Capítulo 1: "Guerrilla" [Félix]
Comencemos desde un principio para que cada uno entienda como le plazca hacerlo.
El bien y el mal, subjetivo cada significado dependiendo de nuestra manera de pensar.
El bien hace lo que parece correcto, y el mal tiene el mismo concepto. Cada uno por su lado en disputa con su antítesis.
Los Angeles, protegen a los humanos de sus fallas comunes y evitan que vayan por el camino del díablo. Otorgando alas tan blancas como la nieve y oro adornando sus cuerpos por su pureza.
Los demonios, resguardados buscando su propio beneficio para tener más mujeres, sexo o drogas... Para ellos eso está bien, ¿Cómo culparlos de buscar algo que les gusta? Ellos se sienten bien...
Siempre he tenido esta duda... ¿Dios creará a sus demonios? ¿El buscará algo con que divertirse? ¿El... El esta jugando con nosotros siendo que el nos hizo a su imagen?
Los dejo a su criterio.
¿Yo? Pues soy el demonio del cual todos temen, del que todos huyen, del que ustedes temen que este bajo sus camas esperando a que duerman para llevarmelos conmigo.
Todo este tiempo, ustedes han estado gastando su tiempo en leer para simplemente escuchar mi opinión al respecto de toda esta guerra, pero aún así no les daré el gusto de ver como nosotros la perdemos como siempre.
Toda guerra es así, ¿No?
El "mal" siempre será vencido por el "bien" , y aún que el "mal" este tan cerca de ganar siempre perderá.
Eso les han hecho pensar desde que han tenido memoria, y hay pocas películas, juegos o animes que muestran ese lado donde el malo gana, Cosas así que son tan difíciles de encontrar que dudo que algunos hayan visto...
Aun que como esta la tierra en este momento llena de esa absurda tecnología, los llamados "GamePlays" hacen que ustedes se ahorren pensar en los juegos.
Bueno, en todo caso no es de mi inconvencia tu vida.
– ¡Hey señor Félix, ya es hora de irnos!
– Ya voy.
Supirando me levante de ese polvoriento árbol quemado y emprendiendo el vuelo, me acerque al castillo sobre las nubes.
– Tenemos mucho que hacer se-señor...
– La última vez te dije que hablas firme y claro, sin tartamudeos.
Suspiro intentando calmarse, normal al tenerme en frente.
Mi pequeño ayudante, tenía al menos 16 años al morir, su rencor lo trajo a este mundo tan basto en odio. Richard, Eh... Richard no se que, no recuerdo su nombre.
– Lo siento señor, eh... Tiene unas almas que procesar...
– Ugh... Bien, lo haré pero ya es momento de que aprendas, no lo haré siempre por ti solo por que no sabes hacerlo.
Caminamos por un largo pasillo hasta una habitación la cual tenia un pequeño lago de agua rojiza, me senté a la orilla y con cuidado saque una de las tantas almas que habían ahí para ver sus recuerdos con cuidado de no estresarla demasiado.
Por qué cuando las almas se estre-
– ¡ACHÍ!
-san ellas salen del agua y salen disparadas a cualquier lugar...
– ¡Cuando haces esto debes hacerlo con calma y silencio! ¡Pudiste haberme avisado! ¡Ugh! Calmalas y me llamas, tu problema.
Y pues, me fui. Ese chiquillo me dará lástima pero debe aprender a hacer las cosas bien.
Volví a mi puesto un poco lejos del castillo, en ese nostálgico árbol quemado...
Ser el rey de los demonios es aburrido...
©MaxinTheWolf©
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