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Así que ahí estaba, observaba a sus alumnos practicando los movimientos básicos que les había enseñado. Con todo el disimulo posible dirigió la mirada hacia su suplente quien guardaba un par de materiales en el pequeño armario que tenían. Marcus volteó y su mirada ardiente fue suficiente para que Zero volteara hacia otra parte.
El pelirrojo cerró las puertas del armario y luego se dirigió hacia el rubio y se paró a su lado mirándolo directamente. Zero evitó a toda costa el contacto visual.
---Capitán Zero--- dijo el ojiverde.
---Dime, Marcus--- respondió el ojiazul.
---Ah, ya recuerda mi nombre--- exclamó el chico cruzándose de brazos ---Ya me voy, señor--- dijo.
---¿Irte?--- cuestionó ---¿A dónde?
---Debo atender unos asuntos con el Sub-Comandante, señor--- respondió y dio media vuelta abandonando a Zero. El rubio volvió su mirada al grupo y ordenó que no se distrajeran y amenazó con castigarles.
No estaba teniendo el mejor día y seguramente sería así por un par de semanas o meses, no conocía al chico y no sabía si terminaría perdonándolo o continuaría molesto.
Pensó que tal vez concentrarse mucho en ello sería contraproducente, además, ya había vivido muchas situaciones similares y jamás había tenido un problema real... Excepto por esa vez que tuvo que pedir una orden de restricción.
¿Hacía cuanto que había empezado con esa pequeña costumbre suya? Hacía un poco menos de un año cuando fue a un bar a tomar, se había negado a escuchar a Axl y simplemente salió de casa buscando consuelo en el alcohol. El bartender le miraba como si sintiera lástima por él, pero Zero no tenía los ánimos para decirle nada. Fue entonces que un chico se acercó a él para preguntar si estaba bien, lo cual desembocó en una larga charla entre ambos.
"Puedes fingir que soy X, si quieres" había dicho ese lindo chico de ojos verdes en ese momento.
"¿Por qué permitirías eso?" cuestionó Zero un poco confundido.
"Yo solo quiero ayudarte dándote el consuelo que necesitas" susurró a su oído.
---¡Capitán Zero!--- exclamó una chica frente a él. El rubio volvió a la realidad y notó a sus alumnos rodeándolo ---Ya terminó la práctica, señor...
---¿Qué?--- se cuestionó ---¡Ah, sí! Guarden las cosas en el almacén y diríjanse a su siguiente clase--- ordenó. Se había distraído, era peligroso distraerse, en especial estando cerca de Mavericks. Frunció el ceño.
Ahora que su clase había terminado, podía ir a almorzar con Axl en la cafetería antes de tener que hacer los reportes. Un joven apareció detrás de él y le saludó para luego adelantarlo.
---¿Podría ayudarme, por favor?--- preguntó el joven. Zero notó al instante que no era un Reploid quien se encontraba frente a él, sino un humano cargando una caja con un logo extraño.
---¿Qué necesitas?--- Le resultaba extraño ver a un humano caminando por ahí, parecía cansado y el sudor caía por su frente mojando el resto de su rostro moreno, su cabello negro se había pegado a su frente, incluso, sus ojos marrones se fijaron en él.
---Me pidieron que entregara esto a la oficina del Sub-comandante X, pero no sé dónde está ¿Podría, por favor, darme indicaciones?--- rogó.
Zero notó que a pesar de ser humano, parecía muy cortés. A lo largo de su vida había encontrado humanos muy prepotentes que solían faltarle el respeto, y aunque habían leyes en contra de esto, no era muy usual que el público empatizara con los Reploids y por supuesto, era ilegal que un Reploid lastimara física o verbalmente a un humano. En este caso, Zero, por las leyes de la robótica, se veía obligado a ayudar al humano, aún si no quería, aunque no era como si le molestara.
---Sígueme, te llevaré--- ordenó y avanzó hacia la oficina de X. Al llegar, llamó a la puerta y el azul dio permiso de entrar, por lo que el rubio abrió la puerta y el joven pelinegro entró rápidamente.
---Aquí está su pedido, señor--- dijo para colocar luego la caja en la mesa y sacar la comida que ahí llevaba, luego listó cada artículo para comprobar que la orden estaba correcta, el joven recibió el pago, la propina y se fue agradeciendo al rubio por sus servicios. Zero lo contempló al irse.
---Es raro ¿No?--- señaló X. Zero volteó preguntando a qué se refería ---Ya sabes, un humano repartidor, no es muy usual verlos hoy en día--- tomó el plato de comida china que había pedido e inhaló sintiendo el aroma. Los Reploids no necesitaban respirar, solo lo hacían cuando necesitaban sentir aromas, pasaba lo mismo con la comida, era un sustituto de la energía ---¿Sabías que uno de los principales factores por los cuales los Reploids no son bien vistos en la sociedad es por la falta de empleo para los humanos?---
De nuevo, Zero parecía confundido por las palabras del ojiverde, se cruzó de brazos mientras lo escuchaba.
---Muchos Reploids hacen los trabajos que antes los humanos hacían, como construir casas o repartir comida, entonces muchos humanos se quedan sin trabajo. Compro de este restaurante porque solo contratan humanos--- el joven se sentó en la silla.
---Siempre te ha gustado la comida china--- señaló Zero mientras lo observaba.
---¿A ti no?--- luego rió al recordar ---Es cierto, prefieres cosas distintas... Comida italiana ¿No?
Zero no respondió, simplemente dirigió su mirada a otra parte. Le sorprendía que aún se conocieran tan bien.
---Y parece que Axl prefiere la mexicana...--- comentó X entonces. Zero pensaba que aquella conversación carecía de sentido, así que se alejó de la pared para irse ---Marcus vino a hablar conmigo hace una hora, más o menos--- a Zero no le importaba ---¿Puedo saber por qué está molesto conmigo, Zero?
Zero se detuvo de golpe.
---No soy su psicólogo--- respondió el rubio ---No lo sé.
---Yo creo que sí lo sabes--- afirmó el ojiverde ---No creí que fuera Marcus--- comentó ---En serio, no lo creí--- había algo en si voz que parecía intimidar a Zero y este no sabía lo que era ---Pero lo que no entiendo, Zero, es ¿Por qué su enfado conmigo? ¡Porque créeme que no es lindo recibir a un Reploid furioso entregándome su carta de renuncia y mandándome a la mierda!--- sostuvo la carta mostrándosela a Zero ---¿Y ahora, debo archivar esto, el General me cuestionará por qué renunció uno de mis reclutas ¿Y qué le voy a decir? ¿O tú vendrás y le explicarás las razones?!
Zero se dio cuenta de que estaba siendo regañado y eso no le agradó en lo más mínimo, frunció el ceño.
---¡Mira, no es mi culpa que sea un niño tan mimado!--- se apoyó sobre la mesa golpeándola
---¡Pero es tu culpa que se pusiera así!--- le reclamó X de vuelta imitando la acción de Zero ---¡¿Qué hiciste?!
---¡No hice nada!
---¡¡Sí lo hiciste!!
---¡¡¡Y si lo hice ¿Qué te importa?!!!
---¡¡¡Me importa mucho porque este proyecto pende de un hilo, Zero!!! ¡¡¡Dime qué hiciste!!!
---¡¡¡Jódete!!!--- el rubio comenzaba a sentir la presión de aquella pequeña disputa.
---¡¡¡Dime!!!
---¡¡¡Gemí tu nombre ¿Feliz?!!--- ambos dejaron de gritarse y se alejaron. X recobró su postura erguida pero estaba atónito ante la declaración ---¡Y lo hice porque estaba pensando en ti ¿De acuerdo?! ¡¿Escuchar eso te hace feliz?! ¡¿O quieres más detalles?!--- cuestionó ---¡Bien! ¡Te daré más detalles!--- rodeó el escritorio para encarar al oji-esmeralda, X retrocedió negándose a tener cerca al rubio ---¡Me acosté con él porque me recordó a ti!--- terminó acorralando al menor contra el librero tras él ---¡Porque no importa a donde vaya, tus ojos siempre me persiguen!--- el menor cerró los ojos, no quería afrontar aquella situación, Zero estaba tan cerca que se sentía amenazado ---Tus ojos...--- su mano acarició la mejilla del azul y le obligó a mirarle ---Me encantan...
X mantuvo su vista fija en los ojos color zafiro del mayor, temblaba, tenía miedo de Zero. No era el tipo de miedo que lo hacía sentir que moriría o saldría lastimado, tenía miedo porque sabía que fácilmente caería ante Zero, tenía miedo de no poder resistirlo porque la lujuria recorría todo su cuerpo y le gritaba que dejara que Zero tomara todo lo que alguna vez fue suyo.
Pero no podía permitirlo. Observaba con detenimiento al mayor, lo sentía acercarse cada vez más, sus labios sintieron un cosquilleo cuando los sintió juntarse con los del mayor, sabía perfectamente que estaba jugando con lo que no debería, sabía que debía alejarlo y rechazarlo una vez más, pero su cuerpo no respondía, en vez de empujarlo, terminó abrazándolo, soltó un suspiro cuando se separaron un par de segundos, cosa que solo animó al rubio a continuar, pronto, sus labios besaron el cuello del menor, la necesidad de poseer al menor se apoderó de él, no podría detenerse, aún si los descubrían.
X acarició los cabellos del rubio, cuanto extrañaba esa sensación, esa cercanía, y ahora ardía en deseo. Cerró los ojos, lo único que quería era que Zero alimentara ese deseo con sus besos, lo quería cerca, lo quería como suyo.
Pero la imagen de Signas se hizo presente en su cabeza, sus ojos se abrieron y al instante se posaron sobre el anillo en su dedo que pareció brillar en respuesta. Empujó al Reploid carmesí haciendo que este casi cayera al suelo.
---¡¡¡Fuera de mi oficina!!!--- ordenó el menor casi al borde de las lágrimas ---¡¿No me escuchaste?! ¡¡¡Fuera!!!--- continuó empujando al mayor, pero no tenía la suficiente fuerza para botarlo en ese momento, Zero se quedó ahí parado unos segundos observando como el oji-esmeralda lo empujaba. Finalmente se alejó, dio media vuelta y salió de la oficina sin mirar atrás.
X se dejó caer al suelo y cubrió su rostro. No podía permitirse fallarle de nuevo a la persona que más amaba en el mundo, no cometería el mismo error dos veces, no podía.
Se acurrucó, dolía porque X aún no lo superaba, porque se arrepentía.
Y ya no quería arrepentirse más.
oH n0-
Depositen su rabia/ lágrimas/ quejas aquí ------------------------------------>
Haré un dibujo en digital de Marcus y Damerov, personajes que olvidaré cuando todo esto termine lalskañ.
En realidad, Marcus solo es un relleno chafa, pero vi que varios querían un dibujo de él, así que lo dibujaré xd.
Y ps, Damerov solo porque él es nuestra tradición.
Espero les gustara el cap de hoy uwu. Se me cuidan, los amo, bai.
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