Una nariz sangrante fue el menor de los problemas de Steven, los dedos rosados ​​que presionan sus mejillas son un mejor ejemplo. Un golpe, dos golpes, tres golpes -Levántate- Ordena Spinel, pero Steven no responde, sus ojos miran a los ojos de la gema rosa.

Esas espirales, a Steven le gustaría perderse en los ojos de Spinel, tal vez para siempre. Pero él nunca tendría esa suerte, las manos rosadas descienden de las mejillas de Steven hasta su cuello, acariciando la piel del humano, tan perfecta. A White le hubiera encantado. Spinel acerca su rostro al rostro de su prisionero. Su prisionero, solo de ella.

La cara de Steven permanece casi inerte, como una estatua, la sangre continúa descendiendo por su nariz, mostrando un signo de vida. En esa habitación, Steven era lo único vivo, ahora solo había objetos inanimados y plantas muertas. -Levántate- Ordena de nuevo Spinel, pero Steven se niega. Sin embargo, su resistencia es casi nula, sus dedos solo tocan suavemente los brazos de Spinel.

-No puedo-

-¿No puedes o no quieres?-

Steven gira la cabeza, tratando de no ver a Spinel, pero sus manos todavía están firmemente en su cuello. Steven no la mira, pero sabe que ella sigue mirándolo. Un rugido sale del estómago de Steven, él trata de ignorarlo, pero sus órganos se revuelven -Necesitas comer- Menciona Spinel, Steven asiente, pero no hace ningún esfuerzo por moverse.

-¿Qué quieres?-

-Te quiero a ti-

Spinel yace junto a Steven, sus manos continúan bajando por su cuerpo, posándose en el abdomen de Steven. Ya no intenta ni siquiera apartar la mirada de ella, la gema rosada luego abre la boca, pero ella no suelta ninguna palabra, pero pone sus labios en los labios del híbrido.

No hay resistencia ¿Por qué debería haber resistencia del prisionero? El aliento, el calor, todo se escapa de Steven, todo se libera hacia el beso con Spinel. Pequeños sonidos provienen de la unión de los dos, la unión de sus lenguas, la unión de sus respiraciones, la unión de todo su ser, de sus identidades. Es difícil distinguirlo de ella y ella de él.

Cuando Spinel intenta separar las manos de Steven, presiona contra ella, aferrándose a los brazos de la gema. Pero se separa poco después, Steven necesita respirar y la fatiga lo hace sentir pesado. La cabeza del híbrido descansa sobre el cofre de Spinel, tocando la superficie cristalina en forma de corazón.

-Quiero que vivas, Steven-

Steven no responde, pero los brazos de Spinel se extienden alrededor de su cuerpo y la gema rosa sabe que él está vivo. Steven solo está viendo su propio reflejo en la gema de Spinel.

-No quiero que te alejes- "I don't want you to drift away"

Las palabras de Steven son las últimas palabras en esa habitación, ese día. Spinel permanece con él, hay muchas maneras de ser prisionero.

-Te amo Steven-

-Te amo Spinel-