Capítulo 13
Meliodas se mantenía estático, sin poder asimilar lo que su hermano acababa de confesarle. Era una vil mentira, si, eso, Zeldris estaba mintiendo, seguramente aún estaba resentido porque Meliodas abandonó su clan, seguramente había venido buscando problemas. Esa era la explicación.
- No estoy mintiendo Meliodas- Comienza a caminar hacia él- Su mirada seria, la sinceridad de esas palabras.
Sin embargo, aquel rubio se negaba rotundamente a escuchar esas palabras. ¿Por qué? Porque le dolía hasta en el alma.
- ¿De que mierdas hablas Zeldris?- Cuestiona. Necesitaba tantas respuestas, la forma en que la había llamado: amante, lo molestaba.
- Jaqueline, es la chica humana de la que me enamoré- Comienza a relatar, su mente viaja por los recuerdos de aquellos días.
- Nunca supe de eso!- Exclama con deseos de matarlo.
- Nunca lo conté- Zeldris paró justo frente a su hermano. El necesitaba encararlo.
- Si es que puedo creer en la sinceridad de tus palabras- Hace una mueca incómodo- ¿Cómo demonios te enamoraste de una humana?.
- Después de la batalla contra Mael, quedé demasiado débil- Zeldris se cruza de brazo y obtiene toda la atención de su hermano- Mi batallón de demonios había caído contra Stigma, obviamente debía refugiarme, por eso corrí hasta encontrar un viejo ático cerca de un orfanato. No soy tonto, se que rara vez se va a ese tipo de lugares.
- ¿Y eso que tiene que ver con ella?- Sinceramente no le importaba para nada aquella historia.
- Ella me encontró- Dice con una sonrisa- Al ver a un demonio sangrando, invadiendo el lugar de unos niños, su primera impresión fue ayudarme.
Eso si sonaba con Jaqueline. Aquella chica era ciertamente pura, no, más que eso, Meliodas la consideraba tonta. Tantas veces corrió detrás del demonio que permanecía distante, tantas veces luchó por abrir ese corazón que el creía muerto, tonto procuró hacerlo sonreír, aquello sólo podía ser caracterizado con esas palabras. Sólo alguien tan testarudo y perseverante había podido hacer volver la esperanza a un demonio tan podrido, y el no se estaba refiriendo a Zeldris.
- Cuidó tanto de mi, tenía tanta delicadeza- La forma en la que Zeldris hablaba de ella era tan esperanzada- Aún recuerdo sus tibias manos sobre mi herida, sólo su tacto asesinó a todos mis demonios, ella creó un nuevo Zeldris.
Para cualquier hermano escuchar al otro hablar así sería como el cielo mismo, saber que al fin alguien podía debe derretido el hielo que era, pero para Meliodas, la calidez con la que hablaba de Jaqueline no era más que un infierno.
- Estuvimos unas semanas juntos, yo sané, pero aún así permanecí a su lado, fingiendo dolor, sólo para que ella me cuidara- Bufo- Pero el paraíso se derrumbó cuando aquella mujer abrió la puerta.
- Así que eres el hijo del Rey Demonio- Dice impresionada, aún estaba de cuclillas para poder estar a su altura.
- Excato, has sanado al hijo del Rey demonio, lo que te convierte en una enemiga de Stigma- Bromeó Zeldris, ella había sacar a relucir lados que ni el sabía que tenía.
- Ya te dije, seas humano, Dios o demonio no me importa- Sonrió con sinceridad- Igual te hubiera protegido.
El castaño quedó frenético con esas palabras, sin poder domar a su cuerpo se movió. Su mente ya no era dueña de sus acciones.
Tomó las mejillas de aquella chica entre sus manos y acercó sus rostros hasta unir sus labios.
Fue el tacto más perfecto, un beso lleno de sentimientos, sus bocas parecían hechas para estar juntas.
- Jaqueline- Susurra el después de separarse, la chica aún estaba en shock, procesando lo ocurrido- Creo que me he enamorado de ti.
Esas palabras, se sintieron tan bien, la llenaron de felicidad, en ese momento lo entendió.
- Yo también- El juntó sus frentes y ambos sonrieron.
Hasta que la puerta fue abierta y Beatrice se mostró impresionada. Dejó caer al suelo un basó de cristal que traía con agua, y aquel sonido fue como el inframundo para ambos.
- Fuimos descubiertos por la dueña del lugar- Si rostro cambio a uno de tristeza- Y yo tomé la decisión de alejarme. Pero aún así, cuando nos volvimos a ver ella sonrió, era toda alegría. Cuando me enteré de que ella se casaría, tuve que venir, tuve que verla, tenía que decirle que aún la amaba, que seguía en mi corazón todos los malditos días de mi vida, que me arrepentía una y otra vez por haberla dejado sola.
Zeldris hizo una pausa, conteniendo sus lágrimas, aquellos recuerdos, el no tuvo un momento para despedirse, no pudo tan siquiera decirle adiós.
- Pero aún así me recibió con una sonrisa y me abrazó, se alegró de verme. Entonces comprendí lo positiva y alegre que era, no había nada que pudiera derrumbarla.
- No tienes ni la menor idea!- Lo tomo del su ropa para elevarlo con enfado- No sabes cuanto ha sufrido, crees que ella es sólo alegría y felicidad, su camino ha estado lleno de piedras, ha llorado tanto como no imaginas.
- Eso también lo sé- Zeldris se separa- Porque ella me lo dijo.
- Que?- Alzó una ceja.
- Fue en una de mis visitas, venía a verla una dos veces a la semana.........
Jaqueline se encontraba sentada sobre el, su vestido blanco para dormir hizo que los sentidos del demonio se activaron, y antes de darse cuenta ambos estaban subidos de tono.
Zeldris llevo una mano a la espalda de la chica y beso su cuello, dejó un rastro hasta llegar a su pecho y justo cuando fue a bajar el vestido ella lo detuvo.
- Zeldris esto no está bien- Se levanta y se aleja de él.
- Por que no?- El hace lo mismo para seguirla, aquella chica se encontraba dado vueltas en círculo- Puedo esperar más, no hay apuro, tómate tu tiempo.
- No es eso- _________ se detiene para mirarlo unos segundos, luego apartó sus ojos del rostro de su amante y miró a la luna.
- ¿De que color crees que es mi voz?- Cuestiona recordando aquel día, una sonrisa inconsciente aparece en sus labios.
- ¿Color?- Él no comprendía esa pregunta.
- Si tuvieras que decidir un color para mi voz......¿Cuál sería?.
Jacqueline había estado pensando mucho al respecto y había llegado a una conclusión, pero para confirmarla debía escuchar esa respuesta. En el fondo estaba deseosa por estar equivocada, no quería tener razón.
- No entiendo a que se debe todo esto- Zeldris alza sus hombros y luego niega- Pero si tuviera que decidir un color, sin duda sería amarillo, un hermoso y feliz amarillo.
Ahí estaba la respuesta, menos dolorosa de lo esperado, pero aún así, impacto en su corazón.
- No puedo hacer esto Zeldris- Dice al fin después de unos minutos.
- ¿El que?- Dice desesperado, aquella actitud lo estaba matando
- Hacerle esto a Meliodas, no se lo merece.
- Mi hermano no es tan bueno como crees- La toma de los hombros- No me dejes, yo te amo.
- Pero aún así, no puedo herirlo Zeldris, ¿no lo comprendes?.
- No me digas que te has enamorado de él- Ruega, aquello sin duda lo estaba matando.
- No lo sé, pero el es el único que ve todo en mí- Ella se separó- El ve lo bueno y lo malo, sabe lo que he sufrido, lo que he llorado, el entiende todo eso.
- ¿Por qué dices eso?.
- Porque el supo ver a través de la coraza que yo misma me puse, intente que todos vieran a la Jaqueline felíz, pero Meliodas vio algo que nadie más pudo.
- Te has enamorado.
- Ya te dije que no lo sé- Repite con cansancio- Pero no quiero que sufra.
- Ella fue la que me lo dijo, y comprendí que había estado equivocado desde que la conocí- Admite después de recordar aquello- Pero aún así, no quiero rendirme, ella me dio tantas cosas, me llevo a un mundo nuevo. Vine a decirte que lucharé por su amor, que si tengo que pelear contra Stigma para arruinar este compromiso, encantado lo haré. Voy a detener la guerra, y cuando lo haga..... reclamare lo que es mío.
Dijo para desaparecer por la ventana de aquella habitación. Meliodas apretó sus manos en un pincho y chirreó los dientes.
- ¿Lo que es tuyo?........
Palabras del autor
Soy tan mala- Se golpea a si misma- ¿POR QUE LE HACES ESO A LAS POBRES CHICAS QUE LEEN ESTO?
Yo: Porque me encanta el drama :)
Lean comiendo palomitas y ......notición
El próximo capítulo es lemon, sólo para ustedes mis cielos :''3
Se despide
~Sora~
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