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Ahora si es el capítulo verdadero xd, lamento la broma ajksjk, fue con amor<3.
Capítulo dedicado a: 6kpop_my_life9 ; SMIL3__H4NAKO ; ekulightning ; user57994103 ; luchi2507
Si quieres dedicación en el próximo cap ( sólo los primeros 5, recuerden xd)
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Petrificado.
De aquella manera había quedado Jimin ante las palabras dichas con tanta seguridad y firmeza por el príncipe. Sonó tan creíble que por un momento imaginó que la Selección había acabado y él era el Elegido, que él era feliz junto a Yoongi. Pensó que había sido una completa broma, pero el rostro del pelinegro le sonreía levemente, honesto, sin indicios de malicia.
Jimin, incrédulo, retiró su mano y agachó la cabeza. Deseaba que la tierra se abriera justo en su ubicación y cayera en el abismo del bochorno por la situación. ¿Tan directo era el príncipe Min Yoongi? ¿Le habría dicho lo mismo a los demás? ¿Alguien como él podría mentirle con una entidad tan importante a los candidatos? El castaño negó; Yoongi era noble, respetuoso e intachable, hacer una mendacidad como esa iba en contra de su moral.
El príncipe, luego de unos segundos y la mirada de Jimin, consideró que fue muy pronto insinuar tal futuro, podía ser cierto o incierto, todo dependía de cómo iban las cosas: si se estrechaban una relación más íntima o solo estaba destinado a surgir la amistad. Aunque en la mente de Yoongi la frase dicha era justificada con su actitud de coquetería. Él siguió el camino, mudo, mirando el paisaje que se abría con cada paso que daba, algo incómodo, pero disimulándolo de maravilla ante los ojos azules.
-Dime, ¿por qué quisiste entrar? Anoche -se detuvo e invitó a Jimin a sentarse en el banco junto a él- revisé las entrevistas que dieron ustedes en las inscripciones y tu respuesta a esa pregunta fue tan... simple.
-Soy muy reservado -contestó, con fe de poder evadir aquel tema.
-¿Entonces, es por mí?
-C-claro -tartamudeó-. ¿Por quién más? -rió tembloroso.
Y en ese instante Yoongi, con su percepción trabajada por años gracias a los métodos de su padre, destacó por sobre todas las emociones el nerviosismo genuino que tiene alguien cuando miente y quiere huir para contrarrestar el interrogatorio. Jimin no estaba siendo sincero con él y ese detalle estaría absolutamente en contra del castaño si no lo remediaba con las oportunidades que le iba a dar Yoongi. El príncipe valoraba las virtudes de cada muchacho, quería saber cuál era la de Jimin.
-¿Seguro que has entrado por mí? No te ves muy convencido.
-Te dije que sí, es por ti. Solo por ti. ¿Tengo que repetirlo más veces? -estalló mirando hacia al frete, en oposición a tener en su campo de visión los ojos grises-. Si no me crees, perfectamente tienes el poder de no verme más en tu vida y echarme de este lugar.
-Eres un pequeño gruñón -sonrió achicando sus ojos. Entre su lapso de observar la belleza de Jimin, sopesó la vida antigua de él, su casta, la foto donde salía cubierto de mugre; por aquella perspectiva habían razones por las cuales entrar. Guardó silencio y con su mirada penetrante se dirigió al muchacho-. ¿Es tu economía, cierto?
Jimin se tensó: ¡¿Cómo lo había descubierto?! ¡Siquiera dijo una pista, no dijo nada valioso!
-No... De verdad es por ti, créeme -dijo resignado.
-Jimin -advirtió con tono amenazador.
-Sí... Es eso, bueno, que más da. Ahora échame, ya sabes por qué estoy aquí, me aprovecho de esta situación. Dios. -Cubrió su rostro con las manos y murmuró-: Siempre arruino todo; eres un tonto, Jimin.
-¿Echarte? ¡Jamás escogería esa posibilidad! Es más, te voy a conquistar y olvidarás el principal motivo por el cual entraste aquí -habló convencido.
El joven sonrojado asintió quedándose sin palabras, ¿de qué manera tenía que comportarse ante ello? Mantuvo la compostura y para sus adentros nacía una felicidad que poco a poco aumentaba en gritos y no hallaba forma para resguardarlos en algún sitio de su mente, escondiéndolos, reteniéndolos; quizás, en un futuro dejarlos libres. Posó ambas manos sobre su regazo y trató de no apretarlas para saciar el sinfín de emociones acumuladas en su cuerpo.
¡Qué cosas provocas Min Yoongi!
El príncipe, ya que veía con atención los gestos de Jimin y como estaba tan ensimismado con sus manos y sonrojándose, se acercó despacio sin distorsionar la concentración del castaño y junto al banco observó una rosa azul que sobresalía con una hermosura bien conservada y cuidada, le daba lástima arrancarla, pero pensó que seguiría viviendo al lado de la misma hermosura de Jimin.
La rosa azul era sostenida por sus dedos, estos estaban tímidos por acercarse al muchacho y ser los representantes de la entrega. La dejó descansar sobre las manos de Jimin en la espera de su reacción.
El Seleccionado miró a Yoongi por el sorpresivo detalle romántico, sonrió inhalando las aromáticas esencias de las flores, árboles y frutos que llevaba consigo la brisa fresca y aquellos nervios traicioneros se esfumaron ante la amenaza de la suprema tranquilidad al unir el color de sus ojos con el gris. Jimin la sostuvo y admiró con demasiado interés e impresión los pétalos que la conformaban; era bastante bella. Acarició con sumo cuidado la naturaleza, su nariz percibió el perfume que desprendía y olió; era hipnotizante.
Bello e hipnotizante: con aquellas dos cualidades Jimin describiría al príncipe.
-Gracias -respondió agradecido y con movimientos dubitativos pensaba si podía acercarse o si sería algo muy irrespetuoso la acción, pero aún con la duda, él cerró la distancia y besó su mejilla.
Yoongi, por primera vez -quizás, luego de varios años-, se sonrojó por la actitud y cercanía de un muchacho; cabe decir que el príncipe era muy coqueto en su adolescencia y, en las celebridades del palacio, los hijos de otros reyes abandonaban el gran recinto con el rostro rojo, enamorados o atontados. Nadie podía detener los encantos que efectuaba el príncipe para que se fijaran la atención en él; si lo confesaba, sí, antes era un maldito egocéntrico odioso, pero al menos, aquello había cambiado con la humildad y las historias inculcadas por su madre.
Para Jimin el súbito cambio de piel le hizo sonreír y felicitarse interiormente por el logro no planeado. Lo miró sin vergüenza. Eso podía significarse un punto a su favor dentro de la competencia junto con su estancia segura en el palacio, por el momento ya no debía preocuparse de su ida, sino de los problemas que tendría con YoungJae cuando se diera cuenta que el castaño sí tiene posibilidad de enamorar a Yoongi y ser rey.
¿Por qué siempre habían complicaciones y obstáculos en su vida?
- ¿Tengo algo en la cara? -inquirió el príncipe con una sonrisa ladeada-. Llevas mirándome tres siglos -exageró.
-Tu pelo es... -Veía los rizos ir a la par con el leve viento de la tarde, libres, sin un modo de peinado en concreto que los ordenara-. Es rebelde.
Los ojos de Yoongi se habían transformado drásticamente a unos de preocupación, su espalda y hombros cayeron de lleno en el pozo de tensión, la fuerza de la intranquilidad combatía en el fuero interno del príncipe, era una sensación de desprotección lo que imaginaba en derredor de ambos. Observó el área sin disimulo desasosegando a Jimin. ¿Qué ocurría?
-Cariño, será mejor que entremos... Se está haciendo de noche, ¿no crees? -se excusó. Se puso de pie y ofreció su brazo.
-Claro -aceptó el muchacho, aún con la interrogación en su mente sobre el reciente hecho de inseguridad.
Cuando habían ingresado al palacio, ninguna persona estaba vigilando aquella entrada por lo que a Yoongi le inquietó todavía más, suponía que debería ser el cambio de turno de los soldados, pero no le importó, tenía que hablar con su padre en ese mismo instante.
-Otro día será nuestra primera cita -afirmó el príncipe besando su mejilla-. Ya tengo en mente lo que haremos.
- ¿Tan rápido pensaste en los planes de nuestra cita? -preguntó Jimin impresionado.
-Por supuesto. Y las siguientes que vendrán.
Yoongi se retiró a la oficina de su padre con la sonrisa encantadora del castaño grabada en su cabeza y la mirada soñadora que emitían sus ojos azules por la cita nombrada. Él no olvidaba el propósito por el cual Jimin estaba ahí, así que haría lo posible para que ese chico cambiara su objetivo.
En cambio, Jimin solo quería gritar y compartir la emoción con sus tres doncellas y, si pudiera, querría conversar con Dahyun de todos los acontecimientos que habían pasado en el palacio. Al fin, algo cambiaba para el Siete.
El Yunki se sonrojó, vamos avanzando xd.
Nos leemos en el próximo cap<3
1/5
PD: Síganme en mi cuenta de respaldo, uno nunca sabe 😔✊
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