Cap. 3 Dormitorios
Tercera actualización del día ❤
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Tonto Min Yoongi... tonto chico nuevo. ¿Quién se cree?
Iba pensando aquello mientras caminaba hacia los dormitorios del colegio que quedaban en la parte de atrás de éste. Taehyung, lastimosamente, tendría que quedarse en los dormitorios de primer año. Por suerte no estaría sólo, tenía a su novio para acompañarlo.
Seokjin se sonrojó pensando en eso.
Llegó a su habitación y al entrar volvió a suspirar, ahora ya era costumbre.
Paz, al fín.
Se lanzó sobre su cama y luego volteó su cabeza hacia la ventana, el sol ya se estaba ocultando. Ya estaba acostumbrado a regresar algo tarde a los dormitorios por el trabajo del consejo estudiantil. No era algo nuevo para él, la mayoría de estudiantes llegaban a los dormitorios después de clase o se iban a alguna área común alrededor de las tres o cuatro de la tarde. Él iba llegando entre las seis o siente, en días de actividad podía llegar hasta más tarde de las ocho.
Hoy había llegado a las seis y media, eso le daba al menos unas horas antes de tener que escapar de los dormitorios. Se sentó en la cama y volteó a ver su mochila algo pensativo.
Será mejor que haga mis tareas...
No tenía tiempo que perder. No podía dejar sus notas bajar tampoco, un presidente debía mantener un promedio, especialmente en un colegio como ese. Así que se levantó y sacó sus libros para ponerse al día lo más rápido que pudiera en todo lo que pudiera, y no es que hubiera mucha tarea para el primer día de clases, es que él, al faltar a algunas clases, debía estudiar sólo los temas de ese día. Notó que habían unos materiales que aún no había comprado para una de las clases y se quejó en voz alta. Había olvidado también preguntarle a Taehyung si a él le habían pedido comprar algo.
Aún tenía tiempo, eran casi las ocho de la noche, así que salió de su habitación para ir a buscar a Taehyung.
También le debo comprar un celular...
Caminó rápidamente hacia los dormitorios de primer ingreso y entró preguntando al cuidador en qué habitación estaba su Taehyung.
¿Cuál es la diferencia entre los dormitorios de primer año y los de tercer año? Se preguntaran, y si no... pues de todas formas les voy a contar.
Los dormitorios de primer año eran compartidos, deben tener un compañero de habitación; los de tercer año son individuales.
Seokjin caminó hacía la habitación que le habían señalado y al estar frente a ella, tocó la puerta. La puerta se abrió y entonces...
─ Vaya, vaya, vaya... ¿Qué tenemos aquí? ¿Necesita algo, presidente? ─ El chico lo miró con una sonrisa algo malvada, haciendo que un escalofrío recorriera su cuerpo.
─ ¿Te tocó compartir con mi hermano? ─ Le preguntó y éste se encogió de hombros.
─ Casualidades de la vida, supongo... ─ Seokjin lo miró con sospecha.
─ ¿Quién es? ─ Entonces escuchó a su hermano.
─ Soy yo. ─ Respondió Seokjin y Taehyung salió saltando directo a sus brazos.
─ Hermano, él es mi compañero de habitación, Min Yoongi. ─ Le dijo feliz.
El presidente suspiró, éste año no le estaba dando buena espina para nada. Rió falsamente para aparentar amabilidad.
─ Mucho gusto... ─ Le dijo.
─ ¿Necesitas algo? ─ Le preguntó Taehyung, separándose de él.
─ Si, venía a preguntarte si necesitas que te compre materiales o algo. ─ Taehyung volvió a entrar a la habitación mientras que Yoongi se apoyó en el marco de la puerta y lo observaba.
─ No te ves muy feliz. ─ Le dijo a Seokjin.
─ Si le haces algo a mi hermano te juro que...
─ Lo puse en una lista. ─ Seokjin se detuvo al escuchar la voz de Taehyung y volvió a sonreír. Yoongi apretó sus labios como si aguantara la risa. ─ Aquí tienes.
Él tomó la lista y la leyó rápidamente, todo parecía estar bien.
─ ¿No se te olvida nada? ─ Le preguntó Seokjin y Taehyung negó con una hermosa sonrisa en su rostro. ─ Te compraré un celular.
─ ¿Seguro que puedes? ─ Le preguntó Taehyung provocando que Yoongi lo mirara de forma extraña, Seokjin miró a Taehyung con los ojos muy abiertos y él pareció darse una bofetada mental. ─ Pasas tanto tiempo ocupado, hermano, ¿Seguro que tienes tiempo? Deberías descansar mejor. Yo me lo compro.
─ Tranquilo, mi Taehyungie, haré tiempo, tus estudios son muy importantes para mi.
─ Y... ¿Por qué no tienes un celular? ─ Le preguntó Yoongi, mirando extraño a Taehyung aún.
─ Lo quebŕe. ─ Le respondió éste encogiéndose de hombros y volviendo a entrar a la habitación.
Yoongi dejó de apoyarse en el marco de la puerta.
─ Buenas noches, presi. ─ Le dijo y se metió cerrando la puerta.
Seokjin caminó hacia afuera, preocupándose por la lengua suelta de Taehyung y pidiendo a los cielos que no fuera a soltar la sopa. Miró la hora y ya era hora de irse, así que corrió de regreso hasta su habitación. Se cambió el uniforme para ponerse ropa común y tomó una pequeña maleta que ya había dejado previamente preparada.
Compraría las cosas de Taehyung en una de esas tiendas de conveniencia que estaban abiertas 24/7, eran tan comunes en la ciudad capital. Escapó del colegio por la parte de atrás y corrió por detrás del último edificio que llegaba hasta la calle principal, luego cruzó corriendo hasta estar unas cuadras lejos para asegurarse de que nadie del colegio lo viera.
Ésta era su verdadera rutina diaria. Las palabras de Min Yoongi resonaron en su mente:
No puedes ser tan perfecto...
Claro, el idiota estaba podrido en dinero. Pero, ¿Cómo había sobrevivido Seokjin hasta ahora? Hay algo que todos deben tener muy claro: no puedes ser popular en un colegio de millonarios si no tienes algunos accesorios. ¿Accesorios? Si: celulares, zapatos, relojes... cosas estúpidas de millonarios. Él tuvo que conseguir una forma de poder obtenerlos para poder pretender.
Por eso escapaba de noche, él debía trabajar, pero no parezcan demasiado asustados, no era un puto.
Seokjin tomó un taxi y le dió la dirección.
Al menos no de los putos que tienen sexo...
En pocos minutos, Seokjin llegó a aquel club nocturno que contrataba personas de cualquier edad... porque obviamente era ilegal de todas formas. Llegó justo a tiempo y entró por la puerta trasera para llegar a unos camerinos.
─ Hola. ─ Recibió un saludo de su compañero que entraba en su mismo turno. Era sexy y usaba su cabello color rojo.
─ Hola, Hoseok. ─ Lo saludó con media sonrisa mientras comenzaba a cambiarse para colocarse el uniforme de trabajo, unos pantalones de cuero ajustados y una camisa de botones blanca un poco transparente.
No era de su gusto.
Eran escorts o como algunos los llamaban: chicos de compañía. A diferencia de él, Hoseok si tenía sexo con sus clientes de ser requerido. Él se negaba rotundamente, lo más que aceptaba eran algunas copas y hasta unos cuantos besos.
Solamente de ésta forma podía hacer suficiente dinero en poco tiempo. Ambos chicos salieron y Seokjin rápidamente reconoció a una de sus clientas comunes. Caminó hacia ella y se sentó junto a ella. Ella comenzó a aprovechar sus servicios de inmediato.
─ ¿Seré tu primer cliente? ─ Le preguntó ella, desbordando coquetería. Seokjin asintió.
Muchos de sus clientes solo buscaban tener una noche agradable con alguien de buen parecer que les tratara de forma muy... cariñosa, mientras ellos se desahogaban de sus problemas diarios; otros... como ésta clienta, solía coquetear a los escorts con la intención de convencerlos de vender su cuerpo por dinero.
Tal vez Yoongi tenía razón, hasta cierto punto, después de todo. Seokjin se encontraba allí vendiendo su tiempo por dinero, pero, obviamente, jamás iba a aceptar eso frente a ese chico inmaduro y arrogante. Nunca lo haría, especialmente después de que le dijera que lo compraría...
Maldito... ¿Quién se cree?
El recuerdo era suficiente para volverlo a enojar.
─ ¿Seok? ─ La clienta lo llamó.
Aunque usaba parte de su nombre, jamás le daría su verdadero nombre a un cliente, eso era obvio, algo básico... incluso salía en las películas.
─ Disculpa... me distraje. ─ Le dijo volviendo a poner atención a su conversación.
Finalmente, la señora decidió dejarlo libre después de la media noche. Era cansado estar demasiadas horas con la misma clienta, pero era una forma más segura de hacer dinero también, pues un solo cliente pagaría todas tus horas. Seokjin miró a Hoseok salir del lugar con uno de sus clientes y suspiró...
¿Cómo lo hace? ¿Necesitará más dinero que yo?
No podía comprenderlo, pero aún después de tres años no tenía la confianza de preguntarle, especialmente porque Hoseok nunca le había preguntado algo personal a él.
Se levantó de aquella mesa, era extraño que llegara otro cliente después de la media noche, así que prácticamente aquella mujer había sido su única clienta ese día. Entró a los vestidores para cambiarse e ir a comprar las cosas de su Taehyung. Se sentía muy cansado pero era necesario. Así que antes de irse, pasó tomando un café y luego caminó hacia la tienda 24/7 más cercana.
El chico que atendía en ese horario ya lo conocía muy bien, normalmente esa era la tienda 24/7 que él visitaba... a veces incluso aunque no tuviera algo que comprar. Así que el chico sonrió al verlo.
─ Hola, Seokjin. ─ Saludó.
─ Hola, Jimin. ─ Le respondió.
─ Vienes sólo. ─ Le dijo, pues a veces, cuando Hoseok no conseguía un cliente para el resto de la noche, éste solía acompañarlo a la tienda.
─ Si, hoy Hoseok... está ocupado. ─ Jimin suspiró poniéndose algo triste, Seokjin estaba casi seguro que a él le gustaba Hoseok, pero no debía meterse en aquello, pues no es como si fueran grandes amigos de confianza... en realidad... no estaba seguro de tener algún amigo cercano. ─ Necesito un celular.
─ Oh, espera, ya te atiendo. ─ Salió de atrás de la caja y lo ayudó a encontrar en la tienda todo lo que necesitaba para Taehyung. Luego pagó y finalmente había acabado con las actividades del día. Ya solamente le quedaba volver a entrar a la academia sin ser atrapado.
Miró a Jimin quedar algo triste y suspiró pensando que tal vez si debería meterse.
─ Sabes... no creo que Hoseok...
─ Lo sé. ─ Le dijo Jimin con una sonrisa triste. ─ Pero gracias por traerlo de vez en cuando.
Seokjin sintió sus mejillas sonrojar por el agradecimiento del contrario.
─ De nada... supongo.
Salió de la tienda sintiéndose un poco mal por el chico, así que se regresó para hacer algo que no había hecho en todos esos años.
─ Podríamos intercambiar números de teléfono. ─ Le pidió. ─ Después de tantos años.
Jimin sonrió.
─ Creí que nunca lo pedirías. ─ Le dijo sacando su propio celular.
Ambos sonrieron mientras guardaban los datos del contrario en sus respectivos móviles, tal vez enviarse unos cuantos mensajes de vez en cuando no les haría daño, después de todo, Jimin también se miraba algo solitario.
Se despidieron y esta vez Seokjin se fue sintiéndose en paz, llamó a un taxi de servició completo que lo dejara a unas cuadras del colegio y luego corrió por la parte de atrás del edificio para poder entrar nuevamente por donde había salido.
Después de hacerlo tantas veces incluso había perdido el miedo de ser atrapado, así que respiró aliviado ya en su habitación, colocando todo a la par de su cama y luego se quitó todo quedando solamente en su ropa interior. Apagó la luz de su habitación y se lanzó boca abajo sobre su cama.
Había sido un día largo y solamente tenía unas dos horas para dormir...
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