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Para X, convertirse en amante del rubio le había traído más problemas que beneficios. Por un lado, se sentía increíblemente culpable de ser infiel, aún si estaba siendo chantajeado para hacerlo, simplemente, la idea de traicionar a su pareja le carcomía con frecuencia y provocaba un nudo de angustia en su garganta. Y por el otro lado, se desanudaba dicha angusta cuando el miembro de Zero entraba en su boca, disfrutaba los encuentros con el rubio, aún si solo eran roces en la soledad del pasillo o un cruce de miradas, se sentía atraído por el rubio y negarse era difícil, no solo por dicha atracción, sino también por el chantaje.
Pero eso no era lo único: El ojiverde debía sacarse el tiempo de la manga para terminar el papeleo que siempre le quedaba pendiente por culpa del rubio y además, debía guardar el secreto de absolutamente todos y Zero no parecía ayudarle con esas miradas que le lanzaba de vez en cuando ni con sus visitas a la oficina, así que pronto se vio obligado a rogarle a su secretario que cerrara la boca y por supuesto, este aceptó a cambio de un pequeño aumento de sueldo, un precio justo por su silencio y cooperación.
Zero, por su parte, estaba disfrutando toda la situación y no había nada que pudiera arruinarlo. De hecho, todos sus compañeros habían notado como el ojiazul mejoraba su ánimo, mientras el ojiverde parecía cada vez más irritable. Aunque claro, las viejas costumbres se mantenían y a veces, cuando X se negaba a verle por algún tipo de compromiso, se ligaba a algún chico que cumpliera con sus estándares, a este punto ya era un pasatiempo, sin embargo y ahora que X estaba en sus manos de nuevo, ya no tenía tanta necesidad de buscar en otros lo que el chico tenía y es que el rubio siempre estaba buscando a X en otros Reploids, incluso en Axl. Tuvo que autocontrolarse demasiado para no tratar de hacerle algo al alegre chico castaño y aún así, a veces terminaba coqueteándole, apreciaba mucho que el chico aún lo considerara su amigo luego de eso.
---¿Y? ¿Algún resultado?--- cuestionó el General sacando a Zero de sus pensamientos. El General era un Reploid muy tradicional. Había sido creado con el único propósito de guiar a los cinco comandantes de las cinco divisiones de los Maverick Hunters y servir como puente entre ellos y el Estado, junto a sus ministros y el presidente, por lo que para él, la seguridad, no solo de la ciudad, sino del país, era completamente importante y su principal prioridad. Era debido a esto, que se opuso al PYREM en cuanto X lo propuso, en su cabeza no cabía la idea de que un Maverick pudiera retornar a la sociedad como un Reploid de bien, pero sus argumentos fueron completamente ignorados y el proyecto fue aprobado. Afortunadamente para él, terminó siendo el supervisor y solo necesitaba un pequeño error para finalmente acabar con ese estúpido proyecto y acabar con la reputación de X y Zero le ayudaría con ello a cambio de un buen puesto en sus filas.
---Le ruego sea paciente--- respondió Zero ---No se ganan guerras apresurando las cosas, usted debería saber eso.
---A mi parecer, solo estás jugando, no me sirven de nada estas fotos estúpidas--- dijo el General furioso ---Recuerda que estamos peleando por los intereses de ambos.
---Eso no se me olvida, pero si voy a destruir este proyecto, voy a destruir a su creador con él y este es solo el primer paso--- Zero rodó los ojos ---En cuanto pueda, le daré todo lo que necesite para destruirlo todo--- apoyado contra la pared y de brazos cruzados, Zero buscaba tiempo. Necesitaba ganarse la confianza de su amante antes de poder encontrar el punto débil.
El General dejó salir un suspiro.
---Confío en ti, Zero, eres el mejor Maverick Hunter que los Hunters han tenido, confío en tu razonamiento y estrategia, así que no me decepciones--- el Reploid se levantó de su silla y apoyó sus manos sobre su escritorio ---Porque si tengo el poder de acabar con un comandante, no sabes lo que puedo hacer contigo.
Zero frunció el ceño, no le gustaba verse amenazado, no obstante, no estaba en posición de reclamar, no tenía poder ante el General, era como si un simple humano tratara de enfrentarse a Dios.
---No lo voy a defraudar, General--- respondió el de ojos zafiro. La verdad era que, aunque Zero era valiente y no se dejaba intimidar, el General era un figura con la que no podía jugar, cualquiera que lo hiciera debía estar loco o ser un suicida.
El General tomó asiento de nuevo, sus ojos color canela parecieron suavizarse al momento de verse en una posición dominante, ahora estaba complacido.
Aquella conversación había irritado al rubio, irritación que podría desquitar con cualquier cuando quisiera y donde quisiera, pero había decidido soltar la frase: "Vayamos a almorzar este fin de semana" mientras ayudaba a X a recoger los archivos que había terminado de revisar para luego llevarlos al archivero.
---¿Perdón?--- cuestionó el de ojos color esmeralda.
---Sí, te gusta la comida china ¿No? Podemos ir a ese restaurante que tanto te encanta--- soltó sin pensarlo demasiado, como una charla casual.
---Oye, si quieres ir a coger solo tienes que decirlo.
---No dije "coger" dije "comer", son dos cosas muy diferentes--- metió los folders llenos de papeles en el archivero y lo cerró.
X abrió los ojos detonando sorpresa mientras se cruzaba de brazos luego de guardar las cosas ---¿De verdad?
---Sí, claro--- dijo en un tono despreocupado ---Digo, podemos hacerlo también si quieres, pero la verdad es que solo quiero ir a comer algo--- el joven rubio sabía que sí quería destruir a X, necesitaba hacerlo desde adentro, destruir sus sentimientos justo como él lo había hecho.
---Bueno...--- el chico ojiverde lo pensó por un momento: Con el papeleo terminado, tenía tiempo de darse unos lujos, salir a almorzar era una gran idea, podía simplemente decir que saldría con Alia y Axl. Por otro lado, no deseaba demasiado estar junto a Zero, el hecho de que solo buscara una ¿Cita? No quitaba el hecho de que lo estuviera chantajeando desde hacía unas semanas, igual tampoco podía decir que no debido a esto ---Supongo que tengo tiempo.
---Genial, entonces te veo allá, no creo que quieras que llegue a tu casa.
---¡No, por favor!--- rogó colocando sus manos en los hombros de Zero, lo cual provocó una carcajada por parte de este.
---Eres muy lindo cuando te asustas--- dijo entre risas ---Bueno, hasta el finde entonces--- y con esto, se fue dejando a X completamente solo en la sala de archivos.
El menor le observó mientras se iba. Una cita no estaba en sus planes de fin de semana, suspiró, de nuevo la angustia... Un momento ¿Lindo? ¿Le dijo que era... Lindo? En su rostro se notó la confusión, Zero no solía darle ese tipo de cumplidos ¿Se estaba burlando de él? Frunció el ceño con indignación ¿Cómo se atrevía?
---Ugh--- dejó salir ---Lindos mis huevos--- dijo molesto y salió de ahí dando un sonoro portazo.
Ay el amors (?
Bno, este fue el cap de hoy. Dejenme comentarios nmmn.
"¿Donde están? COMIENCEN A ESCRIBIR, COÑOOOOOOOOOOO"
-Dross
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