Capítulo 7

Celeste y Jaqueline se sentamos juntas con una sonrisa. Sinceramente la castaña extrañaba pasar tiempo con ella.

- No vuelvas a hacer eso, si vas a salir del castillo avísanos- Despeino sus cabellos.

- Lo siento, solo quería tomar aire- Se defendió.

- En medio de la lluvia?- Cuestina divertida.

- Estar aquí adentro me tenía ahogada, a veces necesito salir- Aunque Jaqueile la apreciaba mucho, aún no estaba preparada para contarle acerca de los problemas familiares que la acechaban, y menos para hablar de Zeldris.

- Pronto podrás hacerlo- Celeste sacó a _______ de sus pensamientos- En la cocina no se habla de otra cosa.

- De que?- Pregunto confundida.

- De la excursión- Unió ambas manos emocionada- Cerca de aquí hay un lugar conocido como «El Condor»

- Que es?- Parecía más interesada en el tema.

- Pues se trata de una hermosa casacada protegida por la naturaleza, Edward estaba comentando de llevarlos ahí- Hace una pausa pensativa- Se veía bastante emocionado, y antes de que me preguntes, no se el por qué.

Celeste la conocía bien, porque alguien como Edward querría llevarlos ahí?.

Justo en ese momento entra Lucy en la habitación de Jaqueline.

- Princesa, es hora de prepararse- Cierra la puerta a sus espaldas.

- No!- Toma del brazo a Celeste, cuando está hace el ademán de irse- Ayúdame a convencerla de que no me ponga un vestido de los suyos.

- Jaqueline, si tienes todos estas preciosidades usalas- Su amiga se agacha- Pasas todo el día en pantalón. Podrías de ves en cuando darte el lujo de portar un vestido.

- Pero es que no me siento cómoda- Suspira resignada.

- Ahora eres una princesa- Camina hacia el exterior con una sonrisa.

Lucy ayuda a levantarse a _______, el baño se encontraba preparado. Ambas caminaron hacia la tina.

- Alteza el príncipe la espera en la mesa, hoy llegó un poco antes- En ese momento Jaqueline casi resbala.

- Que?- Cuestiona sonrojada.

Una sonrisa pícara aparece en el rostro de la pelirroja, hace unos extraños movimientos con sus manos y alza un poco la cabeza.

- Veo que el hechizo de Meliodas comienza a tener efecto sobre ti- Jaqueline sólo negó para meterse en el agua.

- No es eso- Fingió indiferencia

- Pues si ves la cara que puso cuando le dije que no estabas en el castillo- La castaña abrió uno de sus ojos.

- Cuál?- Se hecho hacía adelante esperando una respuesta.

- No era que no te importaba?- Lucy tenía un lado juguetón bastante molesto- Estaba totalmente cerio, su mirada era penetrante, por un momento creí que estaba preocupado por ti.

Jaqueline escondió su cabeza completa bajo el agua.


Meliodas se encontraba sentado, pensativo, molesto, hoy había tenido uno de esos encuentros con el estúpido de Mael, el muy imbécil le había hablado sobre Elizabeth, ella estaba bien, demasiado. Parecía que no le afectaba la ausencia de Meliodas, incluso hasta ya estaba comprometida con el arcángel. Recordar la cara de felicidad con la que Mael le contó lo puso nervioso e histérico.

Sin querer terminó por romper un cubierto, miró impresionado lo que había hecho, aún cuando no era su objetivo. En ese momento sintió que alguien lo observaba, levantó la vista, y allí estaba ella otra vez.

Portaba un vestido amarillo claro, se cura fina, hermosa, pero aún así, su mirada era de preocupación.

- Estas bien?- Cuestiona tomando su mano, pero el rubio la separa bruscamente.

- Estoy perfectamente- Responde distante, ella intenta acercarse pero la detiene la mirada furtiva del demonio.

Suspira derrotada y camina hacia su asiento. No logra tomar la silla, ahí están los sirvientes para impedircelo. Todo eso de ser princesa le iba mi y grande. Se sentó y miró a su acompañante, el parecía en otro lugar, ella sabía que había algo mal.

- Como te fue hoy?- Trato de hablar, en ese momento le pusieron el plato delante.

- Bien- Una respuesta bastante seca, Meliodas no tenía ganas de hablar, pero ella, era adicta al peligro.

- Como estás?- Se revuelve en la silla.

- Ya te dije que estoy perfectamente- En otras condiciones eso hubiera venido con un grito y una amenaza, pero esta ves fue seco, Jaqueline sabía que más que molesto y enojado, el estaba triste.

.


- Que seco es!- Exclamó aún subida en la escalera. Jaqueline se encontraba en la Biblioteca del castillo, solía pasar bastante tiempo libre por ahí, ahora que las reconstrucciones del castillo se estaban terminando ya no tenía nada que hacer.

Busco entró todos los libros alguno que llamara su atención pero nada. Se movió con la escalera hacia otro lugar. Ahí tomo un libro verde de letras doradas.

Suspiro, parecía interesante. Con cuidado se bajó. Se quedó parada en el mismo lugar, mirando a la nada, ahora su mente ya no estaba con Meliodas, le jugaba una mala pasada, y de repente el recuerdo de  Zeldris la atacó.

Se recuperó, negó con su cabeza y camino hacia un rincón. Al lado de una ventana. La chica se sentó en el suelo, su espalda chocó con la pared. Dobló levemente sus piernas y ahí colocó el libro, arrecostó su cabeza a la ventana y comenzó a leer.


- Por que me cuidas?- Cuestiona el castaño con los ojos abiertos de par en par. Aquella chica podría buscarse un problema con todos sólo por ayudarlo.

-Ya seas demonio, hada o dios- Jaqueline se agachó para mirarlo mejor- Para mi te veías como alguien que necesitaba mi ayuda- Sonrió- Por eso no me importó nada.

- Eres demasiado amable- Suelta Zeldris- Un día te causara problemas.

- No me importa- Le mostró el vendaje- Si puedo ser amable, pagaré el precio por ello.


Meliodas la observó, la castaña se encontraba dormida, en la misma posición de antes. Sólo había pasado diez minutos leyendo y luego cayó ante Morfeo.

Aún a pesar de ser un recuerdo hermoso, para ella era como una pesadilla, porque ese fue el último día que todos la trataron como humana.

El rubio la tomo entre sus brazos, ella inconsciente se arrecosto a su pecho, una de sus manos colgaba en el aire, y la otra la tenía sobre su estómago.

Él la llevo hasta su habitación. La posición sobre su cama, cuando dormía no parecía el monstruo que de verdad era, una explosiva chica sin perjuicios.

Jaqueline abrió los ojos para ver como Meliodas se quitaba la camisa, rápidamente se sentó sobre la cama y le lanzó una almohada.

- Que haces pervertido?- Cuestiona toda roja, eso de verlo sin camisa era común, sin embargo seguía siendo toda una escultura el cuerpo del demonio.

- Obviamente voy a dormir contigo- Ahora se dirige a sus pantalones con una sonrisa pícara, ___________ se lanza la sabana sobre su cabeza.

- No harás eso!- Meliodas sólo ríe ante su tierna acción- Además para dormir no tienes que desnudarte.

- Claro que si, sabes la cantidad de cosas divertidas que se pueden hacer sin ropa?- Cuestiona y justo en ese momento saca la sabana de la cara roja de Jaqueline.

- N-oo- Ella traga en seco y el rubio se acerca a su rostro, Jaqueline retrocede- No me interesa.

- Puedo hacer que te interese- El se acerca y ella vuelve a retroceder.

- Lo dudo grandemente- Volvieron a hacer lo mismo y tras ese último paso __________ callo al suelo.

Meliodas río divertido, ella abrió sus ojos de par en par y entonces reaccionó. Se levantó de golpe y comenzó a sobar se trasero.

- Eres la primera chica que se niega- Comenta tras unos minutos de silencio, Jaqueline deja de hacer eso y lo observa, una sonrisa melancólica adorna su rostro- Eres la primera que me dice «no».

Sigue observandolo detalladamente, se veía que estaba pensando en Elizabeth, de nuevo aquella historia que le había contado Celeste retumbó en su cabeza «El es el que más sufre»

- Eres muy extraña.

Termina para salir de la habitación, era un elogio? Un cumplido? Con él ya no tenía idea de que pensar, era como un torbellino, eso, Meliodas era un torbellino, lleno de caos y desastre. No lo entendía, pero de cierta forma, estar con el la hacía pensar que podía volar.

- Zeldris- Susurró extrañandolo, de repente lo necesitaba de nuevo, pero por mucho que lo llamara el no acudiría.

Estaba resignada, al igual que Meliodas.

Ambos, condenados a amar a dos personas que nunca serán suyas. Tal vez juntos pudieran compensar ese dolor.


Palabras del autor.

Estoy actualizando más seguido, me siento orgullosa.

La relación de Meliodas y la rayis solo comienza, queda mucho por ver de ellos, pero yo ya los shipeo XD.

Y ahora también está Zeldris, que hará una de las suyas mi Y próximamente, llenandonos la cabecita de dudas :'''(

Espero que les este gustando, nos vemos en el capítulo 8.

Se despide
~Sora~

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