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---Pero dame una señal chiquita, ay chiquita--- cantaba Axl mientras revisaba los horarios en camino a su siguiente clase. El cielo estaba despejado y era el día perfecto para las prácticas de tiro, levantó la mirada y se topó con X quien caminaba un poco más lento de lo normal ---Oh, X... Digo, Sub-Comandante X, hola--- dijo con una cálida sonrisa en su blanco rostro.
El mayor volteó.
---Oh... Hola Axl--- bostezó ---¿Vas a tus prácticas?
---Sí, gracias por los consejos de ayer, ojalá me funcionen hoy--- dijo sonriendo, aunque parecía nervioso.
---Seguramente lo harán, debo ir a trabajar, pasaré a supervisar tu clase luego--- el azul continuó su camino y Axl se despidió. No había dormido la noche anterior y pensaba en tomar una siesta secreta en su oficina por un par de minutos. Sus ojos notaron a un joven rubio caminando en su dirección y el sueño que se cargaba desapareció al instante siendo reemplazado por incomódidad. No deseaba ver a Zero y mucho menos por lo sucedido la noche anterior.
---Sub-Comandante--- saludó Zero pasando a su lado.
X sabía que debía responder a dicho saludo, pero sentía que se desmoronaría si hablaba, así que solo levantó la mano saludándolo.
Por supuesto, Zero malinterpretó completamente este gesto y se sintió ofendido de no recibir un buen saludo y ya que no andaba de humor decidió reclamárselo al menor.
---He visto Sub-Comandantes menos egolatras que tú, X--- exclamó pensando que tal vez era el ego del ojiverde lo que lo hacía ignorarle.
Ese comentario fue suficiente como para fastidiar al azul quien se dio la vuelta y le miró fríamente retándole a hablar.
---¿Qué? ¿Te comió la lengua el gato?--- cuestionó Zero.
La actitud burlona del rubio era suficiente para molestar a X.
---Hablando de comer, imagino que comiste bien anoche--- mencionó el ojiverde que notó cómo la sonrisa en la cara del rubio se borraba casi al instante ---Bien para tus estándares, claro.
---Tú estuviste entre mis estándares--- respondió Zero sabiendo perfectamente a lo que X se refería.
Touché.
---Te agradecería que devoraras el postre en otra parte, Zero, creo que mínimo te alcanza para un motel--- X se cruzó de brazos.
---Ya ¿Pero por qué estabas fijándote en eso anoche? ¿Tan abandonado estás que necesitas meterte entre la vida privada de los demás?--- el ojiazul cortó la distancia entre ambos ---Porque puedo ayudarte con eso.
Sus narices se rozaron, estaban tan cerca que X pudo sentir el aliento a menta del mayor.
---Tus servicios...--- dijo colocando su mano sobre su pecho y tratando de alejarlo de él ---No son requeridos, si quisiera una puta ya la habría contratado.
---Algunos hábitos nunca cambian, eh--- Zero tomó la mano del menor insitando a que la dejara justo donde estaba haciendo que instantáneamente este se tensara. Zero sabía perfectamente cómo se sentía X al pronto verse acorralado contra la pared ---¿Estás seguro que no quieres ayuda? No voy a cobrarte nada...
X luchaba contra sus mejillas para que estas no se volvieran rojas. Sus más bajos instintos se hacían presentes, pero aún tenía la capacidad de reprimirlos.
---Sí, estoy seguro--- afirmó el oji-esmeralda usando su otra mano para tratar de alejarle de nuevo.
---¿En serio?--- le detuvo y sostuvo si brazo contra la pared, sus labios de aproximaron a su oreja y se dispuso a susurrar ---Podemos tomarnos un rato libre en tu oficina.
Un escalofrío recorrió todo el cuerpo del azul y la presión en su pecho se intensificó.
---Ya basta, Zero--- su tono de voz aún mantenía su frialdad, una frialdad fingida, producto de su desesperación por salir de aquella situación.
Zero le miró directamente a los ojos. Finalmente podía observarlos, esos ojos que le atormentaban, ojos que aparecían en sus más oscuras pesadillas y sus más dulces sueños, ojos que anhelaba ver y que ahora le parecían tan distintos al resto, ahora se sentía como un tonto al buscar un reemplazo para ellos.
Se acercó lentamente al menor, sus labios temblaban de deseo, quería simplemente unir la abertura de su boca con la del menor y tenía la total certeza de que este se sentía igual. Pero X simplemente volteó, evitando así ese roce tan anhelado.
---Te dije que pararas, Zero--- de nuevo, su voz sonaba fría y distante.
Finalmente, Zero le soltó, X acarició sus muñecas al verse libre y su mirada impenetrable provocaba en Zero una profunda sensación de vacío.
---Debo ir a trabajar--- declaró X ---Por favor, abstente de hacer ese tipo de cosas en mi academia--- X se escabulló lejos de Zero y continuó con su camino hasta que finalmente desapareció en la esquina.
El rubio topó su frente contra la pared, cansado, decepcionado, en parte muy herido.
Había despertado de mal humor esa mañana debido a los acontecimientos nocturnos donde su joven acompañante se largó indignado por llamarle por un nombre erróneo dejándolo sin poder terminar lo que había empezado.
Ahora tenía que volver a toparse con dicho joven para su siguiente práctica y sabía de antemano que aquella no sería una experiencia muy placentera.
Suspiró.
Se alejó de la pared y siguió con su camino, tenía trabajo que hacer.
Jaja Zero simp.
Anyway, espero les gustara el cap de hoy y ptm, cerré Wattpad sin guardar y creí que se había perdido el cap, pero no, jaja.
Los veo luego, los amo, bai.
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