Un sexy carcelero para un sexy preso
Estaba sentado en una celda, la noche era fría y el joven albino suspiraba y, bien, ¿Qué hacia allí? Todo gracias a su buen amigo Dazai, la universidad había llegado y se habían librado del servicio militar milagrosamente... ¡¿MILAGROSAMENTE?! Atsushi se vino a enterar que Dazai falsifico sus papeles y nombres para no hacer servicio militar, ahora debía pasar dos años en la cárcel, ¡ERA IGUAL AL SERVICIO MILITAR! Suspiro profundo, su hermana Kyouka debía estar preocupada, su padre y tutor Kunikida, debía estar decepcionado y molesto, su madre Yosano, seguramente querría matarlo en cuanto lo vieran. – ¡sssshhhh! – "ignorarlo Atsushi" pensó – ¡sssssssshi! – "ignóralo, ignóralo, ignóralo" - ¡ATSUSHIIIIIIII-KUN!
― ¿Qué? – hablo a la pared, si, Dazai estaba del otro lado
― Nos metimos en una grande está vez ¿eh?
― Estas demente...
― Pero sabes, el policía que nos trajo era lindo
― ¿El oficial Nakahara? Es de las fuerzas especiales
― Y pensar que se armó todo un alboroto en la universidad – decía divertido – pasaremos a la historia Atsushi-kun
― No quiero pasar a la historia, quiero dormir
― Bien, bien, bien, descansa Atsushi-kun
Al día siguiente, Atsushi y Dazai habían salido al patio, algunos chicos los miraban fijo y molestos – delincuentes – trago saliva Dazai – creo que les debo dinero
― What th-
― Atsushi-kun, seamos cool, no nos dejemos intimidar, aquí mandamos nosotros
― No, no lo hacemos
― ¿de qué hablas? Solo debo cantar: Nadie pasa de esta esquina, aquí mandan las divinas, porque somos gasolina
― Por favor, para Dazai-san
― Solo sígueme Atsushi-kun – dijo el castaño comenzando a caminar.
― Estoy acabado – menciono Atsushi mirando al castaño
Cierto, Dazai no le tomo ni 5 segundos convertirse en el objetivo número uno de la cárcel y por lo tal, Atsushi también, se vieron rodeados de muchos chicos dispuestos a golpearlos, otros claro, veían una oportunidad de carne fresca.
El circulo de chicos que le rodeaban comenzó a cerrarse, Atsushi temía de si, Dazai bueno, parecía estar más rígido y seguro ¿Qué tanto le valía la vida? Debía reconsiderar su vida al lado del castaño... - ¡¿Qué ocurre aquí?! – escucharon una voz seca y fría
― Rayos es Akutagawa
― Solo salgamos
― Muévanse inútiles
― ¿Y bien? – pregunto una vez más aquella voz. Mientras el circulo de maleantes se disipaba
Atsushi volteo a verle y se sonrojo al ver al chico frente a él. Era un azabache de cabello corto y mal peinado, sus puntas eran blancas ¿algún estilo único? No sabe, se quedó atrapado por aquellos ojos grises, fríos y directos que le miraban, chaleco antibalas, traje negro... Era un experto de la unidad de crimines... Es decir que
― Oooh ¿eres compañero del oficial Nakahara? – pregunto Dazai
― ¿Por qué quieres saberlo? – pregunto frío el azabache
― Quiero verlo, fue muy amable cuando nos trajo – sonrió Dazai
― Se me encargo esté pelotón estos días, Nakahara vendrá después a cubrirme
― Dazai-san, dudo mucho que Nakahara-san quiera saber de ti después de que lo llamaste enano
― Ah, - dijo Akutagawa – eres el larguirucho hijo de perra que llamo a Nakahara-san enano ¿eh?
― ¿te contó?
― Claro – sonrió el azabache - ¿te gustaría pasar unas horas en el confinamiento?
― E-eso no es justo – dijo Atsushi y el azabache le miro tan fijo que el albino sintió miedo
― Vamos, 25, es hora de tu confinamiento solitario, número 15, tú te quedarás aquí – dicto el azabache viendo al albino
Atsushi decidió quedarse sentado en el piso del patio, no pretendía pelear con nadie, ni ser malo con nadie, quería pasar aquellos dos años placenteramente sin problemas, aunque entendía que Dazai no se la dejaría fácil. – oi, chico número 15 – escucho una voz y volteo a verle, un chico extravagante de colores variados, piel bronceada y extremo maquillaje
― ¿S-si? – rebusco en su ropa – ¿000? – esté comenzó a reír
― ¿Cómo te llamas?
― Na-nakajima Atsushi
― Atsushi, soy Sho Futamata
― U-un placer Futamata-san
― No te acerques tanto a Akutagawa
― ¿e-eh?
― Todos aquí le tememos a ese dúo de compañeros, Akutagawa y Nakahara, dicen que todo se mantiene tranquilo gracias a ellos, y es porque torturan a quienes se portan mal
― ¿en serio?
― Si, así que no te preocupes de lo demás, es tranquilo – sonrió acostándose en el suelo
― ¿qu-que haces?
― Oye, la vida es una, no seas un numero idiota y recuéstate, pronto saldremos de aquí
― ¿sa-salir?
― Pienso huir – dijo con una gran sonrisa
― ¿Por qué siempre me involucro con dementes? – pregunto el albino entre suspiros
― Vamos Jyungo, alégrate – sonrió el Futamata
― ¿co-como me llamaste?
― Jyungo, literalmente significa 15 – menciono sonriente – eso me da buenas ideas – dijo Sho comenzando a dibujar en el piso la prisión
― ¿eres... dibujante?
― Claro – sonrió amplio – y cuando salga de aquí, haré un grandioso manga de nuestras aventuras
― Su-suerte con ello – suspiro
Estaba pasando un buen rato con Futamata, fue cuando la reja se abrió, volteo a verlo, allí estaba Akutagawa, serio una vez más, Atsushi volteo a ver a su compañero para ver que este no estaba ya – fu-fui dejado – menciono el albino
― Tu. Número 15. camina – escucho aquello tan frio y duro que trago saliva fuerte
Atsushi siguió al gran Akutagawa, pasaron por varios pasillos, escucho unos gemidos – e-esa voz... ¿Da-Dazai-san?
― Tu amigo se quiso hacer el chistosito con mi compañero, no te preocupes, estará bien – sonrió al final y esto hizo a Atsushi tener miedo
― ¿A do-donde me lleva? – pregunto el menor tenebroso
― Quiero llevarte a la sala común
― ¿eh?
― Usualmente los chicos no vienen aquí, nos tienen miedo y crean siento de rumores, pero al parecer Nakahara simpatizo con Dazai-san y quisieron que yo te entretuviera mientras
― ¿eh?
― ¿eres sordo? ¿bruto? ¿o ambos?
― ¿eh?
― Que inútil
Habían llegado a la sala común, un lugar blanco, con un mueble largo, no era gran cosa, había una cafetera, un microondas, y una televisión, el azabache rápidamente se dejó caer al mueble y encendió la televisión – A-Akutagawa-san...
― ¿Qué? te dije que me dijeron que te distraiga, ven aquí – pidió y el albino volvió a tragar saliva
Atsushi se sentó incomodo a su lado, el azabache solo cambiaba y cambiaba canales, a lo lejos podía escuchar los gemidos y gritos de su compañero – te digo que está bien – dijo el azabache al notar la incomodidad de su acompañante
― Pe-pero Da-Dazai-san usualmente no hace ruidos así
― ¿Qué? –expreso sorprendido - pensé que eran amigos
― L-lo somos...
― Oh ya – lo miro fijo - ¿no haces lo mismo que él?
― Estudio diseño digital, él negocios – menciono el albino inocente y el azabache tapo su boca para evitar una gran carcajada
― Definitivamente te juzgue mal – dijo el azabache para tomar el mechón largo del albino – y con lo lindo que eres...
― ¿di-disculpe?
― ¿Cuántos años tienes?
― Di-dieciocho – menciono algo temeroso y escucho al azabache chistar su lengua
― ¿Por qué cometes un crimen tan grande siendo aún menor de edad? – pregunto – bueno, te juzgaran como mayor así que eso ya no importará tanto
― ¿e-eh?
― Lo que significa que a mí no me pasará nada si eres mayor de edad
Akutagawa tomo a Atsushi ligeramente, se había puesto encima, haciendo al chico sonrojar - ¿qu-qu-qu-que hace? Y – escucho aquel clic y giro sus ojos hacia su espalda
― Pequeño Jyungo estas arrestado por cargos menores de ser extremadamente sexy
― Qu-que no soy Jyungo – se quejó – ¡Nakajima Atsushi! Soy Nakajima Atsushi
― Ahora actúas como un tigre – dijo burlón – bien, prefiero Jinko
― ¡Qu-que no! – se quejo
Atsushi siguió quejándose al ver como el azabache se levantó y tomo las esposas entre sus manos como si una correa se tratase, así la uso para jalarle fuera de la oficina - ¿A dónde me lleva? Akutagawa-san, ¡Akutagawa-san! ¿A dónde me lleva?
― Carajo, gritas mucho – se quejó – espero que lo hagas igual cuando estemos solos
― ¡Suélteme Akutagawa-san!
Akutagawa abrió un cuarto, dentro era oscuro, solo una pequeña luz le iluminaba, a algunos pasos, unos barrotes se encontraban – ¿va-va a encerrarme aquí ahora? – pregunto el albino
― No – menciono cerrando la puerta y guardando la llave en su ropa – nos encerraremos juntos aquí
― ¿eh? ¿po-por qué? ¿no es esto prohibido? ¿Qué es lo que-
Atsushi se vio callado por un beso algo que le sorprendió al inicio y le encanto con forme se movía, sus labios chocaban, y una lengua juguetona comenzó a lamer sus labios, abrió su boca por inercia y un baile de lenguas comenzó, juntaban sus labios, los separaban, la lengua continuaba enredada – te portas muy bien – hablo el azabache burlón – así podrías salir antes por buen comportamiento
― ¿E-eh?
― Podría ayudarte, si sigues portándote bien – menciono el azabache y el albino asintió con su cabeza
Akutagawa ato uno de sus pañuelos negros al rostro y nuca de Atsushi, impidiéndole ver y dejándolo de rodillas lejos de él – A-Akutagawa esto... s-si me caigo
― No pasas del piso – menciono, Atsushi solo lograba oírlo – ahora sigue mi voz, y ven aquí a rastras – le ordeno
Atsushi trago saliva, Akutagawa notó el bulto en el pantalón del albino – mira que duro te has puesto y no he hecho nada – mencionaba el azabache y el albino le seguía con la voz, arrastrando sus rodillas hasta que sintió la mano delgada y firme del azabache tomarlo – buen chico – dijo Akutagawa sonrojando al albino
Le dejo arrodillado mientras el azabache quedaba debajo de él, - empecemos por mis guantes, no puedo ensuciarlos con tus adentros – dejo sus dedos cerca de su boca, le rosaban – quítalos. – ordeno. Atsushi tomo los guantes con sus dedos, los quitaba lento y con cuidado, de eso sonreía Akutagawa – Eres tan buen chico... me encantas – menciono el azabache sonrojando al albino. Termino de quitar ambos guantes, entonces no lo soportó más, tacleo al albino, tomando sus hombros para tumbarlo al suelo y quedar él encima, Atsushi grito por el momento de incertidumbre.
Akutagawa ahora entre sus piernas sonrió, - realmente eres muy albino... - menciono acariciando su cabello - ¿Cómo eres abajo?
― Es-espere A-Akutagawa-san – sintió un dedo del azabache tapar su boca
― No arruines la sorpresa
Como dicho y hecho, Akutagawa bajo los pantalones del albino, causando que el albino temblará más, no bastaba con no saber que ocurría, también era tocado y visto como el azabache quisiera. Mientras Akutagawa admiraba el miembro erecto de su actual acompañante, su vello púbico, si, si era albino y de eso se alegró. ¿Por qué? quien sabe, algún fetiche del policía
Envolvió con su mano el pene frente a él, Atsushi inmediatamente saco el pecho y curveo la espalda, Akutagawa comenzó a tocarlo, tocar ligeramente y sin mover nada, Atsushi se retorcía en el suelo – igual a un preso torturado – sonrió Akutagawa – se agacho ligeramente y soplo la punta del miembro de Atsushi, el pequeño chico no pudo soportarlo, eyaculo con fuerza llenándose el mismo en todo el pecho. Akutagawa lo miro sonriente – tu y yo la pasaremos muy bien, Jinko. – menciono viendo al albino gemir.
― ¡Aaahg! ¡aahg! – gemía Atsushi con cada embestida del azabache, profundo, un poco a la izquierda, no le había costado nada encontrar su punto y con los ojos vendados, la sensibilidad del albino había aumentado – A-Ah~ ¡Akutagawa! – gritaba su apellido una y otra vez con cada envestida, ambos sudados y algo jadeantes, el azabache termino, cosa que Atsushi solo sintió como un golpe dentro de sí, su cuerpo se tensó y poco a poco se fue aliviando.
Akutagawa por fin quito el pañuelo de los ojos del albino, y admiro aquellos bicolores ojos brillando, sus ojos lo habían dicho todo, le encantaba lo que hacían – Jinko, eres el perfecto reo – menciono
|| .... ||
Día tras día, Atsushi esperaba la llegada de Akutagawa, a veces podía verlo 2 o 3 días seguidos y otras debía esperar hasta dos semanas por él, y si, pasaba tiempo con Sho o Dazai, aunque Dazai si no lo metía en problemas, lo abandonaba por Nakahara.
Cada vez que Akutagawa quedaba a cargo, Atsushi y él tenían sexo, incluso, si llevaba en la noche, lo atrapaba en su misma celda sin dejarle gritar. Y he de decir, que el azabache era de palabra, con buen comportamiento, Akutagawa ayudo a Atsushi y más cuando supo la verdadera historia, trabajo casi mano a mano con el abogado de Atsushi logrando así que se redujera la sentencia de Atsushi... Nakahara hacia lo que podía con Dazai, y si, también había salido aunque después de Atsushi.
Ambos habían logrado regresar a la universidad después de todo, con grandes rumores debo decir, Dazai y Atsushi salían de la universidad cuando vieron a ambos chicos, de lentes oscuros, sacos largos y si, sin uniformes – Hola chicos – sonrió Nakahara
― Nakahara-san, buenas tardes – sonrió Atsushi y miro a Akutagawa – Hola Ryu
― parece que Akutagawa se ha vuelto más serio – menciono burlón Dazai y tuvo un jalón de orejas
― saluda primero bastardo
― moooooo ~ - se quejó Dazai tomando su oreja – no seas rudo conmigo Chuuya
― como sea – dijo Akutagawa serio – suban al auto ambos, iremos de paseo
― Dazai, tu y yo atrás, bajaremos primero – dijo Chuuya abriendo la puerta
Dazai subió atrás con Chuuya, Atsushi delante de co piloto con Akutagawa en el volante - ¿A dónde irán ellos? ¿A dónde iremos nosotros?
― Bastardo cállate ya – pidió Chuuya
― Jamas lo callaras Chuuya, te puede meter incluso a la cárcel – dijo Atsushi fastidiado
― Atsushi-kun ¿Cuánto tiempo estarás molesto? Gracias a mi conociste a Akutagawa-kun
― Estaré molesto por el expediente que creaste en mi Dazai-san
― Todavía que creo algo bonito, me regañan – se cruzó de brazos – pero hay un dios que todo lo ve
Dazai siguió murmurando en el camino, aunque él y el pelinaranja se bajaron a varias cuadras después, el albino miro al azabache quien seguía conduciendo, si, tenía ocho meses de relación con el azabache y ahora que era libre, no podían verse seguido y a veces solo era eso, verse para saludarse y despedirse, la universidad era lo de menos, si no, ponerse al corriente con todo, había pasado seis meses en la cárcel, el trabajo obviamente le quitaba mucho tiempo, sin mencionar las repetidas llamadas de emergencia que lo sacaban del lugar donde estuviese; y todavía me falta mencionar la edad, Akutagawa llevaba muchos años más que Atsushi, todo eso iba en la cabecita algo torpe del pequeño Atsushi – llegamos – dijo el azabache para sacar a Atsushi de sus pensamientos y mirar.
Eran unos suburbios muy comunes, con edificios departamentales, Atsushi siguió al azabache sin miedos, ¿Qué miedo podría tener de estar con un policía de la fuerza especial? Llegaron al departamento 1315, allí el azabache abrió la puerta y encendió las luces – pasa – fue lo que dijo para dejar al albino entrar
― Permiso - menciono al entrar - e-es la primera vez que un novio me trae a su casa
― ¿pues cuantos has tenido?, cierto dos, con los cuales apenas y saliste un pequeño tiempo - pregunto molesto y se auto respondió burlón, si, el azabache lo había investigado todo del albino, era un gran agente especial
― Grosero
Atsushi entro mirando alrededor, era pequeño y acogedor, un gato llego entre estiramientos – su nombre es Rashoumon – menciono – inspirado en el libro – sonrió
― Increíble – dijo Atsushi tumbándose en el suelo – hola Rashoumon, eres muy lindo, si que si
― Compre algo para ti
― ¿para mí? – pregunto el albino sentándose en el suelo, el gato le seguía
― Jinko, nuestra relación comenzó como mero placer, pero... - suspiro – estar contigo es relajante, después de pasar unos días contigo y tu expediente, supe que no eras un criminal
― No lo soy
― Y así fue que inicio esta relación ¿o no?
― Si
― Pero no tengo mucho tiempo para verte – dijo tomando su barbilla – eso... ¿no te agrada?
― No... - respondió mirando a otro lado – amo que seas policía – inflo sus cachetes – y siento celos de pensar que puedes estar con un reo cuando te quedas de vigilante
― Hey – le tomo fuerte las mejillas – jamás desconfíes de mi, antes de ti hubieron muchos si – sonrió – pero tú fuiste quien me capturo
― Entonces... ¿seré el oficial esta vez?
― Claro que no, siempre seré un oficial que te vigilo siendo un preso – sonrió dejando una bolsa para él – pero ~
|| ..... ||
Atsushi se miraba y re miraba en el espejo, ¿las líneas horizontales le hacían ver más gordo? Se preguntaba una y otra vez – Jinko, estoy esperándote
― Vo-voy – respondió en gran suspiro.
Salió del baño, y se sonrojo, allí estaba Akutagawa, vistiendo su traje de agente especial, con el que estuvieron la primera vez, el azabache sonrió al ver al albino con su antiguo traje de presión – sabía que te pondrías así de inmediato, numero 15
― N-no me llames 15
― ¿Jyungo?
― Tampoco – menciono acercándose
― ¿entonces? – pregunto el azabache mientras el albino envolvía su cuello entre sus brazos
― Soy tu amor, soy solo tuyo... - sonrió cerca de sus labios – tu Jinko
El beso comenzó y ¡oh vamos!, Atsushi estuvo en la cárcel seis meses, obvio había aprendido cosas, siguió besando al azabache y aunque dejo sus labios solo continuo bajando por su cuello – Jinko... ¿recuerdas como quitarlo? – Menciono en duda mientras sintió como el albino comenzaba a desabrochar su chaleco – sí, si recuerdas – se respondió el mismo
Atsushi le empujó hacia la cama – Que tigre tan malo – dijo el azabache viendo como el albino se ponía de rodillas, bajaba el zipper de su pantalón mientras movía su largo mechón detrás de su oreja
― Bueno... debo ganarme mi libertad – menciono mirándolo - ¿no es así? Señor policía – sonrió
― Quiero que dejes todo limpio – ordeno Akutagawa
Atsushi comenzó a realizar un oral, uno que hizo al azabache sentirse en la luna, Akutagawa no había podido evitar gemir al sentirle tan complaciente, una y otra vez, fijo y... el éxtasis llego al azabache dejando todo dentro del albino, esté miro al azabache un momento y Akutagawa vio como Atsushi tragaba todo su semen de una sola – Ji-Jinko eso...
― Sa-sabia dulce – menciono Atsushi y con ello logró enloquecer a Akutagawa
Una vez más, le había tirado al suelo y puesto encima – a-amas hacer esto ¿no?
― Me gusta el poder Jinko, y tu mi querido novio, me das mucho de eso – menciono dejando entrar su mano en su pantalón – vamos a hacer lo que más te gusta, a ver si logras dejar todo limpio – menciono mientras uno de sus dedos comenzaba a entrar
― ¡Aaah! – gimió ligero al sentirlo entrar el dedo de Akutagawa – Ryu-Ryunosuke...
― No, está vez, te prepararé bien – sonrió – pues mañana tienes escuela
― Aauhg.... – expreso gimiendo - ¿n-no es un de-delito salir con menores? – pregunto el albino y el azabache sonrió amplio
― Pequeño cretino – menciono molesto mientras bajaba el pantalón y bóxer del albino
― Es-espera Aku-Akutagawa so-solo e-era broma y ¡iiiikh! – grito al final al sentir el miembro de su pareja entrar – du-duele, duele, - se quejo
― Tú fuiste quien empezó a hablar de edades
― Ca-casi me llevas di-diez años – se quejó el albino y sintió como la embestida fue mayor
― Y ahora resulta que seras puro y santo, te gustan mayores Jinko – menciono molesto
Atsushi fue embestido con fuerza y tenacidad, llenando al pequeño chico de varias sensaciones, orgasmos y sesiones que le dejaron agotado.
Akutagawa hacia a Atsushi gemir con cada embestida, mientras Atsushi solo se limitaba a apretar las sabanas y gemir ¿que más? lo tenía con cara y pecho contra el mueble y la cadera levantada, la perfecta opción para que el policia logrará entrar profundo - ¡aaagh! Ry-Ryunosuke, ya no más, no puedo más - se quejo Atsushi por tal profundidad
― solo un poco más, aguanta un poco más - menciono al sentirse casi en el limbo del amor, y así fue. Pronto logro terminar en Atsushi, su cuarta ronda y el albino no podía ya ni respirar prácticamente.
Akutagawa al final de la anoche limpiaba al albino mientras esté dormía en su cama – pensar que mañana debo llevarte a la escuela – suspiro el azabache y sonrió, beso la frente de Atsushi y esté entre sueños volteo a abrazarlo
― Ryunosuke... te amo – dijo dormido el albino y el azabache sonrió
― Me enamoré de un puberto– se quejó y acaricio sus cabellos – quien diría que un reo logró capturar a un policía – dijo burlón - también te amo... Jinko, mi sexy preso
Atsushi continúo su relación, ¿Qué más daba? Salía con un policía y eso, era completamente legal para él, por que solamente aquel sexy carcelero hacia su corazón latir en cada momento que pasaban juntos.
Por cierto, también hicieron a Dazai prometer no hacer ese tipo de cosas y menos involucrar a Atsushi.
¡Hola a todos!
Vi la imagen de portada que la realizo Kowanemui en Twitter y pues la idea vino, no sé puede evitar. Espero les halla gustado
Olvidaba mencionar que hay muchas referencias a la serie de Nanbaka donde Yuto Uemura (quien da voz a Atsushi) también da su voz a Jyungo el protagonista de Nanbaka. Incluso la Autora sale en este one. Referencias pros~
¡Gracias por leer!
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