Capítulo 8

- No entiendo el motivo de esto pero me encanta!- Exclamó aquella castaña mientras daba una vuelta en el lugar.

Esa mañana Lucy había ido a su habitación diciendo que harían una excursión. Habían salido rumbo a el lugar mencionado por Celeste sólo Meliodas, Lucy, Edward y ella.

Se encontraba rodeada de bosques, árboles gigantes y hermosos que cubrían sus cabezas. Las flores que crecían por ahí eran bellas y todos seguían un camino que estaba ya hecho.

El aire fresco era todo lo que necesitaba. Ver a los animales correr. Sinceramente tenía que salir de adentro de aquel castillo o moriría.

- No te retraces- Advierte Meliodas desde adelante.

La naturaleza de por ahí ciertamente era hermosa.

- El color de esta canción es verde de vida- Susurró al sentir a unos pajarillos entonando una melodía.

- El color de que?- Siente detrás de ella, dio un salto asustada y llevo una mano a su pecho.

- Meliodas!- Exclamó al verlo reír- Casi me matas del susto- Meliodas sólo puso una sonrisa triunfante- Lo hiciste a propósito!!!!.

- Para nada- Hace una pausa- Y bien que era eso del color?- Pregunta todavía curioso.

Jaqueline entre cierra sus ojos y cruza sus manos sobre su pecho.

- Todo tiene colores- Comienza explicando- Los sonidos y las voces no son la excepción.

- Es una teoría muy extraña- No parecía convencido

- Pero es cierta!- Exclamó- Yo puedo sentirlo, todo en esta vida tiene color y si lo notas o no es cuestión de que tan bien imaginados seas.

- En tal caso cuál es el color de mi voz?- Pregunto curioso esperando una respuesta, pero la chica sólo agachó su cabeza con una sonrisa.

- Azul- Levantó la vista dispuesta a encararlo, aún mantenía en sus labios una curva- Es el color de un azul triste, que llora sin que nadie sepa.

- Interesante- Se acercó a ella.

- Y yo que?- Pregunto desconcertandolo- Cuál crees que es el color de mi voz?.

Meliodas dio dos pasos hacia ella y Jaqueline retrocedió tres, esta vez no había cama de la cual caerse, o eso pensó, porque antes de notarlo ya estaba sentada sobre un pequeño flujo de agua que había por ahí, era como un pequeño río.

- Auch- Llevo un mano a sus rodillas para tomar impulso y justo cuando fue a pararse por completo sintió el rostro de Meliodas, el mantenía sus manos en sus bolsillos mientras acercaba su cara a la de la chica, ni tiempo a incorporarse le dio.

- Arcoiris- Soltó sin más- Tu voz es color arcoiris.

La castaña lo miró impresionda, estaba bastante serio y no mostraba ni una pizca de duda. Cuando abrió su boca para preguntar sintió un grito por parte de Lucy.

- Ustedes dos!!!- La chica que se había adelantado bastante movió su mano para saludarlos- Dejen de ser tan melosos y vengan de una vez.

Meliodas brinco fácilmente aquel mini río y camino en esa dirección. En cambio para Jaqueline las palabras de el daban vuelta en su cabeza.

Que habría querido decir?........'


- Bienvenidos al Condor- Hablo Edward y _________ salió detrás de él para ver aquel magnífico paisaje.

Era un río, pero estaba delimitado con piedras a su alrededor. Arriba había una pequeña cascada. Los árboles cubrían todo al rededor.

- Señorita!- Exclamó Lucy al ver la acción de su princesa.

La castaña quitó sus zapatos rápidamente y se metió dentro del agua, camino hasta que esta le llegó a la cintura, su blusa ancha flotaba en el agua y a veces las hojas caídas topaban con su cuerpo.

- Esta muy fresca- Se giró con una sonrisa.

Aquella imagimen para otra persona hubiera sido normal, pero para Meliodas, se quedó grabada en su cabeza. Dio vueltas una y otra vez.

- Por favor señorita no puede hacer eso, cogerá un resfriado- Trataba de advertir Lucy- Señor ayúdame.

Suplico al ver que sólo obtenía por respuesta la risa excéntrica de ________. El asintió, caminó hasta el extremo y le extendió la mano.

- Ven aquí- Ella tomo su mano y una sonrisa divertida apareció en sus labios.

- Hora de devolverte todo lo que me has hecho- Comentó apretando su mano.

- Espera que..- No puedo terminar de preguntar por que fue jalado hacia aquel estanque.

Sin darse cuenta, estaba completamente mojado y tenía a su lado aquella chica riendo como loca, ella llevó una mano a su abdomen para aguantar pero no podía. Afuera los dos sirvientes también reían, pero de forma más disimulada.

- Así que tu....una simple humana crees que puedes dejarme en ridículo- Comienza diciendo y rápidamente las risas se detienen. Jaqueline trago en seco- Haces bien en temer.

Ella rápidamente se zambullo en el agua para nadar lo más lejos posible de él. Pero era en vano, Meliodas era más veloz y más fuerte.

- Te voy a atrapar- Comenta el con una media sonrisa, aterrando a aquella jovencita.


- Así que..- ________ se sentó junto a Edward, el se encontraba lejos del agua- Por que estamos aquí?

- Su Majestad eso es...- Simio una manos sobre su hombro y cuando se giró ella sólo sonreía- Parecías tan deprimida en el castillo.

- Por eso...

- Si, tus ojos estaban apagados y necesitabas tomar aire puro, por eso decidí traerte aquí- Aquella mirada melancólica volvió a los ojos de aquel viejo- Porque la antigua familia real solía venir aquí.

Jaqueline sintió que debía preguntar, la estaba matando esa duda, esos ojos apagados de aquel viejo.

- Edward tu...- Justo en ese momento Meliodas la tomó de la cintura.

- Te dije que te atraparia- La levantó y la puso sobre su hombro como un saco de papas.

Ella sólo pataleaba al ver la sonrisa de Edward. Era sin duda fuerte y bastante inoportuno.

- Bajame!- Exclamó dando golpecitos en su espalda.

- Me niego- Ella no lo recordaba tan juguetón.

De un momento a otro la lanzó al agua con una sonrisa victoriosa. Ella salió a flote y quitó enojada los cabellos que habían delante de su rostro.

- Me las vas a pagar!- Levantó su mano y luego la bajo rápidamente, haciendo que el agua saliera disparada a su alrededor.

- Eso ya lo veremos- Se alejó con una con las manos en su cuello.


El sol se estaba poniendo, los ir significaba que tarde o temprano tendrían que regresar. Para Jaqueline esa era la peor noticia. Había pasado el mejor día desde hace dos meses y no quería que terminara. Por un momento todo fue tan perfecto, Meliodas no era cruel, Edward u Lucy eran sus amigos y podía escuchar todo tipo de canciones.

A un extraño de aquella cascada, en lo más alto se encontraba sentada la chica. Edward y Lucy recogían todo para volver, y ella sólo quería quedarse ahí eternamente.

Llevo amabas manos a sus piernas y escondió su rostro en sus rodillas. No quería que el rubio que se había agachado a su lado se diera cuenta de su rostro.

- Al fin nos vamos- Dijo felíz.

- Como puedes decir eso?!- Logró sacarla de sus cabales- Tu también te divertiste.

- Puede ser- Admitió mirando hacia adelante.

- Entonces.....

- Pero no me gusta este lugar, precisamente por lo libre que es- Confiesa y entonces la observa a ella- Aquí pareces como un pájaro libre de irte en cualquier momento.

- Sabes que eso es imposible- Bufo ella todavía con su cabeza escondida.

- Lo se, pero aún así me asusta- Justo en ese momento la castaña lo miró, aquellas esmeraldas verdes la detallaban, y de cierta forma, brillaban cristalinas.

- Meliodas- Cruzó sus piernas- Por que dijiste eso de mi voz?- Tenía que saberlo.

- El que?- Estaba haciéndose el tonto y ella lo sabía.

- Ya sabes, lo del color arcoiris- A ella la apena recordarlo, sin darse cuenta su rostro estaba rojo.

- Por que cuando te escucho hablar o cantar siento todo, el amarillo alegró, el azul tristeza, el rojo amor, el verde vida- Responde como si nada- Siento todos y cada uno de los colores, como si me atraparan, y me rodearan con su luz, es doloroso pero bastante hermoso.

Jaqueline quitó su vista de el, si lo seguía mirando por más tiempo no podría detenerse nunca. Ella agachó la cabeza con una leve sonrisa.

- Que curioso. Prometí que te haría sonríer, pero eres tú el que lo está haciendo conmigo- Confiesa decepcionada.

- Yo no lo veo así- Suelta él.

- Chicos ya está todo listo!- Aparece Lucy detrás de un arbusto- Vamonos.

Meliodas mataría a Lucy muy pronto, comenzaba a artarlo, cuán atrevida era aquella chica?.

- Vamos?- Jaqueline se puso en pie, cerró sus ojos y sonrió. Sólo por hoy estaba satisfecha.

El rubio no dijo nada, tan sólo se levantó. Y justo cuando iba a caminar para alejarse del borde Jaqueline lo empujó, haciendolo caer nuevamente en el agua, aquella batalla ya tenía una ganadora.

- Ja el gran Meliodas acaba de perder- Gritó hacia abajo, al verlo salir del agua-  Y contra una humana, que vergüenza.

________ sólo labio corriendo de ahí, tomo a Lucy del brazo y se reunió con Edward, era el momento de volver a aquel encierro.

Meliodas sonrió, solo el sabía que en las noches, cuando más sólo se sentía, cuando pensaba que su vida ya no tenía sentido, el recuerdo de aquella chica lo hacía sonreír sinceramente, ella ya había ganado la guerra.







Palabras del autor

Uyuyui parece que alguien comienza a enamorarse, que pasará, si el Melo supiera que en el próximo capítulo La rayis recordará a Zeldris.

Esto se complica.

Lean comiendo palomitas, yo las amo :3

Dudas......

Quejas......

Comentarios.......

Sin más, se despide

~Sora~

Pd: Nadie me va a felicitar por actualizar mas seguido TT_____TT


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