde con seriedad- No suelo divulgar mis planes a personas desconocidas.

- ¡Ah cierto!- exclama un poco avergonzada- ¡Mi nombre es (...) (...)!, ¡Voy a la misma primaria que tu, al mismo grado pero en una clase diferente!

- Ya sabes mi nombre así que no hace falta repetirlo- la peli(...) asiente sonriendo- La respuesta a tu pregunta es simple, voy a ir al espacio.

- ¿Al espacio?- pregunta sorprendida- ¡Eso suena genial!- la emoción que denotaba la chica le parecía extraña, no siempre veía a alguien de su edad interesado en lo que estaba haciendo, incluso los adultos veían imposible que lo lograra siendo tan joven, a excepción de su viejo- ¿Cómo planeas hacerlo?

- ¿Realmente quieres que te diga mis planes?- le pregunta alzando una ceja- Dudo que puedas entender algo de lo que diga.

- Pruebame- le desafía la chica sin titubeos, eso llamó la atención del rubio.

- ¿Qué no deberías estar jugando con otras niñas de tu edad?- le pregunta intentando hallar el motivo de la oji(...) para acercarse a él.

- Bueno...- nota un ligero color rojizo en sus pómulos, ella desvía la mirada y se lleva su mano derecha al cuello- No tengo una buena relación con las niñas de mi curso- le confiesa, le parecía extraño que le confesara eso a un extraño- No me gusta mucho el jugar con muñecas y esas cosas- mira de reojo al rubio quien le escuchaba a pesar de no conocerla- Me gusta mas el leer libros, historietas, manga, jugar fútbol, ver anime... Me ven como un bicho raro ya que mis gustos a veces son más... Del tipo de los niños.

- ¿Eso que importa?- voltea a verlo por su respuesta o más bien por su pregunta- No hace falta que te moldees como quiere la sociedad que sean las niñas de primaria- no se esperaba esa respuesta- Preguntaste cuáles son mis planes- ella asiente- Si logras entender algo de lo que te diré dejaré que me ayudes en mi invento de este día- aquello logró emocionar a la niña- Estoy esperando a que aparezca mi ayudante principal.

- Oye Senku- el ojicarmesí el hace un ademán para que continúe- ¡Me agradas!

- ¿Ja?- le mira como si fuese algún bicho raro- ¿Apenas hablamos y ya dices tener un interés por mí?

- ¿Qué?- pregunta un tanto confundida unos segundos después entiende lo que trataba de decir- ¡No me estaba confesando tonto!- exclama sonrojada pero al mismo tiempo tenía una expresión divertida en el rostro- Solo dije que me agradas y esperaba poder ser tu amiga- le regala una sonrisa- ¡Ah!, ¡Y poder ayudar en tus inventos!

No puede evitar sonreír de lado, esa niña era un tanto extraña pero actuaba con una firmeza inexistente para un simple estudiante promedio de primaria.

- Solo si logras...- se ve interrumpido.

- Si logro entenderte algo de lo que digas- dice para sentarse frente a él, lista para escucharle- ¡Verás que voy a lograrlo!

Miró por unos segundos a la peli(...) antes de comenzar a hablar. No se detuvo en ningún momento para explicar con palabras más simples lo que quería decir, quería ponerla a prueba, si iba a unirse en su escuadrón científico debía ayudarle de alguna manera. Pará su sorpresa, ella logró entender más de lo que se esperaba.

- ¡He ganado!- exclama satisfecha y emocionada- ¡Te lo dije!- ríe al ver la expresión del contrario.

Ahora resultaba que esa chica extraña era mucho más llamativa de lo que se esperaba de las niñas de su edad, ríe emocionado por ello.

- ¡Oe Senku!- a lo lejos escuchó la voz familiar del castaño- ¡Lamento la tardanza!

Le busca con la mirada, este veía corriendo en su dirección.

- Parece que ya estamos completos- dice para levantarse de su lugar- Iremos a mi casa a trabajar- dice hacia (...)- Puedes venir con nosotros si te interesa- le extiende la mano.

- ¡Me encantaría!- no había abandonado esa energía como la emoción que la envolvía, acepta su mano para levantarse- Un gusto poder ser tu amiga Senku.

A pesar de que ya la había visto sonreír, está vez pudo notar un pequeño rastro de ternura en su expresión, definitivamente en esa media hora en la que conversaron, se dió cuenta de que realmente era una caja llena de sorpresas.

- Lo mismo digo (...)

...........

Fue realmente una sorpresa para Taiju y principalmente para su padre verlo acompañado por alguien nuevo, en especial que fuera una niña, pero eso no quería decir que no le dieran la bienvenida.

- Oye (...)-chan- le llama el peliblanco sin borrar su sonrisa- ¿Senku te amenazó para venir o algo parecido?

- ¿Quién crees que soy viejo?- se queja su hijo.

La niña no puede evitar reír por eso, eso significaba que era la primer chica que aparecía en la puerta del hogar del rubio.

- No Byakuya-san- niega con una sonrisa amable- ¡Realmente fuí yo quien se acercó a Senku!

- ¡Eso es genial!- exclama eufórico Taiju por la presencia de una nueva amiga- ¡Senku!, ¡Tendremos más ayuda para hacer el cohete!

El mencionado ríe haciendo una expresión un tanto siniestra.

- Trabajaremos sin descanso alguno, hasta que lo terminemos- habla con una sonrisa retorcida, llena de malicia.

- ¡No harás trabajar a (...)-chan de esa forma!- le riñe a su hijo, dándole un ligero golpe en la cabeza.

- ¡Viejo!

- Está bien Byakuya-san- dice sin poder evitar reír por la escena- ¡Ayudaré a Senku en lo que pueda!

El mayor mira por unos segundos a la chica un pensamiento un tanto loco se cruzó en su mente que le generó una sonrisa y cierta nostalgia. Estaba seguro que su hijo estaría en buenas manos y tendría buenos amigos, como también, no tendría que preocuparse porque este terminara solo en un futuro no muy lejano-al menos eso esperaba-

- ¡Les haré algo de comer!- dice revolviendo los cabellos del rubio- ¡Llevalos a tu habitación Senku!

- No hace falta que lo digas viejo- dice con cierta molestia mientras intenta alejar su mano de su cabeza- Taiju, (...), vamos.

- ¡Si!

Y de esa forma los tres corren hacia la habitación del genio de puntas verdosas.

..........

Con el pasar del tiempo, la relación de esos tres amigos de la infancia se mantuvo, llegando al punto de asistir a la misma secundaria y actualmente, a la misma preparatoria.

A pesar de esa ligera rutina donde el castaño y la oji(...) solían ayudar al científico después de clase incluso durante sus vacaciones cuando no eran detenidos por sus familias por alguna actividad que les obligara quedarse con ellos, cada uno de esos momentos eran divertidos de alguna forma.

Durante el tiempo en que se conocieron, la oji(...) estaba convencida de que había tomado la decisión correcta de acercarse al niño rubio al que solo le interesaban los libros gruesos que hablaban de datos científicos y que solía tener una actitud un tanto arisca como hostil con las personas que intentaban atacar aquello que tanto le apasionaba.

Solo que había un ligero detalle, con el pasar del tiempo se dió cuenta que realmente había dejado de mirar de la misma forma a su mejor amigo, no sabía con exactitud desde que momento, pero la presencia de los sentimientos románticos hacia Senku había florecido creciendo día tras día sin poder encontrar la manera de detenerlos.

Se había guardado su pequeño descubrimiento para sí misma, no quería decirle a Taiju porque sabía que era muy malo guardando secretos y en algún momento terminaría gritándolo a los cuatro vientos dejándola en evidencia y con una creciente ansiedad al igual que su vergüenza al verse descubierta. Sabía que su mejor amigo no estaba interesado en formalizar una relación con ninguna persona, estaba enfocado en sus metas como en su pasión por la ciencia, llegaba incluso a pensar en ocasiones que se terminaría casando con ella, lastimando así un poco su corazón.

Tampoco contaba con una figura femenina o una amiga cercana a la que pudiera confiarle su secreto, así que había tomado la decisión de guardarlos bajo llave, para evitar arruinar su relación con el de puntas verdosas. Realmente le encantaba pasar el tiempo junto al presidente del club de ciencias, había aprendido muchas cosas pasando el tiempo junto a él, pero nadie le advirtió que su decisión de acercarse terminaría con un sentimiento tan fuerte como el amor.

Ishigami Senku era su primer amor y lo seguía siendo incluso estando en su segundo año de preparatoria.

..........

- ¿Está todo listo para el despliegue del cohete Senku?- le pregunta mientras le observa revisando algunas cosas.

- Solo hace falta que el grandulón aparezca para poder hacerlo- responde para mirarle.

- No puedo creer que haya pasado tanto tiempo- una ligera brisa hace danzar su cabello, era extraño que lo llevara suelto, pero esa vez, tuvo el impulso de querer verse... Un poco más femenina para llamar la atención del científico, por muy estúpido que pudiera parecer- ¡Ya incluso parece que vivo en tu casa!

- Incluso el viejo ya está considerando tenerte tu propia habitación- menciona para acercarse y sentarse a su lado- Para que dejes de quedarte a dormir en mi habitación.

- ¿Acaso te incómoda mi presencia?- pregunta con cierta burla.

- No digas tonterías (...)- le da un ligero golpe en la cabeza- Ya es normal para mí que estés en mi casa, así que no me molestas.

- Es bueno saberlo- dice sintiéndose más aliviada- ¿Está vez si vamos a llegar al espacio?

Le escucha reír con esa característica risa suya.

- Estoy seguro al 10 millones por ciento- se había acostumbrado a esa distintiva frase que por algún motivo le... Encantaba escuchar.

- Eso quiere decir que esta vez lo lograremos- le sonríe admirando su mirada escarlata.

- ¡Oe!, ¡Senku!, ¡(...)-chan!- ambos voltean a mirar hacia en la dirección de aquella voz masculina- ¡Aquí traigo lo que pediste!

Ambos se levantan de su lugar, no pueden evitar mirarse entre sí al ver aparecer a su amigo de la infancia junto a una chica.

- Ella se llama Yuzuriha Ogawa- la presenta- Es del club de manualidades, le pedí que hiciera lo que me has pedido.

La chica castaña muestra cuatro figuras, que representa a cada uno de ellos.

- ¡Realmente se ven muy lindas las figuras!- dice la oji(...)

- Muchas gracias- dice la castaña con una pequeña sonrisa- ¿Son adecuadas?

- Por supuesto.

De esa manera, Senku pone las cuatro figuras en el cohete, todos se alejan un poco para poder ver el lanzamiento de este, vieron como el modelo se perdía en la lejanía del cielo.

Por la pantalla de vídeo en vivo por la que podían observar el trayecto del cohete, pudieron escuchar una explosión.

- ¡Estábamos tan cerca!- exclama frustrado Taiju.

Escuchan la risa del científico. Este les muestra la pantalla mostrando las figuras en el espacio.

- ¡Lo logramos!- exclama emocionada la peli(...)- ¡Haz llegado al espacio Senku!- se acerca en un impulso para abrazarlo, eran muy extrañas esas muestras de afecto, pudo sentir como este se tensó por aquella acción tan inesperada, pero no le molestó del todo, así que le corresponde.

Solía darle un par de caricias en el cabello o de despeinarla, era ocasional las veces que se tomaban de las manos, ni hablar de los abrazos. Se habían abrazado contadas cuatro veces, por lo que en ese momento pudo sentir un palpito extraño en su pecho, esa calidez proporcionada por ella era... Nueva o quizás no la había notado antes, ya que las manifestaciones físicas para él no le importaban mucho. Se separan luego de unos segundos, ella antes de separarse del todo le muestra una amplia sonrisa.

- ¡El primer paso para llegar al espacio está completo Senku!- exclama el castaño quien no pudo dejar pasar ese momento, pero no mencionó nada.

- Así es, ahora- sonríe- Es el momento de apuntar al escalón que el viejo ya tiene en la bolsa.

- Es cierto... Byakuya-san pronto se irá al espacio- menciona la peli(...)- Me alegra que lograra entrar en el cuerpo de astronautas.

- Sirvió haber echo ese traje que producía electricidad- dice Taiju sonriendo.

- Byakuya entró por suerte- dice el rubio- Los astronautas son la élite en el conocimiento científico así que la suerte le ha ayudado en este caso.

- ¿Tu hablando de suerte?- pregunta su mejor amiga alzando una ceja- Creí que la suerte y las coincidencias para ti no existen.

- Y así es- responde- Como sea, queda alrededor de un mes para que mi viejo se vaya a cumplir su sueño.

- ¿Qué vamos a hacer ahora?- pregunta Taiju curioso.

- ¡Por ahora despejemos nuestra mente!- responde (...)- Vamos a comer algo, ¡Ven tu también Yuzuriha!

- ¿Eh?- se sorprende- Claro, si no es molestia.

- ¡Por supuesto que no!- responde el castaño eufórico- ¿Vamos a comer ramen?

- ¡Yo pensaba en algunos postres!- hace un ligero puchero en su queja- Aunque no le diría que no a un buen ramen.

- Bien- habla el científico- Vamos a comer ramen, en el camino podemos encontrar algún lugar que venda algunos dulces.

Aquello sorprendió a los tres, estaba cediendo a los caprichos de sus amigos muy fácil.

- ¡Entonces vamos!- exclama el grandulón pasando uno de sus brazos sobre los hombros del rubio- ¡Debemos festejar nuestra victoria!

...........

Ese día había sido un clásico día común y corriente, nada extraordinario había pasado en el transcurso de la mañana. No importaba lo mucho que intentara desviar su atención, el recuerdo, de aquel rostro, de aquellos ojos carmesí, de ese distintivo como extraño cabello de tonalidad rubia clara con puntas verdosa no salían de su cabeza. Había decido dejar de frecuentar tanto la casa de su mejor amigo, con la intención de tener su propio espacio para pensar y tomar decisiones.

Por loco que pareciera ese día estaba aún más ansiosa que los anteriores, había pasado alrededor de una semana desde el lanzamiento del cohete, no se sorprendió demasiado al ver los mensajes del padre de su mejor amigo preguntando si su hijo la había herido de alguna forma. Eso sólo confirmaba que vivía metida en la casa de este. Sonríe mirando por la ventana, la hora del almuerzo transcurría con calma, sin prisas.

Escucha una notificación de su celular, solía colocarle el volumen durante la hora del almuerzo, por sí su familia le escribía o llamaba para decirle algo urgente. Esta vez sí que se sorprendió al ver un mensaje de la razón de su caos interno.

"Vamos a comer en la azotea"

Así eran sus mensajes, siempre brindando la información necesaria sin irse por las ramas. Suspira, sabía que estarían los tres esperando por ella, pero en ese momento... Todavía quería estar sola y tranquilizarse, sabía que, cuando la última campanada tocara ese día, cometería quizás... Un error del que probablemente se arrepentiría si no obtenía una respuesta que calmara el río de emociones que la estaba torturando desde hace tiempo.

"Estaré algo ocupada, así que no me esperen"

Le dolió un poco la indiferencia de su mensaje, pero debía ser firme, ser responsable de su propio sentir, aceptar las consecuencias de sus acciones y decisiones.

Y por supuesto, aprender a vivir con ello... Sin importar las lágrimas que hicieran falta para poder liberar su alma y poder seguir adelante, con la cabeza en alto, dispuesta a enfrentar una decepción amorosa.

Su primera decepción.

Mientras más lo pensaba, más patética se sentía al creer que sería rechazada de forma tan cruel. Conocía a Senku, sabía que él no estaba interesado en cargar con ese tipo de responsabilidad, justo ahora estaba más preocupado en descubrir el fenómeno que convirtió las golondrinas en piedra. Aunque, si lo pensaba mejor, mientras se enfocara más en pensar que sería rotundamente rechazada, el golpe sería mejor... ¿Cierto?

- ¿Pero qué tonterías estoy pensando?- habla en voz alta con una sonrisa algo rota, una lágrima traviesa hace su aparición.

Dolería...

Sin importar cuanto se mentalizara, el dolor de esa decepción no sería fácil de aceptar, como tampoco sería fácil de curar.

Al aceptar eso último, se limpia el rastro de aquella lágrima, se levanta de su lugar y va en busca de algo de comer, justamente ese día, no pudo acompañar sus pensamientos con un bento casero preparado por su madre.

..........

Había llegado el momento.

Ya no tenía manera de escapar-si la tenía, pero no quería hacerlo-con dos latas de bebidas energéticas, se dispone a abrir la puerta del club de ciencias. Sabía perfectamente que ahí lo encontraría, lo que no se esperaba, era que estuviera completamente solo.

¿Era una clase de señal?

¿El universo trataba de decirle que era el mejor momento para tirarlo todo por la borda?

Al menos quedaría entre ambos y los rumores no se exparcirían a la velocidad de la luz.

Toma aire antes de entrar.

Senku había escuchado la puerta así que no duda en mirar en esa dirección.

- Ah (...)- dice para volver su atención a su trabajo- ¿No tienes club el día de hoy?

- No, nos dieron el día- responde para cerrar la puerta y acercarse al mesón donde trabajaba el rubio- Ten- le ofrece una de las latas que llevaba.

- ¿Te dijo algo el viejo?- le pregunta para recibir la bebida.

- Que no has estado durmiendo bien- le responde, eso era cierto, otro de los factores por los que solía quedarse varias veces a la semana era porque lograba que el científico dejara de lado su trabajo y fuera a la cama a dormir.

- Le he dicho que deje de darte quejas- escucha el chasqueo de su lengua.

- Él sólo se preocupa por tí y con mayor razón- se acerca para mirarle el rostro- Tienes la sombra de unas ojeras.

- Ah cállate- habla algo irritado- ¿Hiciste lo que tenías que hacer?

- Sobre eso...- se aleja para tomar asiento en una de las bancas del lugar- Si, lo solucioné- era terrible mintiendo, pero en esa ocasión no era del todo mentira.

A pesar de que su corazón amenazaba con salirse de su pecho, estaba ahí junto a él, dispuesta a soltar una enorme bomba que lo cambiaría todo.

- ¿Era tan complicado para que te tomara toda una semana?- pregunta mirándola de reojo, al no obtener una respuesta inmediata, presta atención a su bebida para abrirla y tomar un trago.

- Si- responde mientras le observa dejar de lado la lata y tomar unos tubos de ensayo con varios líquidos de diferentes tonalidades como de cantidades- Debía tomar una decisión.

- ¿Acaso ya estás pensando en la universidad?- le pregunta con su atención puesta en su experimento.

- He pensado en ello- responde- Pero ese no es el caso.

- Tendrás que ser más específica para que pueda entenderte- se esperaba esa respuesta.

Sabía que al de mirada escarlata no le gustaba adoptar una postura donde tuviera que adivinar. Le observa por unos segundos antes de tomar el paracaídas y lanzarse del avión.

- Senku- le llama su acompañante, voltea a mirarla teniendo cuidado de derramar alguno de los compuestos químicos que estaba usando en ese momento.

- ¿Qué ocurre (...)?

- ¿Cuál es la probabilidad de que tu y yo salgamos como pareja?- le pregunta utilizando un poco el campo de la ciencia que tanto le encantaba a su viejo amigo.

- ¿Qué estás diciendo?- aquella pregunta lo había tomado desprevenido, por un momento casi deja caer el tubo de ensayo que tenía en la mano.

- No te hagas el tonto- le reprende frunciendo ligeramente el ceño- Se que no eres un completo idiota y entiendes a lo que me refiero- sus ojos color (...) en esa ocasión se veían más brillante y... Atrayentes para el rubio- Te pregunto acerca de la probabilidad de que tu y yo seamos novios, me gustas Senku, en un sentido romántico.

Senku se ve en la obligación de dejar en su lugar los tubos de ensayo para evitar algún trágico accidente.

- ¿Bromeas conmigo?- le pregunta adoptando una postura defensiva.

Ríe sarcástica.

- ¿Cuándo te he mentido respecto a mis sentimientos Senku?- contraataca con seriedad, defendería su punto si se daba el caso- Pocas veces me he abierto a ti para usarte como paño de lágrimas, así que no estoy jugando con lo que te digo ahora.

- Tienes tu punto- relaja el cuerpo y se lleva una de sus manos al cuello- ¿Me estas pidiendo formalizar una relación (...)?

- Te pregunté en base a las matemáticas, espero una respuesta igual.

Tenía entendido-al menos de lo que conocía de su mejor amigo- que no era sencillo el declarar tu amor hacia la persona por la que estás interesado. Lo cual le parecía ridículo, había una probabilidad de 50/50 donde obtendría una respuesta afirmativa y en la otra una negativa.

El tenía muy en claro sus perspectivas, no tenía interés en involucrarse en ese tipo de relaciones ya que debía ser responsable por aquella persona que aceptó. Quería tener los cimientos de su propia vida establecidos y cumplidos, para pensar en ese tipo de cosas. Por ahora quería embriagarse con todo aquello que la ciencia le podría ofrecer, terminar la preparatoria, ir a una buena universidad, presentarse para ser un astronauta y cumplir su sueño de ir al espacio.

Justo en ese momento no pudo evitar sentir envidia por su viejo, lo había logrado, unos días antes de que se terminara aquel mes cumpliría su sueño. Pero eso no quería decir que él mismo no lo lograría y demostraría que era mucho mejor que el peliblanco.

Observa a la chica, esperando por su respuesta. Por mucho que quisiera negarlo, había creado sentimientos por ella, desde el plano romántico, lo había notado en la última semana, estaba tan acostumbrado a ella que, debido a su ausencia notó ciertas cosas que ya estaban fomentando su sentir, muy en su contra. Pensó en la idea de una posible declaración, pero era absurdo, para él era más adecuado formalizar una relación después de su estadía en el espacio.

Pero... El razonamiento y su estúpido sentimentalisto estaban entrando en conflicto en esos momentos, el saber que era correspondido, le hizo feliz, por lo que su corazón quería tomar el control, pero, hacia lo posible para frenar sus acciones, con la ayuda de la lógica y su fiel compañera la razón.

¿Una probabilidad?

En ese momento le diría su típica frase a pesar que los cálculos no fueran los correctos, pero, sería su forma de expresarle su sentir. No era bueno en ese tipo de cosas, así que era uno de los primeros puntos en la lista mental que estaba desarrollando sobre que pudo haber visto la oji(...) en él.

Al darse cuenta de que estaba haciendo algo tan absurdo desechó la idea de inmediato, ¿Pero que estupideces estaba pensando?

- ¿Y bien?- la voz de su acompañante llama su atención- ¿Cuál es tu respuesta?- se le veía insistente y ansiosa.

- No puedo darte una respuesta hasta dejar en claro mi punto- comienza a hablar- Sabes lo que pienso respecto a las relaciones- la ve asentir- Y que quiero enfocarme en mi propia carrera antes de establecerme en una relación, ¿Verdad?- la ve asentir, entrecierra un poco los ojos, aún sabiendo eso, había dado el paso de confesar su sentir- Realmente eres increíble (...)

- ¿Gracias?- dice confundida.

- ¿Quieres mi respuesta?- la ve asentir- Si quiero tenerte te diría justo ahora que la probabilidad es del 10 millones por ciento- responde, sus ojos se abren un poco al notar el creciente color rojizo en su rostro, no la había visto tan avergonzada en el tiempo que llevaba de conocerla.

- Eso quiere decir que... ¿Sientes algo por mí?- le pregunta nerviosa y confundida.

- Si- responde con simpleza- Si acepto ahora, pasarás a ser parte de mis prioridades.

Se lleva las manos al rostro, era demasiado bochornoso el saber que era correspondida.

- Yo...- comienza a hablar con torpeza- Eso lo entiendo perfectamente- ella sabía que el rubio no se tomaba ninguna de sus prioridades a la ligera- Pero aún así no puedo evitar sentirme feliz al saber que tengo la oportunidad de poder formalizar contigo Senku.

Aleja sus manos, dejando una clara imagen hacia el científico quien quedó pasmado al ver aquella imagen. El color (...) de sus ojos brillaba con intensidad, sus pómulos rojizos resaltaban las expresiones delicadas de su rostro... Pero lo que en esos momentos lo cautivó, fue ver esa hermosa sonrisa que acompañaba su expresión de felicidad.

En ese momento algo se quebró en su interior. Quizás la voz de la razón, pero sus defensas se vieron afectadas en esos cinco segundos exactos.

- La probabilidad es del 10 millones por ciento- se atreve a decir.

- ¿Eh?- su expresión cambia a una confundida- ¿Estás diciendo que quieres tener...?

- No me hagas repetirlo- desvía la mirada por unos segundos, vuelve a mirarla- A partir de ahora eres parte de mis responsabilidades (...)

La chica no puede evitar dejar fluir un par de lágrimas, se baja de su banco para acercarse a este y abrazarlo. Estaba emocionada, feliz, dichosa de que obtuviera una respuesta positiva y que sus sentimientos eran correspondidos.

- ¡Le diré a Byakuya-san!- exclama emocionada luego de verse envuelta por los brazos de su actual novio.

- Deja al viejo fuera de esto- se queja con una sonrisa en el rostro.

- ¡No puedo!- ríe divertida- Estoy segura que se sorprenderá.

- No quieras matarlo de un infarto estando a un paso de cumplir su sueño- le recuerda.

- Es verdad- disfruta de ese abrazo- Le diremos después- se separa sin dejar de sonreír- ¿Necesitas ayuda en algo?

- Por ahora el uso de estas sustancias es algo peligroso- le responde para seguir con sus experimentos- Te diré cuando necesite tu ayuda.

- Está bien, comenzaré con mis tareas entonces.

Luego de ese nuevo inicio, las reacciones de sorpresa y aceptación por los más cercanos a ellos fue muy rápida. Los demás chismosos no necesitaban saberlo, era algo privado entre ambos y querían respetar la opinión del otro respecto a reservar la información.

...........

La puerta del club de ciencias es abierta con un fuerte azote. Todos los presentes voltean a ver a la puerta.

- ¡Senku!- escucha la enérgica voz de su mejor amigo- ¡Hoy es el día!, ¡Lo he decidido!, ¡Voy a declararle a Yuzuriha lo que he sentido por cinco años!

El rubio deja su artefacto por un momento para mirarlo. Ríe con su característica risa.

- Te animaré hasta destrozarme las cuerdas vocales- le dice en su vago intento de animarlo- Pero lo haré desde el laboratorio.

- ¿(...) no estaba contigo?- pregunta por su amiga de infancia.

- ¿Ah?- frunce el ceño- Ella debe de estar camino a casa- responde con simpleza- Parece que tenía que hacer unos mandados para su madre, aprovechó el irse temprano ya que hoy no tenía club.

- Aún me sorprende que ambos estén saliendo- dice con una gran sonrisa- ¡Aunque ya había notado que a (...) le gustabas!

Los chismosos del club no pudieron evitar poner toda su atención en la conversación, ¿Cómo era posible que el líder del club de ciencias tuviera novia?, lo que era un golpe más fuerte para ellos, era que la chica era linda y amable.

Menuda suerte que podían tener algunos nerds.

- Estamos hablando de ti- se cruza de brazos- Así que escúchame atentamente grandulón- busca entre sus cosas una botella, sonríe con aquella expresión perversa no tan marcada- Te daré algo efectivo, una droga que activa tu secreción de feromonas al extremo, digamos que es una poción de amor- se la extiende- Tómala y estarás listo al 10 millones por ciento.

El castaño toma la botella pero en lugar de tomarsela, bota su contenido en uno de los lavamanos del laboratorio.

- Gracias Senku, lo siento- deja la botella a jn lado- No dependeré de tus trucos.

Luego de eso, salió eufórico en busca de su amiga para poder confesar sus sentimientos.

Aquellos que se encontraban ahí se acercaron a la botella vacía.

- ¿Realmente es cierto?- pregunta un chico de lentes acomodando el marco en el puente de su nariz- ¿Es una poción de amor?

- ¿Por qué demonios tendría algo así?- pregunta haciendo mala cara- Es gasolina- responde para lanzar un cerillo algo lugar por donde se fue el liquido, logrando que se encendiera.

Antes de acercarse a la ventana para ver el trágico momento de su amigo-sabía al 10 millones por ciento que no lo lograría-fue a uno de las máquinas expendedoras por una bebida energética y así mismo, informarle a su novia lo que "haría su amigo"

"El grandulón por fin se decidió después de cinco años"

"¿Qué?, ¡No puedo creerlo!, ¡¿Justo cuando no estoy presente?!"

"Voy a reclamarle a Taiju eso mas tarde, por ahora, voy a hacer las compras, te llevaré la cena esta noche"

"Está bien"

La chica guarda su celular en su bolso, estaba por salir pero tuvo que entrar de nuevo en busca de las llaves. Al volver a salir y dar unos pasos en la cera, las exclamaciones de la gente la hicieron voltear a mirar en la misma dirección.

- ¿Qué demonios...?

Cuando menos se lo esperó, estaba envuelta de una oscuridad total.

........

El sonido de como algo se va quebrando fue lo que llamó su atención, abre sus ojos para luego cerrarlos por la fuerte iluminación del sol, estaba acostumbrada a la oscuridad, pero... No había dejado de pensar en ningún momento, recordaba su no tan estrecha relación con sus familiares, su padre y su madre y por supuesto, recordó a sus amigos y aquel adolescente del que se enamoró, iban a cumplir alrededor de un mes de pareja, cuando aquella luz de color verde apareció y los petrificó.

Parpadea un par de veces acostumbrándose a la luz, algunas lágrimas se escapan de sus ojos. Intenta levantarse, sentía el cuerpo entumecido por lo que ahora apreciaba que era piedra, una ligera brisa sopla haciéndola ver que estaba desnuda. Al intentar levantarse se va de bruces contra el suelo, por el entumecimiento de sus piernas, los restos de la petrificación caen cuando se intenta levantar de nuevo. Logra sostenerse, mira hacia los lados.

- Don...- le dolió la garganta al intentar hablar, sus cuerdas vocales no habían sido usadas por mucho tiempo, pero no estaba segura de en que año se encontraba- Sen...- tose un poco, se lleva su mano derecha al cuello- Sen...ku...

Ese fue el primer nombre que atinó a decir, quería saber que había pasado con él, con sus amigos, con su familia... Pero por el momento, quería conseguir algo para cubrir sus partes íntimas. Con la ayuda de unas hojas grandes y unas lianas, consigue hacer una especie de top y falda para cubrirse.

Mientras camina intenta hablar para ejercitar sus cuerdas vocales, nombrando los nombres de sus amigos, de sus padres, incluso decía varias frases o palabras al azar. No supo como, pero en algún momento logró llegar a un pequeño río, el agua que corría, se veía muy cristalina, como limpia. Se acerca para tomar un poco de agua, estaba hambrienta y sedienta, pero al parecer solo podía hacerse cargo de la segunda opción. Al subir la mirada luego de saciar su sed, pudo notar un humo negro que llamó su atención, eso podía ser considerado como una señal, un mensaje... Lo que significaba de que alguna persona lo creó.

Así que decidió pasar ese río siguiendo aquellas señales. Corre lo más rápido que podía teniendo cuidado de tropezarse o encontrarse con algún acantilado, no deseaba morir sin tener respuestas de su situación. Por un momento de torpeza termina cayendo al suelo, lastimandose las rodillas por el golpe, las señales comenzaban a desaparecer. Se levanta ignorando por un momento el golpe para seguir su camino.

Cuando se dió cuenta, pudo denotar la presencia de un puente colgante, podía ver algunos vestigios del humo venir de esa aldea.

- ¿Qué pasó aquí?- pregunta en voz baja.

Mira por todos lados, al mirar hacia atrás vió una especie de choza con una bandera. Decidió emprender su camino hacia allí pero no se esperaba ser amenazada por dos hombres que nunca había visto, ambos la apuntaban con lo que parecían ser katanas.

- ¿Quién eres tú?- le pregunta el hombre castaño de ojos verdosos- ¿De dónde has venido?

- Yo...- intenta hablar pero estaba un poco asustada- Mi nombre es (...) (...)- se presenta- Hace no sé... unas horas atrás, desperté de la petrificación y bueno... Seguí las señales de humo, no se donde estoy y que está pasando.

- ¿Conoces a un tal Tsukasa?- le pregunta con seriedad el más bajo, de cabellos rubios y ojos verdes.

- ¿Tsukasa?- repite mientras piensas- ¿Hablan del estudiante primate más fuerte?

- ¡¿Lo conoces?!- ambos acercan un poco más las espadas, haciendo que ella retroceda- ¡¿Estás de su lado?!

- De... ¿De su lado?- pregunta confundida y asustada- No se a que se refieren, he escuchado de él, pero nunca lo he conocido- responde- Podrían... ¿Podrían bajar esas katanas por favor?

- Lo lamento- habla el rubio- Pero eres una desconocida para nosotros y no podemos cumplir tus demandas, no estamos seguros de que nos dices la verdad.

Suspira, sabía que esos extraños tenían su punto.

- Supongo que en su aldea hay un líder, ¿Puedo hablar con él o ella?

Ambos hermanos se miran, sin bajar la guardia.

- Bien- responde el castaño- Te llevaremos pero no intentes hacer nada extraño.

- Seguro- ambos comienzan a caminar por sus costados sin bajar sus armas posándose detrás de ella.

- Camina derecho, hacia esos árboles.

- Si- dice para comenzar a caminar, no sabía en que se estaba metiendo, pero esperaba poder demostrar que no era una amenaza ante su líder.

Mientras camina, siguiendo la misma dirección que le indicaron, llega a un pequeño claro donde ve algunas construcciones como a muchas personas. Se detiene un momento, no sabía si seguir.

- ¿Por qué te detienes?- la voz profunda de aquel hombre que le amenazaba le hace dar un brinquito por el susto.

Las personas cerca voltean a mirar hacia atrás mirándola, no pudo evitar sentir un poco más de miedo.

- ¡Kinro!, ¡Ginro!- se escucha una voz femenina, al verla no puede evitar hacer una extraña expresión al identificar lo que parecía ser una máscara de gas, al mismo tiempo, llevaba a una pequeña niña en su brazo, quien la usaba también- ¿Es una enemiga?

- Eso creemos Kohaku-chan- habla el rubio a su espalda- Dijo que quería ver a Senku.

- Sen...- al escuchar ese nombre no puede evitar sentir como su corazón late como loco.

- ¿Ja?- escucha una voz masculina que se le hizo muy familiar, este apareció en la misma dirección por la que llegó aquella chica rubia, al ver la forma del cabello no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas- ¿Quién demonios quie...?- sus ojos rojizos la localizan y no puede evitar abrirlos lleno de sorpresa al distinguirla.

Se quita la máscara de gas.

- Senku- le llama otra rubia, que tenía un vestido largo de color morado- ¿La conoces?

La peli(...) no puede evitar seguir su impulso para acercarse corriendo para abrazarlo, pero no se esperaba que la rubia con el vestido corto de color azul se interpusiera deteniendo su acción. Las lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

- ¡Espera un momento leona!- exclama el rubio poniendo su mano sobre su hombro derecho.

- ¿Realmente la conoces?

- Si la conozco- sale detrás de ella para acercarse a la chica quien lloraba.

- Senku- le llama con una sonrisa, estaba feliz de verlo vivo.

- (...)- la llama con una ligera sonrisa, la oji(...) corta la distancia y le abraza con fuerza- Me alegra verte bien.

El líder de la aldea no pudo evitar que su corazón se acelerara al sentir de nuevo esa calidez, de tenerla de nuevo frente a él, de escuchar su voz... No duda en corresponderle el abrazo, apoya su mentón sobre su cabeza.

Los aldeanos, como sus amigos cercanos no pudieron evitar exclamar al unísono por aquella muestra de afecto que su líder estaba demostrando frente a todos.

- Ruri- llamada a la sacerdotisa.

- ¿Si?

- ¿Puedes conseguir ropa para ella?- le pregunta manteniendo su seriedad, podía escuchar todavía el llanto de la chica que tenía entre sus brazos.

- Si- dice saliendo de su sorpresa- Kohaku- llama a su hermana- Acompáñame.

- ¿Eh?- la mira- Está bien, será algo complicado conseguir una ya que la aldea está destruida.

- Hagan lo que puedan- les pide.

Ambas se miran para retirarse del tumulto de personas para encontrar alguna tela o piel de animal que pudieran usar.

- Vamos al laboratorio- le dice, siente como ella asiente- A todos, ella es (...) (...), es mi novia- todos exclamaron un "¡¿Eh?!" en forma de coro- No representa ninguna amenaza, así que Kinro, Ginro, bajen las katanas.

- Está bien- dice el castaño para poder ubicarla en su cinturón, al igual que su hermano.

- Todos- habla mirando a los habitantes de aquella aldea- Comiencen con las remodelaciones de la aldea.

Todos dicen si, pero no apartan la mirada de ellos dos, el de puntas verdosas la guia al laboratorio, para cerrar las cortinas del lugar, hace uso de una luz que tenía en el laboratorio.

- ¿Viniste sola?- le pregunta estando solos en aquel lugar.

- Si yo...- se limpia las lágrimas- No estoy segura que hora es, pero llevo mucho tiempo caminando- le responde intentando calmarse- Estaba asustada, no veía a nadie, solo la naturaleza y varias personas convertidas en estatuas... Senku... ¿Qué está pasando?

- Primero necesito que te calmes- le dice acercándose a ella para acunar su rostro con sus manos, no estaba seguro de lo que hacía era lo correcto, pero realmente quería que la oji(...) se tranquilizara- Me alegra verte después de 3700 años.

- 3... ¡¿3700 años?!- exclama conmocionada, hace mala cara por el grito- Lo siento yo...- suspira intentando calmarse por la noticia- Lo siento.

- Está bien, entiendo que la noticia es impactante- le proporciona un par de caricias en las mejillas de la chica antes de alejar sus manos- ¿Recuerdas haber visto una luz verdosa?- ella asiente- Gracias a esa luz de origen desconocido toda la humanidad quedó petrificada, eso explica porque vistes tantas estatuas en el camino.

- ¿Cuánto tiempo llevas despetrificado?

- Alrededor de año y medio- le responde.

- ¿Año y medio?- le pregunta mostrándose desconcertada- ¿Y no me buscaste?

- (...)- la llama- La situación me llevó a tomar la decisión de no despetrificarte.

- ¿La situación?- comenzaba a alterarse- ¿Qué hay de Taiju y Yuzuriha?, ¿No los despetrificaste?

- El grandulón logró despetrificarse solo- le responde con toda su sinceridad- A la última persona que logramos despetrificar fue a Yuzuriha porque logramos encontrarla... Pero antes de hacerlo con ella, tuvimos que despetrificar a Tsukasa.

- Ese nombre de nuevo- dice con molestia- ¿Acaso estás en guerra con él?- le pregunta sarcástica, al ver la expresión del contrario no puede evitar asustarse- ¡¿Es enserio Senku?!

- Las cosas terminaron de esa manera- suspira rascándose la parte trasera de su cuello- Taiju y yo fuimos atacados por unos leones, por lo que él sugirió que lo despertaramos, a pesar de que nos ayudó, tuvimos un desacuerdo de intereses, donde él quería crear un nuevo mundo sin manchas, sin esas personas que se aprovechan de los demás, los corruptos, tu me entiendes- ella asiente- Mientras que yo voy a restaurar la humanidad- ve como su novia abre los ojos como platos.

- No lo puedo creer- se lleva ambas manos al rostro, cubriendolo- Realmente nunca tienes metas pequeñas, ¿Verdad?

- Justo ahora, he fundado un reino científico con este asentamiento de personas de la edad de piedra- le explica- Y estamos en guerra contra Tsukasa, hace unas horas nos atacó.

- ¿Estás bien?, ¿No te hizo nada?- le pregunta preocupada, toma la mano libre del rubio, mirándolo intranquila.

- Lo estoy- le responde con una sonrisa- No me ha ocurrido nada estando aquí.

- ¿Y antes de llegar aquí?- pregunta insistente.

- Tsukasa logró asesinarme.

- ¡¿Qué?!- exclama sin poder creerlo, se esperaba esa reacción- Pe...¿Pero cómo?

- Al negarme a abandonar la ciencia e impedir que atacara a Yuzuriha- le explica- Pero afortunadamente una parte de la petrificación seguía en mi cuello, al vertir el líquido para revivir ayudó a que volviera a la vida.

- ¡¿Eres idiota?!- exclama molesta- ¡¿Cómo puedes decirlo estando tan tranquilo?!- le da un par de golpes algo fuertes en el pecho, en su pequeña rabieta.

- Estoy vivo (...)- responde con calma- Eso es lo que debería importar.

- Realmente eres increíble Senku- deja de golpearlo.

- ¿Ah?, ¿A qué te refieres?

- Por ese tipo de cosas y por otras es que llegué a enamorarme de ti- admite apoyando su cabeza sobre el pecho de su acompañante.

Aquella confesión lo tomó desprevenido, ¿Acaso volvía a recordarle lo que sentía por él?, no era necesario que se lo repitiera, eso ya lo sabía, desde hace más de 3700 años. No pudo evitar desviar la mirada por un momento, sintiendo un ligero calor en las mejillas, así mismo el rápido latido de su corazón no le estaba ayudando, ¿Cómo era posible que sólo esa chica logrará alterarlo de esa forma?

Un gruñido llama su atención.

- ¿(...)?- la llama.

- ¿Si?

- ¿Tienes hambre?

- ¡No preguntes algo que ya sabes!- exclama avergonzada, agradecía estar ocultando su rostro- No he comido nada desde que desperté.

- Quedate aquí, pediré que te traigan algo de comer- posa sus manos sobre sus hombros desnudos.

- Está bien- levanta la mirada para encontrarse con esa mirada escarlata que le gustaba, le da una sonrisa.

Se separan, ella decide tomar asiento en la mesa del centro, teniendo cuidado de tocar la luz que tenía en ese momento.

Senku por su parte sale encontrándose a varios chismosos en los laterales de la puerta del laboratorio.

- ¡Chrome!- le llama, escucha un chillido a su lado izquierdo, voltea a verlo encontrandolo haciendo un intento de esconderse detrás de Kinro- Necesito algo de comida para (...).

- ¿Eh?- asoma su cabeza por detrás de la cabeza del castaño- ¿Por qué...?- se ve interrumpido.

- Solo cállate y hazlo- dice con seriedad, tenía el ceño ligeramente fruncido.

- ¡Eh si!- exclama para salir corriendo en busca de su mandado, eran muy pocos las ocasiones que usaba ese tono con él.

- ¡Oe Senku!- el rastrero de Ginro hace su aparición- ¡¿No habías dicho que eras soltero?!, ¡De haber sabido que ya estabas comprometido no hubieras podido participar en la Gran Batalla!- le da un par de codazos.

- Odio admitirlo pero la escoria de Ginro tiene razón- habla su hermano un tanto confundido- Estuviste casado con la sacerdotisa.

- Eso fue menos de cinco minutos- habla el de cabello bicolor, quien conocía esa parte de la historia- Puedes ser considerado un sucio infi...

- ¡¿Cómo que estuviste casado Ishigami Senku?!- se escucha la voz de la chica en el laboratorio, quien no duda ni un segundo en salir para enfrentarlo, en busca de una respuesta.

- Fue más rápido de lo que pensé- bufa fastidiado- ¡Largo de aquí Ginro idiota!- lo patea lo más fuerte que puede para voltear a ver a su pareja sentimental- Todo tiene una explicación- dice calmando sus demonios internos, podía ver las chispas saliendo de la mirada de la peli(...)- Te explicaré todo lo que he hecho desde que llegué aquí, hasta que Chrome aparezca con la comida.

La mira cruzarse de brazos, le estaba desafiando, era una clara advertencia de su parte de que quería sus respuestas en ese preciso momento.

- Vaya~ - habla Gen mostrándose un poco sorprendido por la actitud de la recién llegada- Tu novia realmente tiene carácter Senku-chan- dice sonriendo con cierta diversión.

- Ah callate mentalista- suspira molesto- (...)- la llama, esta mantenía su pose, esperando sus excusas, palabras, mentiras, lo que quisiera decirle- Eso realmente pasó- nota como la mirada de la chica a pesar de verse imperturbable en ese momento, demuestra cierta tristeza- Pero eso fue por intentar ganar la Gran Batalla y poder darle medicina a Ruri.

- ¿Ruri?- murmura mientras recuerda a la chica rubia- ¿Esa chica con sangre extranjera?

- Si.

- ¿Ahora las prefieres así?- le pregunta un tanto dolida.

- ¿Qué demonios estás diciendo?- le pregunta con cierto fastidio- Cuando llegué a esta aldea, me enteré que Ruri, la sacerdotisa estaba enferma, por Kohaku y Chrome decidí ayudarles a crear un antibiótico, usando la ruta de la piedra, de la medicina de sulfa para curarla- el rubio no puede evitar mostrar esa mirada y expresión siniestra- Todo resultó mejor de lo que había planeado- le escucha reír- Al final quedé como el ganador de la Gran Batalla ya que el susodicho que iba a casarse con Ruri murió en ese momento.

- ¿Cómo qué murió?- pregunta mostrándose un poco espantada.

- Eh... (...)-chan- le llama el bicolor- Lo que Senku-chan quiere decir es que se desmayó cuando ya ningún enemigo podía impedir que le dieran la medicina a Ruri-chan- le explica- Y como Senku-chan llegó a la final, aceptó ser el líder de la aldea y ser el esposo de la sacerdotisa sólo para obtener el alcohol y la aldea.

- A veces actúas como una escoria Senku- se queja mientras lleva su mano a su frente- ¿Realmente te divorciaste?

- Si- responde llevando su dedo índice a su oreja- Duré casado tres minutos para luego divorciarme y abandonar el puesto del líder.

- Espera un momento- aleja su mano de su rostro- Cuando llegue aquí le pedí a los guardias que me llevaran con su líder y resulta que eras tú, ¿Qué acaso me estas mintiendo de tu estado civil otra vez?

- ¿Estado civil?- preguntan los hermanos sin conocer ese término.

- Por eso te dije que te lo diría cuando...- se ve interrumpido por unas voces llamándolo.

- ¡Senku!- la voz de una mujer lo llama- ¡Logramos encontrar una vestimenta!

- ¡Aquí traigo la comida que pediste Senku!- se escucha por otro lado la voz del antiguo hechicero de la aldea.

- Puedes hablar y decirme todo justo ahora Senku-chan- dice la chica en un intento de provocarlo.

- Realmente te has ganado la lotería Senku-chan- dice divertido el mentalista.

- Callate Gen.

..........

- ¿Han hecho todo eso en seis meses?- pregunta sorprendida mientras tiene una varita con un pescado a medio comer.

- Senku nos hace trabajar como esclavos- se queja su compañero castaño- ¡Pero hemos hecho muchas cosas malotas!

- Eso puedo escuchar- responde con una sonrisa.

Por el momento usaba uno de los vestidos de Ruri, que hacía resaltar su figura, al igual que sus delicadas curvas, el escote del vestido le quedaba bien a pesar de que el tamaño de sus pechos eran un poco menores a los de la rubia, incluso por el momento iba descalza.

- Es bueno saber que pudieron contrarrestar la neumonia de Ruri- dice más aliviada- Aunque, todavía me es un poco difícil aceptar que Byakuya-san haya fundado esta aldea y que ya no pueda volver a verlo- menciona con cierta tristeza.

Senku no dice palabra alguna respecto a eso, sabía que la oji(...) le había tomado un cariño especial a su viejo, incluso él estuvo bastante feliz cuando le dieron la noticia de que habían comenzado a salir, logró escuchar un "Ya era hora" por parte del peliblanco, aunque decidió ignorarlo por ese momento. Al recordar aquello no pudo evitar sonreír levemente, sintiendo nostalgia.

Ya solamente le quedaban aquellos recuerdos junto al hombre que le brindó una familia.

- ¡Yo tengo una pregunta (...)!- exclama Ginro apareciendo a su lado, invadiendo un poco su espacio personal- ¡¿Cómo lograste conquistar a Senku?!

Aquella pregunta la tomó por sorpresa, no puede evitar desviar la mirada con un claro sonrojo en el rostro. El líder de la aldea la observa por unos momentos, en ocasiones la vergüenza de la chica ocasionaba que su mirada adquiriera un brillo que desde su punto de vista, los hacía ver más hermosos, aunque no lo admitiera en voz alta.

- Eso... Eso es algo que yo no puedo responder- responde sin dejar de mirar al suelo, como si fuera lo más interesante del momento.

- ¿Ah?, ¿Qué quieres decir con eso?- pregunta confundido el ojiverde, frunce ligeramente el ceño.

- A quién deberías hacerle esa pregunta es a Senku-chan- habla el semipelinegro- Pero dudo que él vaya a darte las respuestas que quieres.

- Estás en lo correcto al 10 millones por ciento mentalista- responde con una pequeña sonrisa.

- ¿Realmente eres Asagiri Gen?- le pregunta la chica, haciendo un cambio en la conversación que todos notaron, pero donde el guardaespaldas Ginro quería insistir, al final, su hermano tuvo que llevárselo arrastrado para volver a su puesto de guardias.

- ¿Eh?, ¿Me conoces?- pregunta mostrando cierto interés.

- Bueno, leí tu libro de psicología por mi amiga Yuzuriha una vez, así que te distingo por ello.

- Es un honor que alguien más lo haya leído, a pesar de que a tu novio le parezca un libro basura.

- Realmente lo es- responde sin pelos en la lengua, tan directo como suele ser.

- ¿Encontrar la manera de mantener a salvo a los tres?- pregunta con cierta nostalgia la peli(...) al recordar esa vez, cuando la castaña apareció con el libro en el club de ciencias.

- Si- el rubio entendió a lo que se refería.

- ¡Senku!- voltea hacia la voz a sus espaldas- ¡¿Qué vamos a hacer ahora?!, ¡Tsukasa ya sabe que estás vivo!

- Por ahora él no atacará- responde poniéndose de pie, al igual que Gen, la chica se queda en su lugar escuchando mientras termina de comer.

- ¿Cómo estás tan seguro?- le pregunta Suika un poco exaltada.

- Pronto comenzará el invierno, así que la fecha límite para el ataque del imperio de Tsukasa es el inicio de la primavera- responde con una sonrisa confiada.

- ¡¿Qué arma malota vamos a construir esta vez Senku?!- le pregunta emocionado su compañero.

- Crearemos el arma más poderosa que el ser humano pudo haber inventado.

- ¿Te refieres a armas nucleares?- pregunta con cierto temor el mentalista.

- No- responde haciendo mala cara- Crearemos celulares.

- ¿Celulares?- pregunta su pareja llamado la atención- ¿Realmente pueden fabricarse en esta era de piedra?- se mostraba incrédula y sorprendida.

- Lo más importante en nuestra guerra contra Tsukasa es que tan rápido llega la información- responde explicando su punto- Es por eso que necesitamos algo para que el manejo de la información sea adecuado- lleva una de sus manos a su cintura mientras hace el ademán como si estuviera sosteniendo un celular- Claramente no vamos a hacer uno moderno, solo uno con el que podamos comunicarnos desde la distancia.

- ¿Realmente se puede hablar con otra persona desde otro lugar?- pregunta incrédula Kohaku.

- ¡Eso debe ser hechicería!- exclama Magma quien estaba dentro del grupo de los incrédulos.

Por otro lado, Chrome y el viejo artesano Kaseki estaban emocionados por lo que iban a fabricar.

- ¡Dinos que tenemos que hacer!- exclama emocionado Chrome.

- Ah, primero necesitamos hacer algodón de azúcar.

- ¿Algodón de azúcar?- frunce el ceño mientras se levanta del suelo.

- Es como si todo lo científico hubiera saltado por la ventana- se queja el de cabello bicolor.

- Esto... Senku- le llama obteniendo la atención de todos, suspira, debía acostumbrarse ya que era la recién llegada y además la habían presentado como la novia del líder de la aldea, se acerca para poder hablar con él.

- ¿Hay algún lugar donde pueda bañarme sin que alguien me vea?- le pregunta en voz baja.

- No me esperaba esa pregunta tan rápido- suspira- Te llevaré yo mismo- ella asiente- Espérame un momento, iré por unas cosas que te servirán.

Se aleja para subir a la choza de científica, un ligero silencio se crea en el lugar. La oji(...) mira a las personas y no puede evitar sonreír nerviosa.

- (...)- voltea a mirar, una de las rubias con sangre extranjera la llama- ¿Cómo reviviste?

- Realmente no lo sé- responde mirándola- Al darme cuenta me encontré consciente, pérdida y sola.

- ¿Cómo lograste llegar hasta aquí?- me pregunta Suika acercándose a ella.

- Luego de conseguir algo de ropa improvisada, comencé a caminar sin rumbo fijo, realmente no sabía a donde iba o si habían personas vivas, al llegar a un río ví humo, por lo que no dudé en correr hacia aquí, realmente no me esperaba encontrar más personas y mucho menos que Senku estuviera aquí.

El rubio con puntas verdosas comienza a bajar de la choza con una pequeña bolsa en sus manos. Las chicas no se habían dado cuenta de su presencia.

- ¿Cuánto tiempo llevan de novios?- pregunta Kohaku interesada por la vida amorosa de su amigo.

- Bueno... Técnicamente antes de la petrificación íbamos a cumplir un mes como pareja- responde sonrojada, la ojiazul sonríe de igual forma, desde su punto de vista, parecía que la recién llegada estaba muy apegada a ese sentimiento por el científico- Pero supongo que como no hemos terminado formalmente llevamos más de 3700 años o eso creo.

- (...)- voltea a ver al ojicarmesi- Vamos.

- Si.

- Volveré pronto- anuncia el líder- ¡Espero se preparen para todo el trabajo que les espera!

Un escalofrío recorre la espalda de aquellos que fueron explotados a hacer trabajos duros por un mísero plato de ramen.

.........

- ¡Hiciste jabón!- exclama sorprendida al ver la barra- Eso me alivia un poco.

- (...)- le llama con seriedad- ¿Realmente no te encontraste con nadie en tu camino hasta aquí?

- ¿Eh?- pregunta confundida- No, realmente no ví a nadie que no fueran estatuas, las personas de esta aldea primitiva fueran las primeras que ví.

- Realmente no quería que revivieras- aquellas palabras llamaron mi atención.

- ¿Qué?- pregunta- ¿Acaso ibas a abandonarme?- su labio tiembla ligeramente.

- No- responde mirándola con atención- Encontré primero a Taiju y a Yuzuriha, pero también te busqué durante un tiempo antes de que pasara lo de Tsukasa- responde para sentarse cerca del río, donde estaba aquel artefacto que le permitió obtener el agua para la cola del mentalista- No quería que te vieras envuelta en esta situación- abre los ojos un poco por la sorpresa- Los cimientos que creamos desde que nos conocimos, nos permitió dar un paso más y formalizar una relación sentimental, no quería admitirlo, pero realmente tengo sentimientos románticos por tí- observa como las mejillas de la chica toman un color rojizo por sus palabras- Por esa misma razón antepuse la lógica y tu bienestar, quería que la guerra contra el imperio de Tsukasa terminara para revivirte.

- ¿Protegerme?- dice en voz baja, deja caer el jabón de sus manos- Suena egoísta de tu parte- le mira con tristeza- Justo ahora no puedo evitar preocuparme en exceso al saber que justo ahora estés en guerra en contra de esa bestia- no puede evitar llorar- ¡¿Qué hubiese pasado si aquel atentado de muerte que tuviste realmente hubiera sido verdadero?!

- Pero no fue así- responde un tanto incómodo al no saber que hacer para calmarla- Lo dije antes, que encontraría la manera de que ambas partes terminaran con vida.

- Senku- esta se acerca, se arrodilla frente a él posando sus manos sobre sus hombros- Sabes muy bien que pudo defenderme.

- Pero también sé que puedes ser impulsiva cuando intentan herir a las personas que quieres- responde mirando sus ojos llorosos- Estoy 10 millones por ciento seguro que si hubieses estado presente en ese momento, hubieras saltado contra Tsukasa sin pensarlo dos veces, ¿Cómo crees que hubiera reaccionado si despertaba y recibía la noticia de que moriste por sus manos siendo un efecto colateral ocasionado por mí culpa?

- Yo...- no sabía que responder.

- Nunca me lo perdonaría (...)- acerca sus manos para tomarla de la cintura- Es por eso que quería revivirte cuando el peligro principal pasara.

- Pero he arruinado tus planes- baja la mirada- Ahora que se todo esto no pienso hacerme a un lado y no lograrás apartarme- no puede evitar acercarse más a él- Te he conocido durante varios años, pero aún así, no puedo saber con certeza cómo logré cautivar tu corazón, sabiendo que las relaciones son problemáticas para tí pero aún así me aceptaste- le sonríe sin dejar de lado sus lágrimas- Seguiré aquí de tu lado, ayudando en lo que pueda y por supuesto, no dejaré que Tsukasa vuelva a intentar lastimarte.

- (...) estas sonando impulsiva- le advierte- Justo ahora, ya no puedo intentar retenerte porque sé que no lo lograré- suspira, siente como los brazos de la oji(...) le abrazan por el cuello, su cuerpo se acerca más al suyo, logrando un abrazo, desliza sus manos por su cintura para corresponderle- Ahora que estás aquí estoy un poco más aliviado al saber que estás bien, pero eso no descarta del todo mi preocupación.

- Sé que va a sonar fuera de lugar lo que diré... Pero me gusta saber que estas tomando tu papel de novio tan en serio- ríe un poco- El saber que estabas dispuesto a protegerme me hace feliz, pero también me siento un poco indignada porque no confiaras en mi- se acomoda para quedar sentada de medio lado entre las piernas del chico, este no la suelta- Sabes que cuentas con mi apoyo para lo que planees hacer, ¿Verdad?

- Lo sé- responde posando su vista en el río, observando el movimiento de este- Estás demasiado cariñosa el día de hoy- se queja desviando un poco el tema principal.

- Han pasado 3700 años- bufa, posa su cabeza en el hombro del contrario- El estar consciente realmente me hizo extrañar tu presencia, como la de nuestros amigos y la de mi familia- explica- Déjame compartir este momento contigo, sé que luego te enfocarás en tu trabajo y no puedo interferir en eso.

- No eres una molestia para mí (...)

- Y no estoy diciendo que lo sea- responde- Pero sé que debo darte tu espacio y que dentro de tus prioridades ahora está el ir contra Tsukasa y revivir a la humanidad, así que voy a apoyarte en ello y si se da el momento donde podamos compartir, por mínimo que sea, lo atesoraré, como lo hago ahora.

Senku no pudo evitar recriminarse un poco las acciones y palabras de la chica que consideraba su interés romántico, sin importar lo que pensara, nadie podía ser como la oji(...) y no lograrían quitarla de su pensamiento como de su corazón tan fácilmente. El sabía que para que una relación sentimental como la que ambos tenían se desarrollara de la mejor manera posible, debía comenzar con los adecuados cimientos para que pudiera avanzar paulatinamente teniendo en cuenta que ambas partes debían poner de su parte para que las cosas funcionaran, debían confiar en los sentimientos, como en la lealtad del otro. Así mismo incluía, que ambas partes debían saber apoyarse mutuamente, no sólo crear controversias e influenciar todos tus problemas en ella, eso sólo la arruinaría, las relaciones no eran un lugar donde podías tirar toda tu mierda, así no funcionaban las cosas, o al menos, era su perspectiva frente al asunto.

Para él fue algo duro el aceptarlo, pero teniéndola entre sus brazos, en ese momento, no se arrepentía de haber decidido aceptar ser su pareja. Sabía que ambos tenían intereses diferentes, él amaba la ciencia y sabía que todo podía ser contestado por ella, pero la peli(...) era su contraparte, le había ayudado por años a hacer sus experimentos así que comprendía un poco sobre ciencia, pero sabía que las artes, como los deportes eran el fuerte de su novia. De alguna manera habían logrado complementarse en ese mes que estuvieron juntos en la civilización moderna, ahora... En la edad de piedra, sería un poco más complejo-desde su punto de vista-mantener las cosas a flote, pero sabía que no tenía de que preocuparse, mientras la tuviera a su lado.

- (...)- la llama desviando su atención hacia ella, esta incorpora un poco la cabeza para poder mirarlo.

Sus miradas chocan por un momento, logrando que se sienta nerviosa, sabía que ese bello tono escarlata lograba destruir sus defensas de una forma tan sencilla. A veces se sentía patética por ello, pero suponía que se debía al efecto que el rubio cenizo tenía en ella por albergar sentimientos románticos por él. Se sorprende un poco cuando la mano libre del científico se acerca a su rostro, alejando un mechón de su cabello, para colocarlo detrás de su oreja.

- Sen...- se queda callada al sentir la intensidad de la mirada del chico, ¿Qué bicho le había picado tan de repente?

Senku ignora por un momento la voz de la chica, posa su mano en la mejilla de ella y la acaricia con su pulgar, con delicadeza.

- ¿Estás dispuesta a ayudarme a traer de vuelta la civilización?- pregunta manteniendo su seriedad, como si el estar en una escena comprometedora y dulce no lo afectara ni un milímetro.

Pero era todo lo contrario, el de puntas verdosas controlaba su creciente nerviosismo ante lo que quería hacer, sería... La primera vez, como el primer paso de un gesto romántico en la relación-o al menos eso creía él-

- Por supuesto- responde llena de determinación- Así nos tome toda la vida y tengamos que dejarle esa labor a las futuras generaciones, no pienso dejarte hacerlo sólo- le sonríe cerrando sus ojos, en un intento de desviar su atención de su mirada y transmitirle sus deseos con ese pequeño gesto.

Y esa respuesta... Era todo lo que quería escuchar.

Sólo... Esperaba evitar verse tan torpe como un primiparo que quiere aprender a adiestrarse en sus nuevos intereses académicos.

Se acerca de a poco para unir sus labios con los de su pareja, ella al sentir el contacto no puede evitar abrir los ojos, nunca que se esperó que luego de despertar más de 3700 en el futuro, en una nueva era de piedra, obtendría su primer beso.

Se queda helada por un momento, al ser inexperta también, le toma un poco pero intenta corresponder su beso. El rubio lo notó y de esa forma disminuyó su ansiedad de ser rechazado por tal acto fuera de lugar.

De esa manera ambos experimentan la magia de compartir tu primer beso con la persona de la cual estás enamorada, con la torpeza pero al mismo tiempo, con la dulzura que un momento romántico en pareja podían ocasionar. Ambos intentaron dar lo mejor de sí, intentado demostrar una destreza nula en aquel cambio, pero, si se habían permitido dar el primer paso para un acercamiento de ese calibre, podían ocurrir otros en un futuro no muy lejano.

Solo... No tenían que apresurar las cosas.

Senku sabe que tiene varias responsabilidades sobre sus hombros, entre ellas, se incluye (...) (...) y sin importar que, se haría cargo de cada una, sin excepción. Dejaría que su pareja tuviera su tiempo a solas, que conviviera con cualquier persona de la aldea, que encontrara la manera de disfrutar de nuevo de sus intereses y por supuesto, si estaba dispuesta a ayudarle en sus ambiciones, no se lo negaría, como tampoco, el querer pasar tiempo a su lado. Ella tendría su espacio y él el suyo, haría lo posible para que las cosas se desarrollaran de la mejor manera posible entre ambos.

Se separan luego de unos segundos.

- Eso...- tartamudea la chica- ¿Por qué...?

- Quería hacerlo- responde con simpleza- Ahora, es tiempo que te bañes, ya hemos tardado más de lo necesario.

Sonríe al notar que le evitaba la mirada, estaba avergonzado.

- Parece que la producción de dopamina está haciendo de las suyas- menciona divertida para acercarse a besarle la mejilla y alejarse para hacer su cometido- ¡No vayas a mirarme!

- Ya lo sé- le da una última mirada antes de acostarse sobre la hierba y cerrar los ojos, agradecía que los rayos UV del sol no fueran tar fuertes a esa hora.

(...) le mira y no puede evitar sonreír complacida, se lleva su dedo corazón y el dedo índice de su mano derecha a sus labios. Se sonroja al recordarlo, suspira intentando recobrar la compostura, mientras se retira aquel vestido que le prestaron, no notó que el rubio realizó su misma acción.

A partir de ese momento, se marcaba un nuevo comienzo para la aldea Ishigami y por supuesto para su respectivo líder.

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